Hay infinitas formas de aprender las cosas y unas son más
divertidas que otras así es que ¿por qué no aprovecharlas?
Los juegos
de mesa son un recurso
perfecto que ayuda a los peques de la casa a fijar conocimientos sin que
ellos casi se den cuenta, son una actividad con la que mejoran la lectura (en aquellos juegos en los que hay que
leer preguntas o fichas), aprenden
a sumar (al tirar varios dados) y a ampliar
conocimientos si son juegos
temáticos.
Fauna, un juego bestialmente divertido de Devir Iberia es un tablero muy entretenido y adictivo en el que además se trabajan muchísimos conceptos, las especies animales, la zona o región del mundo donde habitan, el peso, la talla... ¿se puede pedir más?
Fauna, un juego bestialmente divertido de Devir Iberia es un tablero muy entretenido y adictivo en el que además se trabajan muchísimos conceptos, las especies animales, la zona o región del mundo donde habitan, el peso, la talla... ¿se puede pedir más?
En un mismo juego los niños aprenden sin
darse cuenta no solo los diferentes tipos de animales (especies no muy
habituales) sino que además comienzan a hacerse una idea del mapa mundi, de las
regiones más frías, más cálidas, las características de cada una de ellas que
permiten que habiten o no determinadas especies, de cuántos kilos puede pesar
cada animal, cuántos centímetros puede medir...
El juego
es muy sencillo se muestra a
todos los jugadores la ficha de un animal y por turnos se empieza a pensar en qué región
del mundo puede vivir, cuánto puede pesar, cuánto puede medir y cuánto le mide
la cola (con esta acción los niños empiezan a aprender o fijar el concepto de
kilos, de centímetros...). Cuando se desvela el resultado ganará más punto
aquel que se haya acercado más a la respuesta correcta y avanzará en el
tablero.
Es un juego pensado para niños de más de
10 años pero Eric y sus amigos han jugado con tan solo 6 años (ayudados un poco
por un adulto con los conceptos de kilos y centímetros) y se lo han pasado
genial. Las partidas duran entorno a los 45 minutos.
Si nuestros hijos son menores de 10 años
lo recomendable es que se juegue por equipos (un adulto con un niño) para que le ayude
a fijar conceptos. Los pesos y las medidas se pueden trabajar dándole ejemplos
que él pueda entender: papá mide 1,83 cm ¿el animal es más alto o más bajo?, tú
pesas 22 kg casi como un pecarí de collar...
A nosotros nos ha encantado y a
los amigos de Eric también, me parece un juego que vamos a usar mucho y que tiene muchas posibilidades tanto
dentro de casa como en el aula.
El juego además incluye un libro con
curiosidades sobre animales.
¡Gracias a Melisa y a su Santo por
enseñárnoslo!