Título: La rubia de hormigón
Autor: Michael Connelly
Editorial: Roca, 2011
Páginas: 400.
SINOPSIS.
Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Años atrás, estando de servicio, Bosch mató a Church, a quien creía culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras éste se ocultaba un asesino en serie apodado “el Fabricante de Muñecas”, un hombre que maquillaba como muñecas a sus víctimas.
La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y el hallazgo de un nuevo cadáver con el sello de Church, complica aún más las cosas para Bosch, que además de enfrentarse a la presión del juicio tendrá que resolver el caso.
IMPRESIÓN PERSONAL.
La verdad es que las que somos adictos a la lectura somos la leche. A veces estoy convencida de que sí, de que soy adicta a la lectura, pero también tengo que reconocer que, además, soy adicta a los libros, a tener libros y cuantos más mejor como aquella que colecciona sellos o cualquier otro objeto susceptible de ser amontonado en alguna parte. Este libro lleva en mi estantería seguramente alrededor de diez años, cogiendo el polvo que le quito de "higos a brevas" como tantos otros y después de leerlo aún me estoy preguntando si soy más adicta a los libros o a leer viendo los libros que aún cogen polvo pendientes de que los mire y me decida por ellos. La rubia de Hormigón es el tercer libro de la serie de Harry Bosch y tengo alguno más de la serie esperando turno y viendo lo que me ha gustado éste no creo que tarde mucho en quitarles el polvo y darles una oportunidad, tal y como me he propuesto este año.
La novela anda a caballo entre lo judicial y la investigación de un serie de nuevos casos de asesinatos, ambas cuestiones directamente relacionadas. Por un lado, se desarrolla un juicio contra Harry Bosch, policía del departamento de homicidios de Los Ángeles, que cuatro años atrás en una acción individualizada sin petición de refuerzos a sus superiores, irrumpió en la habitación del presunto Fabricante de Muñecas, asesino en serie, y lo mató en una supuesta defensa propia al realizar el otro, Norman Church, un movimiento sospechoso bajo una almohada. La mujer de Church denuncia al policía asesorada por una famosa abogada enemiga de los abusos policiales y durante la novela se está celebrando el juicio contra Bosch. A la vez que esto ocurre, aparece un cadáver que parece que ha sido asesinado por el mismísimo "fabricante de muñecas" por el modus operandi, con lo cual, todo parece indicar que Harry Bosch se equivocó de persona a la hora de señalar a Norman Church como el supuesto asesino. Estamos, por tanto, ante un juicio y una investigación simultánea, ante la necesidad de saber si en realidad Harry Bosch se equivocó o no, si mató a la persona que no era y el asesino sigue suelto y aparece ahora de nuevo para dejarlo en ridículo o si se trata de otro asesino, un imitador.
Creo que la novela está muy bien construida. Por una lado, el juicio y su desarrollo, con la intervención de los personajes nos muestra perfectamente el caso del pasado y la actuación de Harry en el mismo; si no conoces a Harry Bosch, como era mi caso, de novelas anteriores, a través del juicio podemos conocerlo perfectamente a él, su pasado, su procedencia y sus posibles problemas del presente que marcan gran parte de sus actuaciones. A la vez el juicio nos da a conocer los casos de asesinatos acontecidos cuatro años atrás y como el policía llegó a las conclusiones que llegó para determinar que Norman Church era el Fabricante de muñecas y las posibles dudas que se producen en el día de hoy, incluyendo las del propio Harry.
Por otro lado, conocemos a Harry en su labor policial a través de la propia investigación de la muerte del cadáver aparecido y de los nuevos asesinatos que se van produciendo. Y me ha encantando Harry Bosch. Es un policía honesto con sus propios métodos a la hora de investigar y actuar lo cual le lleva a hacerlo muchas veces en solitario y en contra de lo dispuesto por sus superiores. Es difícil trabajar con él precisamente porque se mueve por sus propios instintos y como éstos muchas veces van en contra de lo estipulado en los procedimientos regulados se mete continuamente en líos internos de los que sale porque suele atinar en sus planteamientos y ello le ha reportado una buena reputación entre sus compañeros.
En resumen, me ha encantado acercarme a este personaje y a este autor que llevaba tiempo en mi estantería. Tanto la trama, perfectamente hilvanada y cerrada, como la manera de escribir de Michael Connolly, clara y precisa, como su personaje principal y los secundarios, me han tenido enganchada de principio a fin. Y poco más puedo pedir a una novela de corte policíaco y judicial.
La novela anda a caballo entre lo judicial y la investigación de un serie de nuevos casos de asesinatos, ambas cuestiones directamente relacionadas. Por un lado, se desarrolla un juicio contra Harry Bosch, policía del departamento de homicidios de Los Ángeles, que cuatro años atrás en una acción individualizada sin petición de refuerzos a sus superiores, irrumpió en la habitación del presunto Fabricante de Muñecas, asesino en serie, y lo mató en una supuesta defensa propia al realizar el otro, Norman Church, un movimiento sospechoso bajo una almohada. La mujer de Church denuncia al policía asesorada por una famosa abogada enemiga de los abusos policiales y durante la novela se está celebrando el juicio contra Bosch. A la vez que esto ocurre, aparece un cadáver que parece que ha sido asesinado por el mismísimo "fabricante de muñecas" por el modus operandi, con lo cual, todo parece indicar que Harry Bosch se equivocó de persona a la hora de señalar a Norman Church como el supuesto asesino. Estamos, por tanto, ante un juicio y una investigación simultánea, ante la necesidad de saber si en realidad Harry Bosch se equivocó o no, si mató a la persona que no era y el asesino sigue suelto y aparece ahora de nuevo para dejarlo en ridículo o si se trata de otro asesino, un imitador.
Creo que la novela está muy bien construida. Por una lado, el juicio y su desarrollo, con la intervención de los personajes nos muestra perfectamente el caso del pasado y la actuación de Harry en el mismo; si no conoces a Harry Bosch, como era mi caso, de novelas anteriores, a través del juicio podemos conocerlo perfectamente a él, su pasado, su procedencia y sus posibles problemas del presente que marcan gran parte de sus actuaciones. A la vez el juicio nos da a conocer los casos de asesinatos acontecidos cuatro años atrás y como el policía llegó a las conclusiones que llegó para determinar que Norman Church era el Fabricante de muñecas y las posibles dudas que se producen en el día de hoy, incluyendo las del propio Harry.
Por otro lado, conocemos a Harry en su labor policial a través de la propia investigación de la muerte del cadáver aparecido y de los nuevos asesinatos que se van produciendo. Y me ha encantando Harry Bosch. Es un policía honesto con sus propios métodos a la hora de investigar y actuar lo cual le lleva a hacerlo muchas veces en solitario y en contra de lo dispuesto por sus superiores. Es difícil trabajar con él precisamente porque se mueve por sus propios instintos y como éstos muchas veces van en contra de lo estipulado en los procedimientos regulados se mete continuamente en líos internos de los que sale porque suele atinar en sus planteamientos y ello le ha reportado una buena reputación entre sus compañeros.
En resumen, me ha encantado acercarme a este personaje y a este autor que llevaba tiempo en mi estantería. Tanto la trama, perfectamente hilvanada y cerrada, como la manera de escribir de Michael Connolly, clara y precisa, como su personaje principal y los secundarios, me han tenido enganchada de principio a fin. Y poco más puedo pedir a una novela de corte policíaco y judicial.