Namir Noor-Eldeen. Periodista de Reuters asesinado en Irak
"Nice. Good shoot´n. Thanks (Fantástico. Buen disparo. Gracias)". Podría ser una felicitación entre cazadores. O entre asesinos. Pero es la conversación entre la tripulación de un helicóptero de ataque norteamericano en Irak y sus mandos después de asesinar a dos periodistas de la agencia Reuters y a una docena de personas más.
Daños colaterales.
Dos periodistas haciendo su trabajo. Sobre el terreno. Hablando con la gente, recorriendo la ciudad, convertida en frente borroso y confuso por un ejército sin información y la insurgencia terrorista.
Un teleobjetivo. Una bolsa con cámaras, grabadoras y libretas convertidas en armas por gente que hace la guerra como si disfrutara en un videojuego. Desde la altura de un helicóptero artillado. Sin ninguna posibilidad para los pretendidos agresores.
Los asesinos no se conforman.
El helicóptero da vueltas y vueltas. Y mata. Sin perdón. Sin vergüenza. Sin información. Una sarta de asunciones sin justificación entre los tripulantes de la nave y su base con la que parecen pasarselo muy bien. Ríen. Bromean. Matan.
Matan incluso a los heridos. Matan a quienes acuden a rescatarlos en una furgoneta.
Sólo después llegan las tropas de tierra y encuentran a Namir Noor-Eldeen, 22 años, fotógrafo de Reuters, a su conductor, Saeed Chmagh (40 años), y a varios iraquíes, entre ellos dos niños, muertos y heridos.
El helicóptero asesino sigue dando vueltas sobre una ciudad arrasada por la locura, las mentiras y la guerra.
Guerra justa. Daños colaterales. Mentiras, sangre y muertos. Miles de muertos.
El horror.
Ver el vídeo de la muerte de los dos periodistas de Reuters publicado por Wikileaks da asco. Miedo. Y una profunda indignación.
Es sólo un vídeo más. Ocultado desde 2007 pese a las repetidas peticiones de Reuters para que fuese revelado y ayudase a la investigación de los hechos.
Pero el ejército norteamericano. Ese que no se atiene a las normas internacionales ni a los tribunales de guerra más que cuando ellos los manejan, se negó reiteradamente, protegido por un gobierno que continúa manteniendo la gran mentira de la guerra contra el terror.
Ver el vídeo. Oír los comentarios de los soldados, es suficiente. ¿Cuántos más se habrán filmado? ¡Cuántos más muertos como si se disparase en una pantalla contra malos virtuales!
Gente en la calle hablando con gente. Sobre el terreno, haciendo fotos con esos teleobjetivos tan parecidos (cuando se quiere que todo se confunda, con un lanzamisiles). Como en la muerte de José Couso y tantos otros.
Multitud de informes han repetido que una guerra no se puede hacer, y mucho menos ganar, sin información sobre el terreno. Disparar indiscriminadamente contra la población sólo por sospechas es la conducta de los regímenes totalitarios. Que son siempre fuerzas de ocupación, ocupen su propio país o el de otros.
Ahora conocemos la verdad sobre la muerte de un informador y su ayudante. Otras siguen inexplicadas. Cada una de ellas demuestra que la población civil y los periodistas han dejado de ser inmunes, como denuncian las organizaciones internacionales profesionales y de derechos humanos.
Peor. Tanto unos como otros han dejado de ser neutrales en conflictos donde las tropas regulares y los periodistas se parecen cada vez más en sus métodos.
Pero por encima de todo está la mirada fría de la cámara en blanco y negro. Las risas. El miedo de los militares convertido en bravuconería artillada.
El horror, sí, el horror y la vergüenza.
Y tantos años de ocultamiento, de doble lenguaje como el denunciado hace tanto tiempo por George Orwell con el asco de otras guerras. Esas palabras que encabezan otro vídeo de la vergüenza.
Otro vídeo que vuelve a demostrar la importancia crucial del periodismo y la necesidad de parar a quienes desde los despachos o los mandos de la tecnología más mortífera siguen disparando. Balas, mentiras, terror.
Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
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Tuesday, April 06, 2010
Friday, January 16, 2009
La maqueta como editorial
Toni me alerta de un gran editorial de los diseñadores Claret Serrahima y Òscar Guayabero en Avui. Cuando las palabras sobran y están manoseadas, todavía queda el impacto de la imagen en el pensamiento.
Hace unos días hablaba con un responsable de un diario nacional de cómo matanza, masacre, genocidio, etc. son palabras que se quedaban cada vez más cortas para guerras como las de Gaza.
Utilizamos tantas palabras todos los días en busca del titular y el texto de impacto que acabamos sin sorprender a los lectores ni detenerlos en la información. Gastamos el lenguaje y su expresividad igual que se han gastado los números de las manifestaciones: ahora ya no hay manifestación con menos de un millón de inexistentes manifestantes.
Pero el horror gris de la maqueta vacía, rodeada de aforismos que nos suenan, espanta. Como espanta la guerra y sus abusos.
Sunday, January 04, 2009
Silencio en los medios sobre la censura israelí
Carlos Enrique Bayo se indigna en Público con los medios que no reflejan la indignación ciudadana en tantas partes del mundo sobre la invasión de Gaza por Israel.
Y es cierto.
Como es cierto también que los medios no reflejan las restricciones y la censura que Israel impone a los medios y corresponsales extranjeros.
La guerra en Oriente Medio es, como todas, también una guerra de propaganda. Israel, orgullosamente proclamada la única democracia real del área, mantiene desde hace años severas restricciones a los periodistas, tanto nacionales como extranjeros, para informar de Palestina.
Y las facciones palestinas han recurrido a menudo al secuestro de periodistas como arma política y mafiosa.
El viernes Israel todavía no había cumplido la orden del Tribunal Supremo para permitir el acceso de un puñado de corresponsales extranjeros a Gaza a través del paso de Erez.
Y el sábado Israel arrestó a dos periodistas de Al Jazeera, la única cadena de televisión con corresponsales en Gaza.
La mayoría de los corresponsales extranjeros informan desde Jerusalén y reciben informaciones de stingers y colaboradores en Gaza. Con informaciones a menudo difíciles de confirmar. El ejército israelí, como sus misiones diplomáticas en todo el mundo, sí es activo en la información y la controla férreamente.
Al día siguiente de comenzar los bombardeos el embajador israelí en España, Raphael Schutz, ya estaba en los medios dando la versión de Israel. ¿Por qué no le recordaron los medios que sus corresponsales tenían prohibida la entrada en Gaza?
Tampoco se ha publicado en ningún medio español una aclaración al público sobre esta prohibición ni ha habido una carta de los directores, de las asociaciones de la prensa o de las organizaciones profesionales quejándose y advirtiendo a la audiencia de las condiciones en las que se tiene que informar del conflicto.
Es una de las debilidades repetidas de la información en Oriente Medio y es especialmente relevante ahora que Europa y Estados Unidos dan tiempo a Israel para consolidar su ofensiva y cuando una parte cada vez más importante de la comunidad judía en todo el mundo es más crítica con la política de Israel.
Obama, presidente electo, también calla. Una política norteamericana que seguramente no cambiará.
Y es cierto.
Como es cierto también que los medios no reflejan las restricciones y la censura que Israel impone a los medios y corresponsales extranjeros.
La guerra en Oriente Medio es, como todas, también una guerra de propaganda. Israel, orgullosamente proclamada la única democracia real del área, mantiene desde hace años severas restricciones a los periodistas, tanto nacionales como extranjeros, para informar de Palestina.
Y las facciones palestinas han recurrido a menudo al secuestro de periodistas como arma política y mafiosa.
El viernes Israel todavía no había cumplido la orden del Tribunal Supremo para permitir el acceso de un puñado de corresponsales extranjeros a Gaza a través del paso de Erez.
Y el sábado Israel arrestó a dos periodistas de Al Jazeera, la única cadena de televisión con corresponsales en Gaza.
La mayoría de los corresponsales extranjeros informan desde Jerusalén y reciben informaciones de stingers y colaboradores en Gaza. Con informaciones a menudo difíciles de confirmar. El ejército israelí, como sus misiones diplomáticas en todo el mundo, sí es activo en la información y la controla férreamente.
Al día siguiente de comenzar los bombardeos el embajador israelí en España, Raphael Schutz, ya estaba en los medios dando la versión de Israel. ¿Por qué no le recordaron los medios que sus corresponsales tenían prohibida la entrada en Gaza?
Tampoco se ha publicado en ningún medio español una aclaración al público sobre esta prohibición ni ha habido una carta de los directores, de las asociaciones de la prensa o de las organizaciones profesionales quejándose y advirtiendo a la audiencia de las condiciones en las que se tiene que informar del conflicto.
Es una de las debilidades repetidas de la información en Oriente Medio y es especialmente relevante ahora que Europa y Estados Unidos dan tiempo a Israel para consolidar su ofensiva y cuando una parte cada vez más importante de la comunidad judía en todo el mundo es más crítica con la política de Israel.
Obama, presidente electo, también calla. Una política norteamericana que seguramente no cambiará.
Saturday, December 27, 2008
Guerra eterna en Oriente Medio
Es el nombre que Íñigo Sáenz de Ugarte puso a su blog cuando lo creamos hace ya unos años. Y otra vez la maldita frase se hace realidad con el mayor ataque de Israel a Gaza en muchos años tras las bravatas de Hamás.
Mahmud Darwish murió este año sin ver a Palestina libre de la opresión israelí y de la tiranía de las banderías internas. Todos soldados de dios que sólo consiguen acostumbrar a la muerte a quienes, como toda persona, tienen deseos de vida, como explicó el gran poeta de Palestina.
Darwish murió a tiempo para no ver cómo vuelve el sufrimiento a la tierra más disputada y donde los intereses electorales israelíes y palestinos -elecciones en febrero en Israel con posible vuelta del conseravdor Likud al poder y pugna incesante entre Fatah y Hamás- no son ajenos a las bombas.
Todo después de un bloqueo que ha sumido a Gaza en la peor de las miserias con la intención israelí de ahogar y provocar a Hamás, centrar los ojos del mundo en el problema humanitario frente a la política y desestabilizar Egipto, como bien explica Sara Roy.
Barack Obama no nos sacará de este conflicto eterno y enconado, donde entre todos consiguen uno de los peores y más largos sufrimientos del siglo XX que se prolonga en el XXI. Una bomba de efectos retardados y ponzoñosos que desestabiliza el mundo entero.
Pero Obama tampoco nos sacará de este error y sufrimiento. Robert Fisk, uno de los periodistas con mayor conocimiento de este horror, alerta sobre las falsas expectativas.
Ni hay progresos ni las conversaciones diplomáticas sirven ya.
Para nuestra patria cautiva,
la libertad de morir consumida de amor (...)
Pero nosotros en ella
nos ahogamos sin cesar
Lamento de Darwish, poeta palestino.
Mahmud Darwish murió este año sin ver a Palestina libre de la opresión israelí y de la tiranía de las banderías internas. Todos soldados de dios que sólo consiguen acostumbrar a la muerte a quienes, como toda persona, tienen deseos de vida, como explicó el gran poeta de Palestina.
Darwish murió a tiempo para no ver cómo vuelve el sufrimiento a la tierra más disputada y donde los intereses electorales israelíes y palestinos -elecciones en febrero en Israel con posible vuelta del conseravdor Likud al poder y pugna incesante entre Fatah y Hamás- no son ajenos a las bombas.
Todo después de un bloqueo que ha sumido a Gaza en la peor de las miserias con la intención israelí de ahogar y provocar a Hamás, centrar los ojos del mundo en el problema humanitario frente a la política y desestabilizar Egipto, como bien explica Sara Roy.
Barack Obama no nos sacará de este conflicto eterno y enconado, donde entre todos consiguen uno de los peores y más largos sufrimientos del siglo XX que se prolonga en el XXI. Una bomba de efectos retardados y ponzoñosos que desestabiliza el mundo entero.
Pero Obama tampoco nos sacará de este error y sufrimiento. Robert Fisk, uno de los periodistas con mayor conocimiento de este horror, alerta sobre las falsas expectativas.
Ni hay progresos ni las conversaciones diplomáticas sirven ya.
Para nuestra patria cautiva,
la libertad de morir consumida de amor (...)
Pero nosotros en ella
nos ahogamos sin cesar
Lamento de Darwish, poeta palestino.
Thursday, May 22, 2008
Contra las bombas de racimo
"Pido a los dueños de las compañías que fabrican explosivos que dejen de fabricarlos... Quiero enseñaros personalmente el resultado de vuestros productos". Lo dice Sot, camboyano de 18 años, mientras ofrece sus prótesis a todos los que fabrican y comercian con bombas de racimo. Perdió sus brazos en 2004, como tantos en tantos países del mundo donde estas bombas son peligrosas durante la guerra y mucho después.
Greenpeace protestó hoy contra las bombas de racimo y las empresas españolas que las fabrican, como las de tantos países, cuando se discute su prohibición en una conferencia internacional en Irlanda.
Más de 700.000 personas ya han firmado contra esta condena de tantos inocentes.
Stop Cluster Munition
No Cluster Bombs
Vidas Minadas | Gervasio Sánchez
Racimos de muerte fabricados en España
Greenpeace protestó hoy contra las bombas de racimo y las empresas españolas que las fabrican, como las de tantos países, cuando se discute su prohibición en una conferencia internacional en Irlanda.
Más de 700.000 personas ya han firmado contra esta condena de tantos inocentes.
Stop Cluster Munition
No Cluster Bombs
Vidas Minadas | Gervasio Sánchez
Racimos de muerte fabricados en España
Tuesday, May 20, 2008
Trillo y Palacio declararán por el caso Couso
El juez Santiago Pedraz cita a los ex ministros de Defensa y Exteriores por la muerte de José Couso en el Hotel Palestina.
Los ex ministros deberán aclarar en la Audiencia Nacional "por qué los americanos les dieron cuatro versiones distintas y el Gobierno español dio por buenas las cuatro", según Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco.
La ex sargento norteamericana Adrienne Kinne ha revelado que la inteligencia militar señaló como objetivo el hotel donde se alojaban los periodistas, convirtiéndolo en diana, y que el ejército espiaba a periodistas y ONG en Irak.
Los ex ministros deberán aclarar en la Audiencia Nacional "por qué los americanos les dieron cuatro versiones distintas y el Gobierno español dio por buenas las cuatro", según Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco.
La ex sargento norteamericana Adrienne Kinne ha revelado que la inteligencia militar señaló como objetivo el hotel donde se alojaban los periodistas, convirtiéndolo en diana, y que el ejército espiaba a periodistas y ONG en Irak.
Tuesday, April 08, 2008
Cinco años persiguiendo justicia para Couso
La familia Couso sigue su lucha por la justicia y reclama al gobierno que ejecute las órdenes de detención contra los militares norteamericanos presuntos autores del homicidio del cámara de Telecinco hace cinco años.
El juez Santiago Pedraz cursó orden de detención en octubre de 2005 contra el sargento Thomas Gibson, autor del disparo contra el Hotel Palestina, el capitán Philip Wolford, que dio la orden, y el teniente coronel Philip DeCamp, superior de ambos.
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archivó las diligencias en marzo de 2006 por no haber asesinato ni acción dolosa, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado", en línea con la investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que hoy recuerda el aniversario de la muerte de Couso y el cámara de Reuters Taras Protsyuk, además del ataque a las oficinas de la televisiones árabes Al Jazeera (donde murió otro periodista) y Abu Dhabi TV aquella misma mañana.
En diciembre de 2006, el Tribunal Supremo dio la razón a la familia Couso frente a la Audiencia Nacional y sentenció que la justicia española es competente para investigar la muerte del cámara.
El CPJ denuncia que siguen sin aclararse todos los detalles de las muertes de los periodistas, exige a las autoridades militares norteamericanas que "investigue completamente los incidentes y haga públicas las conclusiones", pero también que "implemente procedimientos para señalar a las tropas la presencia de periodistas en el campo de batalla".
La organización insiste en que los mandos militares norteamericanos sabían que en el Hotel Palestina sólo había periodistas pero no informaron a las tropas que bombarderon desde un tanque las posiciones de los corresponsales.
David Schlesinger, director de Reuters, indica que la agencia "no está satisfecha con la rapidez o la objetividad" de las investigaciones de los homicidios. El responsable de la agencia internacional cree que "el frente debe hacerse tan seguro como sea posible para los no combatientes como los periodistas".
Un principio que las tropas norteamericanas no han seguido en Irak.
Por eso la familia Couso, apoyada por muchos profesionales y ciudadanos, continúa su lucha para que se esclarezca la verdad y Estados Unidos y sus tropas no estén por encima de la ley.
Desde que empezó la guerra de Irak en marzo de 2003, 127 periodistas y 50 personas de apoyo a sus labores informativas han muerto, según el CPJ.
Es ya el conflicto más sangriento para los informadores muy por delante de los 66 periodistas muertos en los 20 años de la guerra de Vietnam o los 68 informadores muertos en la II Guerra Mundial.
Íñigo Sáenz de Ugarte reconstruye aquella mañana en el Hotel Palestina, cuando los disparos habían cesado y en el silencio el tanque que comanda el sargento Thomas Gibson gira su cañón hacia el hotel. Pide permiso al capitán Wolford para disparar y mata a Couso y Protsyuk tras 15 minutos de calma.
El juez Santiago Pedraz cursó orden de detención en octubre de 2005 contra el sargento Thomas Gibson, autor del disparo contra el Hotel Palestina, el capitán Philip Wolford, que dio la orden, y el teniente coronel Philip DeCamp, superior de ambos.
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archivó las diligencias en marzo de 2006 por no haber asesinato ni acción dolosa, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado", en línea con la investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que hoy recuerda el aniversario de la muerte de Couso y el cámara de Reuters Taras Protsyuk, además del ataque a las oficinas de la televisiones árabes Al Jazeera (donde murió otro periodista) y Abu Dhabi TV aquella misma mañana.
En diciembre de 2006, el Tribunal Supremo dio la razón a la familia Couso frente a la Audiencia Nacional y sentenció que la justicia española es competente para investigar la muerte del cámara.
El CPJ denuncia que siguen sin aclararse todos los detalles de las muertes de los periodistas, exige a las autoridades militares norteamericanas que "investigue completamente los incidentes y haga públicas las conclusiones", pero también que "implemente procedimientos para señalar a las tropas la presencia de periodistas en el campo de batalla".
La organización insiste en que los mandos militares norteamericanos sabían que en el Hotel Palestina sólo había periodistas pero no informaron a las tropas que bombarderon desde un tanque las posiciones de los corresponsales.
David Schlesinger, director de Reuters, indica que la agencia "no está satisfecha con la rapidez o la objetividad" de las investigaciones de los homicidios. El responsable de la agencia internacional cree que "el frente debe hacerse tan seguro como sea posible para los no combatientes como los periodistas".
Un principio que las tropas norteamericanas no han seguido en Irak.
Por eso la familia Couso, apoyada por muchos profesionales y ciudadanos, continúa su lucha para que se esclarezca la verdad y Estados Unidos y sus tropas no estén por encima de la ley.
Desde que empezó la guerra de Irak en marzo de 2003, 127 periodistas y 50 personas de apoyo a sus labores informativas han muerto, según el CPJ.
Es ya el conflicto más sangriento para los informadores muy por delante de los 66 periodistas muertos en los 20 años de la guerra de Vietnam o los 68 informadores muertos en la II Guerra Mundial.
Íñigo Sáenz de Ugarte reconstruye aquella mañana en el Hotel Palestina, cuando los disparos habían cesado y en el silencio el tanque que comanda el sargento Thomas Gibson gira su cañón hacia el hotel. Pide permiso al capitán Wolford para disparar y mata a Couso y Protsyuk tras 15 minutos de calma.
Thursday, December 06, 2007
Racimos de muerte fabricados en España
Wahid jugaba con su hermano de 9 años. Como todos los días del Irak ocupado. Wahid y su hermano viven en un vecindario bombardeado por Estados Unidos. Son niños. Ni él ni su hermano han tenido que ser depurados por ser colaboradores de Sadam Hussein.
Pero Wahid ha perdido un mano y tres dedos de la otra, además de sufrir tantas heridas en el cuerpo que ha tenido que someterse a cuatro operaciones.
Su hermano tuvo suerte. Sólo tiene las piernas destrozadas.
Adnan Maloku perdió en Kosovo a casi toda su familia por ir a nadar al lago. Su hermano Gazmend, de 19 años, encontró una brillante lata amarilla. Fue lo último que le atrajo antes de saltar por los aires y llevarse a su padre por delante.
Su hermana Sanije, de 14 años, corrió a ver qué había pasado con su familia y otra bomba la mató.
Historias que se repiten en muchos países donde la guerra pervive mucho tiempo después de la victoria y la derrota.
Pero países como España siguen fabricando y vendiendo bombas de racimo. Pacifistas pacatos e hipócritas que siembran la muerte con la buena conciencia a resguardo.
Casi 130 países se reúnen en Viena para avanzar en la prohibición de estas armas en el llamado proceso de Oslo.
Pero es preciso seguir presionando a gobiernos como el de España para acabar con este comercio mortal.
No a las bombas de racimo.
Pero Wahid ha perdido un mano y tres dedos de la otra, además de sufrir tantas heridas en el cuerpo que ha tenido que someterse a cuatro operaciones.
Su hermano tuvo suerte. Sólo tiene las piernas destrozadas.
Adnan Maloku perdió en Kosovo a casi toda su familia por ir a nadar al lago. Su hermano Gazmend, de 19 años, encontró una brillante lata amarilla. Fue lo último que le atrajo antes de saltar por los aires y llevarse a su padre por delante.
Su hermana Sanije, de 14 años, corrió a ver qué había pasado con su familia y otra bomba la mató.
Historias que se repiten en muchos países donde la guerra pervive mucho tiempo después de la victoria y la derrota.
Pero países como España siguen fabricando y vendiendo bombas de racimo. Pacifistas pacatos e hipócritas que siembran la muerte con la buena conciencia a resguardo.
Casi 130 países se reúnen en Viena para avanzar en la prohibición de estas armas en el llamado proceso de Oslo.
Pero es preciso seguir presionando a gobiernos como el de España para acabar con este comercio mortal.
No a las bombas de racimo.
Saturday, October 06, 2007
La ética del asesino
En cada bala debe haber una razón. Al menos ese es el pensamiento eterno de quienes disparan. En los Small Killing Teams del ejército norteamericano en Bagdad el caos y los tiros no han ensordecido del todo la ética de los militares.
"La diferencia entre matador y asesino es donde habita la ética y el sentido del soldado, su autojustificación", dice David Beriain en este reportaje. En inglés todavía hay una gran distinción entre matar y asesinar personas. Y para entrar de noche en las casas de Bagdad en busca de insurgentes y miembros de Al Qaeda es mejor tenerlo claro.
A una mente tranquila no le tiembla el pulso.
Unos, como el sargento César Robles, a veces dudan. Es un profesional, un francotirador certero. Pero, a veces...
"A veces pienso que si fuera uno de ellos, si alguien ocupara mi país, quizás también lucharía. Por eso a veces, cuando veo niños por las calles, pienso en los hijos de los que maté".
Unos matan. Otros asesinan. La distancia moral puede medirse con una bala.
ADN.es | ¿Tú matas o asesinas?
David Beirain | En pie de guerra
"La diferencia entre matador y asesino es donde habita la ética y el sentido del soldado, su autojustificación", dice David Beriain en este reportaje. En inglés todavía hay una gran distinción entre matar y asesinar personas. Y para entrar de noche en las casas de Bagdad en busca de insurgentes y miembros de Al Qaeda es mejor tenerlo claro.
A una mente tranquila no le tiembla el pulso.
Unos, como el sargento César Robles, a veces dudan. Es un profesional, un francotirador certero. Pero, a veces...
"A veces pienso que si fuera uno de ellos, si alguien ocupara mi país, quizás también lucharía. Por eso a veces, cuando veo niños por las calles, pienso en los hijos de los que maté".
Unos matan. Otros asesinan. La distancia moral puede medirse con una bala.
ADN.es | ¿Tú matas o asesinas?
David Beirain | En pie de guerra
Friday, February 09, 2007
World Press Photo: la guerra descapotable
Las nuevas guerras se luchan entre lo cotidiano. Algunas sólo lo destruyen en parte. Es la caída de los ejércitos regulares, de la guerra de frentes tradicionales. El enemigo es siempre interior en el mundo globalizado, aunque a veces llegue de fuera. El frente son las ideas, los credos, el terrorismo. Y le van ganando la partida a los recursos y la tierra, botín tradicional.
En las guerras posmodernas la realidad más cruda y la virtualidad consumista transitan bajo las mismas bombas. Las víctimas no tienen segunda vida. Y más mueren quienes menos tienen. La maldición de la sangre es implacable con el más desvaforecido.
La foto de Spencer Platt en el Beirut devastado por las bombas israelíes es el premio World Press Photo 2006.
World Press Photo
Guerra Eterna | Las mejores fotos del año
Botero muestra el dolor de Abu Ghraib
La carne es una celebración de la vida. La carne es también el dolor y el miedo. El pintor colombiano Fernando Botero siempre ha cantado con rotundidad y volumen la vida. Y también ha criticado la violencia y la muerte.
Lo ha hecho con la guerra y el narcotráfico en Colombia y ahora lo hace con su reconstrucción de las torturas norteamericanas en la prisión militar de Abu Ghraib, descubiertas por Seymour Hersh.
Esta vez le ha costado exponer en Estados Unidos pese a su fama. Los imperios son modosos en la autocrítica y la violencia se traga mejor en una democracia cuando no se ve ni se reconoce. Al fin la universidad californiana de Berkeley muestra su crítica a la tortura después de que las pinturas se vieran en Europa y reducidas a una escueta selección en Nueva York.
Críticos como Kenneth Baker creen que la obra del pintor colombiano puede ayudar a romper el pacto de silencio y conformismo de una parte de la sociedad norteamericana ciega a los abusos de su política exterior.
¿Habrá visto Aznar las pinturas de Botero?
Lo ha hecho con la guerra y el narcotráfico en Colombia y ahora lo hace con su reconstrucción de las torturas norteamericanas en la prisión militar de Abu Ghraib, descubiertas por Seymour Hersh.
Esta vez le ha costado exponer en Estados Unidos pese a su fama. Los imperios son modosos en la autocrítica y la violencia se traga mejor en una democracia cuando no se ve ni se reconoce. Al fin la universidad californiana de Berkeley muestra su crítica a la tortura después de que las pinturas se vieran en Europa y reducidas a una escueta selección en Nueva York.
Críticos como Kenneth Baker creen que la obra del pintor colombiano puede ayudar a romper el pacto de silencio y conformismo de una parte de la sociedad norteamericana ciega a los abusos de su política exterior.
¿Habrá visto Aznar las pinturas de Botero?
Monday, April 21, 2003
Despojos de guerra
Las víctimas de la guerra son siempre más que los cadáveres tirados en los arcenes. Día tras día aparecen nuevos despojos asesinados por las rencillas de siempre, las que matan lenta e inexorablemente yse recuerdan con memoria larga. La invasión de Irak devolvió a España dos cadáveres de periodistas, pero no son los únicos.
La audiencia es la primera víctima | Una vez más ha vuelto a presenciar el espectáculo del egotismo, el corporativismo y el ombliguismo. Al principio, la característica de ser las primeras víctimas españolas salvó los trastos. De ahí en adelante un periodista español en el ejercicio de su profesión volvió a valer más que cientos de muertos iraquíes o un puñado de corresponsales de otras nacionalidades.
La oscura muerte del cámara de Telecinco, José Couso, reavivó los fantasmas de la profesión. En el escarnio se sumó la estulticia y falta de cumplimiento de su deber del Gobierno Aznar.
Como siempre la audiencia acudió a los medios en busca de las noticias –y así lo han reflejado los datos del EGM, que han elevado la audiencia en casi un millón de personas frente al año pasado–, hasta entonces cubiertas con solvencia, atractivo y seriedad, especialmente por los diarios. Las muertes alumbraron miserias no provenientes de la guerra, sino de otros predios más locales y cercanos, y cuyo hedor socava la credibilidad ante el público.
La segunda es la verdad | Ambas muertes, y en especial la segunda, han servido para el apedreamiento político de unos y otros, el enarbolamiento de argumentos peregrinos o directamente falsos, y la propagación de acusaciones y torticeras desinformaciones. Se empezó a hablar de asesinato en lugar de daños colaterales, de testigos presenciales en lugar de testimonios de terceros, etcétera.
El dolor enmascaró a la verdad; las apreciaciones y el cariño personal a los hechos. Aquellos se tomaron por más verdad que éstos. Las opiniones sustituyeron a las noticias. Y aparecieron los corifeos con sus intereses innombrables escupiendo maldad.
La tercera víctima es el periodismo | Una vez más ha demostrado lo poco unido que está cuando cada uno va a lo suyo y lo poco que importa entonces la verdad y la miseria ajena. Otra vez se ha mostrado ante el público el monstruo egocéntrico que lleva dentro. De nuevo los intereses bastardos de unos y otros empañan las certezas, las buenas intenciones y la realidad.
Hace unos días se leyeron llantos en lugar de noticias, luego difamaciones en lugar de columnas, algunos textos preclaros y un poco alicortos, después retorcidos editoriales como piedras a traición y, siempre de fondo, el runrún de quienes vomitan odio y vergüenza diariamente por esa patraña llamada "confidenciales", que han plagado la Red y que preocupan más a muchos periodistas que muchas de las informaciones que cubren.
Patético.
Hace unos días comentaba un periodista que esto pasa en España porque los medios son oscuros y no hay verdadera información sobre la prensa y sus entresijos. Tiene razón. La falta de información seria sobre un sector económico, empresarial, profesional, cultural y sociológico importante lleva a estos excesos y más. Una información de calidad sobre el periodismo y sus gentes haría mucho por prevenir estos sucesos lamentables.
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