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Monday, June 02, 2008

Feria del libro sin libros digitales

La Feria, según Mauro Entrialgo

Algo más del 9% de los libros españoles se publicaron en formato electrónico en 2007. Pero los libros digitales no tienen derecho a estar en la Feria del Libro de Madrid, que empieza justo cuando ha terminado la BookExpo America, donde el futuro del libro ha estado en la mente de todos. Y más cuando Jeff Bezos, el dueño de Amazon, ha anunciado que una de las grandes editoriales, Simon&Schuster, añade 5.000 de sus mejores títulos al catálogo de Kindle, el cacharro que quiere ser el iPod de los libros.
En la Feria del Libro de Madrid no hay libros digitales. Si eres usuario de Kindle, de Sony Reader o de cualquiera de los lectores de libros electrónicos que ya comienzan a poblar el mercado, olvídate de buscarlos en el Retiro. En un paseo detenido con el bluetooth alerta tampoco he encontrado blogonovelas ni textos para móviles activos, sólo una caseta anima el móvil con una acción publicitaria. Una pena.

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Thursday, September 28, 2006

Los editores no pasan página

Leer las reflexiones de los editores en Liber 06 sobre el libro y las nuevas tecnologías ahoga esperanzas.
Parecen no entender lo que está ocurriendo con la lectura y el libro. Están atrapados por un modelo de negocio obsoleto, como ha ocurrido con la música, con las noticias y con el cine y la televisión, y no pasan de disputar sobre el dinero de hoy (precio fijo, descuentos en libros de texto, crisis de los canales de comercialización tradicionales, especialmente librerías).
No es de extrañar. La crisis es profunda. El modelo de saturación del mercado con miles de libros se agota.
La revolución digital es muy limitada en España. Autores (con excepciones) y editores (también) todavía no exploran con decisión sus ventajas ni su funcionamiento.
La pelea con las nuevas bibliotecas digitales como Google Books sigue sin que se entiendan bien algunas objeciones a un proyecto que informatiza letras para convertirlas en bits pero respeta los derechos de autor cuando se demanda.
La noticia de la incorporación de la biblioteca de la Universidad Complutense al proyecto Google ha sorprendido a los reunidos en Liber, la gran feria del sector. Es una noticia buena y mala. En foros como Barrapunto se preguntan si se respetará el acceso a los libros de dominio público, imprescindible.
La respuesta posiblemente es que sí, aunque con las restricciones de los libros en pdf de Google.
El acceso a los libros, algunos joyas bibliográficas, de la Complutense a través del gran buscador es buena noticia para la cultura hispana, pero mala para nuestra tecnología.
Luis Ángel Fernández Hermana o José Antonio Millán han reclamado el desarrollo de nuevas tecnologías de búsqueda y biblioteconomía en español y lenguas hispanas.
Los planes Avanza del Ministerio de Industria o los de Fomento de la Lectura y ayudas al libro no han sido capaces de tal logro.
El gran proyecto de biblioteca europea sigue enfangado en un mar de bruselitis, funcionariado e intereses nacionales contrapuestos.
Los ciudadanos están muy lejos de ser el objetivo y los grandes beneficiados.

Cuando un libro ya no tiene que ser de papel ni tener más de 49 páginas la edición electrónica en España es muy residual y no aumenta al ritmo adecuado.
El uso de blogs, literatura participativa, nuevos formatos, etc. es todavía una excentricidad a menudo devorada ya por el marketing como único objetivo.
El Ministerio de Cultura se gastará 38 millones de euros en un plan de fomento de la lectura (nota en pdf) que se concentrará en adquirir más fondos para bibliotecas y a poner anuncios de televisión mostrados en campos de fútbol y canchas de baloncesto.
Para El Corte Inglés también habrá un pico y el marchamo de ser patrocinador de la cultura.
Del departamento de Carmen Calvo no se espera nada mejor ni más imaginativo. El dinero se tira en actividades publicitarias con poquísimo retorno mientras no se entra de lleno en el problema: ni en el de la lectura ni en el del sector del libro.
Tampoco es que todo necesite la ayuda pública y la cultura también debe desarrollarse sin ella. Pero puestos a invertir fondos públicos, mejor si sirven para algo.

Para preparar nuestro encuentro informal sobre Blogs y libros paralelo al Liber, Manuel Bragado, director de Xerais, ha preparado una propuesta con temas discutidos los últimos meses que incorpora algunas ideas valiosas y que compartimos muchos de nosotros:
"O novo paradigma de comunicación cultural electrónica asume a lectura como o seu elemento central, modificando radicalmente as funcións que desempeñan as industrias e as institucións da cultura analóxica, especialmente o papel dos editores, dos libreiros e das bibliotecas.
O característico do mundo do libro non reside xa no soporte (sexa analóxico-impreso ou dixital-electrónico) e, si pola contra, na actividade que promove, a lectura.
A biblioteca, neste novo modelo comunicacional electrónico, transfórmase na primeira institución cultural de cada comunidade local para acceder á nova Sociedade do Coñecemento, especializándose como un punto de acceso público tanto á rede comunicacional dixital como aos fondos documentais analóxicos.
No eido da propiedade intelectual o entorno dixital require un modelo de propiedade intelectual máis flexible"
.

Wikis del encuentro Blogs y Libros y Propuestas para una literatura participativa

Monday, May 15, 2006

Feria del libro sin papel

En El Retiro ya están montando las casetas de la Feria del Libro, que este año luce cartel de Ana Juan.
Será la primera feria en la que el libro ya no necesitará ser de papel, aunque siguen contando las 49 páginas de la Unesco (¿cómo contarán las páginas en libros sin papel ni su simulacro?).
La ministra Carmen Calvo andará ufana y los editores también. Ya tienen anteproyecto (pdf) con financiación para unos añitos. Las librerías consiguen la ratificación del precio fijo, como pidieron el año pasado.
Cuando el libro ya no es de papel el precio por lectura se impone. Si es verdad habría que revisar los derechos de autor, en manos de los editores.
Los derechos de autor surgieron para proteger a los autores y a los editores. Hoy son su gran carga por exceso. La mayoría de los libros tienen una vida útil (comercial) muy escasa. En parte por la lógica del mercado, su calidad y actualidad, y en parte por la carrera de la saturación de títulos. El mercado del libro desde la perspectiva de la industria del consumo masivo, cuando un libro no es eso.
Sólo muy pocos autores se atreven a liberar sus obras para darles una nueva vida y establecer una nueva relación con el lector.
Algunas editoriales (Xerais, Siglo XXI) comienzan también a liberar fragmentos y ciertos contenidos para entrar en un mercado donde la economía de la atención necesita conversación. Y la conversación, siempre, necesita tema e interlocutores. Y "leer es dialogar", como recordaba José Antonio Millán en el I Congreso Nacional de la Lectura (sin lectores).
Los libros ya son digitales en su mayoría. Y los que no lo son están en proceso. Los libros ya son otra cosa, porque pueden relacionarse con otros y es posible navegar a través de sus páginas y sus citas.
Son líquidos. Y también fragmentarios. La gran sinécdoque: un libro no es papel, es la obra. Lo dice ya el Diccionario y así será en la nueva ley del libro.
Es hora de reflexionar en serio sobre el nuevo entorno digital, las ventajas de disponer de los libros en los buscadores y de reinventar un concepto de la edición alejado de la impresión. El dilema de la prensa ha llegado al libro. Que los editores de libros aprendan de los periódicos: no hay vuelta atrás.
Prepárense para una sociedad de autores que en muchos casos no necesitan editores. Y en otros precisan editores digitales y genios del marketing (tradicional y viral). Las wikinovelas y los blooks están aquí para quedarse. Y muchos preferimos los blogolibros sin papel.
¡Si el amado Julio Cortázar lo viera!
Así que a la sombra de un árbol en El Retiro, apartados un rato de la canícula mercantil miope, va siendo hora de reflexionar sobre lo que ya es presente para que el futuro de la industria editorial exista. Si quieren, vamos, cada vez los necesitaremos menos. Pero sería bueno que el algoritmo de un buscador no determinase qué leemos.

P21 | Precio fijo y pago por lectura
Wiki P21 | Blogs literarios y sobre libros
P21 | Feria del Libro 2005

Saturday, April 22, 2006

Precio por lectura

¿Cuánto vale un libro? ¿El precio de tapa o se debe pagar cada vez que se lee?
Hasta ahora los libros se pagaban una sola vez y el lector podía leerlos cuantas veces quisiese. Incluso un libro podía tener varios lectores (familia, amigos) siempre que no hubiese comercialización ni copia. Y cada vez que un libro cambiaba de manos alguien volvía a leer o se creaba un nuevo lector. Y los lectores son voraces. Empiezas a leer y cada vez quieres más.
Pero el abandono es una losa pesada. Cuando alguien deja los libros volver a leer es cada vez más difícil y penoso, desaparece la atención y el tiempo necesarios.
Los autores, insisten ahora los catalanes, exigen que las bibliotecas paguen derechos de autor por el préstamo de libros.
Son como los creadores audiovisuales, que quieren cobrar a las televisiones por emitir sus obras y a los televidentes que las graban para volverlas a ver.
Supongo que dentro de poco intentarán perseguir el bookcrossing como persiguen el P2P para impedir que el mundo sea una biblioteca.
¿Pero dónde puede vivir un escritor mejor que en una biblioteca? Sin bibliotecas casi no existirían los autores, allí se han formado generaciones de ellos.
Los escritores esgrimen la nefasta legislación europea (en España nos hemos hecho los locos hasta el momento) mientras el Plan de Fomento de la Lectura apuesta por las bibliotecas y la ampliación de sus fondos cuando menos del 30% de los españoles las usa.
Son viveros de lectores. Empiezas en la biblioteca, te empapas de historias y sueños mientras miras a la chica/o de al lado y acabas comprando libros de los que no te puedes desprender. Algunos hasta se atreven con un poema.
El 61% de los usuarios de bibliotecas utiliza el préstamo de libros. Si los editores y autores quieren cobrar derechos quizá haya llegado el momento de cambiar el sistema de las librerías y el negocio del libro: que los libros sean entregados en depósito a las librerías por editores y autores, y se pague sólo por cada lectura o préstamo.
Pago por lectura. El precio de cada libro determinado sólo por las veces que se lea.
¿Es mejor sistema?
La edición electrónica y los nuevos métodos de comercialización tienden hacia el pago por lectura, primo del pago por visión y el nuevo mercado de la música digital.
Dentro de poco veremos libros con DRM que se autodestruirán una vez sean leídos. Las letras irán desapareciendo conforme la vista las recorre. Leeremos libros para ver caer las letras y las ideas impresas. Libros de una sola lectura, sin historia, sin tesoro, sin aquella flor seca entre páginas ni los subrayados del lector estudioso.
Cada vez los lectores compran más libros y menos provienen de las bibliotecas, sólo un 3,5% en 2005, según los estudios de hábitos de lectura.
Los libros son algo más que un objeto de consumo, de usar y tirar. Son cultura. De todos, no sólo de sus autores. ¿Por qué no deberían pagar los autores al resto de la sociedad por el idioma que emplean?
Si los libros son sólo negocio entonces el pago por lectura es justo, pero viviremos bajo el peligro de perecer en el reino de los best sellers. ¿A quién le interesará escribir y editar libros para pocos lectores? Dan Brown también es el rey de las bibliotecas españolas junto a Ken Follet.
El negocio de libro pasa más por la calidad que por la saturación. La edición electrónica sumará nuevas fórmulas de comercialización como ya ocurre con la música.
Los libros son para leer. Una y cuantas veces se quiera. ¡Pobres de los libros de una sola lectura! El problema de los autores no es cobrar por cada préstamo en la biblioteca sino empezar a pensar en otra literacidad, otro texto y otras formas de financiar la creación.

P21 | Los abusos de los autores