Título: La Carcoma
Autor: Daniel Fopiani
Editorial: Versátil, 2017
Páginas: 236
SINOPSIS.
Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El éxito comercial de su última novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la página en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cádiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presión de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefónicas constantes.
Con el paso de los días descubre que, en la cabaña donde se aloja, aparece un nuevo número pintado en la pared cada mañana. Una cuenta atrás sin explicación aparente que termina sumiéndolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los números no perdonan.
Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliación con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, ágil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del género con toques ligeramente underground.La Carcoma es un pueblo, pero también una metáfora.
IMPRESIÓN PERSONAL.
La Carcoma es el nombre de un pueblo de la sierra gaditana. Más que un pueblo, una aldea, por el tamaño tan pequeño que tiene y la escasa población que allí permanece aún. Es uno de esos pueblos que actualmente se denominan de la España Vaciada, como si esta característica no afectara a todo el país en su medio rural. En ese pequeño pueblo pasan pocas cosas, algo obvio porque hay tan pocos habitantes que es difícil que nada venga a romper su rutina. Además una rutina que no quieren que nadie rompa, sobre todo, los turistas que en determinada época del año se dejan caer por la localidad en sus visitas a la sierra. Por esos cuando Ramsés, un joven escritor de 29 años, se aloja en una pequeña cabaña que está a las afueras del pueblo, toda la población se entera mediante el boca a boca de que hay un "intruso" en el pueblo.
Ramsés vive habitualmente en la ciudad de Cádiz pero está atravesando una mala época porque, después de haber tenido un exitazo con su primera novela, ahora que tiene un nuevo compromiso de entrega de la segunda a la editorial y habiéndose gastado todo lo que le han ingresado de forma adelantada, no es capaz de comenzar a escribir ni una sola página. Peor aún, ni siquiera se le ocurre una idea sobre la que comenzar a escribir. Por ese motivo se desplaza a La Carcoma, un pueblo en el que su amigo, concejal del ayuntamiento de Cadiz ha heredado una pequeña cabaña que esconde una historia de la que nadie parece querer hablarle.
Con estos "mimbres" el autor nos escribe una novela de intriga rural, en el que nadie es quien parece ser, de tal manera que la sensación de soledad y de claustrofobia que te hace sentir la puedes llegar a padecer junto con el protagonista, sobre todo, cuando se queda completamente aislado en ese pueblo sin poder salir de él mediante ningún sistema de transporte. Unos guardia civiles con un comportamiento del que dudas continuamente, un niño con discapacidad intelectual que es todo un misterio, un tendero que pone los pelos de punta, una madre y una hija con una relación de amor-odio insufrible y viejas y viejos que odian cualquier cosa que pueda cambiar su entorno. Este ambiente me ha recordado en más de una ocasión la novela que leí de Aguacero de Luis Roso, también en un pueblo de la sierra de Madrid donde el ambiente era claustrofóbico.
Una novela de intriga con unos personajes muy marcados, un pueblo que oculta muchas historias y secretos por lo que todos son sospechosos y todos parecen lo que no son, aunque solo sea por sobrevivir en el ambiente en que se desarrollan sus vidas.
En definitiva, La carcoma es una novela corta de intriga y misterio en el que tenemos una parte importante de metaliteratura, con unos personajes muy sólidos que te engañan continuamente y una ambientación que te mantiene alerta todo el tiempo que te dura entre las manos.
Ramsés vive habitualmente en la ciudad de Cádiz pero está atravesando una mala época porque, después de haber tenido un exitazo con su primera novela, ahora que tiene un nuevo compromiso de entrega de la segunda a la editorial y habiéndose gastado todo lo que le han ingresado de forma adelantada, no es capaz de comenzar a escribir ni una sola página. Peor aún, ni siquiera se le ocurre una idea sobre la que comenzar a escribir. Por ese motivo se desplaza a La Carcoma, un pueblo en el que su amigo, concejal del ayuntamiento de Cadiz ha heredado una pequeña cabaña que esconde una historia de la que nadie parece querer hablarle.
Con estos "mimbres" el autor nos escribe una novela de intriga rural, en el que nadie es quien parece ser, de tal manera que la sensación de soledad y de claustrofobia que te hace sentir la puedes llegar a padecer junto con el protagonista, sobre todo, cuando se queda completamente aislado en ese pueblo sin poder salir de él mediante ningún sistema de transporte. Unos guardia civiles con un comportamiento del que dudas continuamente, un niño con discapacidad intelectual que es todo un misterio, un tendero que pone los pelos de punta, una madre y una hija con una relación de amor-odio insufrible y viejas y viejos que odian cualquier cosa que pueda cambiar su entorno. Este ambiente me ha recordado en más de una ocasión la novela que leí de Aguacero de Luis Roso, también en un pueblo de la sierra de Madrid donde el ambiente era claustrofóbico.
Una novela de intriga con unos personajes muy marcados, un pueblo que oculta muchas historias y secretos por lo que todos son sospechosos y todos parecen lo que no son, aunque solo sea por sobrevivir en el ambiente en que se desarrollan sus vidas.
En definitiva, La carcoma es una novela corta de intriga y misterio en el que tenemos una parte importante de metaliteratura, con unos personajes muy sólidos que te engañan continuamente y una ambientación que te mantiene alerta todo el tiempo que te dura entre las manos.