Información

Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. Más información: ttps://www.google.com/policies/technologies/cookies/

Mostrando entradas con la etiqueta Lycaste. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lycaste. Mostrar todas las entradas

viernes, 12 de diciembre de 2014

Lycaste Lucianii (Grandes y hermosas flores)

No hay duda de que algunas orquídeas tienen flores llamativas, es el caso de los Lycaste, un género que comprende unas 30 especies (después de haber desgajado unas cuantas recogidas ahora como Ida) y que viven en Centro y Suramérica, creciendo generalmente de forma epifita, aunque también a veces terrestre o litófita, en bosques de montaña, llegando hasta casi los 3.000 metros. 


La belleza y duración de sus flores ha llevado a los horticultores a desarrollar múltiples cultivares que han ampliado el catálogo de estas plantas a la venta. Creo que mi orquídea es un Lycaste Lucianii, el producto del cruce entre Lycaste skinneri x Lycaste lasioglossa, aunque es difícil asegurar el nombre de los híbridos.


En función de su lugar de origen se han clasificado en varias Secciones las especies. Lycaste skinneri pertenecería a Macrophyllae, abundantes en zonas bajas de bosque en Guatemala o Bolivia por ejemplo y que son los más sencillos de cuidar, pues aceptan condiciones intermedias en todo (luz, riego, temperatura ...) y el Lycaste lasioglossa a Deciduosae (de las montañas de México y Guatemala) y que en el período de descanso se quedan sin hojas y, por ello, requieren un poco más de atención en el cultivo casero.


En general, las especies e híbridos que más fácilmente se encuentran a la venta, tienen unos requisitos de cultivo muy poco exigentes y son buenas plantas para los aficionados. Básicamente les gusta recibir luz moderada, buena ventilación, temperaturas suaves (entre 13 y 25 grados), riego moderado (vigilar el drenaje), humedad en torno al 50% - 60% y un abonado ligero en el período de crecimiento. Dales un tiempo de reposo desde mediados del otoño a principios de primavera, regando menos y sin fertilizar, sobre todo si tu planta deja caer las hojas. Guíate por el aspecto de los pseudobulbos, si la planta está bien, los verás tersos e hinchados de color verde brillante. Si se arrugan un poco aumenta ligeramente el riego. Trasplanta cuando el sustrato esté degradado. Hay muchas opciones para el sustrato, la más sencilla sería a base de cortezas de pino o trocitos de raíz de helechos, trozos de carbón vegetal y material para ventilar el sustrato (poliestireno o trozos de corcho) y como drenante (arlita o gravilla). 


A cambio de esos sencillos cuidados te dará fantásticas flores de aspecto céreo, llenas de color, en algunos casos fragantes y que duran semanas. Sin duda se merecen un lugar en tu colección. En las fotografías inferiores puedes ver la diferencia entre los pseudobulbos viejos y los nuevos, así como las varas florales que parecen surgir directamente del sustrato, en realidad salen de la base de los pseudobulbos.


Ref.: wikipedia.org, aos.org,