Desde hace un tiempo a esta parte, los listados de especies se están revelando como una herramienta necesaria a la hora de iniciar cualquier trabajo de investugación ya sea sobre especies introducidas, autóctonas, en un territorio. Y son constantes los trabajos que añaden especies a dichos listados: nuevas especies, nuevas citas, cambios taxonómicos, etc. De esta manera, los listados crecen y crecen, y son capaces de mostrar con mas detalle la biodiversidad de un territorio. Pero en este trasiego de incorporación de especies, siempre se producen efectos no deseados. Algunos de estos efectos, relacionados con los cambios nomenclaturales, ya han sido puestos de manifiesto en este blog (https://invasionesbiologicas.blogspot.com/2020/10/cambios-en-el-banco-de-datos-de.html), pero queremos llamar la atención aquí sobre otro problema no menos importante: las dificultades para sacar una especie de una lista.
Las bases de datos de especies, como por ejemplo BIOTA, la base de datos de biodiversidad de Canarias (https://www.biodiversidadcanarias.es/biota/), se nutren de viejas y nuevas publicaciones, informes de seguimiento, e incluso notas de expertos, y lógicamente, los responsables de esta base de datos no pueden poner en duda lo que se dice en estos artículos o trabajos monográficos. Si un botánico escribe que encontró caña de azúcar (Saccharum officinarum) asilvestrada en Tenerife y Gran Canaria, pues no hay más remedio que ponerla como especie presente en ambas Islas. Igual ocurre con la papa (Solanum tuberosum), y otras muchas plantas cultivadas que pueden quedar abandonadas en campos olvidados o pueden "rodar" y germinar a unos metros del cultivo. Son muy numerosas estas citas que se realizaron en un momento dado, pero que no han vuelto a ser citadas. Pero una vez que están dentro, ¿quién se atreve a quitarlas?
Esto no quita importancia a estas nevas citas, ni mucho menos es una crítica a las mismas. Los trabajos de investigación basados en las novedades taxonómicas son imprescindibles, pero una cosa no quita la otra. Que se cite una especie nueva o que se cambie su designacion botánica, no debería ser el único requisito necesario para que se incorporase a las bases de datos.
Debería desarrollarse un procedimiento por el que todos los cambios que se proponen en el catálogo de especies de un territorio, ya sea de incorporación de una especie o de un cambio taxonómico, necesitaran de algún tipo de filtro antes de entrar definitivamente al mismo: su aceptación por la comunidad científica, una segunda observación, etc.
De la misma manera deberían existir procedimientos para eliminar ciertas especies que distorsionan los resultados que se pueden obtener de un estudio que utilice estos listados (citas de ejemplares cultivados, escapes fortuitos de cultivos, etc.). Que alguien haya plantado Acer pseudoplatanus en Gran Canaria no debería ser el único requisito necesario para que se incluya en el listado de especies de Canarias (https://www.biodiversidadcanarias.es/biota/especie/F00075)
Acer pseudoplatanus en Tamadaba (Gran Canaria)
Es bueno que un listado sea dinámico y valla incorporando cambios, pero por su uso como referencia obligada en proyectos de investigación, redacción de legislación, hace necesaria la incorporación de estos procedimientos que aseguren la calidad del mismo.
Como ejemplo de este caso llama la atención el caso de la platanera (Musa acuminata), especie que se indica en BIOTA como asilvestrada en todas las Islas. Es verdad que, una vez que se abandona un campo de plataneras, los ejemplares viejos siguen produciendo retoños de base durante varios años, hasta que, generalmente por falta de agua, el individuo acaba muriendo. No existe reproducción sexual en la platanera de cultivo, generada por hibridación de especies silvestres del extremo suroriental de Asia (Indonesia, India, Filipinas, etc.). La expansión de este cultivo por todo el Planeta se debe a la acción humana, y fuera de zonas tropicales húmedas, la planta no puede sobrevivir sin riego.
A la expansión de este cultivo por América, en la que las Islas Canarias tuvieron un papel decisivo, se dedica el siguiente artículo, recién publicado en la revista Economic Botany, y que está disponible en el siguiente enlace https://link.springer.com/article/10.1007/s12231-022-09559-2.
(Salas-Pascual, M., Cáceres-Lorenzo, T. The Dispersal of Bananas (Musa spp.) to the Americas in the Sixteenth Century. Econ Bot 76, 354–367 (2022). https://doi.org/10.1007/s12231-022-09559-2)
Un resumen de este trabajo se publicó hace algún tiempo en la revista divulgativa The Conversation
(https://theconversation.com/que-es-mas-veloz-un-platano-o-un-conquistador-169677)
En el trascurso de estos estudios se vio la necesidad de dar solución a este problema de la dificultad de eliminar especies de las bases de datos sobre biodiversidad. Los estudios etnobotánicos y de botánica histórica son fundamentales para tener un criterio claro sobre la introducción de especies en un territorio y su grado de integración en la flora local.