Ya hace más de 10 años que en un trabajo que firmamos Agustín Naranjo y yo citábamos la presencia de una población de Rumex induratus en la cara Norte del Pico de Bandama, en el interior del crater (no de la caldera), del volcán de Bandama(http://www.webs.ulpgc.es/vegueta/num_ant_vegueta/downloads/03-303-316.pdf). Esta primavera recién estrenada nos ha permitido ver de nuevo esta población que incluso ha aumentado su extensión, que rondará los 1500 metros cuadrados. Esta especie mediterránea puebla en su lugar de origen zonas pedregosas de gleras o pies de risco. En Bandama ocupa una ladera de picón, muy móvil, que no ha podido colonizar el vinagreral (Artemisio-Rumicetum lunariae, comunidad de Rumex lunaria) en el que se asienta. Después de todo este tiempo la población se ha mantenido, por lo que parece que puede considerarse estable. Existen multitud de plántulas (comidas en gran parte por los conejos), jóvenes, y ejemplares adultos de cerca de 1 m de alto. Rumex induratus es un pequeño arbusto muy fácilmente reconocible por sus flores femeninas rosadas, acorazonadas y sus hojas sagitadas, verde glaucas. Es curioso que, a pesar de ser una cita ya con algunos años, Rumex induratus todavía no se recoje en el listado de especies silvestres de Canarias (cf. en http://www.gobcan.es/cmayot/interreg/atlantico/documentos/LESDCanarias.pdf).
Además de esta especie, en Bandama puede verse un buen número de plantas exóticas que pueden considerarse envasoras: Opuntia dillenii, Opuntia maxima, Agave americana, Ageratina adenophora, Pelargonium sp., Spartium junceum, etc. Llama la atención la proliferación de Pennisetum setaceum en la piconera que cae al interior de la Caldera, la presencia de plántulas de Pinus canariensis, procedentes de los ejemplares plantados para evitar, infructuosamente, la dinámica de dicha piconera, y la introducción muy recientemente de Pittosporum undulatum, especie muy invasora, plantada quizá confundida con una laurácea autóctona.