Mostrando entradas con la etiqueta Joseph Pulitzer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Joseph Pulitzer. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de enero de 2012

El futuro es de los que tienen lo que hay que tener


Que el futuro es de los populares, ya lo saben los lectores de Paper Papers desde agosto de 2008 (y lo sabía Joseph Pulitzer hace ya más de un siglo). Pero también saben que este es un negocio de sangre y fuego, el par que hay que tener y que tienen Alfonso Salces y el resto de los periodistas de Notiver, este pedazo de diario de Veracruz, en México.

Lea ya ¡Pinche oficio chingón! de Luis Prados, corresponsal en México de El País de Madrid (que encontré gracias a MRA*).

miércoles, 19 de mayo de 2010

Naked city

Nueva York es el mejor laboratorio de periodismo del mundo. Ahí está todo: la vida y la muerte, lo mejor y lo peor, lo bonito y lo feo, los ricos y los pobres, la comedia y el drama y la tragedia. Así terminaba cada capítulo de la serie La ciudad desnuda, basada en la película del mismo nombre de Jules Dassin (1948): "Hay ocho millones de historias como esta en la ciudad desnuda" decía el detective Adam Flint (Paul Burke).

A eso lo saben los que lanzaron DNAinfo (¡y dale con adn!) que todavía está en versión beta. Noticias locales de Manhattan y de sus 22 barrios, uno por uno (Joseph Pulitzer ya lo hacía en 1910). Periodismo local como pocos y esta vez con internet, para un medio que el soporte papel volvería muy gravoso. Veremos cómo les va.

DNAinfo tiene, además, un servicio de newsletter diario. Un diario, pero por correo electrónico. Mañana les cuento cómo llega. (gracias MRA)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los diarios del futuro

Hace unos cuantos años, cuando estudiaba en España, el diario con nombre más largo era EL CORREO ESPAÑOL EL PUEBLO VASCO. Difícil de vocear una cabecera tan larga que venía comprimida en la mancheta roja. La conserva como emblema, a la izquierda del logo, El Correo de Bilbao. No tardé mucho en saber que era la unión obligada de esos dos títulos en 1938 (puede ver la historía aquí)


Consolidación es la onda que viene después de la convergencia y la integración, por eso los diarios del futuro... tendrán nombres más largos.

No es ninguna novedad para El Correo de Bilbao ni para la mayoría de los diarios norteamericanos desde hace por lo menos 120 años. Joseph Pulitzer consolidó el Dispatch con el Post en St. Louis para crear el St. Louis Post-Dispatch al que luego unió el Democrat (pero ya no le cabía en el banner). [<- clic="" em="">] Cuelgo los mejores consolidiarios que encontré, presididos por el Times-Picayune de Nueva Orleáns, uno de los nombres más graciosos de diarios que conozco*. Algunos conservan en el banner hasta las tipografías diferentes de los originales.

THE NEW YORK TIMES THE WALL STREET JOURNAL (35 letras), le puede ganar en el libro Guiness a EL CORREO ESPAÑOL EL PUEBLO VASCO (28 letras):


*Picayune, del francés picaillon, es una monedita, calderilla, y el diario valía eso: a picayune.

martes, 17 de marzo de 2009

La inteligencia del Intelligencer

No sabemos si el Post-Intelligencer de Seattle conservará su inteligencia colectiva. Ojalá hayan puesto en la calle a los burócratas, los data entries, los parientes de los dueños y los demás inútiles que pueblan las redacciones ¡Dios quiera que se hayan quedado con los 20 periodistas más inteligentes! Me temo que no es así y que han cometido un nuevo error.

La cabecera nació de la fusión entre el Weekly Intelligencer y el Post en 1881. Ocurría a menudo en épocas de malaria económica. Dos periódicos que no podían subsistir separados, se unían en una sola empresa que resultó un excelente negocio durante 130 años (Joseph Pulitzer era un maestro en estas artes).

The Seattle Post-Intelligencer (popularly known as "the P-I") is an online newspaper covering Seattle, Washington and the surrounding area dice hoy la Wikipedia actualizada al segundo. Online newspaper es un oxímoron como la copa de un pino.

Es paradójico que los diarios que dejan el papel y se vuelven online lo hagan a costa de perder lo que los hizo grandes en internet, que es la inteligencia colectiva de sus redacciones. Más paradójico es que lo haga el Intelligencer, con ese pedazo de nombre.

¡Ahorren papel y no salarios de periodistas con talento!

¿O creen que la gente entra en el sitio del NYT porque indexa bien sus contenidos?

The Last Run, en Paper Papers, 17/3/09 (aquí abajo)

sábado, 21 de febrero de 2009

El negocio del periodismo (4)

Joseph Pulitzer fundó la segunda escuela de periodismo (o la primera, según cómo se mire) en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. Es que, a diferencia de la primera, la de Missouri en la ciudad de Columbia, está dedicada a potenciar periodistas profesionales y no a dar títulos de periodistas a quienes no lo son.

Las universidades han resultado bastante responsables de la falta de periodistas y también de la carencia de conocedores del negocio. Las cosas empezaron a fallar cuando crearon escuelas o facultades que intentaron enseñar una enfermedad, como si eso fuera posible. Pero más grave es que creyeron que lo lograban. Antes de las escuelas se distinguía a los periodistas a tres leguas, en cambio ahora cualquiera dice que es periodista y eso confunde a todos.

Para hacer periodismo hay que contratar periodistas, no graduados (aunque a veces coinciden).

Pero algunos consultores tienen tanta culpa como las escuelas del fracaso del negocio del periodismo. Los consultores tratan con los gerentes y les venden ilusiones, fuegos artificiales y mentiritas piadosas, como los vendedores de autos usados. Los gerentes compran cualquier cosa, perdidos como están. Los consultores dejan el tendal y huyen hacia adelante, allí donde nadie sabe nada de ellos. Sacan soluciones de un cajón multipropósito y manejan con codicia la función de buscar y reemplazar del procesador de texto.

El negocio del periodismo no pasa por el diseño, ni por la convergencia o la integración de sus redacciones. Esas son cuestiones formales, secundarias, que quizá ayuden a ganar eficacia o ahorrar un poco dinero o de tiempo. No es cuestión de arquitectura ni de muebles, tampoco de tecnologías ni de consejos, por más útiles que parezcan.

Si quiere tener éxito en el negocio del periodismo no busque consultores, contrate periodistas.

Continuará... (negociodelperiodismo)

El negocio del periodismo (la serie)

domingo, 30 de noviembre de 2008

Sin computadoras ni letraset

La ascención a la Meije (creo que le dicen "el dedo de Dios") en L'Illustration del 19 de septiembre de 1909. Estos gráficos y otros que ya subiré cayeron en mis manos con la colección de esta MAGNIFICA revista francesa de principios del siglo pasado. Más de 99 años y está tan fresca como recién nacida. Para los que dicen -decían- que la infografía es un nuevo género o lenguaje. Piense un poquito en las herramientas que tenían los editores de aquellos años para hacer esta maravilla. Apenas había nacido la linotipo y Joseph Pulitzer todavía dirigía el New York World.

viernes, 1 de agosto de 2008

El futuro es de los populares

Lo sabía Joseph Pulitzer en 1900 y lo tiene bien aprendido Rupert Murdoch en el siglo XXI. El periodismo está en los populares. Más en esta época de cadena nacional, de diarios commodity, de clones soporíferos y de inversión mínima en talento en los diarios que deberían derrocharlo. Quienes tienen las primicias, las exclusivas y los scoops son los populares (ss paradójico que dividamos a los diarios en populares y de calidad ya que todos los periódicos debieran ser populares y la calidad hace tiempo que se nos escapó)

Ya lo decía también el gran Harold Evans: Estos grandes diseños deben tener buenas historias que los sostengan. La gente busca historias, no diseño ni tamaño ni calidad ni popularidad. Para comprobarlo basta ver las noticias más leídas de cualquier versión de un periódico en internet, como la de Clarín de hoy a esta hora:

La política en octavo lugar y la que gana es la que abre Diario Popular, mientras la principal de portada de Clarín está décima en su propio ránking.

Lo comento siempre que puedo en la redacción de El Territorio y los felicito cuando coincide el título principal de portada con la noticia más leída en internet. Es cierto que no son los mismos lectores ni el mismo modo de leer, pero es el único termómetro diario que tenemos.

Pero esto no es nada. Van las cifras de venta de los últimos 24 meses (desde junio de 2006 a junio de 2008) de Diario Popular de Buenos Aires. Subió 10.000 ejemplares cuando el resto de los diarios bajó: Y eso que Popular no es un verdadero popular: se vende al mismo precio que Clarín y tiene las misma agenda (hoy hasta la misma foto)

Todo lo que pierde uno lo gana el otro, como se ve en este gráfico de los mismos 24 meses, pero de Clarín:
Solo por deporte, en Paper Papers, 21/5/08
Circulación de abril, en Paper Papers, 20/5/08
Populares familiares o de sangre y sexo, en Paper Papers, 6/12/06
Diarios para la base de la pirámide, en Paper Papers, 2/12/06

sábado, 7 de junio de 2008

El Centro Bernardo Neustadt

Murió Bernardo Neustadt. Después de almorzar en su casa de Martínez, de un paro cardíaco, como todo el mundo. Hace unos días asistí a la presentación de su libro Escribir sobre el agua en la plaza Lavalle de Buenos Aires. Estaba como siempre. El encuentro me hizo recordar alguna ocasión en la que me enfrenté con las preguntas con respuesta inducida de don Bernardo: Hoy no se cayó ningún avión. Neustadt había nacido en Rumania el 9 de enero de 1925 y emigró a la Argentina con sus padres cuando tenía seis meses. A los 14 años ingresó en el diario El Mundo. En 1964 fundó la revista Todo y en 1965 el semanario Extra. En 1975 publicó la revista de economía y negocios Creer. Junto al periodista Mariano Grondona, realizó durante 30 años el programa semanal Tiempo Nuevo. Y en radio fue el conductor de numerosos programas: En privado, El clan del aire, Belgrano Show, Nuevo día, De vuelta, Prohibido para hombres y Despertando con Bernardo Neustadt. Fundó junto a Santiago Pont Lezica, FM Milenium en 1998. Su último post en el sitio bernardoneustadt.org es de ayer y en él se despide hasta el lunes. Hay que remarcar la puntería de Neustadt: murió en el día del periodista.

Neustadt era uno de los testigos de mis ganas de fundar un Centro de Estudios de Medios en Buenos Aires. Siempre pensé que sería un magnífico sponsor del Centro ya que, sin sucesores directos y con mucho dinero (dos rarezas del periodismo) podía contribuir con su patrimonio a la creación de un fondo que sirviera para solventar una institución dedicada al estudio del periodismo. Mi idea repetida era que la gente conoce a Joseph Pulitzer por los premios más que por su historia y a Nelson Poynter por el Instituto de Estudios de Medios de St. Petersburg (Florida) que lleva su nombre. Nadie los recuerda como polémicos, santos o corruptos ni como grandes operadores de sus propias ideas.

Esteban López del Pino, ex alumno mio de la Universidad Austral, conocía esos sueños con nombre y apellido y organizó una reunión a la que además me acompañó. Así que caí a la casa de don Bernardo con la idea de convertirlo de un plumazo en Centro de Estudios de Medios y arreglarle su fama para siempre. Estaba seguro de que, si conseguía viajar con él al Poynter, lo convencería. Pero Neustadt salió con su agenda de siempre y terminamos hablando de sus proyecto y no de los míos. Así nació y murió, mirando al Río de la Plata desde el ventanal de su casa colgada en la barranca y entre mis desvelos por mejorar el periodismo argentino, el Centro Bernardo Neustadt de Estudios de Medios.

domingo, 30 de septiembre de 2007

La agenda es el ABC del periodismo

Estaba estos días en la Asamblea Anual de ADEPA, la asociación argentina de periódicos. Como siempre se suscitó la discusión sobre el futuro de los diarios. En un aparte con el editor histórico de un diario de Buenos Aires nos pusimos a hablar de las nuevas generaciones. "Nuestros nietos leerán en internet" me decía el editor ante mi escepticismo y mi insistencia -que no es nueva- en que el futuro de los diarios son los diarios. "Pero si pueden leer lo mismo en internet" me interpeló el editor. "Ese es el problema" contesté, "si todos damos lo mismo, los diarios no tienen futuro".

Lo sabía Joseph Pulitzer al final del siglo antepasado: no es un descubrimiento post internet. La agenda es el ABC de la industria de contenidos. O tenemos agenda propia o nuestra agenda es la de todos. Si en el diario decimos lo mismo que dicen todos, no nos debe extrañar que los lectores se pasen a internet, donde también se dice lo mismo, pero gratis. Si tenemos agenda propia, en cambio, sumaremos lectores. Esta verdad parece de Perogrullo, pero el ahorro en los diarios la ha tornado una novedad. Hasta hay editores -los había en Mendoza estos días- que suponen que casi todos los contenidos están en internet y que por tanto no hay que gastar tanto dinero en conseguirlos por otras vías.

Periodismo por internet, en Paper Papers, 12/3/07
Abrir y cerrar un diario, en Paper Papers, 19/1/07
Los diarios commodity, en Paper Papers, 28/1/06