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Tuesday, April 16, 2013

Medios contextuales para una internet más rápida


La velocidad de internet mejora. Tanto las nuevas tecnologías de caché, APIs y sustitución de Flash (HML5, fundamentalmente), como la actualización y mejora de las redes y servidores permite un acceso más rápido a los usuarios, tanto en desktop como en móvil, a pesar del aumento de peso de la mayoría de las páginas, tanto por la mayor área gráfica como por el vídeo.
Son las principales conclusiones del último estudio de Google, uno de los más comprometidos promotores de la velocidad de la red, imprescindible para las búsquedas y para el negocio de los contextuales.
El estudio comparativo entre 2012 y 2013 muestra que la velocidad mejoró mínimamente en las webs completas (desktop), pero una enormidad si se tiene en cuenta que el tamaño de las páginas aumentó un 56%, fundamentalmente por el crecimiento de las imágenes cuando el diseño se hace cada vez más visual y táctil.
En el móvil la velocidad mejoró un 30%, tanto por la mayor eficiencia de servidores y conectividad como por la mayor adopción de sitios optimizados para las pantallas pequeñas, donde se concentra el crecimiento del tráfico.

Cuando se analiza la velocidad de la web por países, Japón, Suecia, Estados Unidos y Alemania se disputan las primeras posiciones, tanto por conectividad como por diseño de las páginas.
España anda por la mitad de la tabla de los países analizados, con una mejora del 5,88% en desktop, pero de sólo un 8,6% en móvil frente a una media del 30%. Se repite la falta de apuesta de los grandes medios españoles por las nuevas plataformas, con muchos de ellos sin optimización para smartphones o tabletas.
En Latinoamérica, México se coloca entre los territorios con mejor performance mientras Brasil y Argentina siguen en los puestos de cola, tanto por optimización como por deficiente conectividad.
El análisis de Google vuelve a ser un reclamo por una mejora de la velocidad y por la adopción de tecnologías más eficientes y livianas, tanto en desktop como en móvil.


El aumento de la audiencia y el consumo en las pantallas móviles (37% del tráfico a final de 2012, comScore), unido a la diferenciación de uso y consumo de contenidos, obliga a una optimización de versiones que no pasa sólo por el diseño o la tecnología, sino también por una oferta de contenidos y una experiencia de usuario completamente diferente y adaptada a cada soporte.
Internet ya no es única, ni tampoco el consumo ni los hábitos del usuario. La velocidad es importante, pero la clave no es sólo optimización técnica, sino también una adaptación a los hábitos de usuario que permita la mejor distribución en cada plataforma y dispositivo.


El diferente consumo en los distintos soportes obliga a pensar medios contextuales, adaptados a cada dispositivo y expectativa de consumo, tanto por la oferta como por el negocio y la experiencia de usuario. Una demanda que crece exponencialmente y se hace más crítica cuando la audiencia espera mejor calidad y respuesta de sus nuevos equipos.

Tuesday, March 19, 2013

El público se queja de medios con menos calidad


La crisis ha dejado a muchos medios con redacciones reducidas y menos recursos para la información. La audiencia lo sabe y se queja. El problema del periodismo es la calidad, no la cantidad. Una batalla en la que muchos llevamos muchos años y que el público más fiel no se cansa de repetir. La crisis no es excusa para sacrificar la calidad.
La cantidad es esencial. Los diarios y revistas gordos siempre han atraído al público y el negocio digital demanda cantidad de información tanto para mantener la errática y esquiva atención de la audiencia como para rentabilizar el bajo CPM de la publicidad. La presión de la cantidad acaba deteriorando el valor de la calidad, un problema en el que anida gran parte de las dificultades para rentabilizar la información y los medios digitales.
La audiencia quiere calidad. Una encuesta del State of the News Media 2013 indica que casi dos tercios (60.7%) de los norteamericanos que han abandonado los medios informativos (diarios y televisión, sobre todo) lo hacen por la pérdida de calidad de la información. Sólo menos de una cuarta parte (23,5%) se quejan de la reducción de noticias y de páginas en los diarios o tiempo de emisión en los telediarios.
Cuando se pregunta a toda la audiencia, la diferencia entre la importancia de la calidad y la cantidad se mantiene: un 48% del público se queja de información poco completa frente a un 31% que se fija más en la reducción de noticias.

Cuatro factores se consolidan entre los más importantes para el público de la información: la calidad, el atractivo, la adecuación a sus intereses e ideas, y la oportunidad, en tiempo y forma de consumo.
La percepción de la calidad depende mucho de cada producto y su orientación al público y el mercado, pero algunas característica sirven para el compromiso informativo: veracidad, rigor, precisión, credibilidad, completitud.
Criterios objetivos a los que se suman los subjetivos: utilidad, cercanía, comodidad, contextualización, selección, personalización, interactividad. Cada vez más importantes por el crecimiento de la adecuación y personalización de la información y la oportunidad o adaptación a el momento, la plataforma y dispositivo de consumo.
Esas dos últimas características crecen extraordinariamente gracias a los móviles y tabletas, donde los contenidos se hacen móviles y más útiles que nunca, por lo que los medios están obligados a ser contextuales: adaptados a la forma, momento y dispositivo de consumo.

Hacer mejor y más oportuno con menos. Es uno de los ejes de la mejor estrategia periodística de siempre, renacida con la crisis y la necesidad de diferenciarse en el inabarcable ciberespacio.
Cualquier medio debe decidir entre el periodismo cuantitativo o el de calidad. Sólo unos pocos grandes medios pueden aspirar a los dos.
El gran problema de la mayoría de los medios convencionales está en ser diferenciales, únicos y de valor para su público. En el mercado digital a esas características se une la escalabilidad de la información y los contenidos, tradicionalmente muy escasa.
Escalabilidad es el término usado en informática y sistemas para responder a un aumento de la demanda sin obligar a otros procesos o a un cambio estructural de los recursos. La capacidad de crecer y responder a las necesidades sin fracasar y adaptándose a las necesidades de la demanda, como la infraestructura de servidores, en la nube o el poder de los algoritmos para responder a nuevas necesidades.
El periodismo es parco en escalabilidad. Tradicionalmente el contenido se ha concebido como único, para un sólo uso y un tipo de consumo determinado, sin capacidad de reutilización ni adaptado a un consumo y demanda diferente en función del soporte, el hábito de consumo o la forma de uso que cada usuario le da.
La escalabilidad se gana con una programación de la información adecuada a la demanda y enfocada a diferentes plataformas con características de formatos diferentes.
Elementos imprescindibles para un modelo de negocio sostenible y de calidad que algunos medios empiezan a desarrollar con su estrategia informativa en redes sociales, alertas, contenido digital y publicación en soportes tradicionales. Una estructura y programación de la información que supera la obsoleta discusión de si es primero el soporte convencional o el digital para aprovechar el consumo, audiencia y negocio de cada uno.

Friday, January 11, 2013

Sociedad de la información: contenidos móviles y útiles

Algunas claves que me sugiere el informe La Sociedad de la Información 2012 de Fundación Telefónica para el periodismo y los medios:


Casi dos de cada tres lectores (59,3%) de prensa dispuestos a abandonar el papel. Crece la audiencia y el consumo de información sólo en medios digitales. El móvil y las tabletas son los primeros soportes que realmente sustituyen al papel.
La audiencia digital ya casi iguala a la de papel: 14 millones de lectores en papel frente a 12 millones de audiencia de los diarios digitales. En las revistas la audiencia aún es muy mayoritaria en papel.
El papel no está muerto, pero cambia su función y su rol en el ecosistema y el negocio informativo. Se convierte en un producto más de una marca de contenidos a los que el público accede a través de más medios y soportes.


El móvil es el soporte de la información. La información acompaña al público en todo momento con el móvil. Con un 63% de usuarios de teléfonos inteligentes (smartphones), los móviles son el soporte que permite crear el engagement con el público.
El medio y la marca acompañan al usuario en su vida cotidiana a través del móvil, donde se crea una relación afectiva e íntima mucho mayor que en el resto de soportes y sólo igualada por la tableta.
El móvil demanda de los medios convertirse más que nunca en una guía útil para la vida cotidiana. Esa utilidad la determina cada contenido en función de su naturaleza, pero el periodismo debe aportar el enfoque de mayor utilidad para la sociedad y cada uno de los consumidores.
No basta con informar, es mejor aumentar el conocimiento útil sobre la realidad.


Los contenidos son multipantalla, los medios están obligados a ser contextuales y a crear un ecosistema informativo. Los contenidos y la información deben estar en todos los soportes y pantallas, pero la ley de la redundancia no implica que el desarrollo del contenido y la oferta sea el mismo. El público accede a los contenidos a través de los diferentes soportes en función de su actividad, sus intereses y la evolución de sus hábitos de consumo informativo y de contenidos a lo largo del día.
Satisfacer esa demanda requiere contenidos 24/7 -a todas horas todos los días- pero también ofrecer una oferta con estilos, experiencia de usuario y enfoque de la información o el contenido distinta en función de la situación, actitud y soporte de acceso al contenido por la audiencia. Esa oferta requiere una programación contextual de la información.
Convertirse en medios contextuales para acompañar a la audiencia en sus necesidades informativas y de consumo, pero consiguiendo escalabilidad en la producción y edición de contenidos.
El acento de la mayoría de los medios en el mercado digital ha estado hasta ahora en producir más contenido durante más tiempo: aumentar el volumen y el horario de la oferta. Esa es una programación imposible de sostener para la mayoría y que será progresivamente sustituida por la agregación, la edición semántica y apoyada por la inteligencia artificial.

El problema de los medios y la audiencia es lograr el contenido de mayor interés y calidad para cada tipo de público con la mejor relación (engagement) entre marca y audiencia. Producir más contenidos durante más tiempo no es la única ni la mejor solución. Puede ser adecuada para medios de gran volumen, pero el mayor engagement se consigue con contenidos relevantes adecuados al público al que se dirigen y con la mejor experiencia de usuario a través del soporte de acceso.
Esa mejora en la experiencia de los contenidos es la base del aumento de la eficacia y rentabilidad publicitaria en los medios.


Los contenidos son sociales, los medios también deben serlo. Las redes sociales son el eje de la comunicación y la relación entre los nómadas digitales. La adopción de las redes sociales y de la mensajería instantánea es casi universal. Son el nuevo espacio y herramienta de socialización. Los medios y los periodistas deben estar en las redes no sólo como marcas personales, sino como nodos de las redes. El periodista y los medios debe convertirse en un red social: un guía para el público en la enorme abundancia de las redes. Los medios deben ser espacios y plataformas para la participación de calidad tanto internamente como de forma distribuida en las redes donde los usuarios despliegan la mayoría de su actividad.


La información y los contenidos ocupan un espacio limitado en las redes sociales. La comunicación entre usuarios es la principal razón de uso y pertenencia a una red social. Pero una parte importante de la identidad de dominio público de cada usuario en las redes se construye con información y contenidos de medios.
Para alimentarla no basta con la corriente continua de titulares y noticias de escasa vida. La longevidad de la información, y por tanto su escalabilidad, es mayor cuanto más útil y utilizable es para el usuario, tanto por el enfoque y contenidos como por los formatos y estilos empleados para aumentar su consumo y legibilidad.


Contenidos de acceso continuo y multipantalla. La propiedad ya no importa. Los contenidos dejan de ser una propiedad (un producto) para convertirse en un servicio. La conexión permanente y desde cualquier lugar y dispositivo de la extensión de la banda ancha móvil empuja a albergar los contenidos en la nube y a hacerlos accesibles al público desde cualquier dispositivo y momento sin depender de dónde están.
El aumento del acceso al contenido es la clave del éxito de Amazon, Netflix o Google. La mayoría de medios no han conseguido esa accesibilidad. La propia estructura de los contenidos y la información está pensada desde la escasez, la oferta vinculada a la actualización y lo efímero. Un producto de consumo masivo que se agota en un tiempo de vida breve.
Pero esa no es la realidad del consumo digital en hiperconexión. Cuando todo está accesible en cualquier momento la actualidad manda en la información, pero la vida útil del contenido se desdobla en el tiempo de la información y el tiempo del consumo y la recomendación.
Los contenidos son interesantes y actuales cuando se producen (una noticia, la temporada de una serie, un lanzamiento de un disco, etc.) pero también cuando se comparten y logran relevancia social. Por eso reviven a menudo en las redes sociales viejas noticias o reportajes, vuelven a las listas de éxitos viejas series o revive una canción.
Lo de menos es comprar y ser propietario de los contenidos, como en los viejos mercados. La mejor oferta es disponer de ellos cuando un amigo los recomienda o cuando el usuario dispone del tiempo, el interés y la actitud adecuada para su consumo. De los contenidos como producto -finito, acabado y poco reutilizable- a los contenidos como servicio: amplia accesibilidad en cualquier momento y soporte, archivo y catálogo vigentes, con mejor búsqueda y recomendaciones que aumentan criterio para decidir el consumo.

Tuesday, December 04, 2012

Televidente 2.0: menos descargas, más vídeo bajo demanda


El crecimiento de la oferta de vídeo bajo demanda y la ampliación de acceso a contenidos audiovisuales a través televisión conectada, dispositivos móviles y aplicaciones empuja el crecimiento de la televisión en todas las pantallas, pero también comienza a diferenciar el consumo de contenidos multipantalla.
Son las conclusiones que más me llaman la atención del sexto informe Televidente 2.0 de The Cocktail Analysis respecto a años anteriores.
En el mercado de la abundancia, aumentar la oferta estimula la demanda y el negocio. Canalizarla a través de plataformas y aplicaciones ayuda a comercializar el producto premium y aumenta la rentabilización de las marcas.
Claves del nuevo mercado para la televisión a las que se une el fortalecimiento de su trono como centro del ocio digital tanto gracias a las televisiones conectadas como a las tabletas.

El consumo multipantalla es distinto en cada plataforma, una ratificación más de la necesidad de crear medios y contenidos contextuales: adaptados al hábito y momento de consumo en cada plataforma.
La televisión en abierto se especializa en información y magazines (low cost, además del directo); series, cine y deportes son contenido premium (de pago y bajo demanda), y a las webs de televisión se vuelve para recuperar contenido no visto por los horarios de programación (catch-up) y para ampliar la información y consumo de los contenidos más interesantes.


Crece el consumo de contenidos bajo demanda y en streaming (VoD): 27% de la audiencia. Pero a pesar de que hacen caer las descargas, la apuesta en un mercado audiovisual muy encorsetado por licencias, derechos y ventanas caros y poco flexibles hace que el público continúe quejándose del escaso catálogo, la ausencia de estrenos y las deficiencias de opciones de visionado, sobre todo en las aplicaciones de videoclub de las televisiones conectadas.
El gran problema del vídeo bajo demanda es el empeño en mantener el mercado tradicional de cine y televisión frente a la aceleración en los cambios de la demanda, consumo y visionado de los consumidores.


Las webs de las televisiones concentran todavía mucho consumo de noticias frente a la ficción y el entretenimiento. Los internautas conocen más la oferta informativa, en competencia con los diarios y otros medios, que una oferta de programación todavía incipiente a pesar del crecimiento de los últimos dos años.
Pero la demanda del público está clara: la fortaleza de las webs de las televisiones está en el vídeo en directo (dobla su consumo respecto a la oleada de 2011) y las series, tanto para visionar capítulos como para consumir más contenido relacionado.


La audiencia de televisión conectada crece despacio. Sólo un 18% de los internautas se conecta a través de la televisión y un 15% tienen televisor con internet integrado.
Las aplicaciones estimulan el consumo de contenido audiovisual, sobre todo bajo demanda y catch-up para un público muy televidente con intereses muy claros. Un mercado clave para el futuro.


Las tabletas se consolidan como soporte de consumo de contenidos. Tanto la información de los diarios digitales como el cine, la televisión y los vídeos ganan un nuevo soporte para la distribución y comercialización. Una oportunidad para desarrollar contenidos específicos que amplíen la oferta y que aprovechen el aumento constante de consumo en doble pantalla tanto entre tabletas y televisión como entre móvil y televisor.

Thursday, November 29, 2012

Contra los males de los diarios: innovación


Sólo un 2,2% de los ingresos totales de los diarios proceden del negocio digital en un mercado en el que se ha perdido más del 40% de la publicidad en papel en los países desarrollados y donde la circulación sólo crece en Asia a pesar de las nuevas suscripciones digitales. Es el breve resumen del informe World Press Trends 2012 de la World Association of Newspapers and News Publishers (WAN-IFRA).


Conclusiones repetidas que obligan a acelerar el cambio de producto y de mercado.


En España, como en la mayoría de países desarrollados, la facturación digital es algo mayor: 307 millones de euros en 2011 (un 11,8% de los ingresos, 12,6% en junio de 2012), de los cuales 150 (48,9%) corresponden a publicidad digital y sólo 16,6 millones, el 5,4%, a los ingresos de circulación digital (Kiosko y Más y Orbyt, fundamentalmente), según los datos recogidos por ONTSI.

La caída de la circulación es imparable en los mercados maduros y la lectura se orienta hacia los nuevos soportes: móviles y tabletas, los primeros que sustituyen efectivamente al papel.
A la pérdida de publicidad impresa hay que unir en 2012 la caída o el freno (dependiendo de los mercados), de la publicidad gráfica digital, la que en su mayoría llega a los diarios.


Los datos de WAN indican que el 58% de la publicidad digital se va a los buscadores (Google en su mayoría), mientras desciende en los diarios. En España la publicidad digital gráfica cayó un 13% en los primeros seis meses del año, una tendencia que avanza los mismos problemas sufridos ya por la prensa norteamericana, donde los ingresos digitales han dejado de crecer hace tiempo a la velocidad que lo hacían años atrás.


Los datos analizados por Alan Mutter indican que los periódicos norteamericanos han perdido 55 dólares en papel desde 2006 por cada dólar digital ganado.
La esperanza en el nuevo negocio de pago, donde se calcula a medio plazo una estructura de ingresos de 30% de publicidad en papel, 25% de publicidad digital, 30% de circulación en papel y un 15% de suscripción y difusión digital no funciona para todos. Fundamentalmente supone un trasvase de ingresos sin aumento de facturación ni de difusión total, pero además necesita una alta penetración de tabletas y una base de suscriptores en papel a los que migran con rapidez a digital.
Esa es la principal razón de porqué los medios españoles o franceses están por debajo del 8% en ingresos de circulación digital mientras Financial Times supera al papel o The New York Times consigue 566.000 suscriptores digitales, pero con una rentabilidad inferior en un 36%.
El nuevo modelo de pago sólo funciona si se aprovecha para desarrollar otros negocios, como están intentando Gannett en Estados Unidos o Schibsted y Axel Springer en Europa.
Pero también quienes utilizan la suscripción como base de clubes de lectores (El Mercurio, La Nación, etc.) donde se pueden desarrollar negocios de transacciones, marketing directo, nuevos productos y otras ofertas asentadas en una base fiel de clientes, fortaleza de marca, alta identificación con los lectores y una calidad de cartera comercial a la que ofrecer nuevas soluciones multiproducto y multimedia.

Esas son las líneas básicas de un nuevo modelo de negocio para un mercado completamente diferente. Por eso no estoy de acuerdo con los apocalípticos de la prensa y quienes defienden sólo modelos sin ánimo de lucro o se rinden a la falta de viabilidad del negocio de la información.

El problema es que los contenidos no son suficiente. La información aporta audiencia, pero sobre todo relevancia de marca, credibilidad y confianza, y fidelidad entre el público más interesado. Sobre esas fortalezas se pueden crear nuevos negocios, fundamentalmente digitales, más apoyados en transacciones que en exposición, en relaciones con la audiencia y los clientes comerciales que en contactos.

La rentabilización de los contenidos se reduce en un mercado deflacionario (precios a la baja) de inventario infinito. Nadie puede competir contra Google o Facebook en inventario y precios, pero sí en segmentación apoyada en una afinidad con la información, las cabeceras y la relevancia de un contenido -informativo y publicitario- donde la multipantalla ofrece muchas posibilidades.

Pero la innovación del negocio debe ser disruptiva mientras se cuidan los ingresos del papel. El negocio de los medios ya no depende de los ingresos directos del contenido ni de los soportes tradicionales.

Aumenta la necesidad de centrarse en una mayor rentabilización de cada usuario (the people formerly known as the audience y ahora considerados socios, stakeholders, prosumers, etc.) a través de productos y ofertas asociados a la relevancia y credibilidad de la información y de las marcas.

Las redacciones serán más pequeñas y flexibles, con los periodistas convertidos en redes sociales y editores sociales de contenidos. Con sistemas editoriales (CMS) para la convergencia y la multipantalla, liberados de la pesadez del proceso de producción del papel.
Algo de esto está en el manifiesto del periodismo postindustrial de Clay Shirky, Emily Bell y C.W. Anderson que sin embargo renuncia a un modelo de negocio sostenible y se abandona a la desesperanza.

Medios híbridos con criterios y producción con estrategias cuantitativas y cualitativas. Alimentados por profesionales, ciudadanos y tecnología, porque los medios siempre son un algoritmo: un conjunto de criterios   periodísticos (intelectuales y materiales) orientados en un proceso a la realización de una actividad, la producción y edición de contenidos.
Ahora podemos digitalizar gran parte del proceso y aumentar la inteligencia periodística con otra tecnológica y artificial, pero también abriendo y gestionando más la inteligencia del público y las fuentes en un escenario de comunicación universal y abierta.

Hay mucho mercado para el negocio en ese nuevo ecosistema y en los nuevos dispositivos. Pero es otro mercado y otro negocio. Necesita innovación disruptiva, no la renuncia a sostener el periodismo profesional. Crear medios contextuales que acompañan a cada usuario en sus intereses, dispositivos y hábitos de consumo. Hay negocio, pero necesitamos imaginación y decisión para seguir desarrollándolo.

Friday, November 16, 2012

La crisis crea otro mercado para los medios

Los resultados de los medios españoles muestran la profundidad de una crisis lejos aún del fin. 2012 confirma su maldición de ser el peor año de los medios y obliga a una profunda reestructuración de un mercado para el que no se vislumbra recuperación hasta bien avanzado 2014.


La crisis de la publicidad se ha llevado por delante más del 60% de los ingresos publicitarios de los diarios y el 50% de los de la televisión.
Pero lo peor es que el único motor de estos años, la publicidad digital, se frena y cambia su estructura aceleradamente. La publicidad digital ya supera a la prensa como segundo mercado, pero sólo crece la publicidad en buscadores, la de bajo coste (redes sociales, RTB, exchanges), el móvil y el vídeo.
Las estimaciones para final de año son acabar con una pérdida de más del 16% del mercado y caídas generalizadas en toda la inversión, incluida la digital.
Todas las televisiones están en pérdidas operativas en el tercer trimestre, incluido el duopolio de Mediaset y Antena 3, donde avanzan las pautas únicas y la redefinición de su enorme oferta de canales para encontrar los segmentos más rentables en los temáticos.


Los diarios sufren además una fuerte erosión de la difusión, de alrededor del diez por ciento este año, que se une a las pérdidas anteriores y roza el 25% de caída total. La audiencia cae hasta 14 millones de individuos pese al aumento de lectores por ejemplar y los diarios digitales empiezan a no compensar esa erosión.

En internet sólo las pantallas móviles y el vídeo tiran del mercado y de la audiencia, tanto en España como fuera. El poder de las grandes marcas crece y el resto del mercado se atomiza, con un crecimiento constante de nuevos medios obligados a ser pequeños y muy eficientes en la gestión de sus recursos.
Las revistas siguen una evolución parecida a la prensa. Incluso la radio, con una resistencia mayor a la crisis, ha encadenado malos resultados este año.
Hasta los grandes digitales como Google o Facebook sienten los problemas de un mercado que cambia definitivamente.

La situación es de una reestructuración profunda del mercado. Los medios están obligados a cambiar radicalmente sus modelos de negocio para sobrevivir. La masificación de las pantallas móviles y la hiperconectividad, unida a la peor crisis económica y de consumo de la era moderna, cambian definitivamente un mercado que ya no evoluciona, sino que ve nacer otro muy diferente.
Las marcas desconfían cada vez más de la publicidad y de los medios como soportes y apuestan por el branded content y el contacto directo con sus clientes: marketing directo, membership (fidelización), exterior, contenidos propios y publicidad no convencional.

Es la crisis de la abundancia. Por primera vez están claros los datos que indican el fin del crecimiento constante. El parón del consumo y la erosión de la atención no dan para más.
El público continúa consumiendo muchos medios, pero la atención se vuelve a concentrar sólo en unos pocos. O, más bien, deja de prestarse suficiente atención para la eficacia del contenido y la publicidad en la mayoría de lo que se ve, y sólo se fija en una dieta determinada por los intereses, el consumo diferenciado en función de soportes, y la ubicuidad de las pantallas.

En España es la crisis definitiva de un modelo de televisión saturado de canales en abierto, pero poco atractivos para la mayoría del público, concentrado en los grandes programas -realities, fútbol, series y cine- y orientado a un consumo bajo demanda de productos de calidad que las cadenas en abierto ofrecen tarde y con demasiadas restricciones para el público más exigente.

Los diarios han dejado hace tiempo de innovar. La prensa se ha rendido a su propia crisis desconfiando más que nadie de sus marcas y sus productos. Una generación de ejecutivos y editores tiene la responsabilidad de no haber puesto en marcha estrategias de audiencia, circulación y comercialización que son ya habituales en otros mercados y que aquí parecen desconocidos. La renuncia al papel comienza en los propios diarios.

Los medios digitales requieren otros productos. La era del volcado y el copia y pega se resiste a morir y el móvil y el digital primero siguen siendo filosofías a menudo mal entendidas, sobre todo por las redacciones de los medios tradicionales. Los medios nativos comienzan a consolidarse y a suplantar a los grandes diarios no sólo en las áreas temáticas y más segmentadas, sino también en las áreas informativas duras, tradicionalmente dominadas por los medios convencionales.
Repetir los viejos modelos y formatos de información, diseño y narrativa ya no funciona. Para la información me atrevo a decir que a medio plazo ningún medio que no sea nativo móvil -smartphones y tabletas- sobrevivirá, porque ese será el soporte básico de las noticias.

Los nuevos modelos de pago no son solución sino se acompañan de nuevas fuentes de ingresos y un nuevo modelo de relación con el usuario, más abierto y participativo, pero también con mayor compromiso mutuo. La prensa, sobre todo, necesita desarrollar estrategias de audiencias y dejar de pensar en el público para comenzar a tomarse en serio a cada lector y cada segmento, no sólo por variables sociodemográficas sino por tipos de consumo y acceso a los contenidos.
Los principales males del fracaso de El País, líder de la nueva prensa nacida en la Transición, son comunes a la mayoría de diarios. Ningún medio se va a fortalecer con las armas de otros completamente distintos. O se empieza por creerse y fortalecer las propias ventajas o el escenario es temible.

Vivimos en la era de los medios contextuales y en una etapa de reinvención de un negocio cada vez más distinto del tradicional. Los medios ya no venden exposición ni contenidos, sino experiencias y públicos compartidas en tiempo real y redistribuidas en diferentes plataformas.
La fragmentación de las pantallas y de las audiencias obliga a diferentes productos y formatos para cada una sin repetir la misma oferta, sino diferenciarla en función del tipo de consumo y el nivel de atención. Lo que pervive es el interés del contenido, la identificación con la marca y el reconocimiento de la relación con los creadores del contenido y los periodistas, obligados a establecer una empatía clara con su público.
El negocio es otro y los medios están obligados a crear nuevos modelos de contenidos, relación y monetización mientras en el caso de los tradicionales se diseña la transición sin comprometer lo nuevo por la necesidad de sostener los ingresos legacy.
Pero ya nadie, ni siquiera los digitales, están libres del cambio de mercado.

Wednesday, November 07, 2012

Gamificando las elecciones norteamericanas

Una tendencia sorprendió anoche en la cobertura de las elecciones que han dado a Barack Obama su segundo mandato: la gamificación de las elecciones para conseguir mayor engagement del público no ya con la escasa información disponible en los comicios hasta que cierran los colegios, sino para aprovechar las emociones políticas y convertir a los votantes y al público en sujeto activo y participativo del medio al que entrega su atención.
Junto a la gamificación destaco de la cobertura de ayer el triunfo del HTML5 y el Javascript para adaptar la web a los nuevos soportes móviles, como bien adelantó Alberto Knapp, fundador de The Cocktail. Pero también la vuelta de la fotografía al papel protagonista cuando diarios y aplicaciones para tabletas la vuelven a explotar con inteligencia y elegancia con la familia presidencial más fotogénica de la historia desde JFK.
The New York Times nos dejó boquiabiertos con The Words of a Nation donde una flashmob de ciudadanos rojos y azules como los partidos norteamericanos corría formando palabras para reflejar su humor y emociones el día electoral. Sutil, sugerente y elegante. Algunos no pudimos despegar los ojos de la parte superior de la home durante un buen rato. Absortos y esquivos del resto de la información. Con permiso de su otro elemento de participación: Instagram a todo voto.


En The Washington Post cada votante podía enorgullecerse y proclamar su voto -adiós al voto secreto en la era de las redes sociales- con un badge o chapa donde mostrar a su candidato una frase (un tuit) del porqué de su voto.
En ambos casos destaca la fiesta de la democracia en la era de la vida publicada. Nada de sostener el voto secreto, una democracia sin miedo proclama con satisfacción el sentido de su voto y sus razones. Todo un síntoma y argumento para pensar sobre la democracia y su tratamiento en la información.
Con el triunfo de Obama rivalizaron las nuevas pantallas. El presidente de las redes sociales fue ayer el líder de las tabletas. Muchos medios, encabezados por CNN, se afanaron por ofrecer su información en formatos adaptados para que nadie se perdiera un gráfico, una galería de fotos, un vídeo o una noticia por las incomodidades de Flash y similares.
CNN incluso cambió completamente su aplicación para tabletas con una capa de elecciones con diseño y estructura diferente a la habitual sin que los usuarios tuvieran que actualizar la herramienta. Un triunfo para las pequeñas pantallas.
Otra vez el poder de la fotografía. Todos los medios ofrecieron un recital impresionante de gráficos en tiempo real y visualizaciones de datos de gran calidad, aunque a veces algunos acabáramos empachados como el gran Alberto Cairo.
Pero las fotos volvieron a demostrar su poder -ahora democrático y distribuido- cuando la política es imagen, empatía y esperanza. En muchas portadas se puede ver esa preeminencia de la imagen fotográfica. Poderosa cuando tienes a un presidente como Obama con esa mujer que une maneras de reina del soul con la prestancia de mujer profesional e independiente, clave para la victoria de su marido.


Entre todas me quedo con The Washington Post por la sencillez, el poder y el contraste de la imagen del presidente y esa sutil cinta con los colores de los partidos que resume en un cintillo los resultados de la gran elección.Una portada de texto y foto. Pura prensa clásica. Sin complejos.


Entre las conceptuales, Businessweek llevando al futuro lo que muchos pensamos cada vez que miramos al presidente: ¡Cómo ha envejecido este hombre desde que fue elegido! Ahora vemos las arrugas de los próximos cuatro años.
Y para espectáculo, para ese gran entertainment que son siempre las elecciones norteamericanas nada mejor, otra vez, que la CNN y su infografía de luces sobre el Empire State. Pocas veces se ven tantos símbolos juntos de esa manida frase de la fiesta de la democracia.
That´s entertainment!!


Friday, October 26, 2012

¿Pueden abandonar Google los diarios? Un negocio para la fragmentación del mercado


Los diarios brasileños han abandonado Google News en protesta por la falta de acuerdo comercial con Google. Francia y Alemania preparan una tasa para obligar al buscador a pagar por ley a los editores. Una demanda apoyada por los editores españoles. El gobierno francés incluso ha bajado el poder de Google a tierra para recordarle que una empresa no debería amenazar a un gobierno democrático.
El abandono de Google News por los diarios tiene bajo coste. El problema es abandonar del todo Google y el impacto en el tráfico: entre el 30 y el 50% en la mayoría de los diarios. El crecimiento de las recomendaciones y el tráfico procedente de las redes sociales no compensa la pérdida de Google para los diarios pero además puede producir tres efectos importantes para el mercado y el consumo de información:
  1. El crecimiento del tráfico de medios nativos de internet y blogs, que reciben una proporción mayor de su tráfico de las redes sociales;
  2. El aumento del control de las nuevas plataformas de aplicaciones sobre el acceso y la distribución de contenidos;
  3. La pérdida de relevancia de los diarios en un mercado de abundancia informativa, aunque no de calidad, cuando la circulación de la edición impresa desciende en todos los mercados desarrollados.
El tráfico en los diarios brasileños ha descendido sólo un 5% en los primeros días del boicot a Google News, más o menos la audiencia que la mayoría de diarios reciben del buscador de noticias, mucho menos relevante que los resultados en Google, el buscador generalista y el verdadero motor de público para la información.
Los diarios brasileños decidieron dejar Google Noticias después de que problemas técnicos impidieran mostrar sólo el titular, como se había acordado con el buscador.
Google News nunca ha conseguido gran relevancia fuera de Estados Unidos y es utilizado sólo por una minoría de público divido prácticamente en dos mitades: los grandes consumidores de información, que también acceden a las webs de los diarios por otros métodos, y por los propio periodistas y profesionales de la comunicación para un uso profesional de la información.
En su carta al gobierno francés, Google protesta contra la anunciada tasa porque sería como "cobrar a un taxista por llevar un cliente a un restaurante" e indica que el 40% del tráfico de los medios franceses llega de Google, con un 28,4% proveniente de los términos de búsqueda. Google pone el ejemplo de la caída de tráfico de The Times al abandonar Google tras cerrar sus contenidos tras un sistema de pago.
Cumplidos diez años de existencia, Google News rastrea 50.000 medios en 30 lenguas y se publica en 72 ediciones y consigue 1.000 millones de clics cada mes, una cuarta parte de los 4.000 millones de clics que Google redirige mensualmente a los medios.
Google también recuerda que en 2011 pagó a los medios 6.500 millones de dólares por la publicidad de AdSense en 2011. Una publicidad de la que Google recibe el 27% de sus ingresos.
Esas cifras son la medida de la economía de la abundancia, pero también del deterioro de su valor. El coste por clic (CPC) de Google ha descendido un 15% en el último trimestre y empeora el ya bajo precio de su publicidad.
Para los medios el principal problema no es si Google o Facebook viven de sus contenidos o se quedan una parte de su audiencia -cada vez más porque crece el número de usuarios que no hacen clic en los enlaces- sino el deterioro de los contenidos y del valor de la publicidad.
Dos problemas completamente diferentes.

Google ha hecho crecer como nadie el mercado de la abundancia, donde ha sido líder indiscutido hasta la aparición de Facebook, aún muy lejos del buscador. Esa disrupción del tradicional mercado de la escasez ha empujado a muchos medios a trabajar y producir información para Google con objeto de maximizar el retorno de tráfico a sus páginas. Resultado: la información como commodity, redundante entre todos los medios y de muy bajo valor informativo y comercial.
Los medios han reducido recursos de la información de calidad para centrarse en la producción de volumen y contenido SEO, atractivo en los buscadores. Una tabloidización general del ecosistema informativo con grandes dosis de sensacionalismo y pérdida de valor.
El resultado es contenido de bajo coste para audiencia y productos de todavía menor valor.
Los sucesivos intentos de mejorar el algoritmo de Google News para premiar la información original, las exclusivas, etc. han sido su peor fracaso y han desvelado las deficiencias de la tecnología para ajustar el criterio de la información.
Las nuevas generaciones de agregadores, web semántica y aplicaciones basadas en la recomendación social empiezan a sustituir a Google News como descubridores y selectores de información de valor para el público.
En las recomendaciones y el acceso a través de aplicaciones más inteligentes o personalizadas con criterio social está el nuevo modelo de acceso a los contenidos, especialmente para el público más interesado en la información.

El precio de la publicidad masiva continúa devaluándose. El CPM baja y baja. Y lo seguirá haciendo por el continuo crecimiento del inventario. Sólo los medios, soportes y formatos más efectivos retienen un precio premium. El desafío de los medios es aumentar su inventario premium tanto por marca, contenidos y perfil de público como por efectividad comercial.
Apple es el antiGoogle. Su propuesta desde el lanzamiento de las aplicaciones es recortar el mercado de la abundancia. Cuando la navegación y la economía del enlace se reduce con las aplicaciones y los soportes móviles, crece el acceso directo a los medios o por recomendación. Esos dos tipos de consumo producen mayor valor, más calidad de público y más efectividad publicitaria que la procedente de los buscadores, pero también tienen sus problemas como el control y el coste de las nuevas plataformas.

La distribución y el modo de acceso a los contenidos es clave para el negocio y para definir los contenidos en función del consumo del público. Google ha sido disruptor al romper el paquete de los medios y facilitar el acceso directo a los artículos y contenidos. Frente a esa ruptura del producto informativo tradicional con la economía y la cultura del enlace, los nuevos soportes como los móviles y el iPad se han convertido en el nuevo kiosco de los medios. Vuelta al control de la distribución por los editores -compartido con las plataformas- y resurrección del paquete de producto. Ambos efectos mejoran la efectividad y el valor de la publicidad.
Las nuevas aplicaciones de agregación y recomendación social son otro paso en el que el control de la distribución es clave, sobre todo porque por ahora no han generado nuevo negocio (como si hizo Google), sino que explotan la misma cartera publicitaria y objetivos de los medios.

El problema para los medios no es sólo la fragmentación de audiencia, sino la fragmentación del mercado, de las pantallas y los soportes. Por eso los medios deben ser contextuales: adaptados a cada usuario, soporte, tipo de acceso y momento e interés de consumo.
Esa es la gran oportunidad del mercado de la abundancia.
El gran problema de los medios no es la migración del negocio tradicional a los nuevos soportes y mercados, sino desarrollar nuevos modelos de negocio que aprovechen la fragmentación de los mercados: tanto el de la abundancia (masivo, bajo coste, commodity), como el de aplicaciones (segmentado, acceso directo), el de agregadores (distribución tercerizada), y el de las redes sociales (desagregado, atomizado).
La clave no es abandonar Google ni cobrar una tasa con todos los problemas de reparto y la insuficiencia con la que nacerá.
El desafío es desarrollar modelos de negocio, precios y comercialización flexibles para los distintos mercados de los contenidos. Y maximizar el retorno (ROI) en cada uno de ellos para diseñar estructuras de costes adecuadas.
Un nuevo modelo de negocio flexible, por capas, modular e híbrido: con diferente oferta, precios, formatos, estilos y contenidos para cada canal basado en una estrategia freemium y multiproducto.

Tuesday, October 23, 2012

Lecciones de Yahoo para los medios: móvil, contenido relevante, experiencia de usuario


Yahoo presentó los resultados de su tercer trimestre con una pequeña mejora de sus resultados (si se excluyen los resultados no operativos) y Marissa Mayer esbozó la estrategia de la compañía, ya adelantada a la plantilla en un documento donde se explica la estrategia a tres años.
Los resultados de Yahoo son interesantes para los medios porque coinciden con otros datos de evolución del mercado y con algunos problemas de Google, una empresa que por maduración puede estar empezando a sufrir los mismos problemas que lleva años sufriendo Yahoo: la innovación disruptiva también llega a los grandes y a los que fueron disruptivos una vez.
La ex ejecutiva de Google y ahora responsable de Yahoo parece tenerlo claro: las claves del negocio de los medios (Yahoo es uno de los más grandes) son el móvil, ser capaces de ofrecer contenido diferencial y relevante, crear un ecosistema de contenidos y publicidad atractivo para público y anunciantes, y mejorar la experiencia de usuario con mejoras en la personalización y la comunidad.

Los medios necesitan esas mismas estrategias.

Móvil: es la clave del futuro porque la mayoría de la información se consumirá en dispositivos móviles, pero con diferentes tipos de consumo, por lo que es necesario convertirse en medios contextuales, adaptados al soporte y a la forma de consumo.

Contenido relevante y diferencial: fin de la saturación sin sustancia. La ley de la redundancia y la urgencia del tiempo real obligan a los medios a editar y publicar mucho, pero la información realmente rentable es la diferencial, la que crea audiencia fiel y olvida las audiencias invendibles. El resto cada vez más será territorio de los streams y las redes sociales, pero sin descender a la información en el medio.
En las palabras de Mayer hay una apuesta importante por el contenido propio para aumentar el engagement del público, conseguido también con contenido en tiempo real y acceso fácil a los intereses de cada tipo de público.

Los medios son un ecosistema. Todos los modelos de referencia para el nuevo negocio crean un ecosistema para su público, un lugar donde no sólo informarse, sino donde encontrarse, compartir y que se convierta en una ayuda o guía útil para los intereses de los usuarios. Una plataforma con la que identificarse y donde hallar contenidos de interés.
Muy pocos medios pueden quedarse fuera de esa ambición, aunque sea muy segmentada, porque la especialización no implica que no se pueda utilizar la información de más formas que la lineal.

Una experiencia agradable y compartida. Las aplicaciones móviles, el consumo en diferentes soportes y el flujo social de los contenidos en stream y compartidos obliga a diseñar de otra forma los medios digitales para lograr una experiencia única en la multipantalla -responsive design, HTML5- con aprovechamiento del navegador y las aplicaciones -web apps-, fortalecimiento de la marca -imagen corporativa, colores, estructura-, personalización y socialización -widgets y APIs sociales, web semántica- y nuevos formatos para la publicidad y el marketing.

Ideas para repensar los medios.

Friday, September 28, 2012

La información se consume en móvil, redes sociales y vídeo


La internet del flujo social, el ecosistema de los streams, es la clave del nuevo consumo de información. Sólo las noticias en televisión resisten el aumento del consumo de información en redes sociales y móviles. En Estados Unidos los medios informativos digitales ya superan (39% de la audiencia) a los que oyen noticias en la radio (33%) o leen diarios (29%). Una tendencia que en países como España se ha acelerado desde 2010, cuando la audiencia de diarios digitales sobrepasó a la de papel.
Los dos grandes motores del consumo de información los dos últimos años -como saben todos los responsables de medios digitales, también en España y Latinoamérica- son el móvil y las redes sociales. En Estados Unidos un 19% de la audiencia consume noticias en las redes sociales -un aumento del diez por ciento respecto a 2010- y un 15% lo hace en el móvil, un incremento del 6% en dos años, según el último estudio de Pew Research.


En España, el consumo de prensa digital a diario en los móviles alcanza al 25% de los usuarios y creció un 4% este año respecto a 2011. El 37% de los usuarios de tabletas leen prensa online diariamente, un 12% más que el año pasado, según el último estudio de IAB y The Cocktail Analysis.
Los nuevos datos confirman una vez más la adopción de los teléfonos inteligentes (smartphones) y tabletas como dispositivos claves para la información. El consumo a través de redes sociales, móvil y vídeo es el nuevo ecosistema de la información, como han demostrado las olimpíadas de Londres 2012 o coberturas informativas como la de las protestas del 25S.


Especialmente entre el público más joven, los medios digitales se imponen a los tradicionales. La consolidación de las redes sociales y de la edición social de la información como nueva agenda informativa supera incluso a la prensa en papel en la mayoría de las edades, impulsada por su enorme penetración.
Incluso medios de referencia como Financial Times alcanzan ya el 20% de su tráfico en internet procedente de las redes sociales, mientras en otros como The New York Times está alrededor del 6%.
En los nuevos medios y los de nicho, el tráfico de redes sociales supera en muchos casos al de los buscadores, que mantienen un 33% del consumo de noticias, según Pew. Esa cifra está bastante ajustada a la media de las fuentes de tráfico de la mayoría de los medios digitales.



El consumidor de información es móvil y social. El smartphone es el acelerador de este consumo, tanto para la información como para las propias redes sociales y obliga a cambiar la estrategia de los medios informativos: impone una programación contextual de los contenidos -por intereses, actitud y dispositivo de consumo-, el aumento de la información en tiempo real y acompañar permanentemente a la audiencia con contenidos, servicios y utilidades, no conformarse simplemente con publicar noticias.
Cuando las pantallas móviles sustituyen al papel y a muchas pantallas fijas, los medios están obligados a convertirse en parte de la identidad de dominio público de los usuarios: la que se construye en las redes para compartir y que representa a cada usuario en el nuevo espacio público de las redes sociales y la hiperconexión.


El tiempo de consumo se desplaza hacia la televisión y los medios digitales, como en el caso de España y otros países. Las pantallas concentran el tiempo y la atención.


El consumo de noticias en aplicaciones también aumenta, especialmente en las aplicaciones de las televisiones, imprescindibles para ver bien los vídeos, el otro gran motor del consumo de la información.
Los datos de todos los estudios recientes ratifican el cambio estructural en el consumo de medios e información hacia las nuevas plataformas y dispositivos móviles. Un cambio disruptivo en el consumo de información.
Los dispositivos móviles no son diferentes a la web, no una mejora. Cuando se lleva un completo ordenador en el bolsillo, permanentemente conectado a internet, toda la realidad y la comunicación se impregna de lo digital. Los móviles conectan al fin el ciberespacio con lo real y reemplazan a los contenidos y a los viejos productos convirtiéndolos en software y permitiendo a nuevos servicios competir e inmiscuirse en cualquier actividad.
Las imágentes son claras: las calles y el transporte cambian cuando un mapa en tus manos permite geolocalizar al usuario, los lugares que le interesan o los amigos/conocidos que le rodean. Comprar ya no es lo mismo cuando dentro de cualquier comercio se usa el móvil para comparar precios y productos en una tienda virtual que se introduce en la cadena de valor del consumo tradicional.
Los negocios (transacciones) y los medios (contenidos) se convierten en software distribuido a través de plataformas (sistemas operativos) operados y propiedad de otros.
El cambio de ecosistema demanda una radical reinvención de los medios y la información para seguir siendo relevantes, conseguir la afinidad con el público, distribuir con más eficiencia sus contenidos y desarrollar nuevos servicios para un consumo a demanda (pull, no push), ubicuo, hiperconectado, en tiempo real y atado al flujo social.

Monday, September 24, 2012

Los internautas son los mayores consumidores de medios


Los internautas consumen más medios que el resto de la población. Los datos de EGM recopilados por Zenith vuelven a subrayar que los consumidores de contenidos de información y entretenimiento son digitales e internautas. Por eso la penetración de los medios es mayor que entre el resto de la población.
Estos datos ratifican los datos de consumo de diarios digitales y otros medios de 2010 y 2011 con la tendencia ya analizada: crece la audiencia pero desciende la frecuencia del consumo de medios convencionales al ser sustituida por los soportes digitales, lo que se refleja claramente en el tiempo de consumo de cada medio: 35 minutos para los diarios, dos horas y media para internet, casi tres para la radio y cuatro horas de televisión.
El resultado es la necesidad de una estrategia de medios contextuales, donde la marca y los contenidos acompañan a la audiencia a través de las diferentes plataformas y dispositivos.
La audiencia de los contenidos crece, la distribución del consumo entre medios y soportes es lo que cambia: fragmentación de pantallas y soportes.

Monday, September 10, 2012

INMA Latinoamérica: medios contextuales

Notas para el seminario de INMA Latinoamérica (post anteriores: nuevos modelos y reinventar el negocio)
El presente y el futuro de los contenidos y la información es multiplataforma. La era de la abundancia digital es la época de la fragmentación de soportes y pantallas. Y la audiencia no renuncia a esa abundancia: lo quiere todo y lo mejor, en cualquier momento y lugar, y en el soporte que tiene a mano o que prefiere en ese momento. El mercado con mayor fragmentación de audiencias es también el ecosistema de la fragmentación de soportes y pantallas: del papel a los móviles, de la televisión a las tabletas.

Los medios están obligados a ser contextuales, a responder a los intereses del público en cada momento, en el soporte y con el interfaz más eficaz y con el enfoque de contenidos adecuado a cómo se consumen en ese momento, con qué actitud y situación. En qué momento vital de cada usuario, esté despertándose, en el trabajo, en el transporte o cuando se relaja al final del día.

Eso es periodismo contextual: adaptado a los intereses y situación de cada consumidor, y a los soportes -en su mayoría pantallas- que utiliza.

La disyuntiva no es ser mono o multimedia, hacer la convergencia en la redacción o separar equipos. La elección para los medios es decidir qué contenidos quiere ofrecer, con qué productos, a través de qué soportes, con qué diseño y edición para cada actitud y momento de consumo. Y cuáles son las oportunidades y modelos de negocio que puede explotar en cada momento de la información -o del entretenimiento- y de la audiencia cuando los contenidos ya no se consumen, se viven y comparten en tiempo real, a través del flujo social de las redes.

El ciclo de la información es el de su audiencia cuando compartir, comentar, construir una identidad de dominio público a través de nuestra actividad en las redes. Los productos deben responder a ese ciclo vital y de consumo en tiempo real, social y multisoporte, cada vez más multipantalla.

¿Es necesario estar en todo momento en todas las pantallas con multitud de contenido multimedia? La respuesta es que no. Algunos lo necesitan: los medios generalistas y masivos, o los que tienen en la actualización una de sus esencias. Otros deben escoger qué intereses, en qué momentos, para qué públicos en qué situación. Y ser indispensables para el usuario en ese momento y soporte.

El negocio está en los contenidos, los momentos, el público y sus relaciones. No sólo en los soportes ni la distribución, durante años controlados por los medios y ahora dominio de otros.

El negocio está en el público y su relación con el producto y la marca. Elegir cuál es el momento y soporte adecuado para cada producto y contenido es tan importante como para los anuncios contextuales y las cookies conocer qué publicidad debe dirigir a cada usuario.

Medios para personas en el soporte y la pantalla adecuada.

Wednesday, August 29, 2012

Flipboard: 1,5 mill. usuarios diarios, 3 min./día y poco negocio

Flipboard ha conseguido veinte millones de usuarios en dos años. La aplicación para iPad que ha explotado y popularizado la personalización de contenidos con interfaz tipo magazine celebra su cumpleaños aumentando la oferta de vídeo y mostrando unos datos que revelan algunas claves del consumo de contenidos en iPad.
Acceden a Flipboard 1,5 millones de usuarios diarios en todo el mundo durante alrededor de tres minutos al día (86 minutos al mes) para consumir unas 5 páginas (blips) en la aplicación.
El 75% de sus usuarios están conectados a las redes sociales, la utilidad que hizo famosa a la aplicación cuando se presentó convirtiendo el timeline de Twitter en una revista para cada usuario.
El día preferido para conectarse en las tabletas es el domingo y en los móviles, el jueves, especialmente por las mañanas, entre 10 y 11.

En España, Flipboard ocupa en sexto puesto en el top de aplicaciones de noticias en iPad y el duodécimo en iPhone, según Appdata.
En el móvil, todos los grandes diarios españoles superan en usuarios y popularidad a Flipboard, mientras en iPad sólo lo hacen los más populares y con mayor oferta gratuita: Marca y El País, además de RTVE.es, la aplicación de televisión más usada.

Los datos de Flipboard indican que la popularidad de las aplicaciones de personalización es grande, pero todavía no alcanza al atractivo de las grandes cabeceras periodísticas. Además el consumo de contenidos en estas aplicaciones es todavía menor que en las de los grandes medios, donde la fidelización es mayor.
A los datos hay que sumar que todavía una mayoría de los consumidores de contenidos informativos en móviles y tabletas acceden a través de la web, no de las aplicaciones, lo que resta público potencial por el momento, a pesar del crecimiento del acceso a través aplicaciones.

Con los datos presentados, la capacidad de Flipboard para crear negocio es por ahora escasa. Esa dificultad en crear nuevo negocio explica la retirada de los contenidos de algunas revistas de la aplicación y la decisión de otros de permitir el acceso sólo a sus suscriptores.
Los medios son aplicaciones, pero a través de ellas el soporte, el interfaz y la marca vuelven a ganar importancia y aumentan el consumo y la fidelización del público.
En la web se navega, con ella se potenció el acceso abierto y la lectura rápida. Con las aplicaciones vuelve la fidelización y la reputación y fortaleza de la cabecera. En esos factores es donde los medios vuelven a encontrar oportunidades.

Pero hay mucho que aprender de Flipboard, más allá de su capacidad de aumentar la audiencia o crear nuevos ingresos, dos objetivos por ahora no alcanzados.
Lo primero, la importancia de los medios contextuales: la necesidad de programar los contenidos, con diferentes estilos e interfaz para el consumo en diferentes soportes y con una experiencia de usuario distinta y adaptada a cada dispositivo.
La capacidad de personalizar contenidos a través del criterio y el flujo social de las redes: la edición social.
La necesidad de desarrollar nuevos interfaces y diseños táctiles que mejoren la experiencia de usuario y hagan la lectura y el consumo de contenidos multimedia agradable y capaz de funcionalidades sociales y avanzadas.
Mantener la identificación del público con la marca. Además de contenidos y estilo, requiere el control de la distribución, la comercialización y el producto final sea cual sea el canal utilizado. De lo contrario, el negocio se diluye y las posibilidades de crear comunidades con los usuarios, también.
Esa fue la gran pelea inicial de Steve Jobs con los editores y todavía hoy está irresoluta. Los contenidos tienen su público, las plataformas, dispositivos y aplicaciones no funcionan a largo plazo cuando canibalizan el mismo patrimonio sin aportar nuevas fórmulas de engagement y rentabilización.
Flipboard es además excesivamente dependiente de Twitter. Todavía está por ver cómo impactará en la aplicación las nuevas reglas de la red social. Esa dependencia se intenta reducir con sumando el acceso directo a publicaciones a través de la aplicación, mejorando así su presentación. Una estrategia que canibaliza las propias aplicaciones de los medios sin ofrecer por el momento suficientes usuarios ni negocio.

Friday, July 13, 2012

Móvil: la clave para el negocio de la información digital

Los diarios necesitan acelerar su conversión digital y móvil para ganar más audiencia. Alrededor de 7,56 millones de ciudadanos leen noticias digitales diariamente (un 36% de los internautas), todavía muy por debajo de los 14,34 millones de lectores de diarios, 12,46 de ellos lectores de información general (EGM).
Pero el mayor problema está en el tiempo de consumo: los lectores dedican alrededor de 30 minutos diarios y una hora los domingos (4,1 horas semanales) a la prensa, una caída del 11% desde 2010 que contrasta con el aumento del consumo de televisión (16%) e internet (8%), según datos del último Mediascope Europe.
El consumo de noticias digitales, breve y conciso, no compensa esa pérdida de consumo a favor de otros medios y pantallas, especialmente las redes sociales.

El móvil, las redes sociales y el vídeo son las claves del nuevo consumo de información, seguidas por el crecimiento del uso de las tabletas.
Los medios ya están en internet. El 88% de los internautas leen prensa digital, dos tercios ven televisión online (8% diariamente) y un 62% escuchan radio online (uno de cada diez a diario). En estos dos últimos casos todavía es muy escaso el consumo diario, pero crece con fuerza.
Los diarios y las noticias digitales siguen siendo uno de los medios más consumidos en internet, aunque todavía por debajo de la media europea. Para los medios informativos, acelerar la conversión digital es urgente para fortalecer su posición digital frente al deterioro del mercado y la lectura impresa.


Mobile first: la conversión al móvil es clave. Los internautas intensivos ya están en el móvil. Con 15,9 millones de smartphones (datos de la CMT) en el mercado, 8,5 millones de usuarios se conectan a través del móvil, un 21% de los usuarios, alrededor de 10,1 horas semanales.
Las tabletas son utilizadas para conectarse por 2,2 millones de personas, un todavía escaso 5% de la audiencia.
Una gran parte de la audiencia fiel de noticias es usuaria del móvil, el dispositivo que junto a las tabletas realmente reemplaza al papel. Y lo hace porque los móviles son la extensión más simple de las capacidades cognitivas y de consumo de los usuarios, además de convertirse en parte de su identidad digital.
Los medios informativos no deben olvidar el móvil, además de concentrar a sus mayores consumidores, es el dispositivo clave de los nuevos lectores. Los nuevos lectores serán nativos móviles, no sólo digitales. Los dispositivos móviles de cualquier tipo -smartphones, tabletas, etc.- serán la clave del consumo de información igual que la portabilidad de los diarios (de su invención como formato impreso portátil a la búsqueda de formatos más sencillos como el tabloide) marcaron el crecimiento de la prensa durante siglo y medio. Y lo mismo se puede decir de la radio, que pasó de las mesas de las salitas de estar a ser ubicua en el esplandor de la radio portátil.
Los soportes y dispositivos móviles han sido la clave de la evolución del consumo de medios. A los citados se une el libro de bolsillo, el walkman o el iPod que comenzó la revolución de los contenidos móviles digitales hasta el smartphone y el iPad o el Kindle.
Las noticias acompañan a su público. La propia naturaleza de la información requiere el acceso continuo y en ubicuidad, la actualización y la relación con lo que nos rodea: los otros, redes sociales; el entorno, geolocalización, y los servicios como la publicidad de contacto, guías, ofertas, etc.
Es la clave de la convergencia 2.0: la integración de contenidos, servicios, lo social y lo físico en un aparato que identifica a cada ciudadano como usuario y consumidor.

El móvil es el dispositivo digital de la democratización del acceso a los contenidos y los servicios. Donde no llega el ordenador, está el móvil. Y la aceleración del crecimiento de smartphones (44% de los usuarios) lo demuestra. El ordenador es para trabajar o estudiar, pero para consumir y estar siempre en contacto y acompañados el móvil es imbatible.
También en eso se parece a la prensa -sobre todo a la popular-, al libro de bolsillo y a la música en el mp3 y el iPod.
El problema de la industria de los medios y los contenidos españoles con la movilidad es histórico. Los déficits en prensa popular y en libro de bolsillo, en ambos casos siempre muy por debajo de la media de otros países, han marcado gran parte de las deficiencias de nuestro mercado de contenidos.
Lo mismo ocurre en Latinoamérica con el libro -controlado en gran parte por editoriales españolas- y sólo se ha paliado esa carencia en parte con la prensa popular, aunque siempre con una escasez de prensa popular de calidad (no sensacionalista) que permita ayudar al desarrollo cultural, social y político de los ciudadanos.

El móvil primero significa una planificación contextual de los medios y el producto. Los diarios deben convertirse en medios contextuales: adaptados a un consumo ubicuo y en movilidad, con abundancia de oferta y donde la demanda vuelve a ser la clave a través de recomendaciones (redes sociales) y aplicaciones. Medios centrados en la audiencia, construidos no sólo enfocados en los contenidos, sino en la relaciones de los contenidos con la audiencia y entre los usuarios y sus relaciones sociales, de trabajo, en la vida cotidiana, en el entorno.
El móvil es el centro de la vida digital y la información debe no sólo insertarse en ese espacio sino convertirse en una herramienta clave para gestionar la vida de los nómadas digitales. La información debe ser tan relevante en un entorno que pone al usuario en el centro de sus actividades y conexiones como lo fue cuando su fortaleza estaba en ser uno de los pilares de la vida pública.
Esa relevancia se construye con contenido, pero también con precio adecuado, calidad, inmediatez, experiencia de usuario, afectividad y socialización, personalización y una plataforma de distribución eficiente. La tecnología, los contenidos, servicios y la experiencia de usuario son claves para construir los nuevos modelos de negocio que hagan sostenible el mercado de la información digital. Y sólo con ese tipo de desarrollos se puede superar el bache todavía existente entre publicidad convencional, digital y móvil, tanto en volumen como en CPM.