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miércoles, 6 de noviembre de 2024

El New York Times pasó los 11.000.000 de suscriptores

Son datos del tercer trimestre de 2024 y se dieron a conocer anteayer. Van los datos esquemáticos, pelados, como le gusta a Ismael Nafría:

Suscriptores


Así se distribuyen los suscriptores del NYT por tipo de suscripción:

  • Total: 11.090.000
    • Digitales: 10.470.000
    • Papel: 620.000
  • Los digitales se distribuyen así:
    • Paquete completo o multiproducto: 5.120.000
    • Solo News: 2.110.000
    • Otros productos individuales (Cooking, Games, Wirecutter, The Athletic y suscripciones corporativas y educativas: 3.240.000


Los ingresos crecen un 7%


El NYT tuvo unos ingresos totales durante el tercer trimestre de 640,2 millones de dólares, un 7% más que en el mismo periodo del año anterior.

Así se distribuyeron los ingresos:

  • Total: 640,2 millones de dólares (+7%)
    • Suscripción: 453,3 millones de dólares (+8,3%)
      • Suscripción digital: 322,2 millones (+14.2%)
      • Suscripción papel: 131,1 millones (-3,8%)
    • Publicidad: 118,4 millones (+1,1%)
      • Publicidad digital: 81,6 millones (+8,8%). Supone el 68,9% de los ingresos totales por publicidad.
      • Publicidad impresa: 36,8 millones (-12,6%)
    • Otros: 68,5 (+9,3%)

El ingreso medio por suscriptor digital fue de 9,45 dólares, un 1,8% más que el año anterior.

Los otros ingresos aumentaron un 9,3% gracias especialmente a los ingresos por afiliación de Wirecutter y a los ingresos por licencia de derechos.

domingo, 9 de julio de 2023

La jugada del New York Times con The Athletic

Subo sin permiso la traducción de este artículo de Alexandra Bruell en The Wall Street Journal de hoy. Trata de la decisión del New York Times de reemplazar toda su sección deportiva por The Athletic, idea de David Perpich, el promotor de los juegos para suscriptores que se deben pagar aparte de la suscripción plana del Times.

Empujó al New York Times a comprar Wordle. Ahora tiene que hacer que los deportes funcionen.

David Perpich, primo del editor A. G. Sulzberger, fue el arquitecto del paquete de juegos para suscriptores, una aplicación de cocina, Wirecutter y el sitio de medios deportivos Athletic. 
por Alexandra Bruell 

El ejecutivo del triángulo rojo hacia abajo, David Perpich, se despertó una mañana el año pasado y leyó una historia sobre Wordle, el adictivo juego de rompecabezas de palabras. Envió un mensaje de Slack alrededor de las 6:30 a. m. a un colega que supervisa la unidad de juegos de la compañía.

“Tenemos que ir a comprar esto”, escribió Perpich. El Times hizo precisamente eso unas semanas después.

Perpich, un miembro de quinta generación de la familia Ochs-Sulzberger que controló el Times durante mucho tiempo, ha sido una fuerza en su expansión más allá de las noticias en áreas como juegos, cocina y recomendaciones de productos.

Ahora esa estrategia enfrenta su mayor prueba: ¿Valdrá la pena convertirse en un gran jugador en los medios deportivos, a través de la adquisición del Athletic por $ 550 millones el año pasado? Perpich se ha convertido en el editor del Athletic, y su fortuna podría tener una gran influencia en su legado como defensor de la innovación dentro del Times.

Desde que ocurrió la adquisición del Athletic, los empleados del Times han estado preocupados por el futuro de la sección de deportes del Times de aproximadamente 40 personas. El domingo, miembros de la mesa de deportes enviaron una carta a la gerencia pidiendo transparencia sobre los planes de la compañía, señalando que el Times está en proceso de migrar tecnológicamente el Athletic a las plataformas del Times y cuestionando si “la compañía efectivamente cerrará nuestra sección”.

Una portavoz del Times dijo en respuesta: “Al igual que con cualquier área de cobertura, hemos estado evaluando de cerca cómo ofrecer el mejor periodismo deportivo posible para nuestra creciente audiencia. Actualizaremos cuando tengamos más para compartir”.

El editor ejecutivo del New York Times, Joseph Kahn, tiene previsto reunirse con la oficina de deportes el lunes por la mañana, según personas familiarizadas con el asunto. La noticia de la carta del domingo fue reportada previamente por el Washington Post.

En una entrevista reciente, Perpich se negó a comentar sobre el futuro de la mesa de deportes. Pero ayudó a poner la adquisición del Athletic en contexto, exponiendo cómo el Times, una empresa cuyo eslogan es "Todas las noticias que se pueden imprimir", estaba pensando en todos los productos por los que la gente está dispuesta a pagar. La compañía ahora vende un paquete de "Acceso total" con una gama de productos que espera ayude a atraer nuevos suscriptores y dificulte que se vayan.

“Comencé a interesarme mucho en esta idea de que el Times era un periódico, y los periódicos eran más que noticias. Eran un paquete de información”, dijo. Para mapear su idea, Perpich dibujó una margarita en una pizarra, con noticias en el centro y otros productos como pétalos.

El deporte era un pétalo perdido. “Aunque tenemos una excelente cobertura deportiva en el Times, en realidad está más dirigida a la audiencia de interés general”, dijo. "Fandom es tan grande, ¿cómo podríamos participar en eso?" The Athletic ofreció al Times una audiencia de casi un millón de suscriptores adictos a la cobertura de sus propios equipos deportivos locales y favoritos.

Pero el sitio no es rentable. Enfrentando los desafíos que se sienten en todo el panorama de la publicación digital (la dificultad de registrarse y retener clientes, los mercados publicitarios inestables), así como los altos gastos editoriales, el Athletic ha tenido pérdidas operativas ajustadas por un total de alrededor de $ 37 millones en los últimos cuatro trimestres. Perpich dijo que el objetivo es obtener ganancias para 2025.

En junio, The Times eliminó alrededor de 20 puestos en el Athletic, ya que enfoca la cobertura en equipos con un gran atractivo, en lugar de asignar reporteros a cada equipo, independientemente de su interés, dijo Perpich. “Al final, todavía vamos a tener más de 100 reporteros que son buenos reporteros cubriendo equipos”, dijo. “Simplemente no podemos hacer que funcione en todas partes”.

A pesar de los recortes de empleo, el Athletic planea aumentar la plantilla e invertir más en áreas de cobertura con un gran atractivo, como la Liga Nacional de Fútbol y la Premier League inglesa, según Perpich y un memorando reciente de la empresa. Perpich también enfrenta un posible esfuerzo de organización dentro de la sala de redacción del Athletic de aproximadamente 400 personas. Dice que no se opondrá a un sindicato.

La sala de redacción del Athletic tiene una cultura a veces ajena al Times y mantiene un conjunto diferente de estándares. The Times, por ejemplo, tiene una política que prohíbe votar en eventos de la industria, como seleccionar para los All Star Games, mientras que el Athletic sí lo hace.

En general, el enfoque de agrupación del Times está atrayendo suscriptores. La compañía agregó alrededor de un millón de suscriptores digitales el año pasado. Tenía 9,7 millones de suscriptores totales, incluidos los impresos, en el primer trimestre, con el objetivo de alcanzar los 15 millones para 2027. La compañía está atrayendo a muchas de esas personas con grandes descuentos del precio de lista del paquete de $25 por cuatro semanas. El ingreso promedio por cliente digital fue de $9 en el primer trimestre, una disminución en comparación con el año anterior.

Eventualmente, los descuentos seguirán su curso y se pondrá a prueba el poder de fijación de precios del Times. Cobrar por un paquete de contenido es un concepto mediático antiguo que resultó lucrativo para la industria de la televisión por cable durante décadas, hasta que los consumidores comenzaron a rebelarse contra los altos precios. The Times está apostando a que los consumidores concluirán que su ramo de ofertas vale la pena.

“La clave para la agrupación inteligente de productos, por supuesto, es no volverse codicioso”, dijo Jim Friedlich, director ejecutivo del Instituto de Periodismo Lenfest, propietario del Philadelphia Inquirer. "El consumidor nos dirá cuándo el 'contenido premium' se vuelve demasiado caro". Friedlich dijo que solo un puñado de organizaciones de noticias además del Times, incluidos The Wall Street Journal y Washington Post, tienen la "amplitud de contenido y poder de fijación de precios" para crear un paquete de productos.

Perpich, un hombre de 46 años con un MBA de Harvard, estuvo al frente de casi todas las decisiones estratégicas importantes en el Times en la última década, dijeron personas familiarizadas con su mandato en la compañía. Antes de que su tío, Arthur Sulzberger Jr., dejara el cargo de editor en 2017, Perpich estaba en la contienda para sucederlo, al igual que sus primos, el editor gerente adjunto Sam Dolnick y el hijo de Sulzberger, A.G. Sulzberger, quien finalmente obtuvo el puesto.

Nativo de Washington, D. C., Perpich comenzó su carrera en nuevas empresas como Scratch DJ Academy, un equipo que ofrece cursos de DJ y contrata a DJ para eventos en vivo. Se describe a sí mismo como un fanático de las zapatillas, tan devoto que una vez limpió sus zapatos Adidas con punta de concha con Windex y un cepillo de dientes. Cuando Perpich cumplió 30 años, tenía un par diseñado por el ganador de Funkmaster Flex Sneaker Battle.

Perpich se considera a sí mismo como el tipo detrás de la cortina. “Tengo un profundo aprecio por los talentos que no tengo”, dijo.

Después de la escuela de negocios y una temporada en consultoría, Perpich se unió al Times en 2010 como director ejecutivo centrado en el lanzamiento del muro de pago medido del sitio web, un movimiento que hizo que la empresa se centrara mucho en las suscripciones digitales. “Realmente creo que este es el modelo del futuro”, le escribió a su primo, el exvicepresidente del Times, Michael Golden, antes de unirse al Times.

Luego supervisó el desarrollo de una aplicación de cocina independiente y el popular conjunto de productos Games. “Ha estado usando el paquete de palabras más tiempo que nadie en la institución y, como saben, ha hecho más que nadie para hacer crecer esas cosas”, dijo A. G. Sulzberger.

"La compra de Wirecutter y el comienzo de la aplicación de cocina fue, en mi opinión, la reconstrucción para la era moderna", dijo el ex editor ejecutivo Dean Baquet, quien se reunió con Perpich durante años en la cafetería del piso 14 del Times para intercambiar notas sobre la vida. en las operaciones comerciales y editoriales.

Los colegas dicen que Perpich fomentó la experimentación. “Necesitamos una gran tolerancia para probar cosas”, dijo Alex Hardiman, director de productos. The Times finalizó recientemente un esfuerzo por lanzar una aplicación para niños después de determinar que el esfuerzo sería costoso debido a la necesidad de contenido variado para llegar a diferentes grupos de edad, y sería más inteligente invertir en áreas como deportes y audio, según personas familiarizadas con el asunto

Perpich es consciente del riesgo potencial para la organización de noticias a medida que se aventura en otros negocios. “Desde la perspectiva de la marca, debemos tener cuidado de no ser conocidos como una empresa de juegos”, dijo. “No vamos a ser el próximo Candy Crush”.

domingo, 13 de noviembre de 2022

El País celebra 250.000 suscriptores

Vale la pena esta entrevista a Pepa Bueno, la directora de El País, en el podcast Hoy en El País. O esta otra de Aimar Bretos en Hora 25 de la Cadena Ser.

viernes, 19 de marzo de 2021

El País celebra los 100.475 suscriptores digitales

Les paso (con permiso presunto de su publisher) esta nota de El País de hoy. Va además la foto de los precios de suscripción. 

Agrego el precio de portada del diario: € 1,80 de lunes a viernes; € 2 los sábados y € 2,80 los domingos, lo que da unos € 58 comprar el periódico todos los días.  


El País supera la barrera de los 100.000 suscriptores digitales y consolida el nuevo modelo 

La cifra se alcanza en circunstancias extraordinarias: solo once meses después del lanzamiento, en plena pandemia y con todos los equipos trabajando desde casa. Suman 145.000 con la edición impresa 

A principios de marzo de 2020, El País tenía cero suscriptores digitales. En la sede del periódico se trabajaba en una de las mayores transformaciones en la historia de la compañía, un cambio sobre el que debían asentarse las bases para un futuro estable que garantizara la rentabilidad del diario y, en consecuencia, el empuje de un periodismo independiente de alcance global. Fue entonces cuando se declaró la pandemia del coronavirus, una de esas noticias que marcan a generaciones. Los planes de lanzamiento de un modelo de suscripción digital quedaron pospuestos hasta mayo. Los esfuerzos se concentraron en una labor de servicio público y en adaptarnos a las circunstancias, obligados como tantos otros a trabajar desde nuestras casas ―en el caso de muchos periodistas, también desde la calle o los hospitales―. Hoy, menos de 11 meses después, El País ha construido una gran comunidad con más de 100.000 nuevos suscriptores digitales, que se suman a los 7.918 de la réplica digital del periódico (Kiosko y Más y Kindle) y a los 36.657 de su edición impresa. En total, 145.000 suscriptores que se reparten por todo el mundo, un hito en la prensa española.

Los lectores más fieles respondieron a la propuesta de El País, mientras otras fuentes de ingresos caían como consecuencia de la covid-19, y la venta de ejemplares en los quioscos se tambaleaba por el duro confinamiento. Durante marzo y abril de 2020 se superaron todos los récords de audiencias. En el peor momento de la pandemia, 180 millones de navegadores entraron a la web del diario, consumiendo más de 1.000 millones de páginas vistas en abril. Los ciudadanos, necesitados de información rigurosa y útil, de datos y hechos, vivían pegados a sus teléfonos móviles y a las pantallas de sus ordenadores para comprender lo que estaba ocurriendo en el mundo, en sus países y, en muchos casos, en sus familias. El vínculo permanente que el periódico estableció con su audiencia no tenía precedentes.

En mayo se lanzó el modelo de pago y en las siguientes semanas se unieron decenas de miles de lectores. Por primera vez pagaban por leer en internet noticias, opinión, reportajes, análisis, comprometiéndose con El País en su proyecto de futuro. Así lo recuerda la directora del periódico en aquel momento, Soledad Gallego-Díaz: “Cuando acepté la dirección [junio de 2018] ya éramos todos conscientes de que el futuro de El País dependía de sus suscriptores y de que ese proyecto tenía que llevarse a la práctica lo más rápidamente posible. Nunca tuvimos dudas, ni en la redacción ni en la empresa. Lo que nadie esperaba era tener que arrancar en medio de una pandemia y una crisis económica brutal. Cuando lo hicimos, el 1 de mayo, con grandes historias y nuevos formatos, y vimos la estupenda reacción de los lectores, sentimos todos un gran orgullo y, al mismo tiempo, una enorme presión por mantener alto el listón”.

Durante los meses transcurridos, los suscriptores digitales no han parado de aumentar. A la hora de escribir este artículo, el número exacto era 100.475, una cifra superior a las previsiones que se establecieron en el momento de lanzamiento y con pocos precedentes en cuanto a su rápido crecimiento dentro del ámbito de los medios internacionales. “Estamos apenas arrancando un proyecto de largo recorrido, que corre en paralelo al imparable proceso de transformación digital de la compañía en todas sus áreas”, señala Alejandro Martínez Peón, consejero delegado de El País. “La pandemia lo ha acelerado y vamos a acompañar a la sociedad y a los lectores. Ellos son nuestra guía fundamental. Los resultados en estos meses nos confirman que estamos en el camino correcto para un diario de calidad y global como es El País”, asegura.

El mercado de los periódicos lleva cambiando tres lustros: el trasvase de lectores de las ediciones impresas a las digitales, la irrupción de los teléfonos inteligentes ―Apple lanzó el iPhone el 29 de junio de 2007―; el nacimiento de redes sociales como Facebook ―en septiembre de 2006 se abre a todos los usuarios de internet―, la hiperconectividad o la desaparición de los anuncios clasificados de los diarios son solo algunos de los factores que han golpeado al tradicional modelo de negocio de la industria. 

Salvo contadísimas excepciones, muy circunscritas a medios económicos, la información en internet fluyó gratis hasta hace una década. En 2011 es The New York Times quien da el paso para crear una nueva fuente de ingresos a través de la suscripción a su contenido digital. Luego lo hicieron The Washington Post, Le Monde, el británico The Times y así en cascada, siendo hoy la excepción entre los periódicos de prestigio quienes permanecen en abierto. El hecho de que Google y Facebook tengan casi monopolizado el mercado digital hace casi imposible que grandes redacciones puedan sostenerse exclusivamente sobre los ingresos publicitarios. En España, El Mundo lanzó la suscripción en octubre de 2019 y el pasado domingo anunció que habían llegado a los 60.000 suscriptores, algo menos de los que tiene eldiario.es ―cerca de 63.000―.

Desde mayo pasado, los lectores de El País pueden consultar hasta diez artículos de forma gratuita, pero después necesitan suscribirse para tener acceso completo a los contenidos ―con la única excepción de la información de servicio sobre la covid-19, que es de acceso libre―. Durante las primeras semanas, muchos optaron por la modalidad mensual, pero a medida que se producen renovaciones y transcurren los meses las suscripciones que más crecen porcentualmente son las anuales, síntoma de confianza de los lectores en el proyecto. De los 100.000 suscriptores digitales con que cuenta el diario, una cuarta parte son de fuera de España, reflejo de la condición de El País como referente global de la información en español y muestra de su potencial de crecimiento, especialmente en Latinoamérica.

En este tiempo, el periódico ha seguido trabajando en mejorar su oferta digital: una edición específica para México, una sección de Clima y Medio Ambiente y otra de Educación; nuevos boletines como el adelanto de opinión para suscriptores o el renovado de Materia ―la sección de Ciencia del diario―; podcasts como el del caso Bankia, o las apuestas en infografía, datos y nuevas narrativas, pilares en la cobertura del coronavirus para hacer nuestro periodismo más atractivo y accesible a los lectores. El actual director de El País, Javier Moreno, mira al futuro y reflexiona: “Vamos a salir de esta crisis global con una mejor propuesta editorial y un modelo de negocio prometedor. El periódico que estamos construyendo juntos para los próximos años debe ser testigo y motor de la transformación que viene. Tenemos un proyecto de periódico. Y, lo fundamental, tenemos un proyecto de sociedad compartido por millones de personas en España y en América”.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Socios o suscriptores de elDiario.es y elDiarioAr


Ignacio Escolar acaba de subir a su blog un cambio significativo en el modelo de negocio de elDiario.es. A partir de hoy los suscriptores se llamarán socios. Buena idea y mucho mejor nombre, que te involucra con el medio, pero no deja de ser lo mismo que la suscripción y según el esquema llamado muro de pago poroso (te dejan entrar hasta diez veces antes de cortarte).

Pero la novedad es que elDiario.es seguirá siendo gratuito para los pobres. Basta con avisar que uno es pobre para que lo dejen entrar sin barreras. Escolar confía en que no serán muchos los que le engañen.

Es bueno el discurso de Ignacio Escolar sobre el periodismo. Destaco lo que considero más relevante:

El periodismo no es gratuito. Nunca lo ha sido. Y quienes lo dan gratis normalmente es porque no regalan periodismo, sino propaganda. 
Siempre hay alguien que paga por los periódicos. Y si tú no eres el que paga, ten por seguro que tampoco eres el cliente: eres la mercancía. 
Los ingresos por publicidad en los medios van a seguir cayendo y en el futuro dudo que ningún periódico digno de tal nombre pueda mantenerse abierto sin que sus lectores paguen. Ya no basta con los anuncios para afrontar los costes de una redacción de calidad, que es cara. Por eso todos los grandes periódicos, en todo el mundo, están empezando a cobrar. 
Que los medios dependan de sus lectores es una buena noticia para el periodismo. Los periódicos serán mejores así. Pero en elDiario.es nos preocupa el futuro que estamos construyendo con esa transformación de la prensa. ¿Qué ocurrirá con nuestra sociedad si la buena información es solo para unos pocos, los que puedan pagar? ¿Qué pasará con las personas más vulnerables, en un mundo donde reinan las noticias falsas y la desinformación? ¿Qué efectos tendrá para nuestra democracia un país dividido entre quienes pueden pagar por la información y el resto, que quedará a merced de la propaganda y la manipulación? 
Somos un servicio público. Y creo que los servicios públicos deben financiarse así: entre toda su comunidad de forma justa, no con donativos. Para que todos los disfruten, también quienes no pueden pagar.

Algo más, que ya sabrá. Desde el miércoles pasado está en la web elDiarioAr, la filial argentina de elDiario.es. El director es Guillermo Cullel, y los jefes Martín Sivak, Marcelo Franco y Silvina Heguy, que también serán socios, pero no en el sentido de suscriptores sino de accionistas, junto con Ignacio Escolar.

lunes, 2 de marzo de 2020

Habrá que pagar para leer El País


El País de Madrid se suma a los sitios de pago. Lo anunció el último día de febrero con esta nota. El abono mensual (después de las promociones) será de 10 euros. Y aquí la entrevista a la directora de El País, Soledad Gallego Díaz.

Un dato: hoy la suscripción de El País (comprar el diario todos los días de un mes con 30 días y cuatro domingos) sale 56,60 euros.

jueves, 9 de enero de 2020

El Guardian pide ayuda a sus lectores

Si lee cualquier nota del Guardian en este 2020, en la cabecera va a ver esto:


...y si llega al final, se va a encontrar con esto:
As 2020 begins… 
… we’re asking readers, like you, to make a new year contribution in support of the Guardian’s open, independent journalism. This has been a turbulent decade across the world – protest, populism, mass migration and the escalating climate crisis. The Guardian has been in every corner of the globe, reporting with tenacity, rigour and authority on the most critical events of our lifetimes. At a time when factual information is both scarcer and more essential than ever, we believe that each of us deserves access to accurate reporting with integrity at its heart.
You’ve read more than 8 articles in the last four months. More people than ever before are reading and supporting our journalism, in more than 180 countries around the world. And this is only possible because we made a different choice: to keep our reporting open for all, regardless of where they live or what they can afford to pay. 
We have upheld our editorial independence in the face of the disintegration of traditional media – with social platforms giving rise to misinformation, the seemingly unstoppable rise of big tech and independent voices being squashed by commercial ownership. The Guardian’s independence means we can set our own agenda and voice our own opinions. Our journalism is free from commercial and political bias – never influenced by billionaire owners or shareholders. This makes us different. It means we can challenge the powerful without fear and give a voice to those less heard. 
None of this would have been attainable without our readers’ generosity – your financial support has meant we can keep investigating, disentangling and interrogating. It has protected our independence, which has never been so critical. We are so grateful. 
As we enter a new decade, we need your support so we can keep delivering quality journalism that’s open and independent. And that is here for the long term. Every reader contribution, however big or small, is so valuable. Support The Guardian from as little as $1 – and it only takes a minute. Thank you. 
Support The Guardian

domingo, 10 de febrero de 2019

La era de la información digital de pago en La Vanguardia


Si hay que suponer que El Mundo de Madrid está pensando en cobrar a los lectores, también La Vanguardia (Barcelona) lo está pensando, sobre todo después de este título de hoy para el artículo de Ismael Nafría sobre los avances en suscripciones digitales del New York Times. El artículo vale la pena como todo lo que escribe Nafría sobre la Vieja Dama Gris.

lunes, 4 de febrero de 2019

Para optimizar la billetera corta

Gracias a Darío Gallo me entero del proyecto Scroll que esperan lanzar en los primeros meses de este año. Se trata de una respuesta a la billetera corta, esa que no puede con tantas suscripciones. Aquí una nota en el Wall Street Journal, que copio y pego traducida al castellano (compruebo que traducirla es el mejor modo de estudiar estas notas). No es el primero ni seré el último en intentarlo, la cuestión será ver quién tiene éxito. Entre los proyectos que ya seguí está Blendle, el Uber del periodismo.

Scroll se expande antes de empezar 
Start-up de noticias sin publicidad recaudó USD 7 millones
por Benjamin Mullin / 27 de octubre de 2018 
Scroll, una empresa que apunta a vender suscripciones a un paquete de noticias en línea sin publicidad, está agregando personal antes de su lanzamiento previsto en el primer trimestre del próximo año.

Scroll ha recaudado 7 millones de dólares en nuevos fondos para su contratación planificada, que incluye ingenieros, comercializadores, representantes de servicio al cliente y ejecutivos, dijo Tony Haile, fundador y director ejecutivo de la compañía. Para fines de 2019, Scroll planea emplear a aproximadamente 40 empleados, en comparación con sus 10 actuales.

Esta ronda de financiación, la segunda de Scroll, fue dirigida por Union Square Ventures. El financiamiento eleva el monto total recaudado de Scroll a $ 10 millones, luego de una ronda inicial de $ 3 millones en 2016.

Varios patrocinadores de 2016 aumentaron su inversión, incluidos New York Times Co. NYT -0.88%, Uncork Capital y Axel Springer. Samsung Next, el brazo de capital de riesgo de Samsung Electronics Co., es un nuevo inversor, al igual que Bertelsmann Digital Media Investments. (News Corp., la empresa matriz de Dow Jones, editor de The Wall Street Journal, es uno de los inversores iniciales en Scroll, pero no participó en la nueva financiación).

Haile debe convencer a los editores y consumidores de noticias, dos grupos notoriamente inconstantes, para que adopten su visión: una experiencia de noticias de carga rápida y sin publicidad por $ 5 al mes. A cambio de retener sus anuncios a los suscriptores de Scroll, la compañía promete a las organizaciones de noticias el 70% de los ingresos.

Para los profesionales de marketing que ya enfrentan la propagación de medios en los que no pueden publicitarse, Scroll tiene el potencial de hacer que el inventario de anuncios premium sea más escaso. Sin embargo, los editores que se enfrentan al uso creciente de los bloqueadores de anuncios pueden encontrar esta como una posible solución parcial.

La compañía había formado previamente editores como Business Insider, Fusion Media Group, Atlantic y MSNBC. El jueves, el Sr. Haile anunció varios nuevos participantes, incluidos BuzzFeed, Vox Media y el Daily Beast, lo que elevó el número de socios a 27.

"El gran desafío de este negocio fue siempre lograr que los editores se unan cuando históricamente no ha estado en su naturaleza trabajar juntos?", dijo Haile. "Todos los principales nativos digitales ahora están trabajando con Scroll".

Scroll parcelará su participación en los ingresos con los editores en función de la cantidad de tiempo que los suscriptores pasan con su contenido, con un grupo de "bonos" que paga extra por cada suscriptor que pasa el 20% o más de su tiempo con un editor determinado.

Si bien la compañía está probando su producto con aproximadamente 200 personas, algunas pagadas y otras no pagadas, su atractivo más amplio aún no se ha comprobado.

Haile dijo que la creciente adopción del software de bloqueo de anuncios muestra que las personas están cada vez más frustradas con la publicidad intrusiva. Alrededor del 31% de los usuarios de internet de los EE.UU. utilizarán un software de bloqueo de anuncios este año, un aumento del 15,7% en 2014, según eMarketer.

El software de bloqueo de anuncios a menudo es gratuito, pero Haile dijo que vale la pena pagar Scroll, en parte porque funciona en teléfonos y otros dispositivos que son más resistentes al bloqueo de anuncios que los equipos de escritorio y portátiles.

Según una investigación de la compañía de software de marketing HubSpot y Adblock Plus, un fabricante de software de bloqueo de anuncios, el 83% de los usuarios de Internet encuestados en los EE.UU., Gran Bretaña y Alemania quieren la opción de bloquear los anuncios en teléfonos móviles y tabletas.

Haile dijo que las funciones de desplazamiento en múltiples dispositivos colocan una "cookie" en los navegadores de cada suscriptor. Cuando un editor habilitado por Scroll detecta una visita de un suscriptor de Scroll, sirve una versión sin publicidad de su contenido. Scroll también está diseñado para funcionar en aplicaciones propias de los editores, pero esa funcionalidad es opcional.

Scroll se planeó inicialmente para lanzarse este año, pero Haile dijo que suscribirse a los editores demoró más de lo esperado. La novedad del modelo de negocios de Scroll, combinada con las prioridades en competencia de las organizaciones de noticias, ha hecho que el trato sea lento. "Nuestro enfoque en los próximos meses es expandir esta versión beta privada e integrar a más y más publicadores a medida que avanzamos", dijo Haile.

miércoles, 30 de enero de 2019

La inflación de suscripciones también nos puede matar

La llave está en los contenidos indispensables que hacen que paguemos una suscripción, pero por más baratas que sean no podemos suscribirnos a todo porque no hay billetera que alcance.

The Subscription-pocapyse is About to Hit de Brian Moritz* (publicado entre las predicciones del Nieman Lab para 2019) es corto y bueno. Y si no sabe inglés, los traductores de internet están cada día más afilados. Para probarlo le copio la traducción de Google con algún pequeño arreglo y algunas negritas para resaltar:

¿A cuántas cosas estás suscrito ahora? 
¿Cuántas organizaciones de noticias, escritores, blogs o podcasts pagas cada mes? 
¿A cuántos planeas estar suscrito en este momento el próximo año? 
El crecimiento del modelo de suscripción ha sido uno de los mayores avances en el periodismo en línea en los últimos años. En el mundo de los deportes, donde se encuentra mi investigación, esto se ve más claramente por el crecimiento de The Athletic, el sitio exclusivo para suscripciones que se ha expandido a todos los principales mercados profesionales en los EE. UU. Y en noviembre recibió $ 40 millones en fondos de capital de riesgo. 
Pero en 2019, parece que se avecinan algunos cálculos. Hay una suscripción-pocalypse que se avecina. Y los periódicos van a ser golpeados por eso. 
El modelo de suscripción tiene mucho sentido para los editores. El modelo basado en publicidad que apoyó a la industria durante 100 años no funciona en un mundo digital donde Facebook y Google tragan casi el 60 por ciento de todos los ingresos de publicidad en línea. 
Un modelo de suscripción proporciona un flujo constante de ingresos que no depende del tráfico. En teoría, esto incentiva mejores historias porque las publicaciones no tienen que perseguir clics. Este es el modelo de The Athletic y está funcionando bien para ellos. 
Pero la respuesta para los periódicos es no incluir todo en un modelo de suscripción. De hecho, el apocalipsis de la suscripción es un problema potencialmente doble para los periódicos. 
El primero radica en 50 años de prácticas institucionalizadas. Lo que estamos viendo en el mundo digital es que los modelos de suscripción tienen más sentido cuando se dirigen a lectores de un escritor, tema o voz específicos. 
La promesa implícita de un sitio de suscripción es que estás obteniendo algo por lo que vale la pena pagar, algo que no puedes obtener en ningún otro lugar. Es lo que mi amigo, el Dr. Andy Billings, llamó el modelo de HBO: mientras tenga algo sin lo que no puedes vivir, seguirás pagando por ello. 
El problema para los periódicos es la idea de darles a las personas algo que deben tener. Los periódicos son medios de comunicación masivos, lo que significa que tienen que llegar a una amplia audiencia; y en los deportes, eso significa que tienen que tener una historia del juego por si alguien no sabe quién ganó, pero esa no es la audiencia a la que va un sitio solamente de suscripción. 
Y eso lleva al segundo problema para los periódicos. Los presupuestos de suscripción de los consumidores chocan contra una pared. No podemos asumir que la gente se suscribirá a todo. No se puede esperar que la gente se suscriba a su periódico local (que es vital para la democracia, les decimos) Y The New York Times, y el Washington Post (porque la democracia muere en la oscuridad), y Netflix, y Hulu, y HBO Go, y The Athletic, y ESPN Plus, y su podcast favorito en Patreon, y... 
Esa es la idea 
¿A cuántas cosas estás suscrito? 
¿A cuántas te suscribirás en un año a partir de ahora? 
El apocalipsis de la suscripción está llegando. 
Si estás publicando un periódico, ¿qué estás haciendo para acertar el corte justo en las audiencias? La necesidad obligatoria de informarse no es suficiente...

*Brian Moritz es profesor asistente de producción de medios digitales y periodismo en línea en SUNY-Oswego y autor de Sports Media Guy.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Estrategias bastante obvias para aumentar suscripciones


Interesante versión en español by Miguel Pellicer de este PPT sobre estrategias –bastante obvias, por cierto– para aumentar las suscripciones digitales del Lenfest Institute.

miércoles, 28 de febrero de 2018

Razones para pagar por periodismo


El video y la nota con los resultados del estudio están en el sitio del American Press Institute. 

Paths to Subscription: Why recent subscribers chose to pay for news

This research was conducted by the Media Insight Project — an initiative of the American Press Institute and the Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research

Funding for the news industry is going through an epochal change, the implications of which cannot be overstated. In the future, virtually all signals suggest less of the revenue will come from advertising and more from consumers paying for news.

The move toward subscriptions will require measuring audiences differently, with analytics that measure deep engagement and not just page views. Publishers will need to segment audiences by their loyalty also and by their eventual likelihood to pay. Perhaps most significantly, the newsroom and business sides of news organizations will be aligned more than before. The move toward subscriptions places the newsroom—and quality content worth paying for—at the center of the business strategy.

To help understand this new landscape, the Media Insight Project, a collaboration of the American Press Institute and The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, has conducted a series of studies over the last 18 months to understand what moves readers to subscribe.

This latest study may be the largest study ever undertaken of people who have recently subscribed to newspapers. It surveyed people who subscribed in the last three months to 90 local newspapers across the country. The survey of more than 4,100 recent newspaper subscribers captures their motives and mindsets at the time of the decision. The sample was large enough to see differences among large papers and small, reader preferences for digital consumption versus print, Democrats versus Republicans, and a host of other factors.

In this report, we identify nine distinct “paths to subscriptions”—the motives and conditions that together lead a person to subscribe. Some people are looking for coverage of a particular passion topic. Others have subscribed because of a change in their lifestyle. Some want coupons to save them money. Some discovered the paper through social media. Others want to support journalism as an institution. All are subscribers.

The findings reveal opportunities for publishers and also challenges: To understand the paths to subscription and help each reader along his or her journey, to deliver the types of value and engagement that each group desires, to tailor marketing tactics to each group, and to use this framework as a foundation for their own audience research.


Highlights: What motivates new subscribers

Among the study’s findings:
  • Quality and accuracy matter to nearly every subscriber group, especially after they subscribe. When asked for the most important reasons they use the newspaper, now that they subscribe, people are most likely to cite a publication’s accuracy (78 percent), its willingness to admit mistakes (69 percent), and its dealing fairly with all sides (68 percent) as most important. 
  • The findings offer an opportunity and also a warning for publishers. They suggest that cutting back on newsrooms now (as many publishers do to maintain profit margins against declining revenue) imperils any long-term subscription strategy. Publishers may have to accept a smaller, or in some cases no, margin of profit now to invest in the content quality that potential subscribers demand. 
  • Regardless of their underlying motivations, many subscribers are triggered by discounts at just the right time. Nearly half of all recent subscribers (45 percent) cited pricing promotions as the immediate trigger, more than double any other factor. 
  • Market size matters. There are some important differences between what drives people at small or medium-sized papers and metros (large and small). New subscribers to small papers are more likely than those at large metros to prefer print over digital (85 percent vs. 56 percent) and to subscribe after moving to town (23 percent vs. 13 percent). Subscribers to large metros are more likely than those at small papers to subscribe after noticing a lot of interesting articles (45 percent vs. 30 percent). 
  • Print and digital subscribers are different. Digital subscribers in this study tend to be younger, male, and more educated than print readers. Digital readers are more often attracted by good coverage of a particular topic than are print readers (38 percent vs. 25 percent), and by noticing especially useful or interesting content (47 percent vs. 36 percent). Half of digital subscribers are triggered to subscribe by hitting a paywall meter, and they are more likely than print readers to be motivated by a desire to support local journalism (38 percent vs. 29 percent).
Some factors that drive people to subscribe sit in the “background.” They are preconditions that will lead to subscribing eventually, elements such as the degree of interest in news, having noticed a lot of interesting articles, or being worried about the accuracy of other news sources in the community.

Other factors are specific “triggers” that cause someone to finally subscribe. These may or may not be directly related to the background factors. But for different subgroups, these different trigger factors can be far more or less important. For example, among print-focused subscribers, coupons triggered 26 percent, and among digital subscribers, a paywall meter triggered 47 percent.

When asked to volunteer in their own words why they decided to subscribe to a newspaper, the answers echoed the sense that a complex blend of factors are at play. The biggest factor that people mentioned in their own words was a desire to be connected to community.
Top reasons to subscribe in their own words
Combined, all these different findings suggest that publishers need to understand audiences at a much deeper level than they did when the model was maximizing the number of people who encountered the product in order to maximize advertising.

To conduct this survey, we partnered with 90 different newspapers across the country from 12 different newspaper companies. The publishers ranged from some of the largest newspaper chains in the country to smaller companies with a single paper. Each publisher provided contact information for all people who began subscribing to their papers between August 1 and October 31, 2017. All recent subscribers with a valid email address received an email invitation to complete the survey online, and 4,113 completed the survey between November 9 and December 13, 2017. We used the email addresses only for the purpose of this study, and we made sure to protect the confidentiality of all potential respondents.

This convenience sample includes many recent newspaper subscribers from various size papers across the country; however, the findings of the study might not apply to all subscribers or newspapers. The newspapers that participated in the study could be different in some ways from newspapers that did not, and people who completed the interview could be different in some ways than those who declined to respond.

domingo, 10 de diciembre de 2017

La monetización que sí funciona

En El Español de hoy:
Las suscripciones digitales en prensa sí funcionan: cinco casos de éxito 
Periódicos de EE.UU. y Reino Unido están aplicando con éxito modelos de venta de contenidos digitales.
por Fernando Cano 
2017 nuevamente cerrará con malas noticias para la prensa. Las previsiones indican que al explosivo cóctel de caída de la circulación y de reducción de la publicidad en papel se ha sumado un nuevo y peligroso ingrediente: la ralentización de los ingresos por publicidad digital, que impide que los grandes editores de prensa compensen el desplome del papel.

Desde el comienzo de la crisis hace una década, la publicidad digital había sido un refugio para los editores, pero la irrupción de Facebook y Google, captando al menos siete de cada diez euros (de un total de 1.565 millones) que se invierten en publicidad digital, deja muy poco espacio para ganar cuota de mercado.

Los últimos datos de Infoadex indican que la publicidad en diarios en papel cayó un 8,5% entre enero y septiembre y que la digital solo mejoró un 5,4%. Si consideramos que todavía más del 60% de los ingresos publicitarios de los diarios llegan por el papel, la cifra final es preocupante. De hecho, a este dato hay que sumarle que las ventas de los grandes diarios hasta octubre han caído una media del 15%.

Éxito en EE.UU. y Reino Unido

Con estas cifras, es más que probable que al cerrar este año los grandes editores reduzcan sus ingresos globales ya que la publicidad digital crecerá menos de lo que caerá su facturación impresa. Una coyuntura que obliga a buscar soluciones y explorar vías de financiación por venta de contenidos.

Un modelo que no es ajeno a los medios españoles y que algunos grupos como Vocento ya experimentan en algunos de sus diarios regionales como El Correo, El Diario Vasco o El Diario Montañes. El problema es que ninguna gran cabecera tradicional -entendida como un grupo con ediciones en papel y digital- se atreve a dar el paso, argumentando que el mercado no está maduro y que ningún modelo en el mundo ha demostrado su eficacia.

No obstante, sí existen modelos exitosos que han demostrado que el pago es posible. Modelos de los que los grandes editores podrían extraer algunas lecciones. EL ESPAÑOL cuenta sus historias.

'The New York Times'

La dama gris alcanzó los 2,48 millones de suscriptores digitales de pago al cerrar el tercer trimestre (NYTimes.com, Crosswords y Cooking), un incremento de 154.000 respecto al trimestre anterior y del 59,1% en un año. El dato es clave para explicar que en este mismo periodo los ingresos globales crecieran un 6,7% después de un retroceso del 9% de la publicidad y una mejora del 13,6% por los ingresos por suscripciones.

Hasta septiembre el 35% de los ingresos totales ya llegan por la vía digital (publicidad más suscripciones) frente al 58% de la edición impresa. Se espera que para 2010 el 50% ya sea digital. Visto el éxito y con un precio medio mensual de 15 dólares -lo mismo que cuenta una suscripción de Netflix o la compra de unos diez ejemplares en papel- The New York Times ha decidido dar un nuevo paso.

El diario ha anunciado hace pocos días que reduce de diez a cinco el número de noticias gratuitas que se pueden ver en su portal. En 2011 cuando decidió apostar por el pago, este muro era de veinte noticias. Se avanza hacia un modelo de pago total.

'The Wall Street Journal'

El diario propiedad de News Corporation (Rupert Murdoch) ya roza el millón de suscriptores digitales. El periódico alcanzó a finales del mes de junio la cifra de 948.000 suscriptores digitales, lo que supone 195.000 más que los 753.000 que tenía el año anterior.

Los directivos del grupo han señalado en un comunicado que “el éxito de The Wall Street Journal es una clara muestra de la importancia del contenido de alta calidad que interesa a un público global”. Con un mercado publicitario inestable para la prensa, “la necesidad de contenido fiable y audiencias premium no hará más que aumentar”, indican.

Un cifra de abonados que, además, le permite tener datos de una audiencia muy atractiva para anunciantes. “El 79% es hombre, el 88% está por encima de los 50 años y el 70% gana más de 100.000 dólares al año. Más de nueve de cada diez lectores (92%) tiene educación universitaria”, ha indicado recientemente Carla Zanoni, editora ejecutiva del desarrollo de la audiencia del WSJ.

'The Washington Post'

En agosto de 2013 Jeff Bezos, el dueño de Amazon, compraba The Washington Post, la mítica cabecera que destapó el Watergate, pero que en los últimos años atravesaba por serios problemas económicos. Bezos apostó desde el primer momento por la reconversión digital.

En mayo, según cifras de Comscore, tuvo 78,7 millones de usuarios únicos y 811 millones de visitas. En términos globales los datos de crecimiento se sitúan en el 22% interanual. Una mejora que también se ha traducido en aumento de abonados solo digitales. En una nota interna distribuida a los empleados el editor Fred Ryan aseguraba que “a principios de este año cruzamos la marca de un millón de suscriptores de pago exclusivamente en digital”.

El responsable del Post también desveló que las suscripciones digitales se han triplicado respecto al año anterior. El diario también ha apostado por el pago en contenidos digitales que ha ido de la mano del contenido de calidad, las exclusivas y las investigaciones que se ha realizado a la administración del presidente Donald Trump.

'Financial Times'

En noviembre, el diario financiero anunciaba que tenía 900.000 suscriptores, de los cuales más de 700.000 son suscriptores exclusivamente digitales y otros 190.000 corresponden a la edición impresa. En una nota interna dirigida a su personal, el director ejecutivo John Ridding calificó de “un hito importante y un logro fantástico” haber alcanzado la mayor cantidad de lectores de pago en sus 130 años de historia.

En 2013 los abonados digitales de Financial Times superaron a los del papel. Tan solo un año después, el diario consiguió que los ingresos relacionados con el contenido superara a los derivados de la publicidad. Sin embargo, no sería hasta diciembre de 2016 cuando el diario consiguiera que sus ingresos digitales también fueran superiores a los del diario en papel, convirtiéndose así en el primer periódico británico en lograrlo.
'The Guardian'

A diferencia de otros medios como The New York Times, The Wall Street Journal, Financial Times o The Washington Post, el británico The Guardian decidió no instalar un muro de pago para sus contenidos digitales, sino apostar por las membresías. La consulta de sus contenidos es gratuita, pero el diario pide a sus lectores que colaboren económicamente para apoyar su labor periodística.

The Guardian ofrece tres tipos de membresía: el supporter, que aporta 5 libras al mes (65 dólares al año), el partner 15 libras mensuales (196 dólares al año) y el patron 60 libras al mes (790 dólares anuales). Un modelo que les ha permitido tener 800.000 lectores que le apoyan económicamente, lo que ha propiciado que ya reciban más ingresos de sus suscriptores que de sus anunciantes.

Medio millón de lectores son suscriptores o miembros de The Guardian, mientras que otros 300.000 usuarios han realizado durante los últimos doce meses algún tipo de aporte económica individual. El diario cuadriplicó los lectores que pagan una membresía mensual, pasando de 75.000 a 300.000 miembros el año pasado.

domingo, 19 de noviembre de 2017

El dinero no se gana ganando dinero


Es un viejo principio que siempre sostuvimos (ver links de abajo) en esta casa –como dice Toni Piqué. Y lo certifica Alfonso Sánchez Tabernero en esta entrevista de María Cedrón que publica La Voz de Galicia. El principio es que en esta industria se ganan dinero cuando no se quiere ganar dinero sino servir a la verdad y a las audiencias. Es lo que pasó hace 100 o 200 años con los fundadores de los grandes periódicos, que querían cambiar el mundo y no ganar dinero. Muchos –los que conocemos– ganaron dinero intentando cambiar el mundo.
«Pensar en cómo cautivar al público es la forma de acertar con el contenido» 
No tiene una bola de cristal. Es lo que dice. De hacerlo habría logrado solventar el gran problema al que llevan dando vueltas desde hace años las empresas relacionadas con el periodismo o el sector audiovisual. Alfonso Sánchez Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, autor de Los contenidos de los medios de comunicación: Calidad, rentabilidad y competencia, que acaba de pasar por las aulas del Máster en Produción Xornalística e Audiovisual, organizado por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre y la Fundación Amancio Ortega, cree que la mejor fórmula para acertar con los contenidos es «pensar en cómo cautivar al público porque cuando nuestras acciones pierden como hilo conductor al público es cuando nos equivocamos».

-¿Qué pasa cuando olvidamos eso?

-Muchas veces pensamos primero en la cuenta de resultados. Pero estos son el resultado de que hayamos sabido cautivar al público. Esa es la paradoja.

-¿Nos equivocamos cuando, por ejemplo, reproducimos algo en papel porque arrasa en Internet? 

-Aunque el público sea el mismo, tiene una expectativa diferente. Es lo mismo que cuando alguien acude al McDonald’s o va a un restaurante de cinco tenedores. Cuando come en el primero quiere algo rápido y barato. En el otro quiere degustar los platos despacio y bien. El problema es cuando el restaurante con tenedores quiere imitar la estrategia competitiva que ofrece el de comida rápida. Una cosa es que quiera entrar en la web un momento para ver las últimas noticias sobre Cataluña y otra que quiera saber cómo de compatible es el Islam con la tolerancia, cómo me puedo informar bien de ese tema, cómo afecta a la comunidad en la que vivo... No puedo instruirme echando únicamente un vistazo rápido. Entonces busco una marca periodística que lo cuente de un modo que pueda comprenderlo. Hay diferentes públicos que piden cosas diferentes en cada momento y cada plataforma.

-Lo mismo que la hamburguesa es mucho más barata que el entrecot, tampoco podemos cobrar lo mismo... 

-La calidad resulta cara. Solo puedes tener calidad con un modelo de pago. Antes había una estrategia para generar ingresos basada en el pago, en la publicidad. Ahora hay muchas otras alternativas, más pequeñas, pero que juntas pueden generar rentabilidad. Un error de las empresas fue decirle al público mis contenidos no valen nada o igual que lo que dice un señor que no dispone de ninguna credibilidad. Las empresas adoptaron una estrategia de suicidio. Es normal que no cobres un producto malo, pero cuando tienes un grupo de trabajadores preparados puedes hacer un contenido único por el que la gente está dispuesta a pagar.

-¿La estrategia para sobrevivir es ofrecer calidad? 

-Antes estaba en clase comentando que el mejor modo de entrar en mercado es el sensacionalismo, pero también el peor para continuar. Justo en eso es lo que hay que pensar. ¿Quiero una rentabilidad rápida cargándome la marca o la credibilidad?

El negocio del periodismo (1), en Paper Papers, 13/2/2009
El negocio del periodismo (y 5), en Paper Papers,  27/2/2009
Bien Erika Berger, en Paper Papers, 27/12/2009
El verdadero negocio del periodismo, en Paper Papers, 18/10/2011

jueves, 2 de noviembre de 2017

O empezamos a cobrar o esto se va al garete

Quizá pueda entrar en The New York Times y leer allí mismo el artículo. Si no puede y sin permiso le paso la copia que conseguí. El título del post es del tuit de Vicente Lozano que traía el link

New York Times Co. Reports Solid Digital Growth as Print Slides
By Sydney Ember
The New York Times Company continued its march toward a digital future in the third quarter of 2017, as strong growth in digital advertising and new online subscriptions helped counteract a further collapse in print advertising.

The company said on Wednesday that digital advertising revenue in the quarter rose 11 percent, to $49 million. The company also added 105,000 net digital-only subscriptions for its news product, helping to push digital subscription revenue to $86 million, a 46 percent increase compared with the same period a year ago. Over all, the company said, total revenue increased 6 percent in the quarter, to $386 million.

Including subscriptions for its crossword and cooking products, The Times now has nearly 2.5 million digital-only subscriptions.

The Times, however, has not been immune to the punishing, industrywide downturn in print. Print advertising revenue fell 20 percent in the quarter, fueling a 9 percent decrease in total advertising revenue.

“This was another strong quarter,” Mark Thompson, the chief executive of The Times, said during an earnings call, although he added that the market for print advertising remained “challenging.”

Mr. Thompson praised the “sheer breadth” of journalism at The Times, comparing the company to a “multi-ocean Navy” because of its ability to break and cover international and national news while also dedicating resources to investigations. He also cited The Daily, The Times’s popular podcast, which he said had been downloaded more than 100 million times since February.

The sound, if not earth-shattering, financial results were announced as The Times fundamentally reshapes itself into a business no longer rooted in newsprint. In the last several months, it has eliminated its copy desk, offered buyouts to employees and reorganized the structure of its newsroom.

But from a financial perspective, The Times appears to be moving in a positive direction.

The $64 million in print advertising revenue represented just 17 percent of the company’s total revenue in the third quarter, Mr. Thompson said, and was $22 million less than revenue from digital subscriptions. He said The Times was on track to reach its goal of $800 million in annual digital revenue by 2020, and he reiterated that he did not think it was unreasonable to project that the company would one day have 10 million subscribers.

Operating profit for the quarter increased to $33 million, from $9 million in the same period last year. Adjusted operating profit rose to $57 million, from $39 million. (Adjusted operating costs in the quarter rose slightly, to $329 million from $324 million compared with the third quarter of 2016.)

Total subscription revenue increased 14 percent in the quarter, to $247 million, partly because of digital subscription growth. Other revenue, which include revenue associated with Wirecutter, a product-review and recommendation site that The Times bought last year, rose 18 percent.

Times executives project that digital subscription revenue will increase about 40 percent in the fourth quarter, but Mr. Thompson said the company expected digital advertising growth for the fourth quarter to be flat or down slightly compared with the same period a year earlier.

Still, he added, “We remain fully confident in our ability to deliver sustainable revenue growth in digital advertising.”

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Soporte digital y periodismo sustentable

Daniel Dessein, el presidente de ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentina), estuvo en la INMA (International Newspapers Marketing Association) de Dallas. Les paso el resumen que publicó en el sitio de ADEPA.
Lo que viene en la estrategia de suscripciones 
En el seminario de paywalls de la INMA, realizado el jueves pasado en Dallas, se analizaron los últimos cambios, éxitos, fracasos, variantes y desafíos de los sistemas de pago.
2017 es el año uno de las suscripciones digitales en la industria periodística argentina. Los diarios norteamericanos llevan más de un lustro experimentando activamente con el cobro por acceso digital. El 75% de los diarios norteamericanos superiores a 50.000 ejemplares y un porcentaje significativo de los más chicos fijan algún tipo de restricción al consumo de sus contenidos en la web en un mercado en el que el 10% de la población adulta paga por información online. Repasar las experiencias presentadas en la INMA de Dallas implica asomarse al porvenir de los muros de pago o, al menos, a una de sus posibles fisonomías. 
¿Qué se debate hoy en la industria norteamericana? La evolución, las contramarchas, los ajustes, los defectos y virtudes de los modelos. Son muchos los medios que implementaron grandes virajes o modificaciones sensibles en sus sistemas.
The New York Times, que apostaba hace una década al fallido “Times Select”, consolida desde hace seis años el paywall poroso, la variante más adoptada por los medios alrededor del mundo. Pero hay mucho más que decisiones sobre la altura de la barrera de notas gratuitas, el precio o el discurso pedagógico de los anuncios de suscripción. 
Con más de un millón de suscriptores (300.000 en el último año) detrás de un hardwall, el caso del Wall Street Journal es uno de los referentes en la materia. Jon Buckley, director de ventas digitales del WSJ, hizo una presentación futurista para muchos. Cada uno de los usuarios no suscriptos a su edición digital tiene un score de propensión de suscripción en base a su tasa de retorno al sitio y tipos de lecturas, entre otros indicadores. “Lo fundamental es darle la experiencia correcta a cada usuario y recordarle, a través de constantes avisos de suscripción, que somos un sitio basado en la membresía”, resaltó Buckley.
Desprovisto de las excepcionales características en reconocimiento de marca, target y alcance de diarios como el WSJ o el NYT, el Boston Globe es un caso más “terrenal” para la mayoría de los diarios metropolitanos. Sus directivos se hicieron la gran pregunta que nos hacemos todos: ¿Podremos convertirnos en una empresa exclusivamente digital y sustentable? Su respuesta es afirmativa y lo distintivo es que se apoya en números. 70 millones de dólares es la cifra que marca la sustentabilidad del periodismo de calidad que hoy produce el medio, nos revela Peter Doucette, jefe del departamento de ingresos. Y especifica que actualmente, con suscriptores digitales que este año quebrarán la barrera de los 100.000, alcanzan el 57% de esa meta. 
¿Qué ocurre con los más chicos? Robert Saurer, vicepresidente del departamento de marketing de Gate House Media, nos cuenta que la mayoría de los 135 diarios (pequeñas publicaciones comunitarias, en su mayoría) hoy tienen un paywall.
¿Qué ocurre con aquellos medios que no tienen una gran corporación detrás para costear la implementación y coordinación de los sistemas? Christian Panson, vicepresidente del área digital del Winnipeg Free Press, un periódico canadiense que promedia los 50.000 ejemplares, brinda detalles interesantes: “Nuestro problema es la escala. Solo tenemos un millón de personas (la cantidad de habitantes de su ciudad) con las que podemos interactuar”.
Los lectores de la edición online se enfrentan con un loginwall al tercer artículo leído. Allí se abre un período de prueba de 60 días. El día 61 el lector recibe una oferta. Si en ese lapso leyó más de 40 notas, un pedido de suscripción. Si fueron menos de 40, una oferta de micropagos (27 centavos por nota).
Hoy el diario tiene 37.000 suscriptores digitales. Dos tercios son suscriptores del papel con acceso gratuito. 6.500, suscriptores digitales puros. Y otros 6.500, lectores de micropagos que sumaron 760.000 artículos en el último año. Tres años después de la instalación de este sistema híbrido los resultados no son descollantes, confiesa Panson, pero sí constituyen una base sólida para crecer. También deja una reflexión inquietante: “Nunca mando a los miembros de mi equipo a congresos de nuestra industria sino de otras. Nosotros sólo hablamos de supuestos éxitos y tenemos que hablar de los fracasos”.
Indicadores
Matt Lindsay, de Mather Economics, señala algunos parámetros para planificar la estrategia comercial: “La aceleración de páginas vistas y el incremento de visitas a la web de un mismo usuario son dos de los mayores indicadores de propensión a la suscripción. Otro es páginas vistas de contenido local. Son indicadores que marcan el momento de hacer la oferta. Pero debemos pasar de una estrategia ‘one fits all’ (un mismo tamaño para todos) a una personalizada”. 
Valentin Cornez, de Google, da detalles de Fuse, el proyecto de su compañía para ayudar a los medios a procesar el tsunami de datos que tienen para luego identificar la estrategia eficiente, en cada momento, para cada segmento de audiencia. “Clasificados en casuales, leales, devotos y suscriptos, nos proponemos impulsarlos en cada escalón para avanzar en el proceso de conversión”, dice Cornez.
El programa proporciona una comparación de los datos del medio (tasa de conversión, propensión promedio de los distintos tipos de tráfico, etc) con los de la industria. 
“Tenemos que hacer preguntas -apunta el representante de Google-; tenemos que saber si el usuario planea suscribirse, si la respuesta es negativa conocer el motivo y lo que espera de una suscripción”.
Piano es la empresa que más paywalls ha instalado en el mundo y posee estudios particularmente valiosos para los que se disponen a cobrar. Jonas Rideout, representante de la empresa, lo primero que hace es ahuyentar los temores sobre pérdida de publicidad. “Con una audiencia premium identificada, incluso pueden incrementar esos ingresos”, señala. También, desde Piano, nos impulsan a revisar conceptos. “No están instalando un muro de pago; están construyendo un negocio de suscripciones, que es algo que va mucho más allá”, resaltan.
Algunas lecciones de la experiencia de Piano:
– Lo primero es clasificar, conocer a la audiencia, y la herramienta es el signwall o muro de registro. 
– Luego viene la oferta de la suscripción y para ello es clave conocer cuál es el momento indicado para cada tipo de usuario. Puede ser a la quinta nota leída si viene de redes sociales, o a la tercera si es tráfico directo. 
– La propuesta de valor y los paquetes deben ser claros. Hay que resaltar el tipo y la cantidad de beneficios. 
– A los usuarios hay que pedirles que se suscriben más de una vez (siete veces es el promedio de los medios que trabajan con Piano). 
– El modelo poroso funciona mejor en medios generalistas.– El valor de un suscriptor anual duplica al de uno mensual. 
– Hay que tener cuidado con los “perros dormidos” (dos tercios de los suscriptores no consumió contenidos en el último mes). 
Paywall defensivo 
No todos ven al paywall como una vía clave para acelerar su transformación digital. Algunos lo conciben como un dique de contención que ayuda a preservar la edición impresa. Es el caso del Honolulu Star Advertiser.
Se trata de un diario con ciertas tendencias inversas a las que registra la amplísima mayoría de las publicaciones. Veamos: Con 285.000 ejemplares diarios de promedio y 14 millones de páginas vistas al mes alcanza al 76% de la población adulta de Hawaii. 
Este porcentaje lo convierte en el diario metropolitano de mayor penetración en los Estados Unidos. Pero lo más sorprendente es que en el último año su circulación subió.
El propósito de su muro de pago es proteger los contenidos. “Y también los 30 millones de dólares de ingresos al año”, aclara, sin vueltas, J. David Kennedy, directivo de Oahu Publications. 
Aaron Kotarek, otro de los directivos de la empresa hawaiana, agrega: “Queremos que los compradores de la edición impresa sepan que el contenido por el que pagan no lo reciben otros gratuitamente. En la suscripción digital no hay descuentos ni promociones. Vivimos en un isla y no querríamos que los que pagan se enteraran que hay otros que pagan menos”.
Después de leer la tercera nota en el sitio, el lector se topa con un muro de registro. A la quinta, con el pedido de suscripción. Hoy cuentan con 5.000 suscriptores digitales puros.
Lecciones vikingas
Earl Wilkinson, presidente de INMA, acaba de llegar de un viaje por los países escandinavos con mucho para contar.
Lo que los escandinavos están haciendo muy bien, sostiene Wilkinson, es el cambio cultural. Tienen una cultura corporativa que gira en torno a lo digital, manejan KPIs y scorings de contenidos actualizados, las redacciones están reenfocadas y tienen una sana obsesión por los datos. 
Noruega ofrece muchos ejemplos que vale la pena analizar. En 2015, la mayoría de los diarios noruegos lanzaron juntos sus muros e pago.
Amedia, compañía que tiene 63 títulos con una circulación conjunta de medio millón de ejemplares tiene 151.000 suscriptores digitales puros. Una cuarta parte de ellos, menores de 40 años. Su patrón de medida son los visitantes únicos diarios (no los mensuales) y tienen un foco en los usuarios leales que no se suscriben, como también en los temas que disparan las suscripciones (salud, inmuebles, transporte, policiales). 
El Aftenposten reemplazó su paywall poroso por un freemium híbrido (6 artículos libres y 35% del contenido cerrado). La estrategia se apoya en newsletters personalizados y beneficios segmentados.
El Aftenbladet es uno de los pocos diarios que están revirtiendo los porcentajes de la ecuación generalizada de ingresos.
Hoy la mayoría de sus ingresos son digitales.
El Dagens Nyheter, diario sueco con 280.000 ejemplares diarios promedio, tiene una meta ambiciosa pero no inalcanzable por el ritmo que tienen: 400.000 suscriptores para fines del próximo año. Su jefe de redacción, un periodista de 39 años, es el encargado de las suscripciones digitales. “Eso es cambiar la cultura”, dice el presidente de INMA.
Estas son algunas de las lecciones escandinavas:
– El lector debe estar en el centro y hay que adaptarse a sus tendencias. 
– Debemos entregarle una propuesta de valor adecuada. 
– Las suscripciones deben priorizarse dentro de la organización para tener éxito. 
– Hay que fortalecer la comunicación interna en las compañías. 
– Debemos obsesionarnos con la economía del contenido y los disparadores de las suscripciones.
Conclusiones finales
No hay respuestas mágicas. Cada mercado es único. Cada organización es única. Cada lector o potencial lector son únicos. Pero hay ejemplos y tendencias útiles para encontrar el camino para cada caso.
Los modelos de cobro están en plena evolución y probablemente siempre lo estarán. Arribamos al consenso de que no podemos seguir ofreciendo nuestro contenido gratuitamente y sabemos que la publicidad digital no pagará las cuentas.
Tenemos que sofisticar la producción, concentrarnos y multiplicar ese 10% que dispara las suscripciones. Se consolida el modelo freemium apoyado en datos. No podemos seguir a ciegas. Debemos apoyarnos en ellos para encontrar la fórmula adecuada para cada medio.