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martes, 17 de marzo de 2020

de Almudena Grandes.


Título: La madre de Frankenstein
Autora: Almudena Grande
Editorial: Tusquets Editores S.A., 2020.
Página: 560.

SINOPSIS.

En 1954, el joven psiquiatra Germán Velázquez vuelve a España para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha vivido quince años en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En Ciempozuelos, Germán se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una parricida paranoica, inteligentísima, que le fascinó a los trece años, y conoce a una auxiliar de enfermería, María Castejón, a la que doña Aurora enseñó a leer y a escribir cuando era una niña. 

Germán, atraído por María, no entiende el rechazo de ésta, y sospecha que su vida esconde muchos secretos. El lector descubrirá su origen modesto como nieta del jardinero del manicomio, sus años de criada en Madrid, su desdichada historia de amor, a la par que los motivos por los que Germán ha regresado a España. 

Almas gemelas que quieren huir de sus respectivos pasados, Germán y María quieren darse una oportunidad, pero viven en un país humillado, donde los pecados se convierten en delitos, y el puritanismo, la moral oficial, encubre todo tipo de abusos y atropellos.

IMPRESIÓN PERSONAL.

Episodios de una Guerra Interminable es de estas series de literatura cuya publicación espero siempre con ansia cada dos años, más o menos. Habitualmente, Almudena Grandes suele dejarnos un par de años sin remitirnos a la saga y casi siento decepción cada vez que publica otra cosa que no tenga que ver con la continuidad de los Episodios. Cada libro, cada historia que nos ha traído se me escurre como el agua y me deja las manos bien hidratadas durante un buen periodo de tiempo. Son libros que vas leyendo deseando conocer el final de cada historia pero a la vez sintiendo en el alma dejar atrás a esos personajes de los que ya formas parte, personajes enteros, solidarios, completos en sus historias de vida y siempre luchadores en momentos que nunca hemos podido imaginar como tampoco nunca hubiéramos imaginado lo que estamos viviendo, lo que significa y adonde nos puede llevar.

Me ha encantado esta nueva entrega, no puedo decir otra cosa. Me ha emocionado la historia que entraña cada personaje, he llorado con algunas de ellas y también me he reído y sonreído con otras, me he escandalizado con la maldad de algunos personajes y me he esperanzado con la ternura, el amor y la entrega desinteresada de otros. Almudena Grandes nos trae siempre grandes historias y con ellas, siempre, grandes personajes que las hace aún más valiosas, más relevantes. Suelen ser historias que han pasado desapercibidas en épocas oscuras de nuestra historia nacional, historias de a "pie de calle", que ocurren a gente tan normal como podemos serlos nosotros, con profesiones habituales con las que interactuamos sin dificultad y en escenarios que existen o han existido en nuestro país.

En esta ocasión, la autora nos lleva a Ciempozuelos, al psiquiátrico de mujeres, un lugar que tuve la suerte de visitar hace años para realizar un trabajo de campo cuando estudiaba en la Universidad. También he podido visitar otro psiquiátrico, el de Mérida y puedo corroborar sin error, la realidad que nos dibuja la autora, una realidad seguramente más rígida que la que yo conocí ya entrada la democracia en España. Pero me queda en el recuerdo el olor, la división de los pabellones en función de la gravedad de las enfermas, las miradas de las que circulaban por patios y jardines, esa sensación de estar en otro mundo, un mundo construido a base de mentes enfermas que están encerradas en otras realidades. No se me olvida, no. Por eso me ha puesto los pelos de punta el personaje de Aurora Rodríguez Carballeira, esa primera persona que se expresa libremente a pesar del encierro físico y mental que sufre. Tan espeluznante como triste, tan bien conformado como creíble, tan enfermo como inteligente y mordaz. Un personaje inolvidable cuya situación física y mental te la hace cercana e inolvidable.

Los demás personajes, en especial Germán y María, son geniales cada uno en su papel. Y ellos, y todos los que conforman historias personales y familiares paralelas, anteriores o posteriores  a su tiempo. La autora construye a través de cada personaje secundario que rodea a los principales, historias personales llenas de sentido, de denuncia social, de recuerdo y memoria sobre hechos históricos que han quedado rezagados, muchas veces por intereses políticos de gobernantes mezquinos que nos quieren arrebatar la memoria de todo un pueblo. Cada personaje es una historia llena de sentido, muchas de sufrimiento, de pérdida, pero también de homenaje y de esperanza.

No quiero contar nada de la trama, de lo que la autora desarrolla. Hay que leerla. Hay que conocer a cada uno de ellos y de ellas, sus historias de vida, su lucha y agradecer su valentía y su honestidad porque gracias a muchos como ellos hoy podemos vivir con las libertades y derechos que tenemos mujeres, colectivos LBGTI, personas de otras razas, religión o ideología política, etc. No dejéis de leerlo. Es un gran homenaje a todas esas personas que luchan y como hoy en día, más que nunca, a mucho personal sanitario o no que cuida y vela por nosotros.


martes, 13 de febrero de 2018

de Almudena Grandes.


Título: Los pacientes del Doctor García
Autora: Almudena Grandes
Editorial: Tusquets Editores, 2017
Páginas: 768.

SINOPSIS.

Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo García Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentación que lo libró del paredón fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benítez, un diplomático republicano al que salvó la vida en 1937. 

Cree que nunca volverá a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una misión secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organización clandestina, la red de evasión de criminales de guerra y prófugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Argüelles una mujer alemana y española, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. 

Mientras el doctor García se deja reclutar por él, el nombre de otro español se cruza en el destino de los dos amigos. Adrián Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la División Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la última defensa de Berlín, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Perón. 


Thriller y novela de espías, Los pacientes del doctor García es tal vez la historia más internacional y trepidante de Almudena Grandes, su narración más ambiciosa, en la que conecta acontecimientos reales y desconocidos de la segunda guerra mundial y el franquismo, para construir las vidas de unos personajes que no sólo comparten la suerte de España, sino también la de Argentina.

IMPRESIÓN PERSONAL.

Los pacientes del Doctor García es la cuarta entrega de la serie que Almudena Grandes llama Episodios de una Guerra Interminable, en un homenaje póstumo a Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales. La serie comienza con Inés y la alegría a la que le sigue El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Tras esta última publicación, aún  quedan dos entregas más que cerrarán la serie: La madre de Frankestein y Mariano en el Bidasoa, dos entregas que, tras esta última, yo estoy deseando leer.

Por el comentario anterior, os podéis imaginar que me ha encantado esta nueva novela de Almudena Grandes. Podría deciros que junto a la parte histórica que me revela aspectos nuevos sobre la Guerra Civil española y la posguerra, lo hace esta vez con un ritmo de verdadero thriller y con unos personajes tras cuyos nombres hay verdaderos espías que planifican perfectamente sus movimientos y que los ejecutan con gran precisión mientras aparentemente puedan llevar vidas anodinas con sus familias o en sus respectivas  profesiones, muchas de ellas falsas. Creo que es la diferencia esencial de esta novela respecto de las anteriores. Su ritmo y la cantidad de hechos que acontecen en esas más de 700 páginas, no te dejan respiro en ningún momento, a la vez que que te sorprende con una parte de la historia que pasó, como tantas otras, desapercibida por la ocultación que se ha hecho siempre por quienes nos contaron la historia de nuestro país.

Antes de hablaros más de esta novela, no puedo dejar de comentar que me ha emocionado encontrarme de nuevo, aunque haya sido muy brevemente, a modo de guiño, con Inés y Galán, protagonistas de Inés y la alegría, en una visita rápida del Doctor García a Toulouse (Francia) donde Inés montó su restaurante. Nunca olvidaré a estos personajes que tan dentro me llegaron y me ha encantado recuperarlos. Y es que además, en Los pacientes del Doctor García, Almudena nos lleva no sólo a Francia, sino que además visitaremos Alemania (Berlín en plena caída en la IIGM), Suiza y su nido de espías al calor de la neutralidad, Inglaterra, país de acogida de algunos de nuestros compatriotas republicanos y Argentina, bajo el gobierno de Perón y el dictador Videla, que acogió y protegió a los criminales de guerra nazis, muchos de ellos, llegados a ese país a través de la red que tenía montada en España Clara Stauffer, una mujer con doble nacionalidad (española y alemana, fascista y nazi), íntima amiga de Pilar Primo de Rivera, falangista y fundadora de la famosa y represiva Sección Femenina.

La novela cubre un periodo de más de cincuenta años de la historia de España. Desde que comienza la Guerra Civil en el 36 hasta la década de los años 70. En esos primeros años la autora nos presenta al Doctor Guillermo García Medina, republicano aunque sólo fuera porque sus abuelos que fueron quienes lo criaron eran republicanos y de izquierda, y a Amparo Priego, una vecina de derechas cuyo abuelo era también amigo del abuelo de Guillermo. Tras el comienzo de la guerra, Amparo se ve amenazada por el bando republicano en Madrid y se refugia en casa de Guillermo, que la acoge manteniendo ambos una relación un tanto extraña que más de una vez me ha provocado una sonrisa. En esos años Guillermo se vuelca en el Hospital en el que trabaja salvando vidas imposibles, tal es el estado en el que llegan los heridos al hospital. De esta época me ha llamado especialmente la atención la colaboración que se estableció en Madrid por parte del gobierno canadiense de la mano del innovador médico Norman Bethune que creó la Unidad Médica de Canadá donde se realizaban las primeras transfusiones de sangre que salvaron cientos de vidas de heridos de guerra. 
En esos años, Guillermo salva la vida de Manuel Arroyo Benitez, diplomático español de la república de orígenes muy humildes, al que aloja también en su domicilio.

Tras la pérdida de la guerra, tanto Manuel Arroyo como Guillermo García han de convertirse en otras personas. El primero para poder continuar haciendo su trabajo de espía diplomático del Gobierno de la República en el exilio y el segundo para poder camuflarse en un Madrid que persigue a todo el que huela a rojo, motivo por el cual también ha de abandonar su profesión de médico. Tras estos momentos, los dos amigos volverán a interactuar y a ejecutar misiones introduciéndose con sus falsas identidades en el corazón del régimen para despretigiarlo ante los gobiernos aliados con la intención de que estos tengan los motivos y las pruebas necesarias para destituir al dictador. A pesar de que no sólo descubren la red montada por Clara Stauffer y su apoyo a los criminales nazis, ya sabemos todos que Franco no sólo no fue destituido, sino que fue apoyado por estos gobiernos que supuestamente luchaban por los derechos humanos y que hicieron "oídos sordos" ante lo que estaba ocurriendo en España, porque su enemigo principal en esos años de posguerra era Stalin y el comunismo ruso. Por ello, conoceremos como todos estos nazis viven plácidamente en Argentina, incluso en España, bajo los gobiernos de Perón y de los militares golpistas, mientras los defensores del Estado democrático han de vivir escondidos bajo nombres y vidas que no son las suyas propias.

La ambientación de la novela es soberbia. Te colocas con una facilidad increíble en la época y la situación donde se mueven un gran elenco de personajes. Las costumbres y su evolución están perfectamente retratadas en la novela sin que la acción de los personajes se vea interrumpida por grandes descripciones. La verdad es que el lenguaje es tan fluido y los hechos son tan contundentes que resulta muy difícil dejar de leer.

No me extiendo más, aunque la novela tiene tantos aspectos, personajes y hechos acontecidos que anima al debate y a extender mucho más los hechos que relata. Sinceramente, os la recomiendo. Os recomiendo toda la serie de Episodios de una Guerra Interminable porque todos son lecturas fabulosas, pero si os da pereza, empezad por ésta porque no es necesario comenzar por la primera para leer la última. Son historias independientes a pesar de esos guiños a las anteriores que tanto me gustan.


martes, 13 de enero de 2015

de Almudena Grandes.


Título: Las tres bodas de Manolita
Autora: Almudena Grandes
Editorial: Tusquets Editores, 2014
Páginas: 766.

Resumen oficial.

En un Madrid devastado, recién salido de la guerra civil, sobrevivir es un duro oficio cotidiano. Especialmente para Manolita, una joven de dieciocho años que, con su padre y su madrastra encarcelados, y su hermano Antonio escondido en un tablao flamenco, tiene que hacerse cargo de su hermana Isabel y de otros tres más pequeños.

A Antonio se le ocurrirá una manera desesperada de prolongar la resistencia en los años más terribles de la represión: utilizar unas multicopistas que nadie sabe poner en marcha para la propaganda clandestina. Y querrá que sea su hermana Manolita, la señorita Conmigo No Contéis, quien visite a un preso que puede darles la clave de su funcionamiento. Manolita no sabe que ese muchacho tímido y sin aparente atractivo va a ser en realidad un hombre determinante en su vida, y querrá visitarlo de nuevo, después de varios periplos, en el destacamento penitenciario de El Valle de los Caídos. 

Pero antes tiene que saber quién es el delator que merodea por el barrio.

La tres bodas de Manolita es una emotiva historia coral sobre los años de pobreza y desolación en la inmediata posguerra, y un tapiz inolvidable de vidas y destinos, de personajes reales e imaginados. Una novela memorable sobre la red de solidaridad que tejen muchas personas, desde los artistas de un tablao flamenco hasta las mujeres que hacen cola en la cárcel para visitar a los presos, o los antiguos amigos de colegio de su hermano, para proteger a una joven con coraje.

Impresión personal.

Podría empezar esta reseña pensando cual de los tres Episodios de una Guerra Interminable me ha gustado más, pero no puedo. He pensado detenidamente en las tres historias y al final he llegado a la conclusión de que, independientemente de cada una de las tres tramas que se cuentan, me encantaría unir en un único libro a Inés, Comprendes y Galán con Nino y el portugués y con Manolita, Isabel, Silverio o La Palmera. Las tres bodas de Manolita es también una novela coral donde los personajes cobran tanta relevancia como aquello que les ocurre. Son personajes valientes, leales (salvo el traidor a todos), solidarios y tolerantes. Como en las obras anteriores, aunque tiene mucha relevancia la protagonista principal, ésta se encuentra rodeada en cada situación de una serie de personajes que, en su conjunto, dan forma a unos hechos que, en muchas ocasiones, te ponen los pelos de punta. De este modo, Manolita se va encontrando desde un principio primero, con los personajes que conforman su propia familia y su vecindario más cercano (su padre, su madrastra, sus hermanos) y que influyen de forma decisiva en la historia de su vida; personajes, sobre todo, mujeres, que forman la cola de la cárcel a la que durante años acude Manolita a visitar a diferentes presos; la pandilla de su hermano, que la apodó señorita "conmigo no contéis" y con la que todo el mundo acaba contando; las familias de los presos que trabajan en el Valle de los Caídos; las monjas del colegio de Bilbao. Todo un elenco de personajes (y personas retratadas) cuyo papel en toda la historia te estremece la mayoría de las veces por su optimismo y su entereza, pero en otras ocasiones por su frialdad, su falsedad y ceguera voluntaria.


Evidentemente, de todos los personajes, a quien vemos crecer y evolucionar es a Manolita quien no es presentada al principio de la novela como la señorita "conmigo no contéis", una observadora que no se piensa meter en nada de lo que observa y, en muchas ocasiones, banaliza o critica incluso. Ella misma es la que nos va contando a lo largo de la novela lo que piensa y como su manera de pensar, de sentir y de actuar va cambiando. Un personaje que evoluciona con los hechos que le van aconteciendo siendo de todos la más valiente y comprometida con cada situación, pero también la más prudente y sensata de todos. Me ha gustado mucho Manolita, su evolución y, sobre todo, su fortaleza y su capacidad de sobreponerse a cada golpe y volver a mirar el mundo con optimismo, su capacidad de reír y de disfrutar con cosas minúsculas. 

Las tres bodas de Manolita, como las anteriores, está basada en una serie de episodios de la "posguerra" que ocurrieron realmente y que Almudena Grandes refleja al principio y final del libro. De este modo, la historia de lo que acontece a Isabel Perales es real, siendo precisamente una de las partes más duras de la novela. Efectivamente, en este periodo de los años cuarenta un Estado aparentemente paternalista, cristiano y comprensivo disfrazó de ayuda que los hijos de fallecidos "rebeldes" y presos políticos podrían ser acogidos y tutelados por el Estado en organizaciones benéficas y caritativas, la mayor parte de ellas regentadas por la Iglesia. En realidad, la "acogida" en la mayoría de los casos no era más que entrar en un sistema de esclavitud infantil por la que los niños de padres "rojos" redimían de ese modo el mal ocasionado por sus progenitores.

También es real, como casi todo el mundo conoce, aunque sea de oídas, que el hoy Valle de los Caídos fue construido por presos políticos en unas condiciones de cuasi-esclavitud para redimir sus penas. 
Presos en el Valle de los Caídos

Aún así no deja de ser una obra de ficción basada en hechos reales que se entretejen de forma inteligente por parte de la autora, sacando mencionados hechos del más deliberado olvido por quienes nos han escrito la historia de este país en los últimos años.

El propio título, que puede resultar sorprendente, por el número de bodas, forma parte también de hechos reales que ocurrían en las cárceles en las que guardias y curas se lucraban con la venta de bodas falsas con las que los presos conseguían tener algún tipo de relación con el otro género.

Otra cuestión con la que he disfrutado de la novela ha sido con la ambientación. Me ha encantado pasear por el Madrid de aquella época y por esos barrios que conozco. He identificado la cárcel de Porlier y me acercaré a ver su fachada en mi próxima visita a Madrid. Una novela muy bien ambientada en su época, unas tiendas que me recuerdan a mi infancia y a esas que aún encuentro en las fotos antiguas del pueblo. Un Madrid que pasaba hambre, frío y todo tipo de penurias, pero orgulloso a pesar de todo y feliz en unos días en que el simple hecho de encontrarse en la cola de una cárcel era ya por sí mismo motivo de una solidaridad no escrita que alimentaba sus almas.

A pesar de la temática y de los hechos que acontecen me ha parecido una novela optimista, que imprime fuerza a quien la lee; fuerza y esperanza ante la adversidad más profunda y más dolorosa. A veces, me he sentido impotente, pero ahí llegaba Manolita, que no se rendía nunca y encontraba un resquicio de esperanza en su propia desgracia. Es una historia de superación conjunta, de como entre todos, entre muchos las cosas pueden cambiarse; de esfuerzo desinteresado y de vidas dedicadas a la pura supervivencia.

En conclusión, Las tres bodas de Manolita, como las dos novelas anteriores de los Episodios de una Guerra Interminable, no es una obra más sobre la Guerra Civil como ya dijo su autora en una entrevista, es una historia sobre lo que nadie nos ha contado nunca. De la Guerra Civil nos han contado, en general, muy pocas cosas y aquellas que nos contaban en el colegio habían sido escritas habitualmente por los ganadores. Los Episodios de una Guerra Interminable consiguen poner en valor y sacar a la luz una serie de hechos reales que nunca nadie nos contó y que desconocemos sobre la historia de nuestro país. Todavía hoy en día tenemos a compatriotas reclamando justicia por muchos de estos hechos ocultos a nuestros ojos: hijos que buscan madres y madres que buscan hijos; nietos que buscan abuelos y abuelos que buscan padres. 

Evidentemente que recomiendo su lectura. La historia lo merece, los personajes mucho más y la prosa de Almudena hace que todo sea pausado pero contundente y sentido.


martes, 11 de noviembre de 2014

de Almudena Grandes.



Título: El lector de Julio Verne
Autora: Almudena Grandes.
Editorial: Tusquets Editores Bolsillo.
Páginas: 432.

Resumen oficial.

Nino, hijo de guardia civil, tiene nueve años, vive en la casa cuartel de un pueblo de la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947.

Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse alguna vez. Mientras pasan juntos las tardes a la orilla del río, Nino se jurará a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre, y comenzará a recibir clases de mecanografía en el cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano. 

Mientras descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona, Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle. 

En la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros liderados por Cencerro, y a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía.

Impresión personal.

La verdad es que me he encontrado leyendo este libro con una agradable sorpresa que desconocía porque no había leído nada sobre el mismo, ninguna reseña, ni siquiera la sinopsis del mismo. El libro me ha llevado de nuevo a Castillo de Locubin y a toda esa serranía que un día conocí de primera mano por otra casualidad: estudiaba Sociología entonces en la Complutense y mi mejor amiga, estudiante también, era de ese pueblo y su novio de Alcalá la Real, así que uno de nuestros principales trabajos de campo que hicimos en 5ª curso (en Sociología Rural) fue sobre este pueblo y la sierra, sus gentes, su economía y su extraña manera de conservar lo que tenían. Castillo de Locubin y los pueblos cercanos como Fuensanta eran en esa época pueblos con el mayor índice de Bancos y Cajas de Ahorro de toda la comarca pero cuando veías a la gente por el pueblo pareciera que vivieran en la miseria. Casas relativamente pobres, una forma de vestir muy somera (muchas mujeres de luto y hombres con ropajes de pana) para la época y pocas tiendas de consumo habitual en el pueblo. La mayoría vistos desde fuera parecía que vivieran en la pobreza y el tiempo se hubiera detenido en el pueblo. Cuando hablabas con las gentes en sus casas podías analizar de dónde venía ese guardar tanto dinero en los bancos y ese vivir aún de lo que da la tierra. En todas las casas había grandes despensas y fresqueras, todos hacían conservas de todo, matanza de varios cerdos y cultivaban su pequeño trozo de tierra. Una mentalidad de autoconsumo y de guardar lo que les sobra que no había visto nunca. Leyendo esta novela de Almudena algunas piezas de esa economía tan peculiar acaban encajando. Por cierto, que también recuerdo de ese pueblo y de la sierra el inmenso frío de diciembre/enero, la nieve y el calor de los hornos de pan donde todo el pueblo iba a hornear diariamente sus hogazas y esa manía de todos por decirnos que estábamos muy delgadas (aunque nunca lo estuvimos ninguna de las dos) y que teníamos que comer mucho más y ese empeño en atiborrarnos a comida casera.

Podéis imaginar que ya sólo por este motivo el libro me ha gustado mucho, como todo lo que le he leído a Almudena Grandes. El Lector de Julio Verne es el segundo libro de esos Episodios desconocidos en torno a la Guerra Civil y la posguerra que Almudena está escribiendo emulando al gran Benito Pérez Galdos con sus Episodios Nacionales. El primero es Inés y la Alegría, una historia que ya sabéis que me encantó también aunque es sensiblemente diferente a éste no sólo en sus protagonistas sino en la manera de mostrarnos los acontecimientos. Podría decir que la manera de relatar los hechos me ha gustado más en El lector de Julio Verne porque me ha resultado más sencillo seguir los acontecimientos y acercarme a los personajes a pesar de que son muy numerosos. En Inés y la Alegría esa serie de capítulos donde la autora interrumpe la historia de Inés para acercarnos más a la realidad de los dirigentes políticos del momento me confundieron en muchas ocasiones o los viví en otras como una interrupción de la historia principal que era la que más me interesaba. Sin embargo, en El lector de Julio Verne, la historia es totalmente lineal con algunas remembranzas del pasado de algunos personajes para ubicarlos en la historia que Nino va contándonos.

Por otro lado, los personajes están perfectamente perfilados en los dos libros, pero en El lector de Julio Verne el hecho de que todos se dibujen a través de los ojos de un niño de nueve años que los analiza desde su punto de vista, de lo que él es capaz de interpretar hace que el propio lector acabe de perfilar a su modo al personaje en cuestión. Creo que esta es una de las cosas que más me ha gustado del libro. Es un libro duro y diría que muchos de sus pasajes son crueles, pero no porque la autora nos los muestre, no. Los hechos ocurren seguro pero ninguno de ellos se describe realmente sino que es la mente de un niño ( o las habladurías de otros) la que se imagina lo que ocurre por lo que escucha desde su casa del cuartel. No nos describen nítidamente qué pasa en el cuartel por la noche cuando hay detenidos; es lo que escucha Nino a través de las paredes lo que nos da esa idea de lo que está pasando y de lo que él esta viviendo. Es nuestra mente la que da forma, igual que hace Nino, a lo que ocurre. Almudena, al final, con gran maestría, nos acaba colocando en el lugar del niño y somos capaces de entenderlo, de equivocarnos con las personas como él y de amarlos y odiarlos en función de su perspectiva que llega a ser la nuestra. Cómo Nino, intuimos que el Portugués oculta algo que no queremos que le perjudique; nos llevamos una sorpresa con Sanchís y sufrimos la injusticia de las miradas acusadoras que lo hacen corresponsable de lo que hace su padre, aún sin quererlo.

A pesar de que creo que son mucho más personajes que en Inés y la Alegría, o al menos así me lo ha parecido, me ha costado menos trabajo identificarlos que en el libro anterior. Van apareciendo por orden y el hecho de que se les llame por el mote del pueblo me ha ayudado bastante: Canijo, Portugués, Cencerro, Mediamujer, Rubias, etc. Tampoco hay entre ellos una diferencia entre buenos y malos contundente. No se puede decir que los que están en el Cuartel de la Guardia Civil son los malos y los que están en el pueblo y la sierra los buenos. No es un libro de buenos y malos, que sería lo fácil. Almudena adopta aquí el papel de explicarnos y hacernos ver como en la Guerra Civil y en la posguerra muchos de nuestros paisanos estaban en un lado u otro, no por elección sino porque eso fue lo que les tocó en suerte o mala suerte por la ubicación en que se hallaban cuando todo se desencadenó. Eso les pasa a algunos Guardias Civiles que en la historia lo son por obligación y no por vocación ni por orientación política familiar. Del mismo modo, que ni los que huyen a la sierra tienen todos determinadas orientaciones políticas contra el régimen, ni mucho menos sus familiares que permanecen en el pueblo. Muchos de ellos son maquis simplemente por supervivencia, porque quedarse en el pueblo significa una muerte segura. Todo esto visto desde la mirada inocente de un niño de nueve años que sufre en primera persona el desprecio y el aislamiento del resto de los niños del pueblo por ser hijo de un Guardia Civil en esos años.

Otra cuestión relevante del libro que me ha gustado especialmente es la referencia a la literatura. Evidentemente, Julio Verne está presente en la vida de nuestro protagonista que devora todos sus libros en sus inicios lectores pero que, poco a poco, acaba cansándose de tanta ficción y tanto mundo fantástico fuera de su realidad cotidiana y acaba entusiasmado leyendo los Episodios Nacionales de Galdos, que le sirven para avanzar en sus miles de preguntas sobre lo que ocurre a su alrededor. Especial mención a los dos docentes de Nino, la que realmente enseña con vocación y sentido del deber y el docente del Régimen que es un mero transmisor de la ideología del momento para inculcar a los futuros súbditos. La diferencia entre enseñar y ayudar a aprender y el adoctrinar y embrutecer las mentes.

En conclusión, una lectura altamente recomendable que me ha encantado tanto o más que la anterior y que tiene, aunque no lo menciono, un final que te reconcilia con el resto de la historia y te deja sonriendo y tranquila. A veces, cuando los abuelos de hoy sienten miedo de que todo vuelva a ocurrir de nuevo, una piensa en historias como éstas y el valor que tienen escritores como Almudena Grandes que las está sacando del olvido premeditado de quien ha intentado sepultarlas.


martes, 30 de septiembre de 2014

de Almudena Grandes.

Esta lectura pertenece a la Lectura Conjunta organizada por el blog Hojas de Alisio para leer los Episodios de una Guerra interminable de Almudena Grandes durante este último trimestre del año.

También esta lectura la incorporo al Mes Temático Guerrero organizado por Laky del blog Libros que hay que leer.


Título: Inés y la alegría
Autora: Almudena Grandes
Editorial: Tusquets, 2012.
Páginas: 736

Resumen oficial.

Inés y la alegría: Toulouse, 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón; años después, en 1944, Monzón contará con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, quien cree que, tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. 

No lejos de allí, Inés, que apoyó la causa republicana durante la guerra, oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, y se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida.

Impresión personal.

Como ya he comentado anteriormente, este libro pertenece a un ambicioso proyecto de Almudena Grandes, un proyecto que representa un homenaje a Benito Pérez Gáldos y sus Episodios Nacionales. El proyecto denominado Episodios de una Guerra Interminable constará de las siguientes novelas:
  • Inés y la alegría.
  • El lector de Julio Verne.
  • Las tres bodas de Manolita.
  • Los pacientes del doctor García.
  • La madre de Frankestein.
  • Mariano en el Bidasoa.
Si bien el nombre de Inés y la alegría no le va mal a la novela en general, creo que quizá le hubiera ido mejor el nombre de "Inés, La cocinera de Bossost" que era el nombre por el que realmente se la llegó a conocer en España y Francia donde se exilió. Al hilo de esto, empiezo comentando de esta novela lo que me han seducido, me han entusiasmado, me han emocionado y también, me han cabreado sus personajes. Creo que nunca podré olvidar a sus dos personajes principales, a Inés y Galán, dos luchadores natos por la libertad, cada uno a su manera y cada uno con sus motivaciones iniciales, unos motivos que van evolucionando a la vez que evolucionan sus vidas y su relación. En primer lugar, tenemos a Inés, a la que conocemos antes de la guerra, en el seno de una familia acomodada y con unas fuertes raíces en la falange. Una mujer joven encerrada en las cadenas del convencionalismo social de la época, tratada por sus familiares como si fuera tonta y hubiera que protegerla de todo y mantenerla al margen de la realidad familiar y del país.

Una Inés que nos sorprenderá tanto como sorprende a su propia familia, ya que en cuanto la dejan sola en Madrid comienza a moverse por esa ciudad y a conocer la realidad que la rodea, pero desde un punto de vista diferente a la doctrina propia de su clase social. En resumen, en esos años una Inés en la que despiertan las ideas de libertad, solidaridad, dignidad e igualdad. Esta ideología la acompañará toda su vida y serán las que la llevarán, en cuanto tiene oportunidad, a escapar y unirse a aquellos que defienden esto mismo, a enamorarse y convivir con un guerrillero comunista, a formar parte de un grupo de mujeres que sufren y luchan por la misma causa que ella. Acompañando a este cariz más político y militante, Inés es una mujer muy sensible, cariñosa y entrañable hasta el extremo, comprensiva y alegre y, sobre todo, una excelente cocinera. Una cocinera que se crece ante los problemas y las situaciones extremas. Experta en rosquillas de esas que hacían nuestras madres y abuelas, de potajes contundentes, de estupendas sopas de ajo y de unos postres inolvidables.

Por otro lado, tenemos a Galán el compañero guerrillero y comunista de Inés, un personaje en el que se aprecia mayor evolución que en el caso de Inés por motivos justificados derivados de su actividad política en el ámbito del Partido Comunista. Son muchas las ocasiones en las que Galán, que parte de un idealismo base en la zona minera asturiana, se ve progresivamente decepcionado por las decisiones carentes de humanidad y de compromiso de los dirigentes del PCE en el exilio respecto de sus bases que son las que realmente están luchando porque haya un cambio en Europa y en España. De hecho, si no fuera por miedo a las represalias, Galán hubiera abandonado la organización del partido. Desencanto tras desencanto, traición tras traición, derrota tras derrota y pérdida tras pérdida Galán irá asumiendo como imposible de realizar aquello en lo que había creído y a lo que había dedicado gran parte de su vida. En muchas ocasiones, es sólo su relación con Inés la que lo mantiene entero mentalmente y lo levanta cada vez que se hunde.

Alrededor de estos dos personajes encontramos unos personajes tan entrañables, comprometidos y humanos como todos los guerrilleros compañeros de Galán (Lobo, Bocas, Comprendes, Zurdo, ...) y de Inés (Amparo, Angelines, Mercedes, ...mujeres de los anteriores), además de una serie de personajes políticos reales como La Pasionaria, Jesús Monzón, Carrillo, Carmen de Pedro, ...., manipuladores, ajenos muchas veces al sufrimiento de sus propios camaradas, fríos y calculadores para los que el Partido está por encima de cualquier cosa.

Inés y la alegría es un novela histórica, una novela que nos acerca a los hechos que acontecieron en 1940 con la invasión del Valle de Arán por parte del ejército  de exiliados en Francia pertenecientes al PCE, unos hechos que acontecieron realmente y que han sido silenciados tanto por el régimen de Franco como por el Partido Comunista. Basándose en este hecho histórico, Almudena Grandes lo recupera para la memoria, le da el valor que realmente tuvo y lo humaniza contándonos los hechos de manera ficticia desde el punto de vista de los protagonistas que lo vivieron en primera persona. Por eso no es sólo una novela histórica, sino que es una novela de personajes, de personajes muy humanos que disfrutan de las pequeñas cosas en el ámbito de una posguerra en la que son perdedores, de personajes en el fragor de la batalla y en la segunda derrota que sufren tras el intento de recuperar el poder en España y de nuevo el retorno al exilio. En ese clima mantener la alegría es fundamental e Inés la simboliza a través de sus platos, de sus rosquillas de tal manera que el arreglo culinario más simple es suficiente para mantenerse "vivo" en ese ambiente y no rendirse. 

También es una novela de amor y ¡¡¡ufff!!!! qué historia de amor más preciosa. La he disfrutado a tope y también la he envidiado. Cuanto sentimiento genialmente transmitido tanto del lado de Inés como del lado de Galán. El hecho de que ambos nos cuenten lo que sienten y lo que viven en primera persona de forma alterna, te acerca mucho más a sus circunstancias y, en verdad, que sientes con ellos.

A la vez que Inés y Galán cuentan en primera persona los hechos que van aconteciendo, se introducen una serie de capítulos escritos en tercera persona que intenta situarnos en los hechos históricos reales que estaban aconteciendo pero desde las actuaciones en las altas esferas del Partido Comunista. Al principio, me ha costado muchísimo trabajo enterarme de que iba esta parte (ya digo que la primera vez) y me perdía con los personajes reales porque sólo me sonaba La Pasionaria. Al resto de capítulos de este estilo si les he cogido el sentido, entre otras cosas porque he leído entre medias en internet parte de la historia de los personajes reales que aparecen (Jesús Monzón, Carmen, la propia Pasionaria, etc.) pero la verdad es que me molestaba que me cortarán la preciosa historia que me estaban contando los personajes ficticios, de los que me he sentido mucho más cerca que de éstos reales que manipulaban los hilos de sus vidas.

En conclusión, me ha encantado esta novela. Si no le he dado un diez ha sido precisamente por estos capítulos disfrazados de realidad que me han estorbado y distraído de lo que me apetecía continuar leyendo, pero es una excelente novela, muy bien escrita pero sobre todo llena de sentimientos, de humanidad, de lucha y derrota, de superación y de entereza. La recomiendo totalmente. Creo que tardaré en olvidar a esta cocinera y a su guerrillero idealista.
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