En la Entrada de ayer, comentamos la forma de cuidar estas bonitas orquídeas:
Usaremos macetas de tamaño mediano, pues estarán varios años en ellas y son plantas que alcanzan grandes dimensiones. Para el sustrato nuevo prepararemos una mezcla a base de turba rubia fibrosa, mantillo de hojas de roble o haya (no hace falta que esté muy descompuesto), aquí tenéis los enlaces a las entradas en que se explica como prepararlo:
unas hebras de sphagnum, trozos de carbón vegetal, (opcionalmente se puede añadir un puñado de vermiculita) y material para facilitar el drenaje como trocitos de foam y bolas de arlita y un puñado de arena gruesa de río. Es importante comprobar que la maceta tiene suficientes agujeros de drenaje y si es preciso podemos ampliarlos o hacer alguno más. Luego proceder a la plantación dejando el sustrato a la altura del inicio de los pseudobulbos sin cubrirlos. Coloca las nuevas divisiones pegadas a una pared de la maceta, no en el centro, con los brotes nuevos hacia la parte libre, para que puedan crecer hacia la parte despejada libremente. Una vez trasplantadas, las dejaremos en un lugar con luz suave y no los regaremos hasta pasadas dos semanas. En las fotografías inferiores podéis ver varias plantas recién trasplantadas.
Ahora ya sólo queda esperar a que se adapten y nos regalen el próximo otoño/invierno el hermoso espectáculo de sus grandes flores perfumadas, como las de las fotografías inferiores. Recuerda que son plantas que necesitan mucha luz y una diferencia de temperatura significativa entre el día y la noche para estimular la floración. Una luz insuficiente y una temperatura sin grandes cambios entre el día y la noche, son la causa principal de que en ocasiones no florezcan.