Información

Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. Más información: ttps://www.google.com/policies/technologies/cookies/

Mostrando entradas con la etiqueta microcoelia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta microcoelia. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de febrero de 2013

Chiloschista lunifera (Una orquídea sin hojas)

A primera vista, lo que llama la atención de esta pequeña orquídea es que no tiene hojas, aunque excepcionalmente, en situaciones de luz escasa, puede llegar a desarrollar algunas pequeñas  y caducas. La planta se limita a un puñado apretado de raíces plateadas que surgen de un punto central y van colonizando el soporte.

Chiloschista lunifera (Rchb.f.) J.J. Sm. 1905 es una orquídea epifita del género Chiloschista (unas 20 especies) de origen asiático: India, Laos, Myanmar, Indochina, Nepal o Tailandia, creciendo en bosques a alturas hasta los 600 metros. El género fue descrito por John Lindley en 1838. La fotosíntesis la realizan las raíces. Sus flores aparecen en inflorescencias relativamente largas en ocasiones, llegando a los 30 cms. que llevan hasta dos docenas de flores de algo más de un cm. fragantes, su aroma recuerda al de la vainilla o al chocolate, con tonos generalmente amarillentos, cremas, con manchas granates o marrón fuerte, aunque puede presentar variaciones, incluso hay una variedad alba con bordes amarillo-verdosos y el interior blanco. Podemos encontrarla también con los nombres de: Chiloschista indica, Chiloschista javanica, Sarcochilus luniferus o Thrixspermum luniferum.
Algunas de las especies del género más conocidas son: Chiloschista ramifera, Ch. parishii, Ch. rodriguezii, Ch. usneoides, Ch. viridiflava, Ch. yunnamensis, Ch. fasciata o Ch. glandulosa.


El cultivo de esta original orquídea no es difícil, aunque tiene unos requisitos que hay que cumplir para su buen desarrollo: Sombra suave o luz difusa, temperatura intermedia, alta humedad (70 u 80%), riegos y pulverizaciones abundantes, excepto en el período de descanso en que deben reducirse, abonado muy ligero y buena ventilación. Es importante situarla colgada para facilitar la ventilación y evitar el exceso de humedad en las raíces, pero hay que tener cuidado porque es muy sensible también a la falta de riego o a los niveles bajos de humedad, por lo que sería conveniente utilizar difusores con un programador que evite accidentes derivados de descuidos o ausencias temporales por viajes o vacaciones.
El cultivo debe de realizarse fijando con mucho cuidado las raíces sobre placa de corcho o tronco de saúco por ejemplo, sin musgo, o simplemente en cestas de madera colgante sin sustrato ni musgo para evitar la pudrición de las raíces. La planta de las fotografías la compré a Ryanne Orchidée (Francia) y floreció en la vara verde claro que se ve en primer plano y en la actualidad está generando una nueva vara floral, apreciable en la fotografía inferior.
 
 DETALLE DEL PUNTO CENTRAL Y VARA FLORAL EN FORMACIÓN

Hay otros géneros de orquídeas que presentan características similares (la planta se reduce a un nudo de raíces y no llevan hojas ni pseudobulbos) como: Polyrrhiza de Cuba y Jamaica, Taeniohyllum de Malasia, Tailandia, Camboya e Indochina y Microcoelia de Madagascar y varias zonas de África Ecuatorial y del Sur. Todos son géneros muy llamativos y muy buscados por los coleccionistas que quieren tener especies realmente originales.
Ref: wikipedia.org, La enciclopedia de las orquídeas (Z. Jezek),