TODO EL BIEN Y TODO EL MAL

de Care Santos.

Título: Todo el bien y todo el mal

Autora: Care Santos

Editorial: Destino, 2018

Páginas: 400.

SINOPSIS.

Reina tiene un marido, un exmarido, un amante, un hijo adolescente, un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo, de repente sucede algo en su casa que cambiará las cosas, y que le demostrará de la peor manera hasta qué punto es vulnerable.

Así es como empieza para Reina un largo camino de regreso a casa, en el que lo peor que tendrá que afrontar no es la extenuante espera en un aeropuerto cerrado por una ola de frío siberiano, sino el vértigo que le provoca revisar su vida en busca de la verdad y tener que enfrentarse a ciertas preguntas incómodas: ¿Cuáles son las personas de verdad imprescindibles en nuestra vida? ¿Qué consecuencias tienen las malas decisiones? ¿Qué seríamos capaces de hacer en las circunstancias más terribles? ¿Conocemos realmente a nuestros hijos? ¿Nos conocemos lo suficiente a nosotros mismos?

IMPRESIÓN PERSONAL.

Pienso que a veces estamos tan aburridas que nosotras mismas nos inventamos problemas allí donde lo que nos ocurre son pequeñeces triviales que no merecen la pena nombrarse. Que si fulanita me ha mirado tal, que si menganita no me ha saludado esta mañana, que si citranita me ha dicho tal cosa con tal intención y así un sin fin de estupideces basadas en lo que nos parece que, habitualmente, nada tiene que ver con la realidad ni con las motivaciones de los otros. Aburrimiento y desidia, no me cabe duda. Los problemas, los de verdad son otra cosa y la protagonista de esta novela Reina, los vive en sus propias carnes y en una situación de las peores, a distancia, sin apenas poder hacer nada para actuar directamente.

He viajado mucho por trabajo y no hay peor cosa que estar de viaje a miles de kilómetros y que alguno de tus hijos tenga algún percance. Esa impotencia para poder hacer algo, esa sensación de que todos los demás son unos inútiles que no saben que han de hacer con tus hijos ante la situación que sea, el sentimiento de culpa por estar lejos tan agobiante. En fin, un cúmulo de sentimientos que no le deseo a nadie, incluso cuando lo que te dicen que tiene tu hijo es un simple constipado. De modo que puedo imaginarme sin demasiado esfuerzo cómo se siente Reina ante la terrible noticia que le dan sobre lo ocurrido a su hijo Alberto, un adolescente callado y extraño, como muchos adolescentes lo son. Reina está en Bucarest en medio de una de las peores tormentas siberianas que han asolado el continente, de modo que, por mucho que quiera, no puede volver a casa ni por aire ni por tierra porque todos los sistemas de transporte de pasajeros están cerrados a cal y canto y se encuentra en el aeropuerto, entre miles de personas hacinadas, intentando entender y solucionar a golpe de móvil y ordenador, el terrible problema al que se están enfrentando en España su hijo Alberto, su marido Samuel y su ex-marido Félix.

Durante ese impasse de espera en el aeropuerto, Reina nos irá contando poco a poco su vida y su realidad actual. Tengo que reconocer que hay situaciones en su vida que no he comprendido bien, mejor dicho que no he podido compartir con ella como esa excesiva supeditación que ella y su marido Samuel han tenido con Félix durante años. No cuento más de esto porque creo que debe irse descubriendo en el libro pero es una situación que no me ha encajado ni en la manera de ser que transmite Reina ni en la del propio Samuel.

Por lo demás, la novela está excelentemente escrita. Me encanta esta autora transmitiendo sentimientos a la vez que va tirando de los hilos de su historia, la fuerza de esa protagonista femenina que tan bien se le da dibujar y un entorno masculino que gira alrededor de ella afectando a lo que realmente es. Y las temáticas son de plena actualidad, algunas inquietantes como el suicidio, esa lacra oculta a los ojos de la sociedad que es una de las mayores causas de muerte en España, las relaciones de padres separados y los chantajes a los que se someten mutuamente afectando de lleno a los hijos, que son los que directamente sufren las consecuencias, muchas veces nefastas e irreversibles, la infidelidad, las terribles actuaciones de las farmacéuticas y su influencia fatal en la vida y la muerte de millones de personas anónimas, etc.

En definitiva, como en otras ocasiones, yo no puedo más que recomendar que leáis a esta autora. Da gusto leerla, dan gusto sus historias y los sentimientos que transmiten la intimidad de sus personajes y da gusto esa crítica velada que siempre suele hacer de algún ámbito social.

DIAMANTE AZUL

de Care Santos.

Título: Diamante Azul

Autora: Care Santos

Editorial: Destino, 2015

Páginas: 486.

SINOPSIS.

Diamante azul nos sumerge en el pasado familiar y de la ciudad de Barcelona, en una época, las primeras décadas del siglo XX, en que el esplendor de la burguesía se contrapone a la convulsión social que se vivía en la ciudad.

«Le gustaba cómo la miraba, con unos ojos de un azul tan transparente que parecía posible vislumbrar algo detrás de ellos. A veces se lo preguntaba; Teresa Marquès se preguntaba qué podía haber detrás de unos ojos como los de su marido (¡su marido! ¡pero qué gracia!): ¿quizás había un pasado? ¿un futuro, un olvido y un destino? Teresa no era capaz de encontrar la respuesta, pero le daba lo mismo, porque aquel azul era como para pintarse la vida entera con él. Una vida Azul Silvestre. La que por fin había llegado.»

IMPRESIÓN PERSONAL.

He leído hace apenas un mes Media Vida de esta misma autora y me ha gustado tanto que no he podido resistirme a leer este libro que llevaba ya un buen tiempo en mis estanterías como tantos otros libros olvidados. Puedo decir que no me ha decepcionado y que me ha parecido, siendo diferente totalmente, una lectura que, ya de entrada, recomiendo.

Podría decirse que Diamante Azul es una saga familiar que nos remonta al siglo XVIII y nos trae, en un continuo ir y venir de unos años a otros, a los años 20 del siglo pasado, unos años en los que España comienza a entrar, como siempre con retraso, en una época de modernidad y cambios generados siempre por lo que ocurre en otros países más adelantados al nuestro en muchos ámbitos.

Antiguo lechero

En esos años 20 conoceremos a Teresa Pujolá, una joven de carácter rebelde, abuela de la autora, que se rebela contra el papel que la sociedad tiene dibujado para mujeres como ella, primogénita de una familia católica y apostólica, familia adinerada y burguesa, machista hasta el escándalo que pretende casarla a la fuerza con un estudiante a notario, también obligado por su madre viuda, sin que ninguno de los dos quiera casarse con el otro. Frente a esto, los dos jóvenes se rebelan y acaban venciendo esa resistencia a costa de ser desheredados pero rompiendo con una época acartonada y rancia de tal modo que ella se casa con el lechero Claudio Torres y él con Rosita, una criada de la que anda enamorado.

De la mano de lo que le ocurre a Teresa Pujolá conoceremos a Florian Pujolá, su padre, tintorero de profesión, un hombre trabajador que heredó el negocio de su padre Silvestre Pujolá y que debido a su carácter excesivamente condescendiente, se dejó embaucar por un socio timador y acabó perdiendo el negocio familiar. También conoceremos a Margarita, madre de Teresa, una mujer fría y calculadora, que solo vive para el lujo, la hipocresía y el aparentar lo que no se es, más que el hacer de madre cariñosa y afectiva con sus hijas e hijos. La verdad es que, junto a la viuda madre del futuro notario, este personaje se te hace tremendamente horrible cada vez que aparece, que no son pocas veces.

En otra época, en el siglo XIX, la autora nos llevará a conocer también a Silvestre Pujolá y a Teresa Márquez, su segunda mujer. Me han encantado estos dos personajes y el equipo que conforman ambos. Un tandem perfecto de amor y trabajo conjunto para sacar adelante a unos hijos, que en el caso de Teresa Marquez no son propios, pero a los que quiere como si lo fueran.

No voy a evitar comentar que el libro tiene una estructura compleja porque salta de una época a otra, de un personaje a otro, con una ligereza extrema y a veces, sobre todo, al principio puede resultar lioso hasta que vas colocando a cada personaje en su época concreta y los relacionas a unos con otros. Pensé, al principio, que no lo conseguiría pero la verdad es que los capítulos son tan cortos y tan concretos, con episodios puntuales, que enseguida le he cogido el "truco" y me he ido enterando perfectamente de quien es quien, incluso en algunos capítulos en los que son personajes muertos los que cuentan alguna parte de sus vidas o de sus sentimientos ahora que ya están muertos. Es, por tanto, una novela muy ágil que me he bebido en apenas tres días y con la que tenía ganas de encontrarme porque sus personajes son cautivadores y sus historias de vida muy cercanas.

El libro está ambientado en la Barcelona de comienzos de siglo, y también en municipios de las afueras de la ciudad condal como Mataró donde las fábricas comenzaban a crearse y a conformar ya ese cinturón industrial que permanece, con todos los cambios, hasta la actualidad. Una época de nuevas industrias, de las primeras huelgas obreras luchando por mejores condiciones laborales, sobre todo en sueldos y en medidas de seguridad en industrias que se cobraban muchas vidas en accidentes dentro del trabajo; también una época en que conoceremos el surgimiento y crecimiento del cine, de las primeras salas de cinematógrafos; de los primeros viajes en tren entre Mataró y Barcelona; la introducción de los colores más llamativos en las ropas de las mujeres que sólo vestían de grises, marrones y negros, la introducción de los malvas como novedad y los primeros estampados. Una época de cambios y convulsiones sociales y económicas que se reflejan en la novela con una mezcla perfectamente hecha entre ficción y realidad.

En conclusión, una saga familiar en la que los personajes se mueven por varias épocas de finales del XIX y principios del XX jugando papeles propios de las épocas que les ha tocado vivir y rebelándose contra un destino escrito que en una época de cambios, acaban siendo promotores de esos mismos cambios. Gracias a muchos de ellos y a esa rebeldía, en especial de las mujeres, las generaciones actuales hoy disfrutamos de la libertad de decidir lo que queremos ser, como vivir y con quien hacerlo. Un justo homenaje de la autora a las mujeres que han conformado su vida.

MEDIA VIDA

de Care Santos.

Título: Media Vida

Autora: Care Santos

Editorial: Destino, Premio Nadal 2017.

Páginas: 416.

SINOPSIS.

En pleno verano del año 1950 cinco chicas adolescentes internas en un colegio de monjas juegan juntas por última vez a «Acción o Verdad» o, como ellas lo llaman, el juego de las prendas. Dos de ellas, las gemelas Viñó, están a punto de empezar una nueva vida, llena de interrogantes, lejos de allí. La ocasión es especial y lo saben, pero ninguna espera que esa noche se convierta en un punto de inflexión para alguien más y que sin siquiera imaginarlo acabe marcando su camino para siempre. 

A través de las vidas de cinco amigas a lo largo de treinta años, Care Santos retrata a una generación de mujeres que tuvieron que construir sus destinos en un momento en que la hipocresía de aquellos que querían mantener las formas a cualquier precio se enfrentó a nuevas miradas sobre la amistad, el amor y la libertad.

IMPRESIÓN PERSONAL.

Hace apenas unas semanas, el 8 de marzo, cientos de miles de mujeres y menos hombres hemos salido a la calle a reclamar igualdad en todos los aspectos de la vida entre hombres y mujeres. Estamos en 2018, siglo XXI y todavía aún, y supongo que siempre cada pocos años, esa lucha por la igualdad habrá que reflotarla y acentuarla para que no haya retrocesos y avance un poquito más aún. La novela que hoy os traigo nos retrotrae a otras épocas no tan lejanas en las que las mujeres eran aún más desiguales que hoy en día y una época en la que además las diferencias de opinión  entre las propias mujeres, provocadas por una educación totalmente machista, aún eran mucho más acentuadas de lo que son hoy en día.

Care Santos comienza presentándonos a cinco amigas internadas en un colegio de monjas en 1950. Están en el último día en que pueden estar juntas porque dos de ellas, Olga y Marta Viñó, parten al día siguiente a su casa para vivir con su madre y su nuevo esposo. Las cinco juegan por última vez a las prendas bajo la dirección de la más egoista y manipuladora de todas, Olga Viñó; un último juego arriesgado que traerá consecuencias graves para todas y en especial para una de ellas; un juego que las define como personas y que, en cierta manera, las marca a lo largo de los años siguientes en que el pasado retorna cuando menos lo esperan.

Después de esta introducción a la historia y a las protagonistas, la autora nos lleva hasta 1981, en plena transición española en la que acaba de aprobarse la Ley de Divorcio y se están produciendo grandes cambios sociales, económicos e ideológicos en una sociedad que viene reclamando, después de  décadas de dictadura, mayores cotas de libertad, sobre todo, las mujeres que añaden a su falta de libertad el hecho de ser mujer, una condición ya de por si que las limita. En ese año, las cinco amigas, Olga y Marta Viñó, Nina Borrás, Lola Puncel y Julia Salas quedan para cenar en el restaurante que acaba de montar Marta Viñó denominado Media Vida, por el momento vital en el que se encuentra. Un encuentro sobre el que cada una de ellas tiene unas expectativas diferentes porque diferentes han sido sus vidas, diferentes son sus maneras de pensar y de sentir, así como el momento vital en que viven y porque todas ellas, especialmente, cuatro de ellas tienen una cuenta pendiente con el pasado.

Media Vida es una historia sobre mujeres para todos y todas; una historia de personas reales y tangibles a las que terminas comprendiendo, incluso, a aquellas con las que menos simpatizas porque son fruto de su tiempo, de su cultura y de la educación que han recibido. Mujeres que tienen todo el derecho a negarse al cambio porque ese cambio puede que perjudique su actual estatus y porque tienen miedo a lo desconocido que se les vuelve inmanejable como en el caso de Olga Viñó; mujeres que temen comenzar de nuevo, desde cero sin el apoyo del hombre que siempre las ha dirigido como si ellas por si mismas pareciera que no podrían hacerlo como en el caso de Marta Viñó; mujeres que quieren que todo evolucione y que puedan dejar de esconder su sexualidad, aquello que las hace felices y libres como en el caso de Nina Borrás que aún sigue buscando la felicidad; mujeres llenas de ternura que no renuncian a ser felices a pesar del paso de los años y de las zancadillas que la vida les ha puesto en las cuestiones más importantes como le ocurre a Lola Puncel y mujeres que por diversas circunstancias, siguen luchando en soledad y con el sacrificio muchas veces de su propia vida, para que el resto de hombres y mujeres avancemos hacia la igualdad como le ocurre a Julia Salas que desde su puesto de Diputada es una de las artífices de esa nueva Ley de Divorcio que facilitará la vida a muchas parejas españolas.

Una novela sobre mujeres pero sobre toda una época en la que a través del conocimiento de las vidas de ellas nos hacemos eco de los años en que les tocó vivir, lo que tuvieron que luchar y contra qué y quienes. Una lucha que como ya sabemos, continua y sobre la que no podemos descuidarnos para no retroceder.

No hace falta que os diga que me ha encantado esta novela en todos sus aspectos: la forma en que esta escrita y la fórmula que la autora escoge para traernos esas historias de vida y esa parte de la historia de nuestro país; los personajes que la protagonizan, incluso, aquellos que me han caído mal por su manera de pensar y vivir; y sobre todo, me ha gustado la puerta a la esperanza que abre a tantas mujeres y hombres que seguimos creyendo en la igualdad y que nos pone ante los ojos a esas mujeres que antes que nuestras generaciones han  luchado por ella y han tenido que realizar muchos sacrificios para traernos al lugar en el que estamos. Sólo por eso ya merece la pena seguir luchando y que su sacrificios no sean en balde.