Título: Clara
Autora: Virginia Gil Rodríguez
Editorial: Autopublicado Amazon, 2019
Páginas: 104
SINOPSIS.
Sí que existe aunque no lo parezca, aunque nadie lo vea. Sí que existe porque duele y quiebra la autoestima de quien lo padece. Como es cauto cuesta identificarlo: no hay gritos ni patadas, no hay puñetazos. Es sigiloso pero aísla y aparta; es peligroso porque no llama la atención. Por eso la madre de Clara no le ha otorgado la importancia merecida, por eso no se lo ha tomado en serio. ¡Si solo parecía ser una simple historia infantil!
¿Cuándo se interviene? ¿Dónde está el límite? ¿Cómo mantener el débil equilibrio entre autonomía y protección? ¿Cuándo empieza el problema a ser más grande que nosotros?
Esta es la historia de Clara que, con nueve años, es fuerza creativa en el agua. Y al agua, a la natación sincronizada, se aferrará para superar un problema de acoso invisible, que transformará su vida. Porque cada problema es una oportunidad para evolucionar. Porque la actitud es la clave para crecer como personas.
IMPRESIÓN PERSONAL.
A veces hay historias que duelen. Y la historia de Clara, una niña de tan solo nueve años, duele. Y duele porque seguramente muchas de nosotras en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido como Clara: solas, aisladas, incomprendidas, invisibles a las personas más cercanas, esas que tienen el deber de protegerte. A veces la independencia que queremos dar a los niños se acaba convirtiendo en indiferencia por lo que les ocurre; nos ocupamos poco de lo que les ocurre, la mayoría de las veces porque no queremos que ocurra nada y nos volvemos ciegos y ciegas y eso hace que los niños y niñas se vuelvan mudos y mudas.
Es un círculo vicioso, sin remedio, hasta que alguien lo rompe. Deberían romperlo los padres, los profesores, los hermanos y hermanas mayores si los hay. Pero muchas veces, esos que están llamados a proteger, se ven con la boca abierta ante suicidios inesperados de niños o jóvenes de poca edad. ¿qué fue lo que no vimos?¿donde estaba mirando yo mientras esto sucedía? Parecía llevar una vida normal y no noté nada.
Y es que lo que le pasa a Clara pasa muy desapercibido. No tiene heridas, ni cardenales, no se la ve llorar ni saca malas notas. Sólo en los entrenamientos de sincronizada en el agua, el lugar en el que se siente más feliz y más libre de todo, Clara empieza a fallar en cosas que tiene de sobra superadas. Pero ese ámbito está fuera del colegio y su entrenadora no conoce la realidad de su día a día. Otra mujer ciega junto a su madre, las amigas de su madre y sus profesoras. Y lo peor es que, siendo conscientes de que a Clara le pasa algo, nadie hace caso porque enseguida lo achacan por sistema a los cambios propios de la edad, a la pre-adolescencia en vez de analizar con la niña en profundidad qué esta pasando y cómo le afecta lo que le está pasando. También nos pasa a las mujeres cuando somos mayores: tendrá la regla, está menopáusica, son las hormonas femeninas, etc. Convertimos la posible explicación de las causas (ficticias la mayoría de las veces), en la solución del problema, que casi siempre es que el paso del tiempo lo soluciona todo. Y no es así en más ocasiones de lo que nos gustaría.
Me ha gustado muchísimo esta pequeña lectura porque Clara triunfa por si sola. No solo gana su espacio sino que gana su lucha contra un mundo que no se cuida de ella y aprende que puede hacerlo porque aprende a valorarse mucho más de lo que la valoran los demás, incluso los que más la quieren. La justicia viene de su mano. Nadie la ayuda, nadie mira y ve lo mismo que ella. Solo ella soluciona su situación y triunfa.
Pero este libro te deja un poso amargo a pesar de la esperanza que Clara te ofrece al final ¿Cuántos niños y jóvenes no lo consiguen?¿cuantos toman decisiones precipitadas antes de pedir ayuda? ¿cuantos llevan en su ser de por vida este miedo a ser excluidos, a sentirse solos? La soledad debería ser solo algo que se elige, y cuando se fuerza, en muchas ocasiones, acaba de forma dramática.
Me ha gustado muchísimo que la autora escriba una novela como esta. Lo que le ocurre es tan cercano que puede ser de gran ayuda a muchas jóvenes y muchos padres y madres se sentirán identificados con sus comportamientos. Creo que es un libro tan fácil de leer y tan próximo a la realidad que debería leerse en colegios e institutos. Solo mostrando la realidad y poniéndose en lugar del otro, se pueden cambiar comportamientos. Y es fácil identificarse y solidarizarse con Clara.