Si algo caracteriza este segundo embarazo es que está pasando rapidísimo,
supongo que será porque durante el día apenas tengo un segundo para pensar en
ello, mi cuerpo y mi cerebro están ocupados con el trabajo, el niño, el colegio, la casa y tantas otras cosas que
hago en mí día a día.
Recuerdo perfectamente que el embarazo de
Eric fue muy lento, las semanas se pasaban muy despacio, llegar a las 20
semanas fue interminable y las últimas 4 se me hicieron eternas y muy pesadas.
En este segundo embarazo el tiempo vuela,
apenas tengo tiempo e disfrutar de él y cada vez que pienso en que semana estoy
me entra hasta escalofríos porque no sé si me dará tiempo a todo lo que tengo
que hacer con lo deprisa que va.
Otra de las características de este
embarazo es el cansancio, al final del día no puedo con mi alma, estoy literalmente
agotada y el cuerpo solo me pide tumbarme en el sofá (y gracias a Papá que se
encarga de las cenas y de recoger es lo que hago).
Con Eric esta sensación de cansancio
extremo no apareció hasta bien entrado el tercer trimestre y básicamente porque
tuve un ataque de ciática bestial, supongo que las ciento de cosas que hago
durante el día sumados a un niño de 4 años no ayudan y al final todo pasa factura.
Por lo demás estoy mucho mejor, los
vómitos y las nauseas acabaron por fin, empiezo a disfrutar de la comida y
parece que voy recuperando peso y como ya noto a la peque estoy mucho más
contenta.
Foto: www.cositasfemeninas.com