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martes, 7 de junio de 2011

Las especies exóticas invasoras y la restauración de la vegetación natural: el caso de la Finca de Osorio (Gran Canaria)

Hasta el momento, los trabajos encaminados a la restauración de la vegetación natural se basaban casi exclusivamente en la repoblación de los elementos vegetales propios de cada formación. Así para regenerar los pinares canarios se plantan pinos (Pinus canariensis), o para aumentar la superficie cubierta por el monte verde canario se repuebla con laureles (Laurus novocanariensis), acebiños (Ilex canariensis), fayas (Myrica faya) o brezos (Erica arborea), entre otras muchas especies. Pero cuando estos trabajos de regeneración parten de zonas antropizadas en las que la vegetación natural está regenerándose rápidamente, caso de la emblemática Finca de Osorio en Teror (Gran Canaria), o de gran parte del norte insular, la cosa no es tan simple. En este precioso enclave grancanario, los laureles, barbusanos (Apollonias barbujana), brezos, fayas, y en general, toda la vegetación autóctona se está regenerando desde hace años, pero a su vez, un buen número de especies arbóreas exóticas que se cultivaban en la finca también están progresando de manera natural. Son frecuentes olmos (Ulmus minor), alcornoques (Quercus suber), robles (Quercus robur), aligustres (Ligustrum lucidum), falsas acacias (Robinia pseudoacacia), árboles del paraiso (Ailanthus altissima), Pittosporum undulatum, eucaliptus (Eucaliptus camaldulensis) y sobre todo castaños (Castanea sativa), que forma la mayor parte de la cobertura en grandes superficies de la zona. Todas estas especies exóticas se regeneran de manera natural y conviven con las autóctonas, dando lugar a bosquecillos muy atractivos estéticamente pero que en nada responden al esquema florístico y ecológico de un monte verde. Igual podríamos decir del estrato arbustivo o herbaceo. Allí conviven especies emblemáticas de la laurisilva canaria, como el bicácaro (Canarina canariensis) o la mayor población grancanaria de reina del monte (Ixanthus viscosus), con otras introducidas e invasoras como Ageratina adenophora o Chasmanthe aethiopica.
Sería necesario aclarar cuál debe ser el objetivo de un espacio natural como la Finca de Osorio: didáctico, formativo, proteccionista, etc., y realizar una gestión adecuada al objetivo. Si lo que realmente se quiere es crear un enclave de monte verde o laurisilva que sirva de ejemplo para visitantes y curiosos, debería pensarse en la necesidad de actuar sobre las especies exóticas, y no sólo en repoblar con especies autóctonas.
La creencia de que la vegetación autóctona terminará desplazando a la exótica, no está del todo contrastada ni se basa en algún caso similar, sino en apreciaciones particulares. Lo que conocemos, no del monte verde, sino del pinar canario con respecto a Pinus pinea, es que de momento forman bosques mixtos de ambas especies, que se mantienen en el tiempo y que parece, pueden llegar a estabilizarse como tales. Es también necesario algún trabajo científico que nos diga claramente cuáles son las espectitivas de los castañares del norte insular y si es necesario actuar para facilitar el avance del monte verde o no. Otro trabajo pendiente, y van.......


Este bonito sendero que recorre un grupo de estudiantes de visita guiada ,se muestra como una muy buena representación de la laurisilva canaria. En realidad es un bosque de castaños con laureles y barbusanos y algún roble, con un sotobosque dominado por Chasmanthe aethiopica.

 
Las apariencias engañan.Ligustrum lucidum entre laureles. Su parecido le hace pasar desapercibido a los ojos de casi todo el mundo.
La falsa acacia, Robinia pseudoacacia, también es un falso árbol del monte verde en Osorio

Plántulas de roble, Quercus robur, en el sotobosque del bosquete de castaños, laureles, basbusanos y brezos.

jueves, 29 de enero de 2009

Tradescantia fluminensis, una invasora del monte verde


El monte verde o laurisilva canaria es un hábitat que permite el asentamiento de muchas especies vegetales exóticas y algunas de ellas pueden tener un comportamiento invasor. El problema se agudiza cuando, como en Gran Canaria, el grado de antropización de esta vegetación es muy alto. Los restos de monte verde que quedan en nuestra isla son de poca extensión y, en su mayoría, resultado de la regeneración natural del propio bosque (lo que Carlos Suárez en su obra de 1994 llamó laurisilva secundaria). Ya han aparecido en este mismo blog algunas enredaderas invasoras y ahora quiero llamar la atención sobre Tradescantia fluminensis, la oreja de gato.
Esta planta ornamental, de hábito rastrero y capaz de reproducirse asexualmente por estolones viene siendo un problema desde hace años en la laurisilva gomera, donde se empezó a controlar desde 1990 (confirmar en BAÑARES, A. (1990). Erradicación de la invasora Tradescantia fluminenesis Well. (F. Commelinaceae) como medida de restauración ecológica en la laurisilva gomera (parque Nacional de Garajonay). Ecología 4: 99-104.), y donde sigue siendo un problema sin resolver. En Gran Canaria es muy frecuente en los escasos restos de laurisilva de Madre del Agua, Osorio, Barranco de la Virgen, etc. y repeste tipo de vegetación hay que atender al serio problema ambiental que plantean especiesresenta una seria dificultad para el establecimiento de especies que, en esta isla, son extremadamente raras, como Ixanthus viscosus o Geranium canariensis. Si realmente se quiere restaurar como la aquí señalada o también Ageratina adenophora o Chesmanthe aethiopica.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Enredaderas invasoras en el monte verde



El bosque de laurisilva en Canarias es rico en especies enredaderas (Convolvulus canariensis, Semele gayae y Semele androgyna, Smilax canariensis, Hedera canariensis, etc.). La antropización de este bosque supone muchas veces la eliminación de estas especies y su sustitución por otras exóticas y muchas veces invasoras. Este año de abundantes lluvias pueden verse en gran abundancia y en casi todo el norte de Gran Canaria dos plantas especialmente agresivas: Senecio mikanioides (la hiedra alemana) e Ipomaea acuminata (=I. indica). Aquí les dejo dos imágenes especialmente significativas. Una en la que ambas especies se trepan sobre un gran laurel (Laurus novocanariensis) en la zona de Las Madres, en el Barranco de La Virgen, y otra de ambas plantas en un hábitat muy usual, los cañaverales de Arundo donax de todas las medianías del norte grancanario. Ambas especies, a pesar de su potencial invasor, siguen utilizándose en estas mismas zonas como plantas ornamentales. ¿Para cuándo una normativa rigurosa sobre la utilización de determinadas especies como ornamentales?

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Las especies invasoras en el año internacional de la Biodiversidad