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miércoles, 29 de junio de 2016

Amor de hermanos

Uno de los grandes interrogantes a los que se enfrenta una mujer en su segundo embarazo es si su hijo (el que ya tiene) estará preparado para tener un hermano, si lo aceptará, será feliz, si no le robará protagonismo, si le podrá querer igual...

Todas nos hemos planteado esa pregunta, con más o menos variantes, algunas veces porque el niño es muy pequeño y piensas que tal vez le robarás horas de atención o si es muy mayor porque crees que se puede sentir intimidado por un nuevo miembro en la familia...

Dar el paso no es fácil, o sí, depende de cada familia, pero lo que si es cierto que es que un hermano es un tesoro. Yo tengo tres y los quiero con locura y mi infancia (pese a llevarme tantos años con ellos) está plagada de muy buenos momentos a su lado.

Ayer al abrir la puerta del cuarto de mis niños me los encontré así y casi muero de amor. En algún momento de la mañana (mientras yo trabajaba con el ordenador o ponía la lavadora o la comida) mi pequeña se debió despertar o quejar y su hermano se bajó de su cama para abrazarla y se volvieron a dormir juntos.

Eric quiere a su hermana por encima de todo, es el centro de su universo, mal que le pese a mucha gente que parece que le molesta que no tenga celos. La adora, la cuida, la mima y juega con ella a todas horas. Las risas que se echa Irene con su hermano son increíbles y no las tiene con nadie más, son risas puras de un sonido que alegra el corazón de quien las oye.

Irene tiene un "semi-dios" es su mundo y ese es su hermano mayor, si él salta, ella salta, si él lee, ella lee, si él juega con el agua o con la pelota, ella también. Todo lo que hace su hermano lo tiene que hacer ella y me sorprende que cuando vamos solas a comprar y a lo mejor la cojo una bolsa de gusanitos siempre, siempre me dice "ota para Eric", su hermano está en sus pensamientos a todas horas.

Y si tener hermanos es a veces un rollo porque hay que compartir todo (juguetes, espacio, casa), no se tiene a los papás, abuelos, tíos a tiempo completo, y uno no es el centro del universo pero a pesar de ello descubres que tu hermano es el  mejor compañero de aventuras que podrías imaginar y que siempre estará a tu lado.


Mi misión es llenar la infancia de mis hijos de momentos únicos como el de esa foto, quererles y que se quieran.

martes, 12 de enero de 2016

Los primeros pagan el pato

Cada vez estoy más convenida que los primeros hijos pagan el pato de nuestras inseguridades y miedos de madres primerizas.

Con los primeros tenemos un horario casi militar que no queremos saltarnos por nada del mundo, seguimos al pie de la letra lo que nos dicen pediatras y enfermeras, introducimos alimentos casi con escuadra y cartabón y al mínimo estornudo estamos en urgencias.

A los primeros se les exige más, en nuestro fuero interno tratamos de que sean los primeros en andar, en correr, en hablar, y en hacer mil cosas... les dedicamos cada segundo de nuestro tiempo, jugamos, les cantamos, vamos con ellos a cursos de masajes, hacemos matronatación (yo hice todo eso y más) ... y proyectamos en ellos nuestros sueños.
Reciben millones de besos y mimos por parte de sus padres inexpertos, y si son los primeros en la familia, por el resto de tíos o abuelos.

Esta tensión la mantenemos sobretodo el primer año de vida de nuestro pequeño y luego nos vamos relajando aunque no completamente (como siempre habrá algunas madres que no sufran nada de esto y otras a las que les persiga toda la vida)

Con los segundos (no me quiero ni imaginar terceros o cuartos como fui yo) la cosa cambia muchísimo...

Comen cuando pueden porque prima el horario del hermano mayor, sigues tu instinto más que lo te dice la enfermera de turno y practicas el BLW pasando casi completamente del calendario de introducción de alimentos, y si ves que estornuda le das un poco de suero y a correr y muy malito tiene que estar para que vayas al médico.

Con los segundos te relajas, no lees cuando es normal que hablen, que anden o que corran... has aprendido que cada niño lleva un ritmo y que en lo que no hacen ahora puede que dentro de quince días sean unos auténticos expertos.

Tienes menos tiempo para jugar con ellos pero a cambio tienen al mejor compañero del mundo, su hermano mayor, que es su universo y prácticamente su Dios.

No les llevas a matronatación (como es mi caso) porque no puedes desdoblarte más y los pobres reciben muchísimas menos atenciones por parte de la familia que ya está "acostumbrada" a eso de tener nietos o sobrinos.

Pero una cosa está clara, los segundos se disfrutan más, aprecias cada instante de sus vidas y lo grabas a fuego porque sabes que crecen muy muy deprisa.

Foto Pixabay

lunes, 4 de mayo de 2015

Terremoto Irene

Me acuerdo que cuando Eric era pequeño y empezó a moverse mucha gente me dijo "prepárate para quitar todo lo que tengas al alcance de su mano, tapar enchufes y poner seguridad en los armarios..." y la verdad es que me sorprendió que la gente fuese tan exagerada pero seguimos sus consejos.

Eric era un niño tranquilo que apenas intentó abrir una vez un cajón, se pilló un dedo y ya no volvió a intentarlo. En nuestro afán de hacer una casa segura pusimos tapa-enchufes y protección en muchos sitios y al cabo de los meses lo retiramos porque mi hijo no tenía el más mínimo interés por nada de eso. Nunca tocó un botón, la cocina era un sitio al que apenas acudía y las puertas no le llamaban la atención.

Con Irene la cosa ha cambiado mucho, pero mucho mucho. No hay cajón que no haya intentado abrir y vaciar todo su contenido, ya sea el cajón de mis calcetines, el de las sartenes de la cocina o el armario del cuarto de baño.

Ha intentado por activa y por pasiva meter los dedos en un enchufe por lo que hemos tenido que proteger absolutamente todos. Los enchufes y cargadores de móviles y tablets se los mete en la boca como si estuviese recargando batería y las pinturas de su hermano son su objetivo predilecto e intenta pintar el suelo una y otra vez.

Ha destrozado cajas de galletas, volcado agua, leche y cestas de fruta, ha hecho mil cachitos servilletas y jugado con el rollo de papel higiénico como si fuese el perrito del anuncio y como vea la puerta de cualquier armario abierta alla que va a sacar todo lo que pueda antes de que des con ella.

Si hay algo encima de una mesa y puede cogerlo, dalo por hecho, lo va a coger y va a salir corriendo con ello en la mano.

Es incansable, todo le llama la atención y todo le viene bien. Con Eric nunca tuve que quitar ni un solo adorno de casa y con ella solo hago que reestructurar y subir a las alturas determinadas cosas porque es un bicho que todo lo pilla.

Es un bicho y un terremoto pero la quiero con locura.

martes, 10 de marzo de 2015

Hermanos en diferentes colegios

El otro día en casa de uno de mis hermanos me contaba una de mis cuñadas que una de sus vecinas que tiene 5 hijos los lleva a varios colegios diferentes y eso nos dio que pensar y mucho de lo que hablar.

Son muchas las preguntas que saltan cuando te encuentras con una situación así, ¿por qué unos van a un colegio concertado y otros a uno público?, casualmente una de las niñas que va al cole público es la hija adoptada, raro ¿no?, ¿no es logísticamente más sencillo que todos vayan juntos?, ¿los niños notan la diferencia por ir a centros diferentes, se sienten tratados por los padres de diferente manera?

Seguro que esa madre tiene sus razones para decidir porqué algunos de sus hijos van a un colegio y otros a otro y seguramente no sea el tema económico (no poder pagar tanto colegio concertado) lo que le ha llevado a tomar esa decisión. Muchas veces juzgamos sin saber todos los detalles y no nos damos cuenta que puede que lo que busca es el beneficio de todos sus hijos. No todos los colegios son iguales, no todas las metodologías son las mismas, los que sirve para un niño puede que para su hermano no.

Es un tema complicado que seguro cada uno de nosotros solucionaríamos de diferente forma, la elección de colegio no es sencilla y la realizas pensando siempre en el bienestar de tu hijo y de la familia en conjunto. Como ya hablé en su momento en el post sobre que tener encuenta a la hora de elegir colegio hay familias que valoran unos aspectos y otros otro, la cercanía, el horario (jornada continua o partida), si es bilingüe, la metodología...

Si tienes dos o más hijos y has decidido llevarlos a centros diferentes tendrás tus razones, tenemos la costumbre de pensar que al ser hermanos todos deben ir juntos, y puede que sea lo más cómodo y habitual, pero tal vez pensando en el desarrollo de cada individuo y sus necesidades nos plantearíamos diferentes opciones para cada hijo o puede que no.

El único tema que más me preocupa de este tipo de situación es que los niños se sientan inferiores unos a otros, que piensen que sus padres no les tratan igual y sientan que unos tienen un trato preferencial sobre otros. Los celos nunca son buenos.


¿Vosotros llevaríais a vuestros hijos a colegios diferentes?

jueves, 29 de enero de 2015

Enamorada

Uno de los miedos que tenía cuando me quedé embarazada de Irene era pensar si la podría querer tanto como a su hermano.

El amor que siento por Eric es tan grande que imaginaba que nunca nadie podría igualarlo, me costaba pensar en querer a otro hijo tan intensamente como a mi pequeño pero una vez más la maternidad te enseña que el amor no se resta o se comparte sino que simplemente suma.

Estoy enamorada hasta las trancas de mi pequeña, me encanta comérmela a besos, hacerle mil caricias, tenerla en mis brazos, olisquear su rico olor a bebé o simplemente mirarla.

Vuelvo a redescubrir la vida una vez más, como ya lo hice con su hermano, y disfruto con cosas pequeñas como pasar un ratito en los columpios del parque, construir torres y luego destrozarlas o chapotear en la bañera.

Estoy cansada porque la bimaternidad es agotadora, más si trabajas desde casa y tienes que hacer malabarismos con el bebé y el curro, pero estoy inmensamente feliz.

Me derrito cuando veo a esta picarona de ojos azules arrastrarse pasillo arriba para llegar hasta mi y darme besitos, es una mimosona que se derrite cuando la haces caricias o la das palizas de besos y que se pone "celosona" cuando ve que cojo a su hermano y me lo como a besos.


Reconozco que vuelvo a estar enamorada y es amor del bueno.

jueves, 15 de enero de 2015

Tiempo para dos

Cada día tengo la misma extraña sensación de que necesito más horas en el reloj, son tantas las cosas que quiero y tengo que hacer que me falta tiempo.

Esto de la doble maternidad es muy bonito pero también muy cansado y necesitas una gestión muy precisa para cuadrar a todos los miembros de la familia y todas las actividades y supongo que según se vayan haciendo mayores se complicará más la cosa.

Nos encanta hacer cosas en familia, los cuatro juntos, pero también me gusta tener tiempo para Eric y para mí a solas.

Me gusta buscar un hueco todos los días en los que compartimos juegos de mesa, construcciones, experimentos científicos o lectura de libros, me encanta tenerlo solo para mí y escuchar sus divertidas historias y jugar sin otra ocupación ni preocupación.

Es difícil y no siempre lo conseguimos, o no todo el tiempo que nos/me gustaría, pero me resisto a renunciar a ello.

Quiero seguir sintiendo esa complicidad que tenemos y que tarde o temprano se esfumará, quiero seguir tumbándome en su cama y charlar, quiero sentarme en el sillón y leer un libro tras otro, quiero que se siga sintiendo especial, quiero tiempo.


martes, 9 de septiembre de 2014

Gestos de amor

Eric es un grandísimo hermano mayor, no me cansare nunca de decirlo, pero el otro día tuvo un gesto que me llego al corazón.

Mi precioso niño siempre ha tenido su muñeco de apego, Pepe, que lleva con mostros ya 5 años. Durante sus primeros 3 años el muñeco fue una parte imprescindible de nuestro día a día y después poco a poco el mismo le fue necesitando menos, al principio dejó de necesitarlo por el día hasta que llegó una noche que tampoco quiso dormir con él.
Pepe sigue en casa, en la cama de mi hijo y muy de vez en cuando Eric le coge, le espachurra un rato y luego lo deja otra vez. Si nos vamos de viaje o se va a dormir a casa de su abuelo o con su tía lo mete dentro de la maleta pero no lo saca, es como un comodín que quiere seguir teniendo en la manga.

Hace unos días Irene se puso a lloriquear, algo muy raro en ella, y Eric se fue corriendo a su habitación cogió a Pepe y se lo dio.

Me sorprendió el gesto pero más me sorprendió su comentario "toma Irene este es Pepe, yo ya no lo necesito pero ya verás cómo te va a cuidar muy bien"

Fue tan bonito que no supe reaccionar, mi hijo le daba a su hermana el juguete más preciado que ha tenido en su vida y se lo da como dice él "para siempre" porque "yo ya soy mayor y sé que Pepe va a cuidar muy bien de mi hermanita", ¿no es bonito?


Es un gesto tan grande, de amor tan incondicional a su hermana que estamos impresionados, ojala siempre se quieran tanto.

Pepe está un poco maltrecho después de tantos años pero parece que Irene ha entendido la importancia del juguete y ahora no se desprende de él, ¿se convertirá en su muñeco de apego?

jueves, 24 de abril de 2014

Hermanos

Cuando ya tienes un hijo/a y llega otro irremediablemente la pregunta estrella por parte de familiares, amigos y conocidos es ¿qué tal lo lleva el hermano mayor?

Nosotros, por ahora, no nos podemos quejar. Eric está absolutamente enamorado de su hermana, se ha cogido el cargo de "hermano mayor" y no lo suelta para nada.

Él tiene que bañar a la peque, es el encargado de tirar los pañales y pobre del que intente tirarlos sin su permiso, la canta canciones cuando llora y por supuesto la lee cuentos.

Me ha sorprendido muchísimo porque pensé que cuando la viese llorar a pleno pulmón se pondría nervioso pero nada más lejos de la realidad, con mucha calma se va a buscar su silla, se sienta junto a ella y la cuenta un cuento o la canta canciones.

Se pasa el día contándole las cosas que hace y la dice millones de piropos. Está muy concienciado con el tema de lavarse las manos para poder tocarla o que por ahora la cabeza y las manitas del bebé no se tocan y se lo repite a todo el mundo.

Presume de hermana y me encanta, me dice "mamá sácate la teta que Irene tiene hambre"

Soy consciente de que tendrá días malos, que los celos vendrán tarde o temprano pero por ahora estamos disfrutando del gran hermano mayor que le ha tocado a Irene, el mejor del mundo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Cita a ciegas

Creo que todas hemos leído en algún momento eso de que "el parto es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura de que conocerás al amor de tu vida"

Estoy ya de 37 semanas y sumando, después de todos los problemas con los que me he enfrentado en este embarazo nunca pensé que llegaría tan lejos pero aquí estoy. 

No miento si os digo que estoy deseando ver a mi niña, tenerla entre mis brazos y ver que todo, finalmente, ha salido bien. Estoy nerviosa, expectante a ratos, eufórica a otros, en algunos momentos me siento abrumada y en otros asustada pero sobretodo mi sensación es la de ser una adolescente que sabe que el chico del que está enamorada la va a pedir salir, aunque todavía no tiene ni idea de que día será.

Me paso el día escuchando mi cuerpo, intentando averiguar si hay alguna señal o indicio de que el parto está cerca, por la noche tengo alguna que otra contracción pero nada significativo o al menos por ahora.

Vivo con ese hormigueo constante y me sorprendo en muchas ocasiones imaginándome con el bebé en casa y siendo una familia de 4 y no se me borra la sonrisa de tonta de la cara.

El Papá también está nervioso y deseoso de tener a su niña pero si alguien está como loco por ver la cara de Irene ese es Eric, se pasa el día abrazándome la tripa, hablando con su hermana, diciendo que "la primavera ya va a llegar e Irene nace en primavera", pero lo que más me gusta es cuando acerca la cara a la tripa y dice "ay mi bebé bonita cuando salgas te voy a comer a besos", me muero de amor con mi cachorrito...


Te estamos esperando princesa y estamos locos por abrazarte y besarte.

jueves, 6 de febrero de 2014

Regalo de la hermanita

Muchas mamás, amigas y conocidas, que han tenido a su segundo/tercer hijo/a me han recomendado que el día que el peque vaya al hospital tenga preparado un regalo para él de parte de su hermana.

Eric no se va a tragar que el regalo venía con la hermana porque ya tiene 4 años y medio y porque con lo que le gusta el cuerpo humano y los documentales del Discovery, sabe perfectamente que dentro de mamá está el bebé pero nada más.

Estas mamás y otras me han comentado que es un gesto muy bonito y que a los peques les hace estrechar lazos con sus nuevos hermanos, una forma de darle también protagonismo al niño que hasta ese momento era el único príncipe de la casa.

¿Qué me parece la idea?, me parece buena, pero tengo que madurarla y matizarla, hacerla un poco nuestra y modificarla.

Eric sabe que el bebé no habla, que no puede comprar nada y tampoco le voy a mentir... pero me parece buena idea el darle un regalo u obsequio, de parte de nosotros sus padres,  como "premio" a su nuevo estatus, el de "hermano mayor".

Esos días habrá por la habitación y por casa mucha gente que prestará atención tan solo a la pequeña y como mucho a mí, nos traerán regalos para el bebé y no quiero que se sienta desplazado...


¿Alguna lo ha hecho con sus hijos?

jueves, 10 de mayo de 2012

Sorteo Muak y más

Ya está en marcha el primer sorteo de Muak, participar es muy sencillo, así es que no tenéis excusa para pasaros y apuntaros.

Y ahora os cuento lo que me pasó ayer en el parque.

Estuvimos casi dos horas en un parque al lado de casa, disfrutando de lo lindo, muchas pompas de jabón, mucha arena, mucho tobogán, interactuando con los niños...

Me encanta ver disfrutar al peque en el parque.

Bueno a lo que iba, estábamos jugando con la arena cuando se acerca una niña  marroquí de unos cuatro años y nos pregunta si puede jugar con nuestros cubos y palas.

La decimos que si y empieza a charlar conmigo.

Niña: ¿Donde está su hermano? (señalando a mi niño)
Trastadas: no tiene hermanos.
Niña: ay pobre, ¿es que se han muerto?
Trastadas: (con una sorpresa de aupa), no, no se han muerto, es que no tiene.
Niña: ¿es que no puedes tener hijos?
Trastadas: (mi sorpresa cada vez era mayor y con la mirada buscaba a la madre de la "periodista"), si puedo tener hijos, el es mi hijo, es que por ahora no quiero tener más.

Y aquí corté la comunicación porque pensé, que hago dando explicaciones de mi vida privada a un mico de cuatro años.

La niña no se rendía, ya os digo yo que es el futuro de Tele5 y sus programas basura... y tanto insistía que al final Eric me mira y me dice "¿donde están mis hermanos?.

Menos mal que ya eran las ocho de la tarde pasadas, recogimos nuestros bártulos y nos fuimos a casa.

Esta tarde iremos a otro parque, no quiero encontrarme con esa niña, parecía un adulto en el cuerpo de una pequeñaja.

martes, 15 de febrero de 2011

¿Para cuando el hermanito?

Esta es la pregunta que lleva persiguiéndome las últimas semanas, me la repiten familiares, amigos, vecinos, el frutero, compañeros de trabajo de mi marido....

No es que me moleste (por ahora), ya viví la etapa "¿cuándo os casáis?", "¿para cuando el bebé?" y ahora toca la del hermano/a.

Y la respuesta es "ahora no". No queremos, no nos apetece, solo de pensar en estar nueve meses embarazada me da una pereza enorme, no tengo ganas de volver a pasar por un parto, de las noches en las que se duerme poco, cólicos...

Mucha gente me dice que es el momento "ideal" teniendo dos años de paro y los cuatro meses de baja maternal pagada por la Seguridad Social, así se pasaría un pelín la crisis y me reincorporaría al mercado laboral en una mejor situación (ja, ja).

Pero es que no, no tengo ganas de redecorar mi pequeña casita para meter a un nuevo niño, de pensar en dos tallas de pañales, de meter dos sillitas en el coche...

Puede que dentro de unos días (meses o años) me de el punto y vuelva a sentir la llamada (ese reloj biológico que dicen que se nos despierta) y me apetezca tener otro hijo, pero ahora no es el momento.

No quiero darle un hermanito por el simple hecho de que la gente piense que es mejor que tenga hermanos, que será menos egoísta, estará más arropado (mitos que se pueden derrumbar facilmente pero en los que prefiero no entrar). Yo quiero darle un hermano/a cuando de verdad lo queramos su padre y yo, quiero desear a ese bebé como deseé a Eric, esperar su llegada con la misma ilusión, con el mismo cariño...

Un hijo es para toda la vida, no es un juguete, una mascota, y se merece ser deseado, querido y amado.

Asi es que por ahora mi niño seguirá siendo hijo único.

A parte de que es un pequeñajo muy afortunado ¡¡¡tiene cinco primos!!!

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