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viernes, 3 de mayo de 2013

Sin héroes en la prensa no hay héroes en la sociedad

"El optimismo tiene que trasladarse también a la prensa y ese optimismo hace que la gente se levante. […] La falta de héroes en la prensa también hace que no haya héroes en la sociedad". Lo dice un panadero fan de los diarios en este clip:

Mi querido panadero: los héroes andan por ahí. Tal vez usted es uno de ellos. Pero la prensa... La prensa no los quiere encontrar.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Así se vacía un diario


En 2009


En 2012
El Inquirer, de Philadelphia, abandonó el año pasado The Tower of Truth, la Torre de la Verdad, su sede tradicional desde los años 20 del siglo XX. Ahora opera desde una planta de un edificio de oficinas convencional. Will Steacy, hijo y nieto de periodistas del diario, ha documentado gráficamente la agonía de la cosa en Deadline. La verdad es que se le encoge a uno el corazón viendo esa secuencia de fotos. Es como si asistieras a la muerte de un amigo de toda la vida. En fin.

El Inquirer no es un diario cualquiera. Entre 1972 y 1990 lo dirigió Gene Roberts, un ídolo. Llegó a un diario segundón y cuando se fue habían ganado 17 Pulitzers –la mayoría por reportajes de investigación– y el diario rival, el Bulletin, tuvo que cerrar. Allí peregrinamos tantos para saber qué cuernos hacían. Solo periodismo. Pero lo hacían. Roberts pasó a la universidad y luego al Times de Nueva York. En el Inquirer se apagó la llama y, bueh, pasó a ser un diario correcto. Roberts lo habría llevado mal. Fíjese lo que decía:
Cuando lees un diario no estás leyendo el producto de unos individuos, sino de una institución con un pasado, un presente y –esperemos– un futuro. Toda esa integridad institucional está incorporada en el diario.
La sede de un diario es –o era– la materialización de todos esos valores en un edificio.

Lo que más llama la atención de uno es la edad de los periodistas que aparecen en las fotografías de Steacy. Salvo los de la web, el resto son… mayores o muy mayores. No sé.

La cita de Roberts me ha traído a la memoria unas frases de David Simon, el guionista de la serie The Wire, sobre las redacciones, la "institución" a la que alude el viejo director:
En lo que yo creo es en la redacción. Los blogs no tienen redacción, sino individuos. A veces intentan ser muy rigurosos […], pero no están en una habitación con otras personas que evalúan su trabajo. […] La redacción no sólo promueve el buen periodismo, por medio de editores experimentados que pueden enfocar tu trabajo mejor de lo que lo haría un solo individuo, sino también impide que alguien publique algo estúpido o malo. […] Yo sólo creo en los profesionales y en el periodismo como carrera. Mis primeros años cubriendo la policía fueron primitivos: creí que bastaba con tener una idea y cubrirla. Pero entender el crimen, la guerra de la droga, el departamento de policía o cómo las estadísticas pueden ser fabricadas para mentir me costó años […] trabajando con gente mejor que yo, más experimentada y que habían visto mucho antes lo que yo entonces veía. Y tenía que estar en la redacción con ellos. La memoria institucional es uno de los bienes más valiosos de un periódico. Y eso es precisamente lo que te ofrece una redacción. […] Creo en el periodismo como profesión. Los amateurs pueden opinar sobre el trabajo de los profesionales y de vez en cuando aprender algo y levantar una historia, lo cual está muy bien. Cuanto más, mejor. Pero no puedes depender de aficionados para cubrir la actualidad todos los días.
Los diarios de papel pueden instalarse en sedes que no manifiestan su institucionalidad y hasta desaparecer. Lo que sea. La inquietud de uno es si los nuevos medios –y los nuevos periodistas, los nuevos gerentes– sabrán recoger toda esa historia o se perderán en unas teorías algorítimicas, el data-mining, el SEO, el multimedia o el píxel en verso. Eso son sólo instrumentos. Al final, lo que cuenta, es el periodismo y los periodistas.

Quizá eviscerar y perder la sede de este modo no sea más que una señal de que faltan periodistas y periodismo. Quizá.

¿Sabe cuál es el primer gran reportaje que se escribió solo para la web? Se titula "Black Hawk Down" y lo firmaba Mark Bowden. Trabajaba en el Philadephia Inquirer.

[La entrevista entera con David Simon está aquí.]

lunes, 12 de noviembre de 2012

Todo el mundo va a la suya —menos yo, que voy a la mía

En la web apareció con publicidad contextual adecuada
Llama mucho la atención el poco periodismo empleado en las dos páginas ("A nuestros lectores") que Prisa, matriz de la editora del diario El País de Madrid, dedica a explicar el despido de 129 periodistas –perdón, quiero decir "el doloroso ajuste de plantilla"– a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

En las páginas en cuestión, la empresa señala dos chivos expiatorios.

Uno, "la crisis y [el] radical cambio en el sector". Claro.

Dos, "la estructura de costes", simpático eufemismo que apunta, sobre todo, a los periodistas y sus costes salariales. Los ametralla sin compasión: "en este año –dice– el periódico ingresará 200 millones de euros menos que en 2007, mientras el coste de la plantilla, y el número de personas empleadas, ha permanecido estable".

El texto omite cualquier referencia al desempeño de los gestores. Es enternecedor. Al parecer, "la crisis" es un astral traicionero que no se puede gestionar y la "estructura de costes" es un concepto emboscado que ha aparecido de repente entre las líneas de la cuenta de resultados.

Con "la plantilla" ¿no se referirá por casualidad a los mismos periodistas cuyo trabajo permitía a Prisa un estratosférico margen de beneficios del 28% en 2007? Hágase una idea comparándolo con el margen en el sector distribución (supermercados, etc.), que está en un 2%, si llega.

¿Acaso fue "la plantilla" la que planeó y ejecutó en 2007 la innecesaria OPA de Prisa sobre su filial de tv Sogecable, de la que ya tenía la mayoría? Para llevarla a cabo asumió un crédito de 1.950 millones de € que es el origen de sus problemas. En años siguientes, la deuda se encaramó a 5.000 millones.

Esa operación, que resultó desastrosa, la cocinaron los mismos que redactaron las páginas en cuestión, en el tono paternalista, frío y cruel típico de los editoriales del diario. Es un caso que ya se estudia en las escuelas de negocios.

Tampoco fue "la plantilla" responsable de que entre 2008 y 2010 el grupo tuviera que enajenar activos por valor de más de 2.300 millones de euros para mantenerse vivo sobre la cuerda floja. Finalmente se comieron el filet mignon: el 65% de la matriz fue vendido a Liberty Holdings, un fondo de inversión norteamericano. Gracias a todos esos achiques, la deuda asciende ahora a 3.350 millones. Qué bien.

Nada de esto aparece en las páginas en cuestión.

La ejemplar gestión llega a todos los rincones de la empresa. Le cuento un ejemplo de hace pocas semanas. La dirección de Medios Impresos de Prisa rechazó una orden de compra de publicidad del gobierno de la Generalitat de Catalunya sobre las elecciones del 25-N. Hablamos de unos 70.000 euros. El motivo fue el desacuerdo en los plazos de pago, de 150 días. Es verdad: son vergonzosos. Pero si los costes de publicar el diario serán los mismos en 30, 60 o 150 días –porque igual tiene que salir– ¿a qué viene rechazar ese ingreso aunque su cobro se demore más del doble de lo normal?

En descargo de esos ejecutivos de Prisa debe saber que Unidad Editorial (El Mundo, Expansión) y Vocento (ABC) también rechazaron esa venta. No quiero ni pensar que hay motivos ideológicos (las elecciones son un plebiscito entre partidarios y contrarios a la secesión de Catalunya y esos diarios, incluído El País, son contrarios a muerte). Sería raro, porque las radios de esos grupos los aceptaron, incluida la SER, de Prisa. Claro. Nadie rechaza hoy ni un anuncio/aviso. ¡Si las bonificaciones sobre el precio de tarifa son de hasta el 70%! A causa, en efecto, de "la crisis del sector".

Las páginas en cuestión se desviven para explicar lo mal que lo pasan los accionistas, pobres. Lo mismo ocurre con los ejecutivos, singularmente con el Presidente. Sobre todo esto MT* ya lo dejó todo dicho en esta columna, publicada en el mismo diario. Léala, por favor.

La cifra de despedidos es grande. Un tercio de la redacción. Los que se quedan y están dentro del convenio colectivo tampoco tiran cohetes. Sus sueldos se han reducido un 23% en dos años. Algunos insensibles han dicho que ganaban muy bien: 88.000 euros anuales era el coste empresa medio (del director al último reportero) de un periodista del diario. Ya. Ese mismo coste para los 47 jefes de la redacción –que negocian fuera del convenio– es de 205.000 euros. Esa área, de momento, apenas se ha tocado. Las páginas en cuestión tampoco explican eso.

Todos los mecanismos que existen en el diario para garantizar su independencia, incluidos los beneficios, por supuesto, son enumerados en las páginas en cuestión. Los explica como si hubieran debido imponerlos a "la plantilla" rebelde y no como lo que son: promovidos y sostenidos por esa plantilla desde la fundación del diario.

En cambio, fíjese en la contribución de los redactores de las páginas en cuestión a "la independencia del diario": aceptaron el cambio de deuda por capital a los bancos acreedores y a Telefónica, que ahora son accionistas de Prisa. ¡Enhorabuena! Esos son, exactamente, los propietarios que por encima de todo garantizan un diario independiente. Bravo.

Luego insisten en que "el control" del diario no ha cambiado. Claro, claro, claro. En nada. No ha cambiado en nada.

Las páginas en cuestión ponen mucho cuidado en destacar que se obligó a los periodistas en huelga de firmas a reponerlas "tras recibir una advertencia […] de que su actitud podía considerarse como ruptura unilateral del contrato". Sin embargo, las páginas en cuestión no están firmadas. ¿Quién ha roto qué contrato exactamente?

Las páginas en cuestión citan ejemplos de diarios de todo el mundo donde se han hecho planes de ajuste y recortes tratando de equipararlos a los de El País. Mire, ni uno solo de esos ejemplos es equiparable en volumen, ejecución y repercusiones al de El País. Ni uno. El que más se parece, el de Le Monde, lo explican torticeramente para que parezca que lo de ellos es nada, lo mismo que todos. Vaya caradura.

Uno de los mecanismos para preservar la independencia de ese diario ("el único en el mundo que lo tiene", se jactan las páginas en cuestión) es el derecho del director de vetar todos los originales, incluidos los de publicidad, y el poder y la capacidad de organizar autónomamente los trabajos de la redacción. Uno entiende que el director autorizó la publicación de esa página y media, pese a que infringe principios del Libro de Estilo del diario. Lo entiendo. Es difícil pensar que hubiera podido oponerse. En eso, desde luego, no es ni autónomo ni único en el mundo.

¿Eran necesarios ajustes? Claro. Pero no era necesario elegir la peor o segunda peor manera de manejar un recorte de esa magnitud. ¿En qué mundo viven? Todo conspiraba en favor de una salida traumática: la arrogancia e insensibilidad de los directivos y su poca competencia; los ánimos envenenados desde hacía semanas; la dificultad de los periodistas de esa casa para verse como parte de una empresa y no como un órgano necesario e imprescindible del ecosistema político y social español –algo así como la tercera cámara del Legislativo o del Constitucional– razón por la que muchos están ahora en estado de shock (¡Esto No Puede Estar Pasando! ¡A Mí No!).

Todas estos hechos y cifras son terribles pero no dan cuenta del significado de la depauperación de ese diario. En cualquier lista al azar de 129 periodistas de esa redacción estarían 20 ó 25 de los mejores en sus áreas. Profesionales con muchos años de trabajo, una porción de las firmas más conocidas y reconocidas del oficio —cantamañanas radiofónicos y televisivos aparte. Para muchos ciudadanos, El País es un referente ineludible desde hace veinte, treinta años. Se habla de ese diario como el "intelectual colectivo" de la izquierda española. Hasta se le atribuyen poderes taumatúrgicos, como el de detener golpes de estado, cual Cid progresista.

Las heridas que deja este proceso son graves y no cerrarán bien. Las páginas en cuestión, con todas sus tergiversaciones, no son más que el principio de la gangrena. Una redacción que pide a gritos la dimisión del Presidente de la compañía y del Director del diario señaliza que se ha roto ese secreto de las redacciones excelentes: el pacto profesional en torno a un mismo propósito editorial y la "affectio" entre colegas que reclama el trabajo periodístico organizado.

Esa ruptura, si no se resuelve, pronto se trasladará a su audiencia.

Y no sabe lo peor. En enero de 2011, tras la entrada de Liberty, el grupo anunció un plan de ajuste que implicaba prescindir de 2.500 trabajadores hasta abril de 2012. De momento han despedido a 1.281. Faltan 1.219. Aunque fueran la mitad. ¿Cómo van a afrontarlos?

* * * * *
Naturalmente, también hay mucha lágrima de cocodrilo y unos cuantos que se frotan las manos: España es un país cainita y El País, que no es un diario sueco, ha hecho muchos enemigos. A esos más les valdría advertir que la reacción de tantas personas –profesionales y no– ante la situación de El País es mucho mayor en cantidad y calidad que la registrada con los EREs en otros diarios. Mejor dicho, en los otros diarios. Tomen nota. La gente sabe distinguir.

Quizá es todo más sencillo. Uno cree que a medida que la sociedad española ha crecido, el relato del diario como institución orgánica de la democracia se ha hecho viejo y se le ven las costuras. El País lleva mal que la sociedad que contribuyó a formar se haya emancipado de ellos. El diario es cascarrabias y el grupo editor siempre se dio aires de diva italiana. La soberbia de creerse excepcionales les hizo cometer los errores que nos han llevado hasta… las páginas en cuestión.

La vida sigue y a veces cabe casi todo en un tuit. Este:

domingo, 30 de septiembre de 2012

El último diario


Esta es la última portada del Times-Picayune, de New Orleans, que después de 175 años como diario pasa a ser trisemanal. Algunos ya lo han rebautizado:


Un operario de la rotativa comprueba la calidad de la tirada, esta madrugada [más fotos]:


El editor explica los cambios en este billete. "Nuestra periodicidad cambia; nuestra misión no".


Más pronto que tarde ocurrirá otro tanto en la mayoría de los diarios que conoce. El Picayune simplemente se adapta a la gente que vive en su área de circulación. Vea estos datos de un estudio recién publicado de Pew Research:


Todo saldrá bien. Pero ¿está haciendo sus planes para desconectarse de la rotativa? De lo contrario, todo saldrá mal o muy mal. No se duerma.

[The Advocate, el diario de Baton Rouge, al lado de New Orleans, comenzará a distribuir en el noroeste de esta ciudad. Trata de aprovechar el vacío. No funcionará.]

martes, 12 de junio de 2012

Es la guerra

No recuerdo –y tengo buena memoria para esto– una portada parecida de este diario, habitualmente tranquilo y reposado, en estos términos y con esta gráfica. "Rápido, Señora Merkel", dice. Casi una declaración de guerra. Podría traducirse por "Paga ya, Alemania". A los alemanes no les hace ninguna gracia. Lea en Der Spiegel cómo los socios de Alemania usan el chantaje en la crisis del euro, que es el título que aparece en la url. Luego lo editaron por el más filosófico "Apostando hasta que los alemanes pierdan los nervios".


martes, 27 de marzo de 2012

domingo, 4 de marzo de 2012

Nada mejor que una redacción

Alan Mutter, 'Newsosaur', recordaba el cierre del Chicago Daily News, del que hoy se cumplen 34 años. El Daily News era un vespertino vibrante e independiente que murió como todos los vespertinos, igual que un pez fuera del agua: lentamente, boqueando, sin llorar. El desarollo de los suburbios, el cambio de ciclo laboral y el relevo de la industria por los servicios mató a los diarios de la tarde. En la entrada del blog de Mutter venía esta foto, tomada en los días del cierre o el mismo día del cierre [clic> amplía mucho]:


Al verles tan sonrientes vinieron a la cabeza de uno muchos momentos fabulosos pasados en las redacciones y también una respuesta de David Simon, guionista de la serie 'The Wire', que encaja perfectamente en estos momentos en que la muerte de los diarios no es nada excepcional:
En lo que yo creo es en la redacción. […] La redacción no sólo promueve el buen periodismo, por medio de editores experimentados que pueden enfocar tu trabajo mejor de lo que lo haría un solo individuo, sino también impide que alguien publique algo estúpido o malo. […] Yo sólo creo en los profesionales y en el periodismo como carrera. Mis primeros años cubriendo la policía fueron primitivos: creí que bastaba con tener una idea y cubrirla. Pero entender el crimen, la guerra de la droga, el departamento de policía o cómo las estadísticas pueden ser fabricadas para mentir me costó años […] trabajando con gente mejor que yo, más experimentada y que habían visto mucho antes lo que yo entonces veía. Y tenía que estar en la redacción con ellos. La memoria institucional es uno de los bienes más valiosos de un periódico. Y eso es precisamente lo que te ofrece una redacción. […] Creo en el periodismo como profesión. Los amateurs pueden opinar sobre el trabajo de los profesionales y de vez en cuando aprender algo y levantar una historia, lo cual está muy bien. Cuanto más, mejor. Pero no puedes depender de aficionados para cubrir la actualidad todos los días.
Lo cual me devolvió a algunas portadas míticas del Daily News de Chicago en los días de la Ley Seca:

La persecución de Al Capone

La masacre de San Valentín

Abusos policiales

La última

martes, 28 de febrero de 2012

lunes, 13 de febrero de 2012

miércoles, 18 de mayo de 2011

El Washington Post pluriemplea a sus periodistas


Llegó al correo electrónico hace cinco minutos. Ahora mismo no sé si me parece tan mala idea. Aquí tiene más información. Una sesión con David Ignatius, ahí es nada, son 299 dólares USA (precio oferta, el real son 399). Cada masterclass se compone de una serie de materiales multimedia entre los que destaca la sesión o sesiones en vídeo con el profesor. Se pueden incluso regalar. ¿Sabe esos periodistas veteranos que no pasaron a jefes y que la mala gestión de personas deja abandonados en la redacción como un colchón en medio del pasillo, que ya no están para salir mucho y tal pero que tienen los kilómetros de oficio que nos faltan a los demás? Pues eso, por ejemplo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Salvemos Le Monde… de Le Monde

26 economistas 26 firman un artículo en el Monde de ayer (con fecha de hoy, claro) donde reclaman a los futuros dueños del diario respeto por la independencia de su redacción y ninguna injerencia en la información. Bien.

Los abajofirmantes se arrancan con un aleluya muy republicano en el que la libertad de los medios es necesaria… para tener un Etat moderne. Vaya. Uno pensaba que la libertad era para mucho más. Pero, bueno, no está mal tener un Etat moderne. Ese Etat –prosiguen– sería la Suecia abierta e incorrupta, contrapuesta al populismo podrido de Italia y Rusia. Bien.

Luego dejan caer otra tirada heroica e infranchissable y establecen sus condiciones:
Or, l'indépendance du Monde est aujourd'hui menacée. Fragilisé par la crise, lesté d'une dette insupportable, le groupe est devenu vulnérable. Tous les pouvoirs, publics ou privés, qui seraient tentés d'en profiter pour attenter à son indépendance et à son histoire doivent réfléchir à leurs responsabilités. Dans quelle société, avec quel niveau de liberté et de prospérité, veulent-ils que nos enfants vivent ? Pour nous, la poursuite de l'indépendance du Monde passe par le respect, par les actionnaires qui participeront à son indispensable recapitalisation, de trois conditions:

1. Mettre des moyens financiers suffisants pour permettre au Monde non seulement de survivre, mais d'investir.

2. S'engager sur la totale indépendance de la rédaction, cela ne préjugeant en rien des contraintes budgétaires que la relance de "notre" quotidien rend incontournables.

3. Plus important encore, dénoncer publiquement toute intervention politique, de quelque bord qu'elle soit, pendant la durée des négociations. Pour nous, l'information libre et indépendante, telle qu'Hubert Beuve-Méry l'a conçue et qui a conduit à l'aventure du Monde, reste un bien public indispensable. Qu'il nous faut défendre aujourd'hui plus que jamais.
Uno no es economista, es suscriptor desde hace años. Y tan fan que hasta disfruta releyendo o leyendo Mondes antiguos. Y firma todo eso. El punto 2, por ejemplo, lo firmaría diez o doce veces: liberté, indépendance, etc. no incluye renunciar a apretarse el cinturón, o sea, a despedir y/o a reducir salarios.

No pocas redacciones confunden una cosa y la otra, por ejemplo la que nos ocupa. Al final parece que sólo garantiza la indépendance el dinero y no la virtud de los periodistas –el hábito de ser libres y ejercer como tales a cualquier precio. Una virtud que a veces lleva a sacrificarse para mantener libre y vivo el diario –un diario como este. Se ve que no acaba de ser el caso. Vean:
"On average, a journalist at Le Monde works 15% to 20% less than its counterpart at The Guardian or El País".
Claro que hay unos mínimos. Independencia y jornadas de 14 horas no mezclan bien. Independencia y pobreza se llevan fatal. Pero aquí no hablamos de mileuristas y gente que no llega a fin de mes. Mire: un empleado de la rotativa, en Francia, gana €50.000 anuales; trabaja 32 horas semanales, 164 días al año. Despedirlo cuesta una media de €466.000.

Los periodistas no deben estar mucho peor.

Tiene siempre uno la impresión de que la mítica Sociedad de Redactores del Monde quiere los beneficios y hasta los privilegios del propietario pero ninguno de sus esfuerzos y, menos aún, de las eventuales pérdidas. Así no vale.

Frédéric Filloux, en su Monday Note del lunes, explica muy bien el pésimo estado del negocio Le Monde. Yo agrego, además: el diario es peor de año en año. Claro, una cosa va con la otra. ¿O es que los periodistas son ajenos a la decadencia de su periódico? Frédéric también detalla la pésima e incoherente gestión que los ejecutivos de la editora llevan desde hace… lustros.

Todo eso es lo que ha fragilizado al Monde. ¿A qué viene acusar preventivamente a una gente que, de entrada, debe poner 100 millones de euros y después lo que te rondaré morena?

Sin embargo, mesdames et messieurs, nuestros abajofirmantes no dicen nada de todo eso. Ni una línea. Y mira que son todos economistas... Pues no señor. Lo que hacen es avisar muy severa y dramática y preventivamente a los futuros dueños: touche pas notre quotidien! Todo eso podían y debían habérselo dicho a los actuales gerentes de la cosa hace años y ahorrarnos la monserga del intelectual comprometido.

Si me pasan a la firma un manifiesto sobre notre quotidien asegúrense de que reclama la destitución de todos sus gerentes y de la cúpula de la redacción y da la bienvenida a nuevos accionistas.

Recemos a San Hubert Beuve-Méry, a ver si nos salva el Monde… del propio Monde.

domingo, 30 de mayo de 2010

¿Fin del experimento en Detroit?

Los suscriptores del Free Press y del News de algunos distritos de Detroit podrán recibir de nuevo en su casa el diario siete días por semana. Del reparto de los diarios de lunes a miércoles y del sábado se encargarán distribuidores independientes, que fijarán la hora de entrega, el precio y las demás condiciones del servicio.

En marzo de 2009, ambos diarios decidieron suspender la distribución domiciliaria excepto los jueves, viernes y domingos, que son los días buenos de publicidad.

Jim Hopkins cuenta el resto de la movida en Gannett Blog.

Jueves, Viernes y Domingos, en Paper Papers, 16/12/08
Free at last, en Paper Papers, 16/12/08
Mañana le toca al Freep, en Paper Papers, 15/12/08

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Por qué Newsweek está en venta?

Por portadas como estas:


Dice Jack Shafer que la culpa no es de nadie. Ya. Veamos. ¿Valió la pena la reconversión en viewsmagazine que intentaron Fareed Zakaria y Jon Meacham hace un año? No hay modo de saberlo porque, en realidad, no han hecho casi nada de lo que prometieron.

Se estrenaron con una superficial entrevista a Obama del propio Meacham. Exclusiva, eso sí. Vacía, también. Claro, si el nuevo director adjunto se retrata de ese modo a las primeras de cambio… la gente se desanima. Y se mandaron temas de portada/tapa con poco acierto, para decirlo benévolamente. Como esos dos de arriba –léalo antes en PaperPapers– que son para el museo de los horrores.

Lo que falló aquí es el periodismo. Si la apuesta era segmentar a los lectores pesados con largos ensayos informativos… la fórmula ha sido un fracaso de los propios editores que la pensaron. Para empezar, los mejores columnistas de la revista aparecían antes y mejor en Slate, el digital del mismo grupo. El mismo Zakaria está mejor en la CNN que en sus ensayos semanales. Y así.

Donald Graham anunció ayer que el grupo Washington Post ponía a la venta Newsweek, sus periodistas y sus 1,9 millones de suscriptores. Para Shafer, si Don Graham no ve futuro para Newsweek es que no hay futuro. Quizá tiene razón.

La verdad que el mercado no está para bollos. Vean:


Además, Newsweek perdió $16,1 millones en 2008; $29,3 en 2009 y corría camino de perder no menos de $20 millones este año.

Lo curioso es que el propio Meacham describió bien el panorama que enfrentaban cuando la revista se relanzó:
What's happening now is that headlines are delivered by the Web. That has pushed newspapers to become more like the newsmagazines were in '82, and it's pushed the newsmagazines to produce a monthly-quality product on a weekly basis, and it's pushed the monthlies into the place of the great quarterlies, and now the quarterlies have become books.
Y Shafer, que a cabroncete no le gana nadie, le remata:
The problem with Meacham's musical-chairs analogy is that he neglects to mention that a chair is removed as each dance begins and that whenever the music stops, a player gets bounced from the game. This week's loser looks to be Newsweek.
¿Quieren un auténtico rude remark para terminar? Meacham no es periodista, es historiador. Y un historiador apreciable. Pero esto va de otra cosa. El ritmo es otro. Y no aprende. Esta madrugada, en el Daily Show, ha dicho que Newsweek precisa "revertir" las cosas y trasladar todo el contenido al soporte online e imprimir semanalmente una selección de lo mejor. Ni así:






Les cierro con una tapa/portada de cuando Newsweek era Newsweek. [Clic>Amplía]


Newsweek by Some-Really-Crazy Numbers PaidContent 5/5/10
Newsweek se suicida lentamente en Paper Papers 27/9/09
EXTRA: ¡Los extraterrestres existen! en Paper Papers 25/8/09
¡Time contraataca! en Paper Papers 25/5/09
Newsweek y la supersegmentación PaidContent 20/2/09

lunes, 15 de marzo de 2010

La mano viene muy dura

Caen las audiencias…
…y el mercado se adapta:
Es el resumen de lo ocurrido en 2009 en Estados Unidos según el informe The State of the News Media del Project for Excellence in Journalism. No se duerman. Ánimo.

Hat tip: @silviacobo

jueves, 10 de diciembre de 2009

Crisis de la prensa USA: las barbas de tu vecino

Este año, los ingresos publicitarios de la prensa USA se equipararán a los de 1985. Vaya. Esta situación no tardará en repetirse en todos los países desarrollados: la recuperación llegará pero no recuperaremos los niveles de ingresos a que estábamos acostumbrados. Muchos anunciantes jamás regresarán, han encontrado vidas mejores más allá del papel. Otros ya han desaparecido (inmobiliarias, concesionarias de coches…). ¿Quién resistirá? ¿Bastarán los recortes de gastos –despidos, sobre todo– que se han hecho?

Via

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El pufo del Detroit Daily Press: historia de terror

James Briggs relata con periodismo impecable los 14 días de trabajo, enterrado hasta las cejas, para sostener la sección de deportes del fallido Detroit Daily Press. El diario no fue nada más que el sueño loco de los hermanos Stern, dos abuelitos que en sus momentos de gloria editaron diarios alternativos durante las huelgas de prensa del 64 y del 67 en Detroit; del 78 en NY y la del 80 en Minneapolis. El diario cerró ayer. No es país para viejos.

Ochenta horas de trabajo casi ininterrumpido y ni un solo día de libranza/franco han acabado en un cheque de 344 míseros dólares. Briggs, que dejó un buen puesto en AnnArbor.com, está hecho polvo:
[…] While I might sound angry at the newspaper, I’m not. I’m angry at myself in the same way you might get angry if you fell for a Nigerian scam. You knew it was too good to be true, but you let greed take over and wash away common sense. […]

That’s how it is when you’re addicted to something. And I’m more convinced than ever that print journalism is a drug for those who love it.

Some of my colleagues remain hooked on the drug, believing the presses will roll again in January. But the Daily Press isn’t coming back. If you can’t sell advertising the week of Thanksgiving, how will you do it in January, the worst month of the year in terms of newspaper revenue? […]
El post de Briggs le parece a uno de lectura obligatoria para todos los becarios y periodistas jóvenes. Por lo menos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Martin Sorrell: la crisis de la prensa debe seguir

El CEO de WPP, el mayor grupo publicitario del mundo, asegura que la contracción del sector diarios y revistas debe seguir para eliminar el exceso de oferta informativa y de inventario publicitario. Es la pura ley del mercado. La misma que nos ha llevado a la presente crisis financiera y que se llevó por delante instituciones que parecían insumergibles como Lehman Brothers. La cuestión es ¿a qué precio?

Sorrell no es neutral en este escenario y lo pinta como le viene bien a su sector.



Via AdAge