Título: Hija ünica
Autora: Anna Snoekstra
Editorial: Suma de Letras, 2017
Páginas: 352.
Sinopsis.
A sus dieciséis años, Rebecca Winter estaba disfrutando del mejor verano de su vida: ganaba algún dinero en un restaurante, tonteaba con un chico mayor y compartía confidencias con su mejor amiga. Hasta que empezaron a sucederle cosas extrañas, como notar una presencia en su dormitorio o sentirse observada. Pese a todo, Bec no fue consciente de lo que le iba a ocurrir... hasta que un día se esfumó sin dejar rastro.
Más de una década después, una joven asegura ante la policía ser la Bec desaparecida y pronto se encuentra viviendo su vida. Abrazando a sus padres. Aprendiendo los nombres de sus amigos. Jugando con sus hermanos pequeños. Pero quizá ni la acogedora familia ni los entusiasmados amigos de Bec sean lo que parecen. Porque mientras comienza a sumergirse en la personalidad de la auténtica Rebecca Winter, la impostora descubre que quien la hizo desaparecer aún anda suelto. Y ella puede estar en peligro inminente.
Impresión personal.
Cuando todo el mundo a tu alrededor finge y tu misma te crees una excelente actriz ¿cómo saber quien es quien, qué piensan los que te rodean o si tu actuación está siendo ejemplar o un verdadero bodrio? Eso le pasa a la chica protagonista de esta novela de suspense con ritmo de thriller. En primera persona nos va contando como consigue suplantar a Rebeca Winter, una chica que desapareció once años atrás al volver de su trabajo, cada paso que da para salvar todos los escollos que ha de salvar por ocupar una vida ajena que desconoce totalmente. Desconoce a familiares y amigos, sus gustos y manías, su manera de ser y de expresarse, lo que le pasó y hasta lo que le gustaba comer. Pero, sobre todo, desconoce si los demás, la creen o realmente saben que ella no es quien dice ser. ¿Quien está engañando a quien? Y esa duda la mantenemos nosotros, lectoras ávidas que acompañamos todo lo que le pasa a la protagonista mientras ella va expresando en primera persona todo lo que le va sucediendo a su regreso y te va generando las mismas dudas que ella tiene, además de sus errores de percepción. Seguramente por eso nos sorprendemos tanto como ella por los giros que se van produciendo en su entorno más cercano.
Por otro lado, en capítulos casi alternos, la autora nos lleva al pasado de la propia Rebeca Winter, la de verdad, y nos va contando los últimos días anteriores a su desaparición, incluso en ocasiones, episodios de su vida más lejanos, en especial cuando nos relata episodios acontecidos con su familia y, sobre todo, con sus hermanos gemelos, de los que se encarga en muchas ocasiones. Aparentemente, una familia normal de cinco miembros, donde Rebeca siente la típica frustración ante la predilección de sus padres por sus hermanos más pequeños y siente que a ella no le prestan ninguna atención, las típicas conversaciones y confesiones entre amigas del alma y los típicos errores a la hora de enamorarse por primera vez de un hombre que no es lo que aparenta. Todo bastante típico de la adolescencia y así es como lo he ido percibiendo yo. Un camino aparentemente normal en el que la autora a través de Rebeca nos ha ido dejando "miguitas" para que empieces a dudar de esa aparente normalidad. Y aún así yo me he quedado con la boca abierta en varias ocasiones, por no variar.
Junto a estas dos protagonistas indiscutibles, la suplantadora y la verdadera Rebeca, aparecen otros personajes secundarios como Andopolis, el policía que llevó la investigación del caso de la desaparición de Rebeca, su íntima amiga Lizzie y su hermano y, desde luego, su familia, padres y dos hermanos gemelos. Todos personajes bastante intrigantes que te plantean muchas dudas porque todos, a su manera, tienen un comportamiento extraño para la ocasión y desconoces si alguno ha descubierto que la chica aparecida no es quien dice ser.
Una novela con buen ritmo, un ritmo que se incrementa al final y con algunas acciones y escenas que te ponen los pelos de punta totalmente. Quizás el final de la novela me ha resultado un poco precipitado, como si la autora quisiera terminarla cuanto antes y me he quedado con las ganas de saber más de la suplantadora de lo que al final se nos cuenta, porque ella es tan incógnita como la propia desaparición de Rebeca y su final.
En conclusión, he de decir que he disfrutado bastante con este thriller, es muy entretenido e intrigante, de modo que te mantiene pegado a sus páginas de principio a fin a la vez que su lectura es muy ágil y sencilla, cosa que se agradece cuando una pretende relajar las neuronas.
Por otro lado, en capítulos casi alternos, la autora nos lleva al pasado de la propia Rebeca Winter, la de verdad, y nos va contando los últimos días anteriores a su desaparición, incluso en ocasiones, episodios de su vida más lejanos, en especial cuando nos relata episodios acontecidos con su familia y, sobre todo, con sus hermanos gemelos, de los que se encarga en muchas ocasiones. Aparentemente, una familia normal de cinco miembros, donde Rebeca siente la típica frustración ante la predilección de sus padres por sus hermanos más pequeños y siente que a ella no le prestan ninguna atención, las típicas conversaciones y confesiones entre amigas del alma y los típicos errores a la hora de enamorarse por primera vez de un hombre que no es lo que aparenta. Todo bastante típico de la adolescencia y así es como lo he ido percibiendo yo. Un camino aparentemente normal en el que la autora a través de Rebeca nos ha ido dejando "miguitas" para que empieces a dudar de esa aparente normalidad. Y aún así yo me he quedado con la boca abierta en varias ocasiones, por no variar.
Junto a estas dos protagonistas indiscutibles, la suplantadora y la verdadera Rebeca, aparecen otros personajes secundarios como Andopolis, el policía que llevó la investigación del caso de la desaparición de Rebeca, su íntima amiga Lizzie y su hermano y, desde luego, su familia, padres y dos hermanos gemelos. Todos personajes bastante intrigantes que te plantean muchas dudas porque todos, a su manera, tienen un comportamiento extraño para la ocasión y desconoces si alguno ha descubierto que la chica aparecida no es quien dice ser.
Una novela con buen ritmo, un ritmo que se incrementa al final y con algunas acciones y escenas que te ponen los pelos de punta totalmente. Quizás el final de la novela me ha resultado un poco precipitado, como si la autora quisiera terminarla cuanto antes y me he quedado con las ganas de saber más de la suplantadora de lo que al final se nos cuenta, porque ella es tan incógnita como la propia desaparición de Rebeca y su final.
En conclusión, he de decir que he disfrutado bastante con este thriller, es muy entretenido e intrigante, de modo que te mantiene pegado a sus páginas de principio a fin a la vez que su lectura es muy ágil y sencilla, cosa que se agradece cuando una pretende relajar las neuronas.