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sábado, 28 de febrero de 2015

de Mayte Esteban.


Título: Detrás del cristal
Autora: Mayte Esteban
Editorial: Ediciones B (E-book), 2014.
Páginas: 279.


Resumen oficial.

Andrés Gálvez, un joven ejecutivo, lleva meses preparando unas vacaciones en el Caribe con su novia para escapar de los compromisos de las fiestas navideñas sin sospechar que su vida está a punto de trastocarse por completo.

La situación económica de Ana Iriarte es desesperada. Ha buscado con quién dejar a su bebé esa noche para acudir a un trabajo eventual, pero ni su única amiga, Raquel, puede ofrecerle ayuda, pues también tiene un grave problema: pasa por un mal momento con su marido como consecuencia de los e-mails que está recibiendo de un desconocido.

La desesperación empuja a Ana a cometer una locura que puede costarle muy cara.

Impresión personal.

Hay que darse cuenta de que a veces por mucho que una piense porque no ha leído antes tal o cual libro o a tal o cual autor o autora, no encuentra explicación alguna para ello, más que esa que le leí un día no muy lejano a otro lector empedernido que explicaba como las personas que habitualmente leemos nos encanta además "acaparar libros". Y es cierto. Antes sólo acaparábamos en la estantería y ahora también en archivos digitales que te van desapareciendo de la vista en el ebook y de los que te sueles olvidar hasta que alguien o algo te lo vuelva a traer de nuevo a la memoria. Esto precisamente me ha pasado a mi con Mayte Esteban. Ya habéis visto que mi anterior reseña ha sido también de un libro suyo, La Arena del Reloj, que me ha conquistado para siempre así que, nada más terminarlo, tenía que leer sin más demora Detrás del Cristal y no he perdido esta vez el tiempo para que no se me volviera a despistar.

Había leído varias reseñas en diferentes épocas de este libro. Lo cierto es que todas ellas positivas porque no sólo la novela lo merece de principio a fin sino que además la autora se deja querer a poco que contactes con ella en cualquiera de las redes sociales. He visto además que en muchos sitios se cataloga a la novela como novela romántica. Es cierto que en ella encontramos historias de amor, sobre todo, la historia principal entre Ana y Andrés, pero yo no la encuadraría en esa categoría que a mi se me antoja como ese tipo de literatura más "pastelosa" y para un público muy amante de determinados estereotipos típicamente "femeninos". Para mi gusto, Detrás del cristal habría que encuadrarla en un género más amplio del tipo de Novela Contemporánea o similar porque trata de muchos temas. Efectivamente, en ella encontramos una preciosa y sentida historia de amor pero también podemos encontrar en ella una buena dosis de crítica social y un gran "baño de realidad" sobre las dificultades para encontrar trabajo, conciliar la vida familiar y laboral o las dificultades por las que pasan muchas mujeres con hijos a su cargo para incorporarse al mercado laboral.

Evidentemente, me ha encantado el enfoque que Mayte ha dado a la historia de amor entre Ana y Andrés. Esa cadena de desencuentros físicos y de encuentros morales que se van transmitiendo a través de la figura de Pablo, el precioso bebé de Ana. Ese niño consigue a la vez que un Andrés obsesivo con el orden establecido en todos los ámbitos de su vida, comience a disfrutar con el desorden y el caos que supone tener un niño en casa al que no puedes "ordenar" nada y te lleva hasta lo absurdo de lo que son tus deseos adultos. Y Pablo es también la razón de ser y de vivir a toda costa de Ana, su madre, una madre que por hacer comete errores, aprende, arriesga y nunca se rinde.

"Está permitido equivocarse. Lo que es cobarde es no intentarlo"

Me ha gustado especialmente la valentía de Ana aunque en muchas ocasiones pensaba que la autora me iba a dar el "sofocón" del siglo con el empeoramiento de su situación. Porque se pasa mal viendo la situación tan límite en que vive la mujer y su hijo y acabas pensando cuántas "Anas" habrá realmente en el mundo y cuantas historias de esas "Anas" no acaban como la de la protagonista. Es un personaje tan real que en ocasiones te sientes Ana, preguntándote qué hacer, qué harías tu en esa situación.

El caso de Andrés es distinto. Alguien puede pensar que tiene mala suerte por la "carga" que le cae, pero realmente, le sirve de cura personal. A través del niño aflora el verdadero Andrés de tal modo que acaba siendo, sin buscarlo, lo mejor que le ha pasado en su vida. También es un personaje muy real. Tan inútil con un niño como tantos otros y eso te hace pasar unos momentos muy tiernos y también muy divertidos. Por otro lado, su madre, aparentemente excéntrica, está también llena de ternura y preocupación por su hijo y me ha gustado especialmente su papel.

El resto de personas que rodean, sobre todo, a Ana son también especiales pero reales como la vida misma. ¿En cuántas ocasiones no han muerto mujeres por terrorismo de género sin que los que conocían lo que pasaba no dijeran nada? La novela trata muy bien esa realidad, no sólo la realidad de la violencia de género que se ejerce sobre Raquel, amiga de Ana, sino el papel pasivo que la mayoría de las veces tienen aquellos que más te quieren.

La novela se desarrolla en Madrid, aunque hay alguna escena parisina. Pero en este caso, yo que soy tan amante de los ambientes, éstos me han pasado desapercibidos porque lo central en la novela son las historias personales de cada personaje y aquello que les va aconteciendo hasta que confluyen. Si algún ambiente me ha llamado la atención puede ser el piso de Andrés que pasa de esta "pluscuamperfecto" a ser todo un caos ante la presencia de un niño y la inutilidad del dueño.

De nuevo Mayte me ha conquistado con su manera de contar. Qué fácil te lo pone para meterte dentro de las personas, porque más que personajes, escribe sobre personas reales con las que puedes identificarte o preguntarte aquello de "y si a mi me pasará esto?"... Leyendo Detrás del Cristal he sentido hasta ganas de achuchar a Pablo y eso que yo soy poco "niñera", pero Mayte describe sus gestos y sus actos con tal realismo que pareciera que lo tengas a mano para tocarlo.

No sé si la autora es tan realista como escribe o si es una estupenda "encantadora", pero, desde luego, a mi consigue entremeterme en la historia y disfrutarla de dentro a afuera. 


miércoles, 25 de febrero de 2015

de Mayte Esteban.


Título: La arena del reloj
Autora: Mayte Esteban
Formato: Versión Kindle
Páginas aprox.: 84.

Resumen oficial.

Juan José Esteban siempre ha querido recoger sus recuerdos. Lo deja hasta la jubilación, pero una enfermedad terminal se interpone en su camino. 

Escrita a dos voces, La arena del reloj empuja al lector a la reflexión, a mirarse a sí mismo. Mientras el protagonista va repasando su vida, la autora, su hija, expresa los sentimientos que le produce la enfermedad de su padre. 

Empatía, emoción, rabia, rebeldía ante lo inevitable, discurren ante nuestros ojos mezclados con los recuerdos personales. La Historia de una intrahistoria, con sus luces y sombras, con la subjetividad que adquiere lo vivido al ser recordado. 

Es difícil acoplarla a ningún género literario concreto, y quizá esa peculiaridad también la hace diferente. 

La arena del reloj aborda universales comunes a todos los seres humanos. ¿Quién no ama a su familia? ¿Quién puede despedirse de ellos sin romperse de dolor?

Impresión personal.

Cuando nacemos se pone en marcha el mecanismo invisible de nuestro reloj vital. En ese momento, la persona que atiende el parto señala la hora del nacimiento y siempre he tenido la sensación de que, lo que hace en realidad, es darle la vuelta a un gran reloj de arena.
Qué bonito y qué trágico este párrafo. Y no lo digo por la vida de una misma sino por aquellas vidas de tantos seres queridos que te rodean cuyo reloj te parece que vaya demasiado rápido. El tiempo como la arena del reloj o el agua se nos escapa de las manos y eso es lo que Mayte Esteban nos trae en esta corta novela en la que me he encontrado con una autora que consigue conectar conmigo, que me hace sentir y con la que a veces me fundo. A veces, como ella, me he visto sentada al lado de la cama de mi propia madre mientras hacíamos la diálisis tres días a la semana y hablábamos del futuro (casi siempre del mio) y, sobre todo, del pasado (del suyo). Podréis entender por ello que me haya sentido muy identificada con lo que Mayte y su padre nos cuentan, sumándole a todo ello, que casi todos los usos y costumbres que se mencionan sobre el mundo rural, los he vivido (y algunos aún los vivo) directamente. Por ejemplo, 
La matanza...como parte de una tradición que nos resistimos a perder. Hay incluso pueblos en los que se organiza la matanza en la plaza como una fiesta popular cuyo significado es dar a conocer una tradición a los más pequeños. En mis tiempos la matanza era también una fiesta porque  en tiempo de hambre hasta ver lo que después se convertirá en comida alimenta. En aquellos momentos era una necesidad matar el cerdo...
Mi madre y mis hermanos de matanza
Cómo no verme en estos pasajes con todos mis hermanos y primos subida al pilón del gran patio de mi tía presenciando con nervios y temor el momento en que se mataba al cerdo y el estruendo de sus chillos lo inundaba todo; el olor de las arbolagas, el trabajo del matancero y a mi familia haciendo salchichones, chorizos y morcillas, llevando los colgaderos al "doblao" para que sequen.

En realidad, La Arena del reloj es una historia muy íntima y personal de la autora con su padre antes de un desenlace que resulta inminente aunque no se quiera. El dolor ante lo que ya se sabe perdido aunque no se acepte, aunque siempre pensemos que cualquier brizna de aire viene llena de esperanza. Nos defendemos por adelantado de ese dolor aunque sabemos que tarde o temprano la arena se agotará y no habrá nada que la detenga en su caída libre. 

Pero también, a través de la historia personal de Juan José, el padre de Mayte, me he encontrado con un libro histórico, de la historia de la España de la posguerra y la dictadura franquista en una zona rural cualquiera de este país. Mayte nos habla de pueblos de Guadalajara o de Madrid, pero yo que escribo desde Extremadura también puedo contar como ella cómo mi madre vivía el luto, esa negrura que se me antojaba eterna en ella, la llegada de los motores Diesel alemanes para la maquinaria que se usaba en el campo, los pueblos del Plan Badajoz y los pantanos, los coches familiares y su evolución, las ferias ganaderas en el pueblo, pero, sobre todo, mis vecinos, esos vecinos que eran como de mi propia familia, tanto que los llamábamos tíos y nos daban regalos en los Reyes Magos y paga los días de fiesta.

Los vecinos eran importantes porque se contaba con ellos cuando había algún problema y proporcionaban ayuda y compañía.

En conclusión, no hace falta que os diga que me ha encantado esta historia tan desnuda que me ha contado Mayte Esteban, tan sincera y tan íntima. Me he sentido Mayte en muchas ocasiones, me ha emocionado pero también me ha hecho sonreír más de una vez, cuando me he visto reflejada en algunas situaciones similares. Tampoco hace falta que os diga que voy a volver a leer a Mayte Esteban porque acabo de terminar su Detrás del Cristal y aún lo estoy digiriendo antes de reseñarlo. También me ha encantado.

Una frase sencillamente escrita pero profunda en lo que expresa, con la que me identifico plenamente:
En este mundo tan distinto al que me cuenta ya nadie le importa a nadie.
 
 
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