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viernes, 1 de enero de 2016

¿Hace mucho que no ve Le Monde en papel?

Los fans de los diarios impresos deberían echar un vistazo a lo que está haciendo Le Monde. Tanto fijarse en la pirotecnic gráfica de Libération y resulta que las cosas de leer están en el diario de al lado. Bueno, de leer o no. El jueves pasado, el Monde llevaba una entrevista a la cantautora catalana Silvia Pérez Cruz (incline la cabeza, por favor). Esta:


Clic para ampliar

Es apenas una muestra de lo que están haciendo últimamente. Claro, el caso es que es un diario, ya digo, para leer-leer, no para mirar u hojear/ojear. Es para fans del periodismo impreso. A los partidarios de los pósters más o menos informativos les parecerá aburrido.

Gràcies, @carmeriera!

viernes, 19 de junio de 2015

viernes, 16 de mayo de 2014

Todos de Sagitario


El mismo día echaron a las directoras del New York Times y de Le Monde: Jill Abramson y Natalie Nougayrède (es evidente quién es quién en la foto de arriba). No busquen más mensajes: es pura coincidencia. A ver si todavía descubrimos que son de Sagitario, como en la película Un novio para mi mujer de Juan Taratuto.

jueves, 14 de febrero de 2013

Dos agujas en un pajar


Tuvieron todo un día para pensar, sin embargo me costó encontrar el título que realmente explica lo que pasó el lunes en el Vaticano cuando Benedicto XVI anunció su renuncia al pontificado: casi todos malísimos a mi entender. Pareciera que nadie consiguió explicarse lo que ocurrió esa histórica mañana en Roma, a pesar de las horas que pasaron sumadas a los husos horarios a favor. La mayoría de los diarios del mundo recurrieron a socorridas frases textuales, previsibles editoriales o localismos provincianos (abajo hay dos de los mejores). Entre los que pude ver se salvan USA Today y Le Monde, que les muestro mientras subo más abajo un slide-show con cuantos diarios del mundo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Libération quiere tapar el sol con el pulgar y se equivoca

Estoy furioso.

Un fan despechado es una de las peores cosas con que puede uno enfrentarse. Dicen. Así es como uno se siente hoy al ver la portada/tapa de Libération:


"¡Lárgate, rico cabronazo!"

Ese señor de la foto es Bernard Arnault. Es el patrón de LVMH, la mayor empresa de lujo del mundo. Él mismo está entre las diez mayores fortunas del planeta, según Forbes. Ayer se supo que ha pedido la nacionalidad belga para evitar el impuesto del 75% sobre la renta que el presidente francés, François Hollande, quiere imponer a los "superricos", los "multimillonarios", lo que sea eso, que no se sabe nunca. Hollande no lo hará, por supuesto, pero el dinero suele ser cobarde y Arnault prefiere poner tierra de por medio antes de tentar la suerte y que le den un palo de ese peso.

O sea, que parece el Libé de siempre. Y no lo es. Es un Libé falsificado, de contrabando. Visceral. No sólo porque trata el asunto yendo al estómago y no a la cabeza. Sobre todo porque escamotea la realidad. Lo que de veras pasó ayer fue esto:


Claro. Pero había que decirlo, aunque sea tan suavemente como titula el Monde. Así que, señores de Libé… las cosas hay que hacer para disimular la realidad y no abrir con los recortes y subidas de impuestos por valor de 30 millardos de euros que anunció François Hollande, el "hombre normal".

Mire, desde que ese señor es presidente, el Libération de mis amores es al PS y a Hollande lo que La Razón es al Partido Popular y a Mariano Rajoy en España. Unos chupamedias. Siempre con más estilo y mucha onda y todo cancherísimo, eso sí. En el fondo, propaganda, enjuagues y arrumacos, lo mismo que Página/12 es para Cristina K en Argentina o La República para Pepe Mujica en Uruguay. Y por ahí. El Querido Líder solo aparece para ser canonizado y el diario parece un devocionario para beatas más que un papel con actitud. Ni siquiera han dicho que la política sobre inmigración del ministro del Interior socialista, Manuel Valls, es casi la misma a la de su predecesor derechista, Claude Guéant. Ellos, que desde siempre son la penúltima esperanza de los sinpapeles. Qué pena.

Nicolas Demorand, director de Libération, ha defendido la portada: "está dentro de la tradición de primeras provocativas de Libé. Ayer no tuvimos ni una duda en el consejo de redacción. [El caso de Arnault] no es más que el reverso de lo que algunos sociólogos extremadamente serios denominan la "secesión de los ricos" dentro de la sociedad francesa".

Si pudiera darle una respuesta sería esta: si no hubo dudas… ¿tengo que preocuparme?

Todo bien con los sociólogos, Nicolas. El asunto es que los ciudadanos a los que se dirige el diario tendrán que pasar por ventanilla y aportar 30 millardos de euros. Todos. Eso y no la suerte de un rico egoísta e insolidario es, a juicio de uno, el asunto relevante. Lo demás es conversación y anécdota y la portada un error de juicio. Mucho mejor lo cuenta Le Monde en sus páginas interiores, donde la sustancia abre y la anécdota ilustra [clic > amplía]:



Disculpe el retraso en la entrada. Uno quería comparar a Libé con el Monde porque respiran más o menos lo mismo. Pasa que Le Monde es vespertino y llega a la hora del almuerzo. Usar Le Figaro no habría sido justo para Libé, que le merece a uno un respeto y una cosa. Los fans somos así.

Esta entrada no habría sido posible sin el aviso de VC*, tan atenta. Merci bien.

ACTUALIZACIÓN a las 19:00. Hacerse el listillo trae cola. Arnault lleva a Libé a los tribunales. Acabará en nada, pronostico, pero esa portada no hacía falta. ¡Si Hollande se la había dado hecha! Qué falta de juicio.

lunes, 30 de abril de 2012

Le Monde da vacaciones a las noticias

Mañana Le Monde no ofrecerá a sus suscriptores los resúmenes por correo electrónico de la mañana y del mediodía. Es el Día del Trabajo (en Europa). Es fiesta.

Dar vacaciones a las noticias es la mejor idea para mantener la fidelidad de los abonados ¿no? Bravo. No me extraña que estemos en crisis.

sábado, 17 de marzo de 2012

Le Monde rediseña y arranca un directo de la campaña electoral

Le Monde ha retocado su web esta madrugada para "ahuffingtonarla". Ha empeorado. Últimamente estamos de malas: no hay rediseño de web que mejore el anterior. Ni la gráfica, ni la usabilidad. En fin, Serafín. Además siguen agregando el .fr en el logo. ¿No habíamos quedado que la marca y la redacción eran una sola? Bueh. En unos meses volverán a rediseñar y seguramente lo harán mejor, tanto Le Monde como el resto de referencias de uno. Espero.

Llama la atención la ventana (pop-up opcional), desarrollada con CoveritLive, desde la que pretenden hacer un "directo" de la campaña electoral a la presidencia de Francia. Ellos explican en qué consiste:
ce live est tenu est animé par deux rédacteurs du Monde.fr. Notre priorité est de répondre à un maximum d'entre vous, mais également d'identifier les problèmes les plus courants ou les remarques les plus fréquentes. Nous tenons compte en effet de vos questions et remarques pour orienter le travail des équipes techniques.
Hay que tener moral. Más adelante explican:
Le Monde.fr: @Guest : oui, nous allons vous proposer un live quotidien.
Le Monde.fr: @tous : nos lives seront thématiques, nous allons couvrir de cette façon l'élection présidentielle.
Y los sabios lectores, de los que Le Monde no carece, la han tomado con la ventanita del directo en sus comentarios:
le live de la mort qui tue; 
Comment fait-on pour fermer cette fenêtre de chat que je n'ai pas demandée d'ouvrir ? 
il serait bien de pouvoir entièrement fermer cette fenêtre... 
Heu on peut l'enlever cette fenetre, j'arrive pas à lire les articles 
insupportable ce "live" que l'on ne peut pas faire disparaitre de l'écran. 
Comment peut on supprimer le bandeau du Live qui est pénible à voir en permanence ? 
Comment fait-on pour supprimer la fenêtre "Live" en bas à droite qui empêche de lire correctement la page ?

comment fermer entièrement ce live ? Tant de texte circulant gêne la lecture de l'article principal.
Etcétera. Hay decenas y es divertidísimo leerlos. También llegan bastantes elogios y muchísimas preguntas. El chat es muuuuy interesante. Un excepcional estudio de los lectores, usuarios o como se llamen, de ese diario. Un tuit de RS* me permitió agarrar el chat casi desde el arranque.

Otro asunto destacable es la profundidad de la home: diecisiete scrolls. No sé qué pensarán los de comercial sobre esa actitud de no promocionar el clic a otras páginas, lo cual permite exponer más publicidad.

En el primer scroll de la edición abierta aparece UNA noticia y el cuadro con "los más compartidos". Tal cual.  Es decir, el sitio, más que sus noticias, promociona la "edición" de sus lectores, sus preferencias. Uno, que es suscriptor de la cosa, preferiría que esa prioridad se la llevaran los periodistas de Le Monde y no sus usuarios. No estoy suscrito a los usuarios del diario. Estoy suscrito a su redacción, a su modo de ver el mundo. Eso es lo que quiero pagar y no lo otro. En la edición abonados "lo más compartido" está enterrado… bajo otros contenidos fatales: una promoción de la edición impresa, "dossiers réservés aux abonnés" y… comentarios de los suscriptores. Muy mal.

Por último, son excelentes las viñetas promocionales de Martin Vidberg, un heredero del estilo de Plantu. Vea:




Espero que a Le Monde le vaya bien. No me lo jodan ahora, que ya tengo bastantes disgustos.

lunes, 5 de marzo de 2012

Seis directores de diario que hicieron el ridículo con Putin


Vladimir Putin se sentó en la presidencia de la sala de consejos de su dacha y dijo:
—Pregunten lo que quieran. Responderé a todo.
Era el pasado 1 de marzo. Le escuchaban los directores James Harding de The Times ($), Gabor Steingart de Handelsblatt ($), John Stackhouse del Globe and Mail, Yoshibumi Wakamiya del Asahi Shimbun, Sylvie Kauffmann de Le Monde y Ezio Mauro de La Repubblica.

El candidato a la presidencia de Rusia había llegado con dos horas de retraso a la cita. Nuestros corresponsales habían sido cortésmente advertidos de su suerte por un edecán: "a la Reina de Inglaterra le hizo esperar una hora", dijo. Oh. Ah.

Dos horas cocinándose entre ellos, aflojándose, relajándose.

¿Quiere la verdad? La flor y nata de la prensa no pregunta nada de sustancia. En las entrevistas que uno leyó no aparece ninguno de estos nombres: Anna Politkóvskaya (asesinada en su casa en 2006), Anastasia Babúrova (asesinada en 2009, tenía 25 años, foto), Mijail Bejétov (una pierna y tres dedos amputados en 2009), Oleg Kachin (en coma con varias fracturas en 2010… por hablar de Bejétov)… Son (eran) todos periodistas. He documentado los que recuerdo de memoria porque la lista es muy larga. Podían haber elegido entre más de un centenar de nombres. Uno al menos. Uno.

Ni siquiera le inquietan por una cosita elemental y sencilla como las represalias a los periodistas de Radio Eco de Moscú, tan recientes aquellas (16 de febrero) y tan liberales estos (todos despedidos). Convengamos: corporativistas, lo que se dice corporativistas, no son esos directores de diario.
—En nuestro país, los profesionales como vosotros siempre han sido tratados con una atención particular y el mayor de los respetos.
Eso dijo Putin el pasado 13 de enero en la celebración oficial del Día de la Prensa. Quizá dijo algo parecido a nuestros directores de diario.

No se lo va a creer: tampoco le preguntan sobre Jodorkóvski, el propietario de Yukos Oil al que arbitrariamente confiscaron la empresa y condenaron y encarcelaron durante su anterior presidencia. O por el chantaje con el gas a los países del Este. Chechenia. Beslan. Casos concretos de corrupción o extorsión (Gazprom, TNK-BP, Nordsee…). El presupuesto militar. El escudo antimisiles. Los submarinos nucleares averiados. Etcétera.

Las preguntas son blanditas, educaditas, flojitas. Nada para lo que un tirano caradura y cínico no se haya preparado mil veces. La desfachatez del ahora presidente electo de Rusia atraviesa todas las entrevistas. Es un parachoques, un deflector. En el mejor estilo soviético, además: ¿Corrupción? Ah. ¿Ustedes no tienen corrupción? ¿No? ¡Todos tenemos corrupción! ¿Manifestaciones en la calle? Ustedes también tienen. ¡Todos tenemos! Y así todo.

Les toma el pelo a los directores y ellos a nosotros.

Cuanto más lees más te irritas, tanto salta a la vista la desvergüenza de Putin. Poco a poco aplana a nuestros amenos entrevistadores, quizá sorprendidos en su buena fe. Aunque ese sea el último lugar donde un director de diario debe ser sorprendido. En fin.

Esos directores se comportaron peor que si les hubieran comprado: renunciaron a ejercer el periodismo con un autócrata. Seguramente fue lo que les pidieron. Muy obedientes o muy intimidados, ni siquiera han tenido el valor de decir a sus lectores: fuimos a la dacha, era una encerrona, no respondió a nada, no lo supimos hacer mejor, no merece la pena hacerles perder su tiempo, no lo publicamos.

Stackhouse tiene el papo/la caradura de contar, así nomás, que Putin le llevó a jugar al hockey sobre hielo con sus amigos –algunos son ex internacionales rusos, usted me entiende. Ya sabe lo que dicen: los canadienses nacen con un stick bajo el brazo. Claro. Era una oferta irresistible.

¿Por qué no fueron los corresponsales en lugar de los directores? Habría sido lógico pues son los que más saben. ¿Por qué no los acompañaron, al menos? ¿Por qué esas preguntas sin repreguntas? En efecto: vanidad y un poco de mieditis. Ni uno mismo se habría librado, lo reconozco. Pero esos directores ¿con quién se aconsejan en la redacción? Nadie les dice: oye, no tienes que ir tú, que vaya el que sepa. O bien: esto es un desastre, le estamos tomando el pelo a la gente, haces el ridículo. Y también: ¿qué ganamos con esa entrevista? Se lo digo: unos kilos más de fatuidad, de jactancia, de vanagloria. (¡Yo Entrevisté A Putin! ¡Yo!).

Bien saben los Putin de esta vida cómo manejar esa vanidad: cuando un director acepta la entrevista su publicación es inexorable, sale en la portada y no es inferior a dos páginas dentro. Nadie regresa a la redacción y dice: me han toreado (¡Soy El Director! ¡Nadie.Torea.Al.Director!).

Con directores así no necesitamos gerentes incompetentes que se carguen los diarios.

La directora de Le Monde quedó tan confundida que el editorial del diario se titulaba así: "Putin ganará pero la democracia puede triunfar". Qué más quiere Putin ¿no? Así se las ponían a Fernando VII.

Su diario traía ayer mismo una crónica formidable de qué significa ser periodista en Rusia. Todo lo contrario que ser periodista en Francia.

El peor, con mucho, es James Harding, del Times. Es el que publica el último y el que cuenta más trolas, desde el "Exclusive" hasta el patético "masculine business" del subtítulo/bajada. El título incluido, por supuesto: lo que dice Putin será lo que sea pero lo que hace indica que nada ha cambiado respecto a Siria. Ah, había que justificar el "Exclusive". Si es verdad o no ¿qué importa? Harding, respóndame: los otros cinco directores ¿no se dieron cuenta de ese shift, no? ¿Es que son idiotas? Vea:


No tienen excusa. A Putin aún le debe doler el estómago de carcajearse. Hicieron el ridículo.

Y sus redacciones habrán tomado nota: duro con los débiles y blando con los fuertes.

Qué pena. Qué asco.


[Haga como uno y quítese el mal sabor de boca con The Economist]:

miércoles, 26 de enero de 2011

Un director liberal que se cabrea de vez en cuando

Erik Izraelewicz
MV* envía un teletipo de Agence France Presse que da cuenta del nombramiento de Nicolas Demorand, de 39 años, como nuevo director de Libé y de Erik Izraelewicz, de 56 años, ídem en Le Monde.  Sustituyen a Laurent Joffrin y a Eric Fottorino, respectivamente.

De Demorand dice el teletipo  que hasta ahora "anima una emisión en la radio privada Europe 1". Con un poco de mala leche, agrega:
Son absence totale d'expérience dans la presse écrite devrait être compensée par l'adjonction d'un bras droit issu de la rédaction du quotidien.
Y digo mala leche porque una ausencia es total por naturaleza. ¿O existe una ausencia parcial? O estás o no estás. Digo.

De Izraelewicz recuerda que es doctor en Economía, que ha dirigido Les Echos y La Tribune,  que era Redactor Jefe en el Monde, etc. Y anota con mala onda pero más salero:
Il renvoie l'image d'un libéral discret et d'un journaliste intègre même si certains évoquent un côté colérique.
Así me gusta. Côté colérique. Que se cabree de vez en cuando. C'est formidable!

martes, 14 de diciembre de 2010

Los periodistas franceses según la embajada de EEUU

[…] Top French journalists are often products of the same elite schools as many French government leaders. These journalists do not necessarily regard their primary role as to check the power of government. Rather, many see themselves more as intellectuals, preferring to analyze events and influence readers more than to report events.
[…] The private sector media in France - print and broadcast - continues to be dominated by a small number of conglomerates, and all French media are more regulated and subjected to political and commercial pressures than are their American counterparts.
Es uno de los cables filtrados por WikiLeaks, el 07PARIS306. Aunque está disponible hace rato en el sitio de WL, Le Monde –que es el Publicador Residente de WL en Francia– no ha dicho ni mu. Acrimed se queja y Esta Casa, siguiendo una broma de PM* en el Obs, dice: Ceci n’est pas un cable de WikiLeaks.

Y, sí: claro que no todos los periodistas franceses son así.

¿Habrá cables sobre los Top Spanish journalists? Muero de curiosidad.

Via Capucine_Cousin

martes, 29 de junio de 2010

El periodismo sí tiene futuro, tiernamente

Es un poco de poesía, un fervor, un aleluya… Pero a uno le ha enternecido el billete que escribe en Libé su director, Laurent Joffrin, a propósito de la venta de Le Monde:
La prensa quizá no tiene asegurado su futuro. El, periodismo, sí. Esta es la lección de la competición por la propiedad del grupo Le Monde entre dos tríos de inversores. Por un lado, Pierre Berge, Xavier Niel y Mathieu Pigasse, hombres muy diferentes, pero todos con un pasado coronado por el éxito. Por otro, Claude Perdriel, un editor de prensa [del semanario Le Nouvel Observateur] lleno de garbo y audacia, apoyado por una gran empresa de telecomunicaciones, Orange, y el principal grupo de medios español, Prisa. Como se dice: iba fuerte ¿Por qué demonios estos managers se han fijado en un Le Monde que está el borde la suspensión de pagos y cuyos activos todo el mundo sabe que son parte de una industria condenada? en la tierra llena de estas experiencias que hacen los gerentes que se han fijado sus vistas en el mundo, dijo al borde de incumplimiento y cuyos activos están en una industria que toda persona más o menos bien informada da por muerta? Por deseo de influencia? Entonces ¿por qué garantizan con palabras y por escrito que respetarán la independencia editorial del diario? ¿Será entonces por ganas de lucir? Tal vez, pero sale muy caro pagar una millonada entre tres por un ideal platónico. No. Estos seis inversores consideraron que, pese a sus dificultades, Le Monde vale la pena y merece tomar esos riesgos económicos. ¿Por qué? Porque las publicaciones del grupo condensan un trabajo desplegado por varias generaciones, cuyo talento colectivo ha creado una máquina de producción de información creíble y eficaz que ahora podrán desarrollar en otros medios. En otras palabras, esos inversores apuestan por el periodismo. Y tienen razón.
El periodismo tiene futuro, sí. Pero uno no sabe si es en estas manos. Ojalá. Este fervorín de Joffrin lo releeremos dentro de 90 días, cuando sepamos si las flores siguen lozanas en el nuevo jarrón o ya se pudrió el ramo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Salvemos Le Monde… de Le Monde

26 economistas 26 firman un artículo en el Monde de ayer (con fecha de hoy, claro) donde reclaman a los futuros dueños del diario respeto por la independencia de su redacción y ninguna injerencia en la información. Bien.

Los abajofirmantes se arrancan con un aleluya muy republicano en el que la libertad de los medios es necesaria… para tener un Etat moderne. Vaya. Uno pensaba que la libertad era para mucho más. Pero, bueno, no está mal tener un Etat moderne. Ese Etat –prosiguen– sería la Suecia abierta e incorrupta, contrapuesta al populismo podrido de Italia y Rusia. Bien.

Luego dejan caer otra tirada heroica e infranchissable y establecen sus condiciones:
Or, l'indépendance du Monde est aujourd'hui menacée. Fragilisé par la crise, lesté d'une dette insupportable, le groupe est devenu vulnérable. Tous les pouvoirs, publics ou privés, qui seraient tentés d'en profiter pour attenter à son indépendance et à son histoire doivent réfléchir à leurs responsabilités. Dans quelle société, avec quel niveau de liberté et de prospérité, veulent-ils que nos enfants vivent ? Pour nous, la poursuite de l'indépendance du Monde passe par le respect, par les actionnaires qui participeront à son indispensable recapitalisation, de trois conditions:

1. Mettre des moyens financiers suffisants pour permettre au Monde non seulement de survivre, mais d'investir.

2. S'engager sur la totale indépendance de la rédaction, cela ne préjugeant en rien des contraintes budgétaires que la relance de "notre" quotidien rend incontournables.

3. Plus important encore, dénoncer publiquement toute intervention politique, de quelque bord qu'elle soit, pendant la durée des négociations. Pour nous, l'information libre et indépendante, telle qu'Hubert Beuve-Méry l'a conçue et qui a conduit à l'aventure du Monde, reste un bien public indispensable. Qu'il nous faut défendre aujourd'hui plus que jamais.
Uno no es economista, es suscriptor desde hace años. Y tan fan que hasta disfruta releyendo o leyendo Mondes antiguos. Y firma todo eso. El punto 2, por ejemplo, lo firmaría diez o doce veces: liberté, indépendance, etc. no incluye renunciar a apretarse el cinturón, o sea, a despedir y/o a reducir salarios.

No pocas redacciones confunden una cosa y la otra, por ejemplo la que nos ocupa. Al final parece que sólo garantiza la indépendance el dinero y no la virtud de los periodistas –el hábito de ser libres y ejercer como tales a cualquier precio. Una virtud que a veces lleva a sacrificarse para mantener libre y vivo el diario –un diario como este. Se ve que no acaba de ser el caso. Vean:
"On average, a journalist at Le Monde works 15% to 20% less than its counterpart at The Guardian or El País".
Claro que hay unos mínimos. Independencia y jornadas de 14 horas no mezclan bien. Independencia y pobreza se llevan fatal. Pero aquí no hablamos de mileuristas y gente que no llega a fin de mes. Mire: un empleado de la rotativa, en Francia, gana €50.000 anuales; trabaja 32 horas semanales, 164 días al año. Despedirlo cuesta una media de €466.000.

Los periodistas no deben estar mucho peor.

Tiene siempre uno la impresión de que la mítica Sociedad de Redactores del Monde quiere los beneficios y hasta los privilegios del propietario pero ninguno de sus esfuerzos y, menos aún, de las eventuales pérdidas. Así no vale.

Frédéric Filloux, en su Monday Note del lunes, explica muy bien el pésimo estado del negocio Le Monde. Yo agrego, además: el diario es peor de año en año. Claro, una cosa va con la otra. ¿O es que los periodistas son ajenos a la decadencia de su periódico? Frédéric también detalla la pésima e incoherente gestión que los ejecutivos de la editora llevan desde hace… lustros.

Todo eso es lo que ha fragilizado al Monde. ¿A qué viene acusar preventivamente a una gente que, de entrada, debe poner 100 millones de euros y después lo que te rondaré morena?

Sin embargo, mesdames et messieurs, nuestros abajofirmantes no dicen nada de todo eso. Ni una línea. Y mira que son todos economistas... Pues no señor. Lo que hacen es avisar muy severa y dramática y preventivamente a los futuros dueños: touche pas notre quotidien! Todo eso podían y debían habérselo dicho a los actuales gerentes de la cosa hace años y ahorrarnos la monserga del intelectual comprometido.

Si me pasan a la firma un manifiesto sobre notre quotidien asegúrense de que reclama la destitución de todos sus gerentes y de la cúpula de la redacción y da la bienvenida a nuevos accionistas.

Recemos a San Hubert Beuve-Méry, a ver si nos salva el Monde… del propio Monde.

lunes, 29 de marzo de 2010

El nuevo Le Monde impreso y una nostalgia


Pocas novedades fuera de la portada/tapa [Clic>Amplía]. Sigue el mismo diseño ideado por Ally Palmer y se modifican los contenidos de la página 2, que ahora es un sumario del día, y aparece la sección 'Contre-Enquête'. Además, cuando quieres bajar la versión pdf sólo cae el cuaderno de Economía. Por eso las imágenes son capturas de pantalla del e-paper del Monde, que va mejor y más rápido que Orbyt. ¿Es esto manera de tratar a un suscriptor tan dedicado? Protesto.

El Gran Carlos, de pasada, comenta que se arrevista para acercarse a Libé y al Figaro, que han hecho otro tanto. El Gran Sandro asegura: "essa página 2 com o resumo das notícias do dia o Jornal da Tarde já fazia em 1966".

 Así es. El JT es un Gran Ignorado. En 1966 hacía muchísimas cosas que luego nos han admirado en Libé MkII (1984-1994), Correio Braziliense MkII (1994-2000) o Página/12 MkI (cuando Lanata, en los 90). Esos cuatro tienen un libro-monumento, tanto como el PM de 1940-41 o el NY Herald Tribune de los 60. Lo de las redes sociales está muy simpático y eso, pero tiene menos leyenda y casi nada de mística. Es lo que hay.

lunes, 22 de marzo de 2010

Le Monde, a por todas

Le Monde ha presentado hoy el nuevo modelo editorial que desarrollará en torno a su marca como medio global (¿suena?). A la espera de ver el nuevo sitio y las nuevas páginas de papel, aquí hay una buena crónica de la cosa.

Los cambios más potentes afectan al sitio web y a la comercialización de los contenidos del diario en Quadruple Play:
Des pages de journalistes vont venir enrichir le site internet dans lesquelles on retrouvera les articles d'un même auteur, ses liens et son blog. "La zone en accès libre sera renforcée avec jusqu'à une vingtaine d'articles de la rédaction du quotidien", a souligné le pdg du Monde Interactif Philippe Jannet.

Une nouvelle application payante va également être proposée pour l'iPhone. Avant l'arrivée, le mois prochain, du Monde sur l'iPad. Avec 1,5 million d'applications téléchargées, Le Monde est présent sur la moitié des iPhone de France, s'est félicité Jannet.

Côté commercial, le groupe va proposer la première offre "quadruple play" englobant l'abonnement au quotidien et à ses suppléments, l'édition abonnés du monde.fr, l'application sur iPhone et l'application du journal sur iPad, a détaillé David Guiraud, vice-président du directoire du groupe et directeur général du Monde.

Le prix de cette offre fixé à 19,90 € par mois pour les trois premiers mois passera ensuite à 29,90 € pour "accéder à l'ensemble des contenus du Monde sur tous les supports existants", a-t-il précisé.
Interesantísimo el asunto del valor y de los contenidos de la suscripción. Porque la madre del cordero, en este caso, no es tanto la calidad, sino el pricing de las diversas variantes de abonos. Si fijar precios es casi siempre es la parte más complicada de la comercialización… no vean cómo está la cosa en este sector.

Le Figaro lanzó hace unas semanas sus nuevas fórmulas de suscripción: el abono a todos los contenidos papel+web cuesta… también 29,90 €. Sin acceso web… 26 €. Y presenta amplias posibilidades de personalizar la suscripción. Libé, el primero que renovó sus tarifas, asegura que ya tiene 270.000 abonados. La oferta completa de contenidos en todas las plataformas cuesta 12,90€ al mes.

miércoles, 20 de enero de 2010

Le Monde tiene directora

Sylvie Kauffmann, 55, la nueva directora de Le Monde dice al NYT que su diario "es muy conservador en sus métodos. Tiene tradiciones profundamente enraizadas y valores muy sólidos. Pero ahora estamos al pie de la montaña: tenemos que cambiar, inventar, imaginar".

Kauffmann es una reportera de toda la vida que ha trabajado en medio mundo. Entre otras virtudes, habla español muy bien.

¡Buena suerte, Directrice!

lunes, 3 de agosto de 2009

Milagro en lemonde.fr

Los Hooligans 2.0 y los periodismófobos acusarán a Le Monde de timorato, de no pillarla y de no enterarse, etc. Es lo que hacen siempre que no les consultan una iniciativa o no les dejan bendecir una decisión. Pero el vespertino francés hace un esfuerzo con esa sección de su web, donde los abonados pueden escribir su reportaje, su opinión, su artículo, su cosa. Algunas de esas crónicas son bien interesantes. Otras, un rollo.

Se dirá: lo hacen tantos diarios. Pero, miren, que ocurra esto en Le Monde… y desde hace tanto tiempo… ¡es un milagro! Muchos de sus periodistas no deben llevar todo esto muy bien y estarán arrugando la nariz y maldiciendo en voz baja. Quizá esa sea la causa de que no se dejen hacer comentarios en esas crónicas y de que estén encuadradas en la sección Opinion. Bueno. De momento… ahí está, en la home.

miércoles, 24 de junio de 2009

Dernière minute

Le Monde envió ayer a las 15:50 este aviso a sus abonados:

LE MONDE.FR : Dernière minute, mardi 23 juin 2009

Le gouvernement que devrait présenter Nicolas Sarkozy mercredi
Selon les informations du "Monde", Xaxier Darcos serait nommé à la justice, Luc Chatel à l'éducation, Michel Mercier à l'agriculture, Frédéric Mitterrand à la culture et Christine Boutin aux prisons.


Cuatro horas más tarde, Sarkozy presenta su gobierno:
Darcos va a Justicia, no a Trabajo. Fallo del Monde.
Chatel a Educación. Acierto.
Mercier a Agricultura. Fallo: será Bruno Lemaire.
Mitterrand a Cultura. Acierto. Pero ya se sabía.
Boutin a Prisiones. Fallo: abandona del Gobierno.
Son tres errores en cinco nombramientos y uno que ya se sabía. Dice Gilles Klein que Le Monde ya no está ni en la media.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Los hechos nos enojan

Le Monde, les grands reportages (1944-2009). Acaba de salir la semana pasada. Un libro que es un museo del periodismo: cien grandes obras de lo nuestro.

Daniel Schneidermann se extasía en Libé comentando la cosa. Parece que el gran reportaje murió en los años 80 a manos de los terminales de datos de la bolsa y las emisiones de la CNN:
Jusqu’aux années 80, les mots des journalistes disent l’Histoire.
Lapidario. Sin embargo, le parece que el género está regresando. Ojalá. A continuación, enuncia la hipótesis de uno de los trotamundos del Monde, Jean-Claude Guillebaud: la prensa francesa es demasiado ideológica; no quiere los hechos. «Les faits nous ennuient: ils ont l’inconvénient d’exister.» Uno también lo ve así. Schneidermann no:
L’explication est juste, mais insuffisante. Ajoutons-y une dimension technologique. Internet et l’audiovisuel continu ont centuplé l’offre d’information disponible. Déployant toute son énergie à zapper, ou à trier entre le sûr et le douteux, comment le citoyen serait-il encore disponible pour de longs récits ? Cela tombe bien : enfoncés dans la spirale du déclin économique, les journaux n’ont plus les moyens ni le désir de les fournir. Est-ce irréversible ? Logiquement, non. L’agonie des certitudes économiques, par exemple, rend les patientes explorations plus nécessaires que jamais. Faute de quoi, il n’y aura plus rien à trier. Reste à savoir où et quand.
Todo eso, apreciado Daniel, son excusas. Y además, los periodistas de trinchera siempre tienen más razón que los periodistas de salón como tú y como yo.