El invierno en Europa es un momento difícil para la salud de las orquídeas, tanto en las casas por el uso de la calefacción, como en los pequeños invernaderos de los aficionados por las duras condiciones de humedad y temperatura. En el último caso, la aparición de hongos es casi inevitable.
Entre los Hongos los más habituales son: Phytopthora cactorum, Phythium ultimum, Botrytis cinerea, Fusarium oxysporum, Rhizoctonia solani, Glomerella sp. etc. Generalmente son consecuencia de ambientes con alta humedad, temperatura elevada y poca ventilación. Fungicidas de contacto y sistémicos ayudan a erradicarlos y prevenirlos siempre regularizando las situaciones anómalas en el cultivo que los provocan. El hongo de la Botrytis es un grave problema en los cultivos hortícolas como uvas o fresas y, aunque por sí solo no suele matar las orquídeas, las debilita y favorece el asentamiento y progreso de otras plagas. Es claramente visible cuando se instala en los pétalos de las orquídeas. Las flores grandes como las de las Phalaenopsis son un buen huesped, pero afecta a cualquier especie de orquídea.
FLORES DE PHALAENOPSIS AFECTADAS POR BOTRYTIS
Como hemos comentado en otras Entradas:
lo más importante es la prevención, porque una vez aparecidas las plagas en los orquidearios es difícil erradicarlas. Una tarea básica es mantener el orquideario libre de materiales vegetales secos, caídos o cortados, como flores, varas, hojas o pseudobulbos, porque es uno de los lugares donde se implantan y perviven, tanto hongos como otras plagas.
Otra tarea necesaria, es prestar atención a la ventilación porque cuando la humedad es muy alta y las temperaturas son bajas si no tenemos garantizada una ventilación eficaz, pronto veremos aparecer diversos hongos en nuestras orquídeas. Intentar por lo tanto adecuar ventilación, calor y porcentaje de humedad. Separar las plantas lo posible para evitar contacto y favorecer la circulación de aire. Aislar y tratar con fungicidas para orquídeas (se recomiendan los formulados a base de Ditiocarbamatos y Benzimidazol, pero puedes usar cualquier marca comercial. No uses fungicidas hortícolas, son más fuertes y tóxicos, busca los formulados para el tratamiento de las orquídeas o flores y lo menos contaminantes posible. Trata las plantas cada 4 días durante al menos dos semanas.) y en casos más graves cortar y quemar las partes muy afectadas.
También evita las pulverizaciones y aspersiones y asegúrate de que las hojas y las flores no queden húmedas después del mediodía. Mantén un elevado nivel de limpieza y desinfección en los materiales de cultivo, sobre todo en las herramientas de corte y no recicles sustratos usados provenientes de orquídeas trasplantadas y mucho menos de orquídeas estropeadas.
Hasta la llegada de la primavera en que de nuevo los días largos y cálidos y las ventanas y puertas abiertas de los invernaderos, permitan a las orquídeas una ventilación adecuada, no queda más remedio que intensificar la vigilancia y el control de la temperatura y mantener las plantas lo más limpias posible. No olvides que un tratamiento preventivo es una forma de minimizar la posibilidad de una plaga.
SIEMPRE que utilices productos fitosanitarios sigue las indicaciones de preparación y/o aplicación al pie de la letra y utiliza siempre guantes y mascarilla. Usa sólo productos aprobados, en las dosis indicadas y específicos para las orquídeas. Sigue las recomendaciones para evitar contaminar el entorno y deposita los envases usados en los lugares habilitados para ello. No olvides que son productos tóxicos para ti, tu entorno y el medio ambiente en general.