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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Colocar Orquídeas en casa (Otra solución)

Si la propuesta de la entrada anterior no es factible en tu caso porque no dispones de una pared para "plastificar" o tu novio/a, mujer/marido o tus padres o compañeros de piso no están por la labor, puedes optar por soluciones más sencillas y que también te permitan agrupar tus orquídeas para atenderlas mejor y tenerlas más a mano. Puedes empezar con una estantería sencilla para colocar en sus baldas unas cajas o maceteros de plástico en los que poner las plantas. Una capa de bolitas de arcilla expandida en el fondo permite que el agua sobrante del riego no entre en contacto con las raíces y aporta un mayor nivel de humedad. Agruparlas así facilita el riego y las vaporizaciones y dispondrás de un rincón florido con el que alegrarte la vista.


Si tienes algo más de espacio disponible o tienes más plantas que colocar, otra solución económica y sencilla es montar unas estanterías de baldas metálicas que aguantan más peso y ofrecen más superficie (las encontrarás de muchos tamaños y esmaltadas en distintos colores, así que puedes elegir las que mejor se adapten al espacio o a la decoración de tu casa). Una pequeña estantería como la de las fotos te permite colocar más de 60 plantas en un espacio no muy grande. En las baldas superiores puedes colocar plantas como los Cymbidium, las Phalaenopsis o los Paphiopedilum y Dendrobium de varas florales altas. En las intermedias los Paphios pequeños o las Phal, Cattleyas, Zygopetalum, Oncidium o Cambrias que ya no están en flor y si te queda espacio, en las bajas puedes guardar el material de riego, abono, sustratos o macetas de repuesto. Teniendo en cuenta que las condiciones climáticas de una casa no son las más indicadas para orquídeas de elevadas exigencias como la mayoría de las especies botánicas, es más fácil mantener y hacer reflorecer híbridos comerciales, aunque con un poco de esfuerzo y escogiendo bien, puedes cuidar también alguna de las especies más resistentes típicas de invernaderos cálidos o intermedios. Menos aconsejables son las que necesitan un invernadero frío para su desarrollo.



Puedes aprovechar los agujeros de las barras de la estructura para colgar plantas montadas en placas de corcho o pequeños tronquitos, como en las fotos de debajo de estas líneas.



Al igual que lo indicado en la entrada anterior colocar un termómetro y un higrómetro nos garantiza un control correcto de la temperatura y la humedad. También puedes montar un sencillo sistema de microdifusores de agua con un programador que a intervalos refresque y garantice humedad suficiente a las orquídeas o un vaporizador eléctrico de los que se usan para aumentar la humedad ambiental en las casas. El que las macetas estén en cajas evita que las plantas se caigan y ayuda al mantenimiento y la limpieza ya que basta con sacar una caja y realizar las labores necesarias y luego volver a colocarla en su sitio. A su vez, agrupar varias plantas garantiza una humedad ambiental más elevada, lo que agradecerán nuestras orquídeas, sobre todo cuando en invierno se ponga la calefacción en la casa o cuando las temperaturas estivales sean más altas. Hay pequeños ventiladores orientables que con programadores de tiempo ayudan a mantener una buena ventilación que evitará problemas de hongos y podredumbres en hojas y flores. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Control de la temperatura y humedad en el orquideario

Hay 4 factores básicos a controlar para que nuestro orquideario reuna las condiciones adecuadas para el cultivo de nuestras orquídeas: Luz, Humedad, Temperatura y Ventilación.

Todas están relacionadas entre sí por lo que, actuando sobre cualquiera de ellas, ayudamos a modificar o estabilizar las otras. Por ejemplo: si reducimos la luz solar mediante una malla de sombreo, automáticamente se reduce la temperatura en el orquideario con lo que necesitamos algo menos de humedad y podemos también bajar el nivel de ventilación.

Hoy vamos a comentar la forma de controlar la Humedad y la Temperatura. Para controlar ambas a la vez, podemos utilizar un sencillo dispositivo denominado Termohigrómetro, es decir, un Higrómetro que además nos facilita la temperatura. Hay en el mercado disponibles sofisticados equipos digitales, pero para el orquideario de un aficionado no son realmente necesarios.


El de la fotografía vale unos 25€, integra un termómetro analógico y un higrómetro analógico de cabello. Para su mantenimiento, conviene cada cierto tiempo envolverle unas horas en un trapo húmedo. Nos facilita la temperatura actual (en este caso 30 grados Centígrados, correctamente Celsius) y la humedad relativa del aire en porcentaje (aquí casi un 60%). Si el orquideario tiene más de 9 metros cuadrados o es muy alto, conviene disponer de un par de ellos al menos u otros dispositivos similares, ya que la temperatura y la humedad varían considerablemente en función del lugar (por estar más cerca o lejos de una ventana lateral, cenital o de una puerta, de recibir más o menos luz, por la colocación de los pulverizadores de agua, por la mayor o menor cantidad de plantas acumuladas, por zonas de sombra, por estar más cerca del suelo o del techo, etc.) En el mío que tiene unos 16 metros cuadrados, entre la zona de la entrada y el fondo, la diferencia puede ser de 3 grados y de un 20% la humedad.

Hay otro instrumento sencillo que nos dará un dato importante: la diferencia de temperatura a lo largo del día y de la noche. Es lo que se denomina: Termómetro de Máxima y Mínima. Ya sabéis lo importante que es para inducir la floración en ciertas especies la diferencia de temperatura nocturna y diurna. También nos informará si por la noche la temperatura en invierno es demasiado baja y debemos poner la calefacción (del tipo que sea), lo más sencillo es disponer de un Calefactor/Ventilador con termostato que programaremos para que se ponga en marcha al alcanzar la temperatura determinada cifra.


El Termómetro de la fotografía vale unos 10€ y nos permite conocer la temperatura actual (25 grados, aguja negra), la temperatura mínima que ha habido (10 grados, aguja azul) y la máxima que ha habido (31 grados, aguja roja).

Para volver a conocer el intervalo de temperaturas de otro día, se actúa sobre el botón central que mueve las agujas azul y roja hasta volver a dejarlas pegadas a la negra que, al ir variando a lo largo de la jornada, desplazará de nuevo la azul cuando baja y la roja cuando sube, quedándose fijas en las temperaturas mínimas y máximas alcanzadas en la jornada o período en cuestión.

Una información más básica nos la facilitará un simple termómetro pero sólo nos dará la información del momento, sin memoria de las variaciones. Recordar que los termómetros clásicos de mercurio están prohibidos, por su alta toxicidad y dificultad de reciclaje. Si dispones de alguno lo mejor es sustituirlo y llevarlo a un "punto limpio" para su correcto reciclaje.

También hay otro equipo llamado Psicrómetro que da básicamente la información de un Higrómetro, pero además nos permite conocer el "punto de rocío" que es la temperatura a la que se producirá la condensación del vapor de agua.

Finalmente, como sabéis, hay pequeñas Estaciones Meteorológicas que pueden darnos la temperatura del interior de una vivienda por ejemplo y complementariamente la de otra u otras zonas.


En la foto un Termo Sensor (una especie de sonda de temperatura) que registra y envía el dato de temperatura para su visualización en la pantalla de la Estación base que tenemos en la vivienda con la que está sincronizado. De este modo podemos conocer en todo momento la temperatura que hay en el Orquideario sin necesidad de ir a verlo.

Con estos sencillos dispositivos, mejor combinados entre sí, dispondremos de la información básica necesaria para que nuestras orquídeas se sientan a gusto.