Marianne Moore
(Missouri, EE.UU., 1887-New York, id., 1972)
Puedo, podría, debo
Si me dices por qué el pantano
parece infranqueable, entonces te
diré por qué pienso que
puedo atravesarlo si lo intento.
**
Valores al uso
Iba a la escuela y me gustaba el lugar,
hierba y sombras de hojita de acacia como encaje.
Se discutía sobre la escritura. Decían: “Creamos
valores en el proceso de vivir, es inútil esperar
su progreso histórico”. Sé abstracto
y desearás haber sido concreto; es un hecho.
¿Qué estudiaba yo? Valores al uso,
“juzgados en su propio terreno”. ¿Soy aún oscura?
De improviso, un estudiante dijo al pasar a mi lado:
“‘Relevante’ y ‘plausible’ eran palabras que yo entiendo”.
Una afirmación grata, anónimo amigo.
Ciertamente, los medios no deben frustrar el fin.
Poesía completa, traducida por Olivia de Miguel. Lumen (Random House Mondadori, España, 2010).
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lunes, 19 de noviembre de 2018
miércoles, 8 de agosto de 2018
Se desplazaba como un barco de guerra
Marianne Moore
(EE.UU., 1887-1972)
Críticos y conocedores
Hay una gran cantidad de poesía en las inconscientes
afectaciones. Algunos objetos
Ming, las imperiales alfombras de coches
de ruedas amarillas, están muy bien donde están, pero yo
he visto algo
que me gusta más –un
simple y pueril intento de hacer que un imperfectamente
estable animal estuviera de pie,
un similar propósito al hacer que un cachorro
comiera en un plato.
Yo recuerdo un cisne bajo los sauces en Oxford,
con patas como hojas de arce
y color flamingo. Se desplazaba como un barco
de guerra. Incredulidad y consciente melindre eran
el ingrediente
fundamental de sus pocas ganas de moverse. Por último, su osadía
no era una prueba en contra
de su propensión a estimar enteramente los pedazos
de alimento que la corriente
le allegaba; se fue con lo que le di
para comer. He visto este cisne y
los he visto a ustedes; he visto la ambición
sin sutileza en una variedad de formas. Sucede que estando
cerca de un hormiguero, he visto
una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur,
al este, al oeste, hasta que giró
sobre sí misma, caminar desde el lecho de flores
hacia el césped,
y volver al punto
desde el que había partido. Luego abandonó el tallo
como algo inútil y esforzando sus mandíbulas
con un pedazo de cal –diminuto
pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino.
¿Qué hay
en ser capaz
de decir que uno ha dominado la corriente
en una actitud de defensa propia;
en probar que uno ha tenido la experiencia
de cargar un tallo?
Traducción de Olivia de Miguel
(EE.UU., 1887-1972)
Críticos y conocedores
Hay una gran cantidad de poesía en las inconscientes
afectaciones. Algunos objetos
Ming, las imperiales alfombras de coches
de ruedas amarillas, están muy bien donde están, pero yo
he visto algo
que me gusta más –un
simple y pueril intento de hacer que un imperfectamente
estable animal estuviera de pie,
un similar propósito al hacer que un cachorro
comiera en un plato.
Yo recuerdo un cisne bajo los sauces en Oxford,
con patas como hojas de arce
y color flamingo. Se desplazaba como un barco
de guerra. Incredulidad y consciente melindre eran
el ingrediente
fundamental de sus pocas ganas de moverse. Por último, su osadía
no era una prueba en contra
de su propensión a estimar enteramente los pedazos
de alimento que la corriente
le allegaba; se fue con lo que le di
para comer. He visto este cisne y
los he visto a ustedes; he visto la ambición
sin sutileza en una variedad de formas. Sucede que estando
cerca de un hormiguero, he visto
una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur,
al este, al oeste, hasta que giró
sobre sí misma, caminar desde el lecho de flores
hacia el césped,
y volver al punto
desde el que había partido. Luego abandonó el tallo
como algo inútil y esforzando sus mandíbulas
con un pedazo de cal –diminuto
pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino.
¿Qué hay
en ser capaz
de decir que uno ha dominado la corriente
en una actitud de defensa propia;
en probar que uno ha tenido la experiencia
de cargar un tallo?
Traducción de Olivia de Miguel
viernes, 8 de julio de 2016
Las posadas no son residencias
Marianne Moore
(EE.UU., 1887-1972)
Poesía
A mí también me disgusta./ Pero, al leerla con absoluto desprecio, descubrimos en/ ella, después de todo, lugar para lo genuino.
M.M.
***
Ningún cisne tan fino
(traducción de Hugo Padeletti)
“Ninguna agua tan quieta como las
….fuentes muertas de Versailles.” Ningún cisne,
con su ciega mirada de desdén
y miembros gondoleantes, tan fino
….como el de porcelana chintz con pardos
ojos de cervato y dentado collar
de oro para mostrar quién era.
Alojado en el árbol-candelabro
….Luis XV de capullos teñidos
de amaranto, dalas,
erizos de mar y siemprevivas,
….se posa en la rameada espuma
de pulidas flores
esculpidas –cómodo y alto–. El rey ha muerto.
**
Jurisdicción de Apelación
(traducción de Silvia Camerotto)
Fragmentos de pecado son parte de mí.
Escobas nuevas barrerán bien mi corazón.
¿Lo harán? ¿Lo harán?
Cuando esta vida liviana haya terminado,
Dios me redimirá, una náufraga.
¿Lo hará? ¿Lo hará?
**
Silencio
(traducción de Laura Wittner)
Mi padre solía decir:
“La gente superior nunca hace visitas largas,
ni pide que le muestren la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio de Harvard.
Autosuficiente como el gato
–que con su presa se va a la intimidad,
la cola del ratón colgando de la boca–
disfruta a veces de la soledad
y puede quedarse sin palabras
ante palabras que la han deleitado.
El sentimiento más profundo se expresa con silencio;
no con silencio, sino con moderación”.
Y no era hipócrita cuando decía: “Haz de mi casa tu posada”.
Las posadas no son residencias.
**
Prólogo del ebook Moore. Antología histórica de poemas de Marianne Moore traducidos en la Argentina.
En 2009 en Ediciones en Danza apareció una antología de textos breves de Ezra Pound publicados en la Argentina por traductores argentinos, muestra que estuvo a cargo de quien firma estas líneas y que se iniciaba, como ésta, también en la década de los ’40 del siglo pasado. El introductor de ambos autores fue Alfredo Weiss, en una antología que hizo época: Poesía estadounidense, publicada en 1944 por Ediciones Continental, una editorial que dirigía el propio Weiss. En ese momento Pound tenía 59 años y probablemente estaba absorbido por sus tareas de propaganda en la República de Saló. Apenas unos meses después, sería hecho prisionero por sus compatriotas y acusado de alta traición. Marianne Moore, de 57 años, era una pequeña celebridad en Nueva York. Residía aún en Brooklyn, decidía bastante sobre el porvenir de poetas más jóvenes y se dejaba ver en diversos eventos públicos, entre ellos, partidos de béisbol. Con todo, no había publicado aún su primera obra reunida, la de 1951, que le valió los premios más codiciados. Se escribía aún con Pound, y siguió haciéndolo mientras éste estuvo preso en el hospital psiquiátrico St. Elizabeth, en Columbia, destino que le dio la Justicia para eximirlo de la pena de muerte. Tenían en común haber representado, desde la segunda década del siglo, la vanguardia llamada imagismo, para entonces ya lejana en la mente de ambos.
La traducción de Pound, Moore y otros autores estadounidenses a partir de los ‘40-‘50 abre una pequeña brecha en la monolítica influencia francesa sobre la poesía y el gusto argentinos, pero si Pound tuvo, por obra de Carlos Viola Soto, una antología propia a fines de los ‘60 (en la Compañía Fabril Editora), Moore debió esperar a Mirta Rosenberg y Hugo Padeletti hasta fines de los ‘80 para ver una colección de sus poemas traducidos aquí (en Centro Editor de América Latina). Las publicaciones desde entonces no fueron muchas, pero en dos casos al menos –el de la antología de Rosenberg y Padeletti y el de la publicación del poema “El basilisco emplumado” por la editorial Jimmy Jimmereeno en 1991– llegaron acompañadas de explicaciones sobre la figura de Moore y su relevancia desde el punto de vista estético. Antes de eso, Weiss había consignado brevemente que Moore “alentó los movimientos de vanguardia” y Alfredo Casey la había presentado, en su antología de 1969 para las Ediciones Antonio Zamora, como “una de las mujeres más calificadas en el mundo de la poesía”. También breve –aunque significativa– fue la introducción de Girri y Shand a la entrada de Moore una selección de poesía norteamericana para la Distribuidora Mexicana de Libros en 1976: “Dentro de la libertad aparente de su verso hay un profundo sentido de forma y una técnica perfectamente disciplinada”. En cambio, E.L. Revol le dedicó tres densas páginas y la calificó como algo más que “imaginista” en la antología de la poesía norteamericana que en 1977 publicó la Librería Fausto: “La poeta prefirió no dejar de lado la naturaleza más propiamente humana, la intelectual y moral, en su proyecto creador. Esta preferencia le otorga a su producción un aire de genuina modernidad que la diferencia de esa acentuada ‘intemporalidad’ del poema imaginista típico”.
La contratapa de El basilisco emplumado, firmada por el traductor de la obra, Ernesto Montequín, recuerda que quienes solían escuchar la conversación de Marianne Moore con su madre no dejaban de asombrarse “porque aun para tratar los asuntos más insípidamente cotidianos ellas empleaban un lenguaje tensado con la didáctica precisión mecánica de un juguete victoriano”. Y luego: “…tanto ese idéntico vigor transparente como ese ritmo coloreado por la emoción con el cual se plasmaban las palabras, son sostenes centrales en los poemas de la hija, Marianne, constructora de diminutos teatros donde ‘lo natural’ es burlado, donde el tiempo se desarma en el espacio, como en una caja de Jospeh Cornell”. Se pregunta a continuación Montequín: “¿Es el poema el acto más inhumano?, ¿el que más ilumina los fondos de los telones del conocimiento? … ¿el que construye una percepción que no nos descifra?”.
Poco antes, al presentar la selección El reparador de agujas de campanario y otros poemas (fascículo Nº 38 de Los Grandes Poetas, CEAL, 1988), Mirta Rosenberg había resumido y conciliado dos visiones clave de la poesía de Moore: la de William Carlos Williams y la de T.S. Eliot. En 1931, Williams escribió: “El efecto general [de la poesía de Marianne Moore] es el de un ascenso a través de las humanidades, las ciencias, sin evadir el ‘pensamiento´ a través de cualquier cosa (o de todas las cosas) que conforman lo mejor de la vida moderna, tomando las cosas como se presentan, usándolas y extrayendo de ellas todo el placer, pero dejándolas por lo demás intactas”. Por su parte, Eliot anota en el prólogo de los Selected Poems de Moore, en 1935: “La poesía de M. Moore, o la mayor parte de ella, puede ser clasificada como ‘descriptiva’ más que ´lírica’ o ´dramática’. Se supone que la poesía descriptiva remite a un cierto período de tiempo, al que está confinada, pero es en realidad una de las modalidades permanentes de expresión. En el siglo XVIII –digamos en un período que incluye Cooper´s Hill, Windsor Forest y la Elegía de Gray– la escena descriptiva es un punto de partida para las meditaciones acerca de una u otra cosa”.
A su vez, dice Rosenberg: “Williams ve en la obra de M. Moore una serie de ensamblajes, no de ideas, sino de ‘cosas en sí mismas’, en tanto Eliot la considera como escena y ocasión de una serie de meditaciones. Ambos están en lo cierto, pero Moore va aun más lejos: su utilización de fuentes diversas (especificadas en las notas a los poemas) la convierte en una collagista textual maravillosamente hábil y siempre ingeniosa y refinada. (…) Su uso de la métrica, de la rima interna –muchas veces empleada como articulador para salvar los saltos en las ideas–, la penetración de su ironía distanciada pero profundamente humana, y un extraordinario conocimiento y capacidad de observación del mundo animal, vegetal y humano dan a la obra una originalidad virtualmente inigualada en este siglo…”
Así pues, ver el mundo, atravesarlo, gozarlo incluso y dejarlo intacto, hacen de Moore una precursora de la escuela objetivista estadounidense –Louis Zufosky consideró “Una botella egipcia de vidrio en forma de pez” el primer poema objetivista– y al mismo tiempo una adalid de la línea reflexiva que auspició Eliot. Si del ánimo oánima se trata –es decir, de temperamento–, Moore está más del lado de Williams que de Eliot y la visión de éste, irónica pero siempre apocalíptica. Y no porque Moore no sea reflexiva.
No es casualidad tal vez que los primeros traductores de Moore entre nosotros –Weiss, Casey, Girri-Shand y Revol– hayan traducido el poema titulado "Poetry", que puede funcionar, en cualquier tiempo y lugar, como un manifiesto. Lo son, no caben dudas, aquellos versos, al menos cuatro veces traducidos en la Argentina, que precipitan el final del poema:
tampoco es válido
tener prejuicios contra los “documentos comerciales
y los textos escolares”: todos estos fenómenos son importantes.
Sin embargo uno debe hacer una distinción:
cuando poetas a medias los arrastran para destacarlos
el resultado no es poesía,
ni la tendremos
hasta que nuestros poetas puedan ser
“literalistas de
la imaginación”… por encima
de la insolencia y la trivialidad y puedan presentar,
para ser inspeccionados, jardines imaginarios con sapos reales.
(Versión Girri-Shand)
Aun hoy tienen aquel efecto. Y deseamos también darle, algunos de nosotros, ese cometido.
Jorge Aulicino
Op. Cit. "Versiones" Dic. 2015
***De la Antología digital Moore, Antología histórica de poemas de Marianne Moore traducidos en la Argentina, selección de Jorge Aulicino, ediciones electrónicas de Op. Cit., Buenos Aires.
(EE.UU., 1887-1972)
Poesía
A mí también me disgusta./ Pero, al leerla con absoluto desprecio, descubrimos en/ ella, después de todo, lugar para lo genuino.
M.M.
***
Ningún cisne tan fino
(traducción de Hugo Padeletti)
“Ninguna agua tan quieta como las
….fuentes muertas de Versailles.” Ningún cisne,
con su ciega mirada de desdén
y miembros gondoleantes, tan fino
….como el de porcelana chintz con pardos
ojos de cervato y dentado collar
de oro para mostrar quién era.
Alojado en el árbol-candelabro
….Luis XV de capullos teñidos
de amaranto, dalas,
erizos de mar y siemprevivas,
….se posa en la rameada espuma
de pulidas flores
esculpidas –cómodo y alto–. El rey ha muerto.
**
Jurisdicción de Apelación
(traducción de Silvia Camerotto)
Fragmentos de pecado son parte de mí.
Escobas nuevas barrerán bien mi corazón.
¿Lo harán? ¿Lo harán?
Cuando esta vida liviana haya terminado,
Dios me redimirá, una náufraga.
¿Lo hará? ¿Lo hará?
**
Silencio
(traducción de Laura Wittner)
Mi padre solía decir:
“La gente superior nunca hace visitas largas,
ni pide que le muestren la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio de Harvard.
Autosuficiente como el gato
–que con su presa se va a la intimidad,
la cola del ratón colgando de la boca–
disfruta a veces de la soledad
y puede quedarse sin palabras
ante palabras que la han deleitado.
El sentimiento más profundo se expresa con silencio;
no con silencio, sino con moderación”.
Y no era hipócrita cuando decía: “Haz de mi casa tu posada”.
Las posadas no son residencias.
**
Prólogo del ebook Moore. Antología histórica de poemas de Marianne Moore traducidos en la Argentina.
En 2009 en Ediciones en Danza apareció una antología de textos breves de Ezra Pound publicados en la Argentina por traductores argentinos, muestra que estuvo a cargo de quien firma estas líneas y que se iniciaba, como ésta, también en la década de los ’40 del siglo pasado. El introductor de ambos autores fue Alfredo Weiss, en una antología que hizo época: Poesía estadounidense, publicada en 1944 por Ediciones Continental, una editorial que dirigía el propio Weiss. En ese momento Pound tenía 59 años y probablemente estaba absorbido por sus tareas de propaganda en la República de Saló. Apenas unos meses después, sería hecho prisionero por sus compatriotas y acusado de alta traición. Marianne Moore, de 57 años, era una pequeña celebridad en Nueva York. Residía aún en Brooklyn, decidía bastante sobre el porvenir de poetas más jóvenes y se dejaba ver en diversos eventos públicos, entre ellos, partidos de béisbol. Con todo, no había publicado aún su primera obra reunida, la de 1951, que le valió los premios más codiciados. Se escribía aún con Pound, y siguió haciéndolo mientras éste estuvo preso en el hospital psiquiátrico St. Elizabeth, en Columbia, destino que le dio la Justicia para eximirlo de la pena de muerte. Tenían en común haber representado, desde la segunda década del siglo, la vanguardia llamada imagismo, para entonces ya lejana en la mente de ambos.
La traducción de Pound, Moore y otros autores estadounidenses a partir de los ‘40-‘50 abre una pequeña brecha en la monolítica influencia francesa sobre la poesía y el gusto argentinos, pero si Pound tuvo, por obra de Carlos Viola Soto, una antología propia a fines de los ‘60 (en la Compañía Fabril Editora), Moore debió esperar a Mirta Rosenberg y Hugo Padeletti hasta fines de los ‘80 para ver una colección de sus poemas traducidos aquí (en Centro Editor de América Latina). Las publicaciones desde entonces no fueron muchas, pero en dos casos al menos –el de la antología de Rosenberg y Padeletti y el de la publicación del poema “El basilisco emplumado” por la editorial Jimmy Jimmereeno en 1991– llegaron acompañadas de explicaciones sobre la figura de Moore y su relevancia desde el punto de vista estético. Antes de eso, Weiss había consignado brevemente que Moore “alentó los movimientos de vanguardia” y Alfredo Casey la había presentado, en su antología de 1969 para las Ediciones Antonio Zamora, como “una de las mujeres más calificadas en el mundo de la poesía”. También breve –aunque significativa– fue la introducción de Girri y Shand a la entrada de Moore una selección de poesía norteamericana para la Distribuidora Mexicana de Libros en 1976: “Dentro de la libertad aparente de su verso hay un profundo sentido de forma y una técnica perfectamente disciplinada”. En cambio, E.L. Revol le dedicó tres densas páginas y la calificó como algo más que “imaginista” en la antología de la poesía norteamericana que en 1977 publicó la Librería Fausto: “La poeta prefirió no dejar de lado la naturaleza más propiamente humana, la intelectual y moral, en su proyecto creador. Esta preferencia le otorga a su producción un aire de genuina modernidad que la diferencia de esa acentuada ‘intemporalidad’ del poema imaginista típico”.
La contratapa de El basilisco emplumado, firmada por el traductor de la obra, Ernesto Montequín, recuerda que quienes solían escuchar la conversación de Marianne Moore con su madre no dejaban de asombrarse “porque aun para tratar los asuntos más insípidamente cotidianos ellas empleaban un lenguaje tensado con la didáctica precisión mecánica de un juguete victoriano”. Y luego: “…tanto ese idéntico vigor transparente como ese ritmo coloreado por la emoción con el cual se plasmaban las palabras, son sostenes centrales en los poemas de la hija, Marianne, constructora de diminutos teatros donde ‘lo natural’ es burlado, donde el tiempo se desarma en el espacio, como en una caja de Jospeh Cornell”. Se pregunta a continuación Montequín: “¿Es el poema el acto más inhumano?, ¿el que más ilumina los fondos de los telones del conocimiento? … ¿el que construye una percepción que no nos descifra?”.
Poco antes, al presentar la selección El reparador de agujas de campanario y otros poemas (fascículo Nº 38 de Los Grandes Poetas, CEAL, 1988), Mirta Rosenberg había resumido y conciliado dos visiones clave de la poesía de Moore: la de William Carlos Williams y la de T.S. Eliot. En 1931, Williams escribió: “El efecto general [de la poesía de Marianne Moore] es el de un ascenso a través de las humanidades, las ciencias, sin evadir el ‘pensamiento´ a través de cualquier cosa (o de todas las cosas) que conforman lo mejor de la vida moderna, tomando las cosas como se presentan, usándolas y extrayendo de ellas todo el placer, pero dejándolas por lo demás intactas”. Por su parte, Eliot anota en el prólogo de los Selected Poems de Moore, en 1935: “La poesía de M. Moore, o la mayor parte de ella, puede ser clasificada como ‘descriptiva’ más que ´lírica’ o ´dramática’. Se supone que la poesía descriptiva remite a un cierto período de tiempo, al que está confinada, pero es en realidad una de las modalidades permanentes de expresión. En el siglo XVIII –digamos en un período que incluye Cooper´s Hill, Windsor Forest y la Elegía de Gray– la escena descriptiva es un punto de partida para las meditaciones acerca de una u otra cosa”.
A su vez, dice Rosenberg: “Williams ve en la obra de M. Moore una serie de ensamblajes, no de ideas, sino de ‘cosas en sí mismas’, en tanto Eliot la considera como escena y ocasión de una serie de meditaciones. Ambos están en lo cierto, pero Moore va aun más lejos: su utilización de fuentes diversas (especificadas en las notas a los poemas) la convierte en una collagista textual maravillosamente hábil y siempre ingeniosa y refinada. (…) Su uso de la métrica, de la rima interna –muchas veces empleada como articulador para salvar los saltos en las ideas–, la penetración de su ironía distanciada pero profundamente humana, y un extraordinario conocimiento y capacidad de observación del mundo animal, vegetal y humano dan a la obra una originalidad virtualmente inigualada en este siglo…”
Así pues, ver el mundo, atravesarlo, gozarlo incluso y dejarlo intacto, hacen de Moore una precursora de la escuela objetivista estadounidense –Louis Zufosky consideró “Una botella egipcia de vidrio en forma de pez” el primer poema objetivista– y al mismo tiempo una adalid de la línea reflexiva que auspició Eliot. Si del ánimo oánima se trata –es decir, de temperamento–, Moore está más del lado de Williams que de Eliot y la visión de éste, irónica pero siempre apocalíptica. Y no porque Moore no sea reflexiva.
No es casualidad tal vez que los primeros traductores de Moore entre nosotros –Weiss, Casey, Girri-Shand y Revol– hayan traducido el poema titulado "Poetry", que puede funcionar, en cualquier tiempo y lugar, como un manifiesto. Lo son, no caben dudas, aquellos versos, al menos cuatro veces traducidos en la Argentina, que precipitan el final del poema:
tampoco es válido
tener prejuicios contra los “documentos comerciales
y los textos escolares”: todos estos fenómenos son importantes.
Sin embargo uno debe hacer una distinción:
cuando poetas a medias los arrastran para destacarlos
el resultado no es poesía,
ni la tendremos
hasta que nuestros poetas puedan ser
“literalistas de
la imaginación”… por encima
de la insolencia y la trivialidad y puedan presentar,
para ser inspeccionados, jardines imaginarios con sapos reales.
(Versión Girri-Shand)
Aun hoy tienen aquel efecto. Y deseamos también darle, algunos de nosotros, ese cometido.
Jorge Aulicino
Op. Cit. "Versiones" Dic. 2015
***De la Antología digital Moore, Antología histórica de poemas de Marianne Moore traducidos en la Argentina, selección de Jorge Aulicino, ediciones electrónicas de Op. Cit., Buenos Aires.
jueves, 20 de agosto de 2015
Ciervos, aves y gente sentada
MARIANNE MOORE
(EE.UU., 1887- 1972)
Cuando compro cuadros...
Cuando compro cuadros
o- lo que está más cerca de la verdad-
cuando contemplo aquello de lo que me puedo imaginar dueña,
prefiero lo que podría darme placer en cualquier momento:
la sátira de la curiosidad en la que sólo es discernible
la intensidad del ánimo;
o justo lo contrario - la antigüedad, la sombrerera con adornos medievales
en la que aparecen sabuesos con cinturas que se estrechan como la del reloj de arena,
ciervos, aves y gente sentada.
Puede ser simplemente una losa, tal vez una biografía literal
(con letras espaciadas, sobre una especie de pergamino),
una alcachofa con seis tonos azules, el tripartito jeroglífico con patas de agachadiza,
la cerca de plata que protege la tumba de Adán o Miguel tomando a Adán por la muñeca.
El énfasis intelectual demasiado estricto sobre cual o tal cualidad
merma el placer.
No debe pretenderse desarmar nada, ni tampoco debe honrarse a la ligera el éxito generalizado,
aquello que es grande por que otra cosa es pequeña.
En conclusión: sea lo que fuere,
debe estar "iluminado por miradas penetrantes en la vida de las cosas",
debe reconocer las fuerzas espirituales que los crearon.
Versión sin datos
**
When I Buy Pictures
or what is closer to the truth,
when I look at that of which I may regard myself as the imaginary possessor,
I fix upon what would give me pleasure in my average moments:
the satire upon curiousity in which no more is discernible
than the intensity of the mood;
or quite the opposite - the old thing, the medieval decorated hatbox,
in which there are hounds with waists diminishing like the waist of the hourglass,
and deer and birds and seated people;
it may be no more than a square of parquestry; the literal biography perhaps,
in letters standing well apart upon a parchment-like expanse;
an artichoke in six varieties of blue; the snipe-legged hieroglyphic in three parts;
the silver fence protecting Adam's grave, or Michael taking Adam by the wrist.
Too stern an intellectual emphasis upon this quality or that detracts from one's enjoyment.
It must not wish to disarm anything; nor may the approved triumph easily be honored -
that which is great because something else is small.
It comes to this: of whatever sort it is,
it must be "Lit with piercing glances into the life of things";
it must acknowledge the spiritual forces which have made it.
***
Traducción de Olivia de Miguel
(EE.UU., 1887- 1972)
Cuando compro cuadros...
Cuando compro cuadros
o- lo que está más cerca de la verdad-
cuando contemplo aquello de lo que me puedo imaginar dueña,
prefiero lo que podría darme placer en cualquier momento:
la sátira de la curiosidad en la que sólo es discernible
la intensidad del ánimo;
o justo lo contrario - la antigüedad, la sombrerera con adornos medievales
en la que aparecen sabuesos con cinturas que se estrechan como la del reloj de arena,
ciervos, aves y gente sentada.
Puede ser simplemente una losa, tal vez una biografía literal
(con letras espaciadas, sobre una especie de pergamino),
una alcachofa con seis tonos azules, el tripartito jeroglífico con patas de agachadiza,
la cerca de plata que protege la tumba de Adán o Miguel tomando a Adán por la muñeca.
El énfasis intelectual demasiado estricto sobre cual o tal cualidad
merma el placer.
No debe pretenderse desarmar nada, ni tampoco debe honrarse a la ligera el éxito generalizado,
aquello que es grande por que otra cosa es pequeña.
En conclusión: sea lo que fuere,
debe estar "iluminado por miradas penetrantes en la vida de las cosas",
debe reconocer las fuerzas espirituales que los crearon.
Versión sin datos
**
When I Buy Pictures
or what is closer to the truth,
when I look at that of which I may regard myself as the imaginary possessor,
I fix upon what would give me pleasure in my average moments:
the satire upon curiousity in which no more is discernible
than the intensity of the mood;
or quite the opposite - the old thing, the medieval decorated hatbox,
in which there are hounds with waists diminishing like the waist of the hourglass,
and deer and birds and seated people;
it may be no more than a square of parquestry; the literal biography perhaps,
in letters standing well apart upon a parchment-like expanse;
an artichoke in six varieties of blue; the snipe-legged hieroglyphic in three parts;
the silver fence protecting Adam's grave, or Michael taking Adam by the wrist.
Too stern an intellectual emphasis upon this quality or that detracts from one's enjoyment.
It must not wish to disarm anything; nor may the approved triumph easily be honored -
that which is great because something else is small.
It comes to this: of whatever sort it is,
it must be "Lit with piercing glances into the life of things";
it must acknowledge the spiritual forces which have made it.
***
POESÍA
A mí también me desagrada: hay cosas más importantes que esta fruslería.
Leyéndola, eso sí, con el más completo desdén, uno descubre que, después de todo, hay
en ella espacio para lo genuino.
Manos que pueden agarrar, ojos
que pueden dilatarse, pelos que se paran
si es necesario, estas cosas son importantes no porque una
interpretación altisonante puede imponérseles sino porque son
útiles; cuando se vuelven derivadas hasta lo ininteligible,
lo mismo puede decirse de todos nosotros, que
no admiramos lo que
no entendemos: el murciélago,
colgado cabeza abajo a la espera de algo que
comer, elefantes empujando, un caballo salvaje revolcándose, un lobo infatigable bajo un
árbol, el crítico inmutable crispando la piel como un caballo que siente una pulga, el
hin-
cha del fútbol, el estadístico–
tampoco vale
ejercer la discriminación contra los “documentos de negocios y textos
escolares”; todos estos fenómenos son importantes. Uno debe distinguir,
empero: cuando la empujan hacia la notoriedad los poetastros, el resultado no es
poesía,
al menos no hasta que aquellos de entre nosotros que son poetas puedan ser
“literalistas de
la imaginación” –por sobre
la insolencia y la trivialidad y puedan presentar,
para ser inspeccionados, jardines imaginarios con sapos de verdad en ellos,
la tendremos. Por el momento, si solicitas por una parte
la materia prima de la poesía en
toda su crudeza y
por otra parte lo
genuino, entonces te interesa la poesía.
**
POETRY
I, too, dislike it: there are things that are important beyond all this fiddle.
Reading it, however, with a perfect contempt for it, one discovers that there is in
it, after all, a place for the genuine.
Hands that can grasp, eyes
that can dilate, hair that can rise
if it must, these things are important not because a
high sounding interpretation can be put upon them but because they are
useful; when they become so derivative as to become unintelligible,
the same thing may be said for all of us, that we
do not admire what
we cannot understand: the bat,
holding on outside down or in quest of something to
eat, elephants pushing, a wild horse taking a roll, a tireless wolf under
a tree, the immovable critic twitching his skin like a horse that feels a flea, the base-
ball fan, the statistician–
nor is it valid
to discriminate against “business documents and
school-books”; all these phenomena are important. One must make a distinction
however: when dragged into prominence by half poets, the result is not poetry,
nor till the poets among us can be
“literalists of
the imagination”–above
insolence and triviality and can present
for inspection, imaginary gardens with real toads in them, shall we have
it. In the meantime, if you demand on one hand,
the raw material of poetry in
all its rawness and
that which is on the other hand
genuine, then you are interested in poetry.
jueves, 12 de febrero de 2015
Espectacular y diestro animal, el pez
(Kirkwood, Missouri, 1887-Nueva York, 1972)
Una botella egipcia de vidrio tirado en forma de pez
Aquí tenemos sed
y paciencia, desde el principio,
y arte- como en una ola que se levantó para que viéramos
en su esencial perpendicularidad
no quebradizo
sino intenso -el espectro, este
espectacular y diestro animal, el pez,
cuyas escamas rechazan las espadas del sol con su pulido.
Versión: J. Aulicino
miércoles, 2 de enero de 2013
Qué áspera se ha vuelto la voz del pájaro
MARIANNE MOORE
(EE.UU., 1887- 1972)
Cabeza de chorlito
(Bird-witted)
Con inocentes ojos abiertos de pingüino,
tres grandes sinsontes inexpertos bajo
el sauce
permanecen en fila,
ala con ala, delicadamente solemnes,
hasta que ven
a su madre tan grande
como ellos trayendo
algo que parcialmente
alimentará a uno.
Hacia el agudo crujido intermitente
de carro con ballestas rotas, que
emiten los tres cuerpecitos sumisos
moteados de prímulas,
ella se dirige; y cuando
del pico
de uno, el escarabajo
aún vivo cae
al suelo, ella lo recoge y se lo
vuelve a dar.
Permanece en la sombra hasta que ellos se peinan
su denso plumaje filamentoso,
recubierto del pálido manto del sauce,
extienden la cola y
las alas, mostrando, uno a uno,
la sencilla
raya blanca que recorre la
cola y atraviesa
el ala por debajo, y el
acordeón
se vuelve a cerrar. ¿Qué delicioso trino,
de rápidos e imprevistos sones
aflautados brotando de la garganta
del astuto
pájaro adulto, llega del
lejano
aire tibio
otoñal antes
de que la prole estuviera aquí? Qué áspera
se ha vuelto la voz del pájaro.
Un gato moteado los observa,
arrastrándose lento hacia el pulcro
trío sobre el tronco del árbol.
Como no lo conocen
los tres le hacen sitio, inquietante
y nueva dificultad.
Una pata que pende, perdido
el control, se levanta
y encuentra la ramita sobre la
que planeaba colgarse. La
madre como una saeta, animada por lo que hiela
la sangre y recompensada por la esperanza-
de la lucha- puesto que nada llena
las chirriantes bocas
hambrientas, emprende un combate a muerte
y medio mata
con pico de bayoneta y
alas despiadadas al
gato intelectual
que r e p t a cauteloso.
© de la traducción: Olivia de Miguel Crespo
©: barcelonareview.com
sábado, 26 de febrero de 2011
Aquí tenemos sed y paciencia
Tomada de wordpress.com |
de MARIANNE MOORE
(EE.UU., 1887- 1972)
Una botella egipcia de vidrio tirado en forma de pez
Aquí tenemos sed
y paciencia, desde el principio,
y arte, como en una ola alzada para que veamos
en su perpendicularidad esencial,
no frágil sino
intenso -el espectro, ese
espectacular y vivaz animal, el pez,
cuyas escamas desvían la espada del sol con su pulido.
Traducción de Mirta Rosenberg y Hugo Padeletti.
***
Una botella egipcia de vidrio tirado* en forma de pez
Aquí tenemos sed
y paciencia, desde el principio,
y arte- como en una ola que se levantó para que viéramos
en su esencial perpendicularidad
no quebradizo
sino intenso -el espectro, este
espectacular y diestro animal, el pez,
cuyas escamas rechazan las espadas del sol con su pulido.
Versión: J. Aulicino
*
An egyptian pulled glass bottle in the shape of a fish
Here we have thirst
and patience, from the first,
and art, as in a wave held up for us to see
in its essential perpendicularity;
not brittle but
intense—the spectrum, that
spectacular and nimble animal the fish,
whose scales turn aside the sun’s sword by their polish.
**
* Pulled glass (vidrio tirado) refiere a objetos de vidrio ornamentales trabajados en caliente sin molde.
domingo, 2 de enero de 2011
Posadas no son residencias
Dos poemas de MARIANNE MOORE
(EE.UU., Kirkwood, Missouri, 1887-Nueva York, 1972)
Versiones: Jorge Aulicino
Silencio
Mi padre acostumbraba decir
"La gente superior jamás hace largas visitas,
hay que mostrar la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio en Harvard.
Autosuficiente como el gato
–toma su presa en la intimidad,
la mustia cola del ratón, colgante como un cordón de su boca–
disfruta a veces de la soledad
y puede ser privada del habla
por la palabra que la ha deleitado.
El sentimiento más profundo se muestra siempre en silencio;
no en silencio, sino contenido".
Tampoco era insincero al decir: "Haga de mi casa su posada".
Posadas no son residencias.
***
A una aplanadora
La ilustración
no es nada para ti sin la aplicación.
Te falta la mitad del sentido. Aplastas todas las partículas
en apretada conformidad, y vas y vienes sobre ellas.
Las centelleantes astillas de piedra
son aplastadas hasta el nivel del bloque original.
Si no fuera "el juicio impersonal en materia
estética una imposibilidad metafísica", tú
podrías limpiamente alcanzarlo.
En cuanto a las mariposas, apenas concibo
la atención de una sobre ti, pero interrogar
la congruencia del complemento es vano, si es que existe.
**
(EE.UU., Kirkwood, Missouri, 1887-Nueva York, 1972)
Versiones: Jorge Aulicino
Silencio
Mi padre acostumbraba decir
"La gente superior jamás hace largas visitas,
hay que mostrar la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio en Harvard.
Autosuficiente como el gato
–toma su presa en la intimidad,
la mustia cola del ratón, colgante como un cordón de su boca–
disfruta a veces de la soledad
y puede ser privada del habla
por la palabra que la ha deleitado.
El sentimiento más profundo se muestra siempre en silencio;
no en silencio, sino contenido".
Tampoco era insincero al decir: "Haga de mi casa su posada".
Posadas no son residencias.
***
A una aplanadora
La ilustración
no es nada para ti sin la aplicación.
Te falta la mitad del sentido. Aplastas todas las partículas
en apretada conformidad, y vas y vienes sobre ellas.
Las centelleantes astillas de piedra
son aplastadas hasta el nivel del bloque original.
Si no fuera "el juicio impersonal en materia
estética una imposibilidad metafísica", tú
podrías limpiamente alcanzarlo.
En cuanto a las mariposas, apenas concibo
la atención de una sobre ti, pero interrogar
la congruencia del complemento es vano, si es que existe.
**
miércoles, 14 de abril de 2010
Quien accede a la mortalidad
Un poco más de
MARIANNE MOORE
(EE.UU., 1887-1972)
En la desconfianza de los méritos
¿Afianzado en vivir, en morir
por medallas y victorias confiables?
Luchan, luchan, lucha el ciego
que cree ver,
quien no puede ver que el esclavizador
está esclavizado; el odiador, dañado. Oh brillo,
oh firme estrella, oh tumultuoso
océano azotado hasta que las diminutas cosas van
como lo desean, la montañosa
onda nos hace conocer a quienes miramos
lo profundo. ¡Perdidos en el mar antes de luchar!
Oh estrella de David, estrella de Belén,
oh negro león imperial
del Señor –emblema
de un mundo levantado– sean juntados al fin, sean
juntados. Hay la corona del odio y debajo de ella todo es
muerte; hay la del amor sin la que nadie
es rey; los actos benditos santifican
el halo. Así como el contagio
de la enfermedad hace la enfermedad,
el contagio de la verdad puede hacer la confianza. Están
luchando en cavernas y desiertos, uno por
uno, en batallones o escuadrones;
ellos están luchando para que yo
pueda todavía curarme de la enfermedad, Mi
Yo; algunos están ligeramente enfermos; algunos morirán. "El hombre
lobo del hombre y nos devoramos
entre nosotros". El enemigo no hubiera
podido abrir una brecha mayor en nuestras
defensas. Alguien
que guía a un ciego puede hacerlo escapar, pero
Job descorazonado por el falso alivio supo
que nada puede derrotar tanto
como un ciego que
puede ver. Oh, vivos quienes están muertos, quienes están
satisfechos de no ver, oh, nimio polvo de la tierra
que camina tan arrogante,
la confianza engendra poder y la fe es
una cosa afectuosa. Juramos,
hacemos esta promesa
a los que luchan –es una promesa– "Jamás
odiaremos el negro, lo blanco, lo rojo, lo amarillo, al judío,
el gentil, al intocable". No somos
aptos para jurar.
Con las mandíbulas apretadas ellos luchan,
luchan, luchan -amamos a algunos que conocemos,
amamos a algunos pero no los conocemos– para
que los corazones puedan sentir y no se entumezcan.
Eso me cura; ¿o soy yo lo que
no puede creer? Algunos
en la nieve, o en despeñaderos, otros en arenas movedizas,
poco a poco, mucho a mucho, ellos
luchan luchan luchan para que donde
había muerte pueda haber
vida. "Cuando un hombre es presa de la ira,
es movido por cosas exteriores; cuando se sostiene
en su sitio con paciencia paciencia
paciencia, eso es acción o
belleza", la defensa del soldado
y la más dura coraza para
la lucha. El mundo es el hogar de un huérfano. ¿Jamás
tendremos paz sin tristeza?
¿Sin las súplicas de los que mueren
por una ayuda que no ha de venir? Oh,
tranquila forma sobre el polvo, no puedo
mirar y sin embargo debo. Si estos grandes y pacientes
moribundos –todas estas agonías
y heridas soportadas y sangre derramada–
nos pueden enseñar cómo vivir, estos
moribundos no fueron en vano.
Corazón endurecido de odio, oh, corazón de hierro,
el hierro es hierro hasta hacerse herrumbre.
Jamás ha habido una guerra que no lo fuera
de adentro; debo
luchar hasta conquistar en mí lo que
causa la guerra, pero no lo creeré.
Yo en mis adentros nada hice.
¡Oh, crimen de Iscariote!
La belleza es eterna
y el polvo dura un rato.
Traducción: Douglas Palma
***
¿Qué son los años?
¿Cuál es nuestra inocencia,
cuál es nuestra culpa? Todos estamos
desnudos, nadie está seguro. Por lo tanto,
es coraje: la pregunta sin contestar,
la duda firme
-llamando muda, escuchando sorda- ¿eso
en la desgracia, hasta la muerte,
dando coraje a otros,
y en su derrota, alentando
al alma a ser fuerte? Ve
profundo y es alegre quien
accede a la mortalidad
y en su prisión se levanta
a sí mismo como
al mar en un abismo, luchando por ser
libre aunque es incapaz,
en su entrega,
de encontrar su continuidad.
Entonces quien fuertemente siente,
se comporta. El pájaro mismo
se ensancha; acerado
en su forma, se endereza. Aunque está cautivo,
sus poderosos cantos
dice, la satisfacción es una cosa
humilde, como pura una cosa es alegría.
Eso es mortalidad,
eso es eternidad.
Versión: J. Aulicino
***
Puedo, podría, debo
Si me dices por qué el pantano
parece infranqueable, entonces
te diré por qué pienso que
puedo atravesarlo si lo intento.
Traducción de Olivia de Miguel
***
Suficiente
¿Soy yo una fanática? Lo opuesto.
¿Y dónde me gustaría estar?
Sentada bajo el olivo de Platón
o apoyada en su viejo tronco grueso,
lejos de la controversia
o de cualquier colérico.
Si quieres ver piedras bien puestas, no amenazadas
por la argamasa (los albañiles dicen “barro”),
cuadradas y lisas, levántalas como se debe,
dijo Ben Jonson, o lo aludió.
En “Descubrimientos” también dijo:
"Representa la verdad. Es suficiente".
Intento de versión propia.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Más allá de todo este desatino
Algunas palabras y un poema de
MARIANNE MOORE
(EE.UU., 1887-Ibídem, 1972)
Críticos y conocedores
"Hay una gran cantidad de poesía en las inconscientes afectaciones. Algunos objetos Ming, las imperiales alfombras de coches de ruedas amarillas, están muy bien donde están, pero yo he visto algo que me gusta más -un simple y pueril intento de hacer que un imperfectamente estable animal estuviera de pie, un similar propósito al hacer que un cachorro comiera en un plato. Yo recuerdo un cisne bajo los sauces en Oxford, con patas como hojas de arce y color flamingo. Se desplazaba como un barco de guerra. Incredulidad y consciente melindre eran el ingrediente fundamental de sus pocas ganas de moverse. Por último, su osadía no era una prueba en contra de su propensión a estimar enteramente los pedazos de alimento que la corriente le allegaba; se fue con lo que le di para comer. He visto este cisne y los he visto a ustedes; he visto ambición sin conocimiento en una variedad de formas. Sucede que estando cerca de un hormiguero, he visto una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur, al este, al oeste, hasta que giró sobre sí misma, caminó desde el lecho de flores hacia el césped, y volver al punto desde el que había partido. Luego abandonó el tallo como algo inútil y esforzando sus mandíbulas con un pedazo de cal -diminuto pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino. ¿Qué hay en ser capaz de decir que uno ha dominado la corriente en una actitud de defensa propia; en probar que uno ha tenido la experiencia de cargar un tallo?"
**
La poesía según Marianne Moore
"A mí también me desagrada. Sin embargo, al leerla con perfecto desprecio, se descubre en ella, después de todo, un sitio para lo genuino."
***
“¿Qué te asusta?”, le pregunta el Otro. “Los sapos reales en jardines imaginarios.”
***
“La complejidad no es un crimen, pero llevadla/ a un cierto grado de penumbra/ y nada es comprensible. La complejidad,/ además, que se ha confinado a la oscuridad, en lugar de/ admitirse como la pestilencia que es, se mueve de acá/ para allá intentando confundirnos con la deprimente/ falacia de que la insistencia/ es la medida del logro y de que toda verdad/ debe ser oscura. Ante todo gutural, la sofisticación está/ donde siempre ha estado: en las antípodas de las grandes/ verdades originarias.”
***
“¿No debería reemplazar la vanidad por la honestidad, como recomienda Robert Frost?”, se pregunta. Y en un poema escribe: “La literatura es una fase de la vida. Si la temes, la situación es irremediable, si te aproximas con familiaridad/ lo que se diga de ella no vale la pena”.
***
“Algunos lectores sugieren que las citas interrumpen la agradable continuidad de la lectura y otros, que son una pedantería o evidencian una tarea insuficientemente realizada.” (De “Una nota a las notas” de sus Collected Poems).
“En todo lo que he escrito hay versos cuyo interés principal lo he tomado prestado y aun no he logrado pasar de este método híbrido de composición, los reconocimientos me parecen un gesto honesto. Tal vez a esos a quienes molestan las condiciones, paradas y posdatas se les pueda persuadir de que confíen en mi honestidad y pasen por alto las notas.”
***
Si me dices por qué el pantano/ parece infranqueable, entonces te/ diré por qué pienso que/ puedo atravesarlo si lo intento.
***
"La poesía es una inigualable destreza de la imaginación. La aprecio, pero yo misma soy un observador, no veo razón alguna para llamar a mi trabajo poesía, sino la de que no existe otra categoría donde pueda incluirla."
***
"Yo no envidio a nadie sino sólo a ese y sólo a ese que coge más peces que yo."
***
Poesía
A mí también me disgusta: hay cosas que son importantes
más allá de todo este desatino.
Empero, leyéndola con perfecto desprecio, uno
descubre en ella
después de todo, un lugar para lo auténtico.
Manos que pueden agarrar
ojos que pueden dilatarse, cabellos que puede erizarse
si fuera necesario, estas cosas son importantes no porque
pueda dárseles una interpretación altisonante sino porque
son
últiles. Cuando se vuelven tan secundarias que hasta
llegan a ser ininteligibles,
puede decirse lo mismo de todos nosotros
que no admiramos lo que
no podemos entender: el murciélago
sosteniéndose patas arriba o en busca de algo
para
comer, elefantes que empujan, un caballo salvaje dando un rodeo, un incansable
lobo debajo
de un árbol, el impasible crítico crispando su piel como un
caballo que siente una pulga, el aficionado
al béisbol, el estadígrafo...
tampoco es válido
tener prejuicios contra los "documentos comerciales
y los textos escolares": todos estos fenómenos son importantes.
Sin embargo uno debe hacer una distinción:
cuando poetas a medias los arrastran para destacarlos
el resultado no es poesía,
ni la tendremos
hasta que nuestros poetas puedan ser
"literalistas de
la imaginación"... por encima
de la insolencia y la trivialidad y puedan presentar,
para ser inspeccionados, jardines imaginarios con sapos reales.
Entretanto, si por una parte exiges
la materia prima de la poesía en
toda su crudeza y
por la otra lo que es auténtico,
entonces estás interesado en la poesía.
Trad. de Alberto Girri y William Shand, Poesía norteamericana contemporánea,
Distribuidora Mexicana de Libros, México DF, 1976
Poetry
I, too, dislike it: there are things that are important beyond
all this fiddle.
Reading it, however, with a perfect contempt for it, one
discovers in
it after all, a place for the genuine.
Hands that can grasp, eyes
that can dilate, hair that can rise
if it must, these things are important not because a
high-sounding interpretation can be put upon them but because
they are
useful. When they become so derivative as to become
unintelligible,
the same thing may be said for all of us, that we
do not admire what
we cannot understand: the bat
holding on upside down or in quest of something to
eat, elephants pushing, a wild horse taking a roll, a tireless
wolf under
a tree, the immovable critic twitching his skin like a horse
that feels a flea, the base-
ball fan, the statistician--
nor is it valid
to discriminate against "business documents and
school-books"; all these phenomena are important. One must make
a distinction
however: when dragged into prominence by half poets, the
result is not poetry,
nor till the poets among us can be
"literalists of
the imagination"--above
insolence and triviality and can present
for inspection, imaginary gardens with real toads in them,
shall we have
it. In the meantime, if you demand on the one hand,
the raw material of poetry in
all its rawness and
that which is on the other hand
genuine, you are interested in poetry.
**
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char