Biological Invasions in the Canary Islands
miércoles, 25 de enero de 2017
Anillamiento de palmeras en Las Palmas de Gran Canaria: una buena iniciativa, una generalización probablemente innecesaria, un impacto visual importante y unas ratas escaladoras.
El sistema tampoco es nuevo. Se utiliza desde hace mucho en La Gomera para evitar que las ratas alcancen los cogollos de las palmeras cuando están en aprovechamiento, extrayéndoles la savia o guarapo. También se emplea en otros lugares de la Península donde las palmeras sufren los mismo ataques de los roedores (por ejemplo en Murcia http://www.laverdad.es/murcia/v/20130611/murcia/anillan-troncos-palmeras-para-20130611.html).
La iniciativa se saludó con alegría por parte de todo el mundo, excepto por las ratas se entiende.
Desde entonces se han ido colocando estas anillas a las palmeras de los principales parques y jardines de la ciudad, pero se están colocando tanto a las palmeras canarias, datileras, y a los múltiples híbridos entre ambas que pueblan nuestros jardines, como a las palmeras de abanico, al menos a las de la especie Washingtonia robusta. Estas palmeras tienen un tallo o estipe mucho más delgado que el de la palmera canaria, mucho más alto y liso en su mayoría. De tal forma que sería muy difícil que una rata pudiera subir por ellas hasta la copa. Y otra pregunta, ¿para qué subiría una rata a estas palmeras? Sus frutos son pequeños y poco carnosos, no como los dátiles y támaras del género Phoenix al que pertenecen la palmera canaria y sus congéneres.
En definitiva, la medida nos parece muy interesante tanto para evitar la proliferación de ratas en la ciudad como para impedir que estos animales suban a las palmeras a comer sus frutos. Pero no ocurre lo mismo en las palmeras de abanico. El ingente número de estas palmeras americanas que existen en la ciudad hace que gran parte de las 3.000 anillas que se pensaban emplear lo sean en esta especie, siendo un gasto bastante inútil, dejando quizá otras palmeras sin protección y produciendo un impacto visual importante. No olvidemos que la utilidad de estas palmeras es meramente ornamental, y si dejan de realizar esta función, no tendrá sentido su presencia en la ciudad. Sobre todo si pensamos en el potencial invasor demostrado por esta especie.
Palmera canaria (Phoenix canariensis) anillada para preservarla del ataque de ratas (esto sí)
Grupos de palmeras de abanico (Washingtonia robusta) anilladas. Su altura y su estipe delgado y liso hacen muy difícil imaginar que una rata, sin el instrumental adecuado, pueda subir hasta las copas (esto no hace falta)
En ocasiones los estipes de Washingtonia robusta no pierden la base de las hojas viejas y no es liso. Esto facilitaría la subida de las ratas hasta la copa pero, ¿para qué subiría una rata a una de estas palmeras? Nótese también el impacto visual de las anillas cuando el grupo de palmeras es tan abigarrado como en las imágenes anteriores.
jueves, 21 de abril de 2011
Nueva publicación: El Indiferente nº 21.

Se incluyen en esta ocasión tres artículos de gran interés:
Poniendo fechas a una catástrofe: 14C, cronologías y causas de la extinción de vertebrados en Canarias. De Juan Carlos Rando, Josep Antoni Alcover, Juan Francisco Navarro, Jacques Michaux y Rainer Hutterer.
Trata sobre la extinción de varios vertebrados terrestres canarios: el ratón de malpaís (Malpaisomys insularis), y dos especies de pardelas, a partir de la llegada del hombre a las islas y de la entrada con éstos de ratas y ratones.
Interacciones mutualistas en ecosistemas insulares. Integración e impacto de las especies invasoras. De Benigno Padrón.
Se estudia la curiosa cuestión del papel de las especies invasoras en los ecosistemas insulares, tomando como principales objeto de estudio las tuneras (Opuntia spp.) y los distintos animales que comen sus frutos, polinizan sus flores, etc. Plantea la peliaguda cuestión de si la presencia de estas especies perjudica o beneficia al sistema.
Gran impacto de los herbívoros introducidos en Canarias: el caso del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Víctor Garzón Machado
Enhorabuena a todos los autores y al organismo público que ampara esta publicación.
(Gracias a Elizabeth Ojeda Land por notificarnos la salida de este número de El Indiferente)