Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Wednesday, May 30, 2012
Reimaginar los medios
La última presentación sobre tendencias digitales de Mary Meeker, de Kleiner Perkins Caufield Byers, me sirve para repasar algunas ideas para reimaginar los medios apuntadas y desarrolladas en este blog y en algunos proyectos.
Las noticias como flujo social. La información ya no es independiente del consumo de los usuarios y cómo se comparte. El tiempo real y el flujo social -el ecosistema del stream- configuran una buena parte del consumo de información, aunque todavía menor que las búsquedas.
Entre las ventajas está la vuelta a la importancia del criterio de las personas, mejor que los algoritmos, pero entre las desventajas se encuentra la pérdida del canal de distribución, que deja de ser abierto como en la web para ser propietario de las plataformas.
El control de la distribución y de las características y funcionalidades del propio flujo social por plataformas como Facebook, y en menor medida Twitter, supone un nuevo desafío para los medios, necesitados de independencia, plataformas abiertas, acceso directo a los usuarios y sus datos, y oportunidades de monetización en los nuevos canales.
Para el periodismo, crece la importancia de la edición social, para compartir información no sólo como marketing. Las redacciones deben ser abiertas para mejorar la relación con los usuarios y convertirse en una auténtica red social para el periodismo.
Los medios son aplicaciones. Es el gran legado de Steve Jobs a los medios. Las aplicaciones vuelven a recuperar la importancia del soporte, del diseño, el interfaz y la marca. Con ellas se recupera la atención de los usuarios y se ralentiza la navegación para volver a hacerla más vertical -aguas adentro de la propia aplicación- que horizontal -de mar en mar como en la navegación en la web.
Crece el consumo de noticias e información en aplicaciones y el aumento del uso de móviles y tabletas permite a muchos medios recuperar difusión (circulación) y traspasar audiencia y suscriptores del papel a los nuevos soportes digitales para empezar a encauzar el negocio.
El desarrollo de aplicaciones sencillas, fáciles de usar, amigables, cómodas y con una oferta simple y bien promocionada comienzan a dar buenos resultados. Sobre todo si se reafirma la independencia de las plataformas como ha hecho Financial Times y comienzan a hacer otros medios.
Aprovechar las ventajas de HTML5 y diseño flexible (responsive design) ayudan a mejorar la oferta multiplataforma y a hacer más eficiente la edición.
Las pantallas táctiles recuperan la importancia del diseño, facilitan la lectura y devuelven sensorialidad y erótica a los contenidos al liberarlos del teclado y el ratón. Los contenidos ganan atractivo cuando se tocan, un interfaz más directo y que aumenta el consumo impulsivo y la afectividad.
Televisión a demanda, social e inteligente. Por primera vez desde su aparición la televisión deja de ser un sistema independiente. Ahora está en la red y los medios digitales con un doble efecto: internet se hace más audiovisual y la televisión debe insertarse en las plataformas, códigos y hábitos de la red y los nuevos soportes y plataformas digitales.
El resultado es una televisión multipantalla, a demanda, social, etiquetada, inteligente (o al menos intentándolo). Una televisión donde se acaba la tiranía de la programación, el consumo se hace más individual y compartido activamente, y el espectador gana poder. Pero donde el flujo social también revive la importancia del directo en la era del tiempo real.
Negocio y consumo en las aplicaciones. Las aplicaciones son el motor del cambio de hábitos de consumo. De llevar la televisión bajo el brazo a la lectura reposada de aplicaciones como Read It Later o Instapaper que además unen a la recuperación de la atención el poder de la recomendación social y el bookmarking activo, el etiquetado para conservar y compartir el contenido.
En las aplicaciones se concentra además la rentabilización, con mayores oportunidades que en la navegación móvil, donde el eCPM (efectivo) es cinco veces más bajo que en la web, aunque esa brecha se irá superando.
En las aplicaciones y los móviles se pueden desarrollar además nuevos modelos de negocio con más fuentes de ingresos y una oferta multiproducto para rentabilizar el contenido con varios productos y formatos para consumos y clientes distintos.
Medios contextuales. Centrarse en la audiencia: llevar los contenidos donde está la gente, con el formato y el modelo de consumo adecuado para cada momento, dispositivo y actitud. Sin olvidar que las nuevas plataformas y dispositivos son mercados pull (de demanda, donde se elige) y no push (de oferta, donde se recibe).
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Tuesday, October 18, 2011
Abrir la agenda mejora la información
No se preocupen por la competencia más de lo necesario. Siempre irá detrás. Los usuarios ayudan más, tanto en el enfoque y detalles de la información como para aumentar la reputación y valor de la marca. Hace años que insisto con mis clientes en la necesidad de abrir todo el proceso de la información para acabar mejorando el resultado final, el trabajo de los reporteros y el producto.
Abrir la agenda de los periodistas es una de las mejores formas de convertir al periodismo y a los propios medios en una red social. Integrar a los lectores desde la planificación.
The Guardian se ha lanzado al experimento y los primeros resultados son satisfactorios. De la expectación de otros medios se ha pasado a la participación de los lectores más interesados. Y con sus sugerencias se ha empezado a trabajar en el enfoque y desarrollo más adecuado para la información.
El experimento de The Guardian es sencillo. Incluir unas simples hojas de previsiones en Google Docs (open newslist) con la dirección en Twitter del reportero asignado. Con un tuit a través de las open newslists o en la lista en Twitter de la redacción de The Guardian, el público puede comunicarse con el periodista, con suficiente rapidez y limitaciones parano interrumpir en exceso el trabajo de reporteo y contar con los datos suficientes para contactar con el usuario si es necesario.
Un mecanismo para abrir la redacción y mejorar la participación de calidad, uno de los objetivos fundamentales de la conversión de los medios y las redacciones en plataformas sociales donde la conversación entre periodistas y público mejore la información.
Con esa intención desarrollamos en La Voz del Interior los perfiles públicos de los periodistas en una red social propia, orientada a la información, además de su presencia en Twitter y Facebook.
Una idea desarrollada en el ADN.es original, más tarde en Soitu.es, y que parte de su equipo ha vuelto a poner en práctica en El País con la inclusión de los periodistas en la red social Eskup y sus perfiles asociados a las nuevas secciones de Política e Internacional.
Entre los proyectos para convertir al medio y a los periodistas en una red social con flujo de la información abierto estamos trabajando en herramientas participativas.
Una están enfocadas a la gestión de redacciones como una red social con el desarrollo de sistemas de edición y CMS sociales.
En otros proyectos en marcha, la agenda de planificación y asignaciones (hoja de edición o newslist) con la que trabaja la redacción ya está preparada para convertir una parte en pública y poder interactuar con el lector.
Las barreras son de actitud, no tecnológicas. Como en el experimento de The Guardian, la información más sensible o exclusiva puede mantenerse a salvo, pero en el resto la ayuda de los lectores es muy útil para los enfoques, el enriquecimiento con detalles y la búsqueda de valor añadido en información comunes para todos los medios.
Cuando el público y las fuentes están en la red, aprovechar esa posibilidad de contacto y participación es esencial. En la anatomía de la noticia, el tiempo real y el flujo social son dos elementos fundamentales. Para los medios y los periodistas es un lujo malgastarlos utilizándolos sólo después de la publicación.
La información abierta comienza con la planificación.
Ánimo. Colaborar mejora el resultado para todos.
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Monday, October 10, 2011
The Guardian abre su agenda (y anuncia aplicación iPad)
Un paso importante en una redacción abierta donde la participación no se desarrolle sólo tras la publicación de la información, sino en el propio proceso de edición.
Un experimento para abrir el proceso de la información con una edición participativa incardinada en el flujo social.
Otros diarios han abierto antes sus consejos de redacción y explicado su criterio y decisiones editoriales.
Pero en la construcción de las redacciones como redes sociales el paso del diario británico quiere explorar hasta dónde son valiosas las aportaciones del público para poner el SEO y el criterio social antes de la edición. No reaccionar a lo que se está consumiendo más en el producto, sino contar con la opinión del lector antes de su publicación.
The Guardian empezará publicando una selección de sus previsiones de información nacional, internacional y económica para comprobar la efectividad.
El diario británico se inspira en el modelo de Norran, un diario sueco donde editores y reporteros chatean en directo con los lectores sobre la cobertura de la información.
Pero The Guardian intenta enriquecer el criterio profesional con el de los lectores, un paso importante en la concepción del periodista y la redacción como redes sociales.
El mismo día The Guardian anuncia su esperada aplicación para iPad, con un precio de suscripción mensual de 15,5 euros, el doble que en iPhone.
Monday, May 09, 2011
El periodismo es para público fiel y participativo
Sólo un aumento de la fidelidad de los lectores puede garantizar la rentabilidad del periodismo, apoyado en un alto nivel de información de calidad y referencia para la participación, con más publicidad centrada en la exposición que en los resultados.
Son las conclusiones que muchos comparten dentro del concentrado negocio de la información a pesar de la carrera del periodismo cuantitativo por el tráfico para satisfacer la demanda publicitaria de páginas vistas.
Los datos revalidan las principales características de un periodismo mutante obligado a evolucionar a la velocidad de la tecnología y el público.
Un profundo estudio del consumo de información y los flujos de navegación realizado por el Pew Research Center’s Project for Excellence in Journalism sobre 25 medios estadounidenses permite avanzar algunas conclusiones sobre los contenidos, las fuentes de tráfico y el comportamiento de los usuarios respecto a los medios.
El principal es la necesidad de aumentar el público fiel. Sin una base de lectores frecuentes -power users en la terminología del estudio- con un consumo de noticias superior a una hora al mes es muy difícil asegurar la rentabilidad necesaria para producir información de calidad.
Los usuarios demandan información de calidad y participativa. Los medios deben ser abiertos, convertir la información en un proceso, un flujo social donde el público pueda participar y recomendar la información a otros.
Como en la era analógica, no sólo es cuestión de audiencia, sino de ser una referencia para la información y establecer una fuerte relación afectiva e intelectual con el público.
Los medios deben producir y editar contenidos de forma transparente, abierta y adaptados a un consumo social que acaba configurando la dieta informativa personal con más fuerza que la pura personalización.
Las redes sociales no compiten con los medios, los complementan. Desde la aparición de Facebook o Twitter se oye la misma duda que tanto se repitió con Google: si se aprovechan o roban la información de los medios. Los datos del estudio indican que cuando la información es de calidad, las redes devuelven más tráfico del que se llevan de los medios. Eso sí, en gran parte la participación se distribuye a través de ellas y se produce un efecto bumerán que reduce las páginas vistas y el tiempo de consumo de los medios.
Muchos usuarios prefieren seguir las conversaciones y la participación en las redes sociales en lugar de en los medios. La creación de espacios de comunidad adecuados y la inteligente integración de la identidad de los usuarios en los medios es crítica para convertirse o participar de las plataformas sociales donde se concentra la atención y el consumo de los internautas.
El impacto de las redes sociales y la facilidad y extensión de la participación con la hiperconexión móvil a través de los smartphones y las tabletas aumenta el poder del público.
Contenidos y formatos para aumentar la legibilidad y permitir la selección social (curation) de la información. Es la ventaja de los agregadores como Flipboard o Zite, y el objetivo del nuevo Delicious para convertirse en motores de inteligencia o de descubrimiento que permitan gestionar la abundancia digital de contenidos.
Un paso más allá en nuevos interfaces para la información con mejor experiencia de usuario. Desde mi punto de vista, en dos sentidos: los limpios, estructurados y con mayor legibilidad como los ofrecidos por aplicaciones como Read It Later o Instapaper; o la información como un flujo dinámico para su mejor seguimiento, como en Salon o Propublica. La elección de cada uno depende en gran medida del perfil de audiencia de cada medio.
El vídeo es cada vez más atractivo, pero las noticias siguen siendo textuales. Los datos de los medios analizados indican que el vídeo no está entre los principales destinos y consumos del público. Sólo las televisiones, y más las orientadas al entretenimiento y donde la posibilidad de vídeo bajo demanda es alta, concentran el consumo.
Para la mayoría de los medios informativos, el vídeo es por ahora más importante como formato publicitario y como motor del negocio que como contenido.
El negocio no está en la publicidad convencional ni en el clic. Ninguna de las webs de los anunciantes aparece entre los principales destinos de salida de los medios informativos. Coincido con los autores del estudio en que eso indica el bajo CTR de la publicidad digital y es la razón de la vuelta al crecimiento de la publicidad gráfica y de vídeo. Pero también indica la necesidad de un negocio 360º con modelos freemium, posibles sólo con alta fidelización del público y contenidos de alta utilidad, y con más fuentes de ingresos para la información.
Queda mucho debate y mucho por hacer en el desarrollo del negocio y los contenidos digitales de la información, pero estudios como este, con una mayor integración de datos y métricas, aportan nuevas pistas y confirman algunas tendencias ya avizoradas.
Es hora de la maduración del negocio y los contenidos digitales. Una buena parte de las premisas, rutinas y estrategias puestas en marcha en muchos medios provienen de la inmadurez de los contenidos digitales y de las dificultades para adaptarse a un ecosistema en evolución muy rápida, pero donde algunas tendencias se consolidan.
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Tuesday, April 19, 2011
Redacciones abiertas con participación de calidad
Es el resumen simple de la experiencia que acumulan los medios sociales. El anonimato pierde valor cuando las redes sociales vuelven a destacar a los usuarios, sus contenidos y la red (relaciones) en las que actúan. Lo importante no es la identidad real, sino la identidad de dominio público, la creada para mostrar y compartir en las redes, para poner en relación la gente con la que nos relacionamos con los contenidos que nos interesan. Y para hacernos presentes en el debate público.
El periodismo abierto y social debe aprender a explotar esas identidades, sus necesidades de contenidos y sus posibilidades de relación, con el propio medio, sus periodistas y el resto del público, para hacerse más atractivo y necesario.
Vuelvo a estas reflexiones tras analizar las actitudes para una redacción social destacadas por Toni Piqué en Media140.
Esos puntos coinciden con muchas propuestas explicadas en Ideas para la participación de calidad o en Los medios como plataformas sociales, que recojo a continuación.
Lo mismo hemos hecho en La Voz del Interior (Córdoba, Argentina) y en otros medios.
Esas ideas del desarrollo de perfiles permiten crear una comunidad con participación de mayor calidad y responsabilidad, además de promover la relación entre usuarios.
Ese mayor control social y autoresponsabilidad es el que buscan otros medios como El Mundo, que también ha incluido los perfiles de usuarios hace poco, o el desarrollo social de Eskup en El País, heredero de la experiencia de Soitu.es.
Para aprovechar esas ideas y herramientas, los periodistas y los medios deben tener una actitud abierta, tanto en el proceso de la información como en la relación con el público.
El proceso de la información no empieza con la publicación, sino con el reporteo y el contacto con las fuentes. En la medida que el reporteo y la edición de la información se comparten, internamente (periodista, fuentes, redacción) y externamente (algoritmos y herramientas de reporteo digital, comunidades interesadas, público general) se enriquece la información, se crean más oportunidades de participación creativa y de compromiso (engagement) entre periodistas, medios y audiencia.
Tenemos las herramientas para desarrollar el criterio social y para convertir al periodista y los medios en redes sociales. Para construir redes entre periodistas y público.
Con el desarrollo de las redes sociales y la inclusión del criterio social en las búsquedas, como en Google con el social rank y su botón +1, el flujo social se convierte en la clave de la distribución social de la información.
Aprovechar ese flujo social interna y externamente en los medios es una de las claves para su optimización social. La incorporación de las redes sociales a los perfiles internos y el desarrollo de sistemas de suscripción y participación como el Follow de Mashable, aumentan la viralidad de los contenidos y actividad de los usuarios aprovechando el despliegue de su identidad y relaciones.
Un camino donde todavía tenemos mucho por transitar.
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Friday, December 10, 2010
Las redes sociales exigen participación de los periodistas
El debate sobre el impacto de Twitter o Facebook en la información es inútil. La realidad es que aumenta cada día. Y crece más entre quienes participan más en el flujo social.
En los medios con los principales medios con los que trabajo, Facebook oscila entre un 4 y un 8% del tráfico indirecto a la información. Twitter está todavía entre el 1 y el 3%. La diferencia de usuarios es enorme y el efecto del botón de Me gusta de Facebook es por ahora dominante.
En el caso de Periodistas 21, con mi participación social mucho más orientada a Twitter por afinidad de públicos, los resultados son muy diferentes: en el último mes casi el 20% del tráfico indirecto proviene de Twitter frente a un 6% de Facebook.
Cuando se profundiza en los datos para analizar el valor de los enlaces y las diferentes redes sociales, los resultados son dispares. En la mayoría de los medios informativos, los usuarios de Twitter pasan más tiempo en el sitio que los de Facebook, y también son más los nuevos usuarios que se reciben de la red de microblogging.
Mis datos en este sentido coinciden bastante con los que la radio pública norteamericana NPR publicó hace unos meses. Facebook aporta más tráfico por público total y la participación se concentra en la propia red social.
Caso aparte en España es la influencia de Menéame, mayor todavía que cualquiera de las anteriores cuando una noticia llega a su portada. Una red de recomendación que requiere participación activa y es útil sólo para ciertos tipos de información, debido al perfil de sus usuarios.
Twitter es un medio para la información y no retiene la participación, sino que la redistribuye.
Pero el tráfico no es lo único importante. El mayor desafío para los medios es convertirse en un nuevo espacio público y aumentar la participación de calidad.
Por eso la cuestión no es tener community managers, como ahora ha descubierto The New York Times y otros a su estela. El desafío es aumentar la presencia e integración de la redacción y los periodistas en las redes y en el flujo social para optimizar y hacer más eficiente su uso en la información.
La participación es distribuida por definición, no concentrada. Los gestores de comunidad o animadores sociales sirven para formar al resto de la redacción y para aumentar la eficiencia de la participación social mientras la integración del medio en el flujo social no es suficientemente efectiva. Son útiles también para tareas de moderación, gestión de recursos y participación común, además de una tarea clave de evangelización interna y externa.
El mejor indicativo de la optimización social es la respuesta real del público a través de información ciudadana y su integración en la oferta de los propios medios. Pero también la incorporación de criterios en el reporterismo cotidiano y la detección de fuentes e informaciones a través de las redes.
El problema para muchos periodistas es animarse y no perder el apetito por aprender, voluntad para abrirse a la participación y crear su propia red, la que pueda serles más útil. Sin miedo. Todos nos equivocamos, pero los periodistas deben tener en cuenta que las redes tienen propiedades emergentes: aportan más valor que la suma de sus miembros. No se puede estar al margen, aunque debe elegirse con buen oído cómo y a quién se escucha para no distorsionar la información y los intereses del público objetivo real por el sesgo de los más participativos en las redes sociales.
Monday, July 05, 2010
Ideas para la participación de calidad
Entre las mayores ventajas de la participación en los medios informativos está su capacidad de ampliar el espacio público, escuchar a los ciudadanos e integrar el criterio social en la información. Para eso hace falta participación de calidad, algo que a menudo no ocurre.
La democracia a veces da miedo. La desintermediación se puede convertir en un caos cuando la participación asincrónica y la distancia permiten el exabrupto. Cuando no existe una verdadera comunidad para autorregularse y crear las bases comunes para que la cháchara pueda ser verdadera conversación.
Muchos medios, blogs y foros viven del ruido y la furia. Pero para otros son una devaluación de los valores de la participación y la relación con y entre la audiencia.
Leyendo los comentarios de los medios digitales nos encontramos con la realidad de la sociedad en la que vivimos. Los medios no son inocentes en la construcción del público. La infancia de estos años pasados permite aventurar algunas conclusiones e ideas para mejorar la participación en un espacio público común.
Porque podemos pasar de un primer estadio de participación e interactividad a otro donde los medios se conviertan en plataformas sociales para identidades de dominio público.
Plataformas sociales
Los medios deben construir las herramientas necesarias para que los usuarios puedan gestionar su participación e interactividad. Crear los espacios y herramientas adecuadas para escuchar a los usuarios, integrarlos en el proceso informativo y permitirles gestionar su identidad y participación.
Cuando se emplean registros y se crean perfiles donde poder seguir la actividad de cada usuario, la participación mejora. Cada usuario puede ser seguido o abandonado por los demás, se pueden crear estructuras donde valorar la actividad de cada usuario y se crean lazos entre ellos por afinidades.
Si además los usuarios pueden crear o sumarse a comunidades especializadas y segmentadas, la participación y las relaciones mejoran.
Medios para identidades de dominio público
Los usuarios crean una identidad para el resto del público. A través de ella difunden su actividad, los comentarios a la información y las conversaciones con otros usuarios y grupos.
El problema no está entre la libertad del anonimato o exigir la utilización de la identidad real. El problema es la construcción de la identidad, la confianza y la reputación. Esos rasgos se pueden logar con apodos de usuarios anónimos o revelando la identidad real.
La evolución de la web 2.0 y las redes sociales ha rebajado el valor del anonimato, tan prestigiado en los primeros años de la web, para primar las identidades reales.
En la mayoría de los casos no son reales en el sentido estricto, sino representaciones subjetivas de lo que los usuarios quieren ser o al menos cómo quieren mostrarse ante los demás. Es la identidad de dominio público: nos permite gestionar nuestra actividad y personalidad en el ciberespacio, emplear identidades múltiples o parciales en función de nuestra actividad digital general o la desplegada en determinados espacios y medios.
Construir medios para identidades de dominio público permite recuperar el consenso original entre público y medios para expandirlo a la participación.
A los medios les ofrece más control sobre los contenidos y actividad de los usuarios. Al público le dota de herramientas para valorar qué y cómo compartir de los datos y contenidos constitutivos de su identidad en red.
Es aquí donde los sistemas de confianza -distribuidos o algorítmicos, como han destacado Craig Newmark o Clay Shirky- pueden ayudar a reforzar la reputación y confianza entre usuarios.
El periodista y los medios como redes sociales
Para mejorar la participación, los medios y los periodistas deben ser visibles, activos y abiertos. No basta con ser un repositorio de opiniones. Para convertir los medios en espacios públicos, la guía, conducción, valores y estilo de la participación e interactividad corresponden al medio y a sus periodistas. Son quienes deben marcar las reglas y tono de cada espacio para que la participación del público vaya modulando y creando su personalidad.
Cada medio -blog, foro, red social, etc.- tiene la participación que se merece. Los temas, cómo se tratan y la relación con el público son elementos de definición de la autoridad, confianza y reglas de debate de cada espacio de debate.
Estar ausentes o fiarse sólo de la moderación algorítmica o de mínimas reglas -eliminación de insultos, difamaciones, racismo, etc.- ejecutada mecánicamente no es suficiente.
Los medios no pueden tratar los comentarios sólo como una renta de páginas vistas y tiempo de permanencia en los sitios. Si lo hacen, el valor de su participación baja.
Cuando los periodistas y el propio medio participan en la conversación y se convierten en elementos activos de las redes sociales y comunidades que crean se mejorar muchos procesos. El debate, pero también la relación periodística con fuentes y público, la incorporación de criterios de la comunidad, la fidelización, la personalización y la transparencia.
Es una nueva tarea, lleva tiempo y esfuerzo, pero aumenta la calidad del trabajo periodístico y de los espacios y debates públicos.
Medios abiertos para cada ciudadanos responsables
La responsabilidad es un elemento fundamental del periodismo. Pero también de la participación. Cuando las opiniones se publican pasan a ser también de los otros y la responsabilidad de los autores crece. En cada ámbito, independientemente del tema a tratar o el lugar donde se emita. Además de los mínimos requisitos de inteligilidad y respeto para evitar el ruido, cada discurso, espacio y público impone sus condiciones, acatadas o discutidas por los participantes.
La confianza es el valor fundamental de la comunicación y de la información. Sólo la confianza permite fiarse de los elementos del mensaje. Los datos, argumentos, estilo y comportamiento contribuyen a aumentar o disminuir esa confianza de los demás en los mensajes de un autor, de la crítica de un partido de fútbol a la recomendación de un restaurante hasta una exclusiva sobre un escándalo político.
Quienes más dan, más reciben. Cuanta más transparencia, más contexto, más entrega del contenido para su uso por los demás y más inversión en crear un público crítico, mayor valor de la información y su audiencia.
Las reglas son insufribles y dictatoriales cuando son impuestas y opacas. Pero son el tejido institucional de las relaciones -de la democracia- cuando son libres, compartidas y transparentes.
Crear reglas donde el mismo público tenga el sistema y espacio adecuado para conformarlas es un rasgo de personalidad de los medios sociales similar al que en otros tiempos era la voz editorial de muchos medios tradicionales, el frontispicio donde se reconocía su público.
No se debe tener miedo a las reglas para mejorar el debate. Pero hay que hacerlas participativas y abiertas. Capaces de generar el mejor espacio público para la información y la participación.
Acabo estas ideas abiertas al debate sobre la participación de calidad con algunos elementos concretos anticipados en algunas presentaciones:
1. Un perfil para cada usuario con pocos datos de registro, pero donde se pueda seguir la actividad de su privacidad compartida.
2. Construir comunidades informativas donde se reúne el público con intereses y actitudes comunes.
3. El periodista debe participar: como autor, guía y persona, no como dueño de la información ni el debate.
4. Reglas claras, concretas, abiertas y revisables.
5. Moderación de los anfitriones y metamoderación por la propia comunidad.
6. La conversación y la información es del público, no de los periodistas. Acomodar los criterios del espacio de participación al derecho a la información y la libertad de opinión y expresión.
7. Transparencia.
8. Minimizar el ruido: espacio limpio de spam, insultos, trolls, etc.
9. Reputación visible: generar herramientas y recursos para visualizar la reputación de los participantes por la calidad y reconocimiento de su discurso.
10. Coraje, crítica y sinceridad. Indispensables para no arrugarse, defender la provocación, la autocrítica, no caer en la complacencia y evitar la redundancia y el peloteo.
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Thursday, March 25, 2010
Convertir los medios en espacios públicos
¿Cómo aprovechar en los medios las herramientas y oportunidades de las redes sociales?
En mi opinión hay que cambiar la información convirtiéndola en un proceso, renovar las redacciones para convertirlas en una auténtica red social y desarrollar medios abiertos capaces de hacer más libres a los ciudadanos, el objetivo final del derecho a la información.
Pero además de cambiar la información y su proceso también es necesario crear espacios de participación donde el público se sienta cómodo y la conversación no se ahogue en el ruido y la furia que tanto imperan en algunos medios y comentarios.
Algunas ideas reflejadas en la presentación que discutimos.
Tuesday, March 23, 2010
Música en vivo para compartir en Vos
Para eso hemos inaugurado Vivo en Vos, una serie de conciertos de rock y pop en La Voz del Interior. Abiertos a todos y para disfrutar en la web y en el papel. Con fotos, vídeos y audios.
Arrancamos con Eruca Sativa, uno de los mejores grupos de power pop de Córdoba (Argentina). Y llévate los vídeos a tu web si quieres.
Friday, March 12, 2010
LaVoz.com.ar es tuya
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Una cabecera expandible: al ancho para adaptarse a las distintas pantallas, y en vertical para mostrar todas sus funcionalidades, se convierte en un cuadro de mandos personal desde donde los usuarios podrán seguir acceder, desde cualquier momento de su navegación, a sus contenidos, los de sus amigos, los de las comunidades a las que pertenezcan y a todas las noticias a las que estén suscritos.
Es el mayor ejemplo de la apuesta social y 2.0 de la nueva LaVoz.com.ar, un medio que abre sus contenidos y su plataforma al público, de la cabecera a la interacción con su redacción y sus periodistas, con múltiples posibilidades de participación.
La nueva LaVoz.com.ar avanza en su apuesta de medio social más allá de lo que ha hicimos en Vos y en Mundo D, los dos nuevos productos multiplataforma de La Voz del Interior.
El lunes arrancamos, pero adelanto la presentación que ayer hicimos en un Beers&Blogs con los blogueros cordobeses.
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Tuesday, February 02, 2010
Un pacto para enlazar y por el derecho de cita
Es su respuesta -y la de quienes defendemos una sociedad de la información más abierta y justa- en la Subcomisión de Propiedad Intelectual del Congreso a las presiones para cobrar por enlazar.
Una ampliación necesaria para acabar con la guerra entre medios, buscadores, agregadores de noticias y servicios de press clipping.
La regla de oro de una nueva ética del enlace debería ser permitir la cita de información cuando amplía los contenidos públicos; reconoce, atribuye y enlaza a la fuente original; y aumenta el valor y el acceso de la información para los ciudadanos: con más contenido, selección o herramientas.
Un pacto para enlazar donde enlazadores y enlazados cumplan los principios del uso justo (en la doctrina del copyright) y el derecho del cita del artículo 33 de la Ley de Propiedad Intelectual.
Los internautas y las empresas de internet se comprometen por este pacto a no hacer abusiva la cita hasta llegar a la copia, además de reconocer y enlazar siempre a la fuente original de los contenidos.
Los propietarios de los derechos reciben el reconocimiento, la reputación y los usuarios provenientes de la economía del enlace sin renunciar ni a su autoría ni a la propiedad de sus contenidos. Renuncian a una remuneración económica garantizada por la ley a cambio de una contraprestación en atención, público e interés para la publicidad.
De esta forma unas compañías pagan a otras con la misma moneda que todas usan en una economía digital donde la selección entre la abundancia es uno de los mejores valores.
Esa ética o código del enlace se aplica por igual a todos los enlaces y sólo excluye aquellos productos que no cumplan el mismo grado de apertura y acceso a los contenidos. Una condición similar a la de las licencias Creative Commons o copyleft que obliga a respetar las mismas garantías y derechos de la obra original en las obras derivadas (reciprocidad).
Quedan excluidos de este pacto y obligados a pagar las licencias o contraprestaciones correspondientes todos aquellos servicios o contenidos que utilicen contenidos en obras no puestas a disposición del público general: por ejemplo el caso de las revistas de prensa para empresas o políticos.
También las nuevas herramientas como las aplicaciones para móviles o dispositivos de uso personal y que trasladan los contenidos de los medios directamente al usuario. Los modelos de negocio basados en la distribución y comercialización de la información y los contenidos a través de plataformas de acceso. Aplicaciones de iPhone, iPad, Android, Blackberry, etc.
En los fundamentos de esta ética y contraprestación del enlace está la consideración de la información como un procomún. Un bien que pertenece a todos y cuya producción es inviable sin la colaboración y el uso de recursos y bienes públicos. En definitiva, el derecho a la información de todos los ciudadanos consagrado por las leyes, la Constitución (artículo 20) y la Declaración de Derechos Humanos (art. 19).
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Tuesday, January 26, 2010
The Guardian: primero periodismo, luego el negocio
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Rusbridger lo tiene claro, por ahora no han hecho más que hacer caer en el olvido a los medios que lo han intentado -como El País-, con excepción de los especializados y los que muy a menudo la suscripción es pagada por la empresa de los suscriptores: caso de la información económica.
El director de The Guardian recuerda que la tendencia a la gratuidad de la información nació mucho antes de internet, con las cíclicas guerras de precios de la prensa. La última y más notoria, la capitaneada por Rupert Murdoch en Gran Bretaña.
Y no olvidemos que los diarios gratuitos cumplen el mes que viene diez años de existencia en España con el lanzamiento de Madrid y Más, promovido por José Antonio Martínez Soler y Arsenio Escolar (hoy, 20 Minutos). Pero mucho antes existían ya infinidad de revistas y medios gratuitos, locales y sectoriales, muchos de ellos de bastante calidad. Por no hablar de la radio y la televisión.
Su problema siempre ha sido el mismo de internet: cómo rentabilizar lo que no se vende directamente.
Rusbridger devuelve el debate a las disyuntivas donde de verdad debe estar, más allá de la economía del pago, una solución de corto plazo -más "un pálpito" que "una apuesta", en sus propias palabras- impulsada por una crisis económica superpuesta a una crisis estructural del periodismo y su modelo de producción.
1. La dicotomía abierto frente a cerrado. La mayoría de los diarios han aprendido que el futuro está en ser medios abiertos, a la tecnología, al público, a la propia información.
The New York Times estruja el cerebro de sus profesionales para dar con un modelo de pago por intensidad (también llamado parquímetro, metered model) sin penalizar el enlace, la redistribución y el marketing viral, como tampoco la indexación en buscadores. Los responsables del diario promete que no habrá enlaces de pago para las redes sociales.
Y eso a pesar de la amenaza universal para cobrar por enlazar lanzada por editores, medios y empresas de contenidos de todo el mundo.
La respuesta: no "reducir acceso e influencia". El responsable de The Guardian defiende que "no se puede controlar la distribución o crear escasez sin acabar aislado del nuevo e interconectado mundo".
Más allá de su respuesta, hay una todavía más importante: el periodismo florece con más democracia y cuando el espacio público es más amplio.
La gran paradoja del negocio de los medios es parcelar la realidad y privatizarla hasta el punto de hacer irrelevante su periodismo y alejarlo de los intereses de la sociedad.
Una maldición sufrida durante muchos años. Y la crisis del periodismo moderno no es la única. Se ha repetido a lo largo de la historia y siempre han aparecido medios y periodistas -con diversos apellidos: populistas, muckrackers, underground, ciudadanos, etc.- para revertir esas tendencias economicistas y privatizadoras con aires nuevos.
2. Nosotros vs. ellos o autoridad frente a participación. Una crisis de la mediación y la posición del periodismo que no es ajena a otros cambios importantes de una sociedad cada vez menos homogénea e integrada. Sociedades donde el individualismo posmoderno es la raíz de nuevos colectivos y grupos donde los intereses comunes son más fuertes que el bien común. Un nuevo modo de interrelación social, política y de representación de la propia identidad tan bien expresada por los grupos de las redes sociales.
Pero también la necesidad del periodismo de contar con el público, de convertir los medios y a los periodistas en redes sociales informativas donde desde el reporterismo a la distribución pasando por el marketing incorporen los sistemas virales y el comportamiento de las redes.
Si los modelos de negocio responden a esas disyuntivas, encontrarán más pistas para decidir cuáles son los métodos y canales de ingresos y rentabilización más adecuados para cada medio. En función de su contenido, objetivos, público y organización.
Existe una tercera disyuntiva que el director de The Guardian apunta pero no acaba de desarrollar:
3. Plataformas de acceso frente a flujo social.
En la primera se basan los modelos de negocio tecnológicos, basados en las soluciones tecnológicas: de los servicios de banda ancha a los móviles y sus aplicaciones, las plataformas de televisión de pago o tiendas como iTunes y sus aparatos asociados.
La segunda es la de las redes sociales, los agregadores, los contenidos y plataformas abiertas, los procomunes, el servicio público y también, en definitiva, la apuesta por la visibilidad y la influencia sobre la rentabilización con barreras de pago.
Estas tres disyuntivas conforman la pulsión entre el modelo de propiedad tradicional de los contenidos y la información frente a los nuevos modelos abiertos y de servicio público.
La apuesta/intuición de The Guardian es confiar en el crecimiento de los 28,65 millones de euros que ingresó en 2008 por publicidad digital hasta un nivel que haga sostenible el negocio del periodismo.
Para los no especialistas, eso es algo menos del coste anual de un diario de tamaño medio en España: un diario local fuerte, un gratuito nacional o un diario nacional todavía pequeño. Muy lejos del coste de The Guardian y su división digital, más de diez veces superior, 330 millones de euros, y todavía sólo un diez por ciento de su facturación total.
Esa brecha enorme entre ingresos y gastos de los medios es la que empuja a Financial Times, Rupert Murdoch o a The New York Times a desarrollar modelos de pago que ayuden a acortarla.
The Wall Street Journal con su millón de suscriptores y sus 170 millones de euros de facturación digital, 40% de pago, animan a NYTimes.com a lograr un aumento similar de sus más de cien millones de ingresos publicitarios.
¿Se conformará con los 117.000 suscriptores de FT.com? Difícil, hay quien le augura alrededor de dos millones de usuarios de pago.
Pese al éxito con el que es promocionado su sistema, los ingresos de Financial Times cayeron un 13% en 2009 y sus suscriptores son una baja proporción respecto a sus 1,4 millones de usuarios registrados y sus 9,8 millones de usuarios únicos. Una tasa de conversión bajísima en ambos casos.
Pero ese es el futuro que espera al pago por información en internet.
O se mejora la facturación con un concepto de negocio 360º y se reinventan las redacciones y los costes de la producción de información, o sólo se puede confiar en la recuperación de la publicidad y su conversión a internet como uno de los soportes de mayor rentabilidad y efectividad publicitaria.
The Guardian confía en sostener su influencia con periodismo -clásico y del nuevo- y rentabilizar mejor sus 37 millones de usuarios únicos mensuales. Muchos más que hace un par de años y con más lectores en internet en Estados Unidos que Los Angeles Times. Y todo por 34.000 dólares de marketing gracias a lo barato del precio de los anuncios contextuales.
Por eso The Guardian prefiere apostar por sus API para liderar el mercado de la información distribuida y los datos vinculados. Mientras otros piensa más en el modelo de negocio, los chicos/as de Rusbridger desarrollan nuevas formas de periodismo con servicios como World Government Data, que aprovecha el impulso del último año en el gobierno abierto para crear un buscador y un directorio que aprovecha los datos públicos de los gobierno de Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Gran Bretaña.
Eso es pensar en periodismo, como defiende el director del viejo diario inglés, pero también en nuevas formas de servir al público y de reconstruir el negocio de los contenidos.
"Avanzamos hacia la idea de convertir la organización periodística en una mutualidad". Una estructura institucionalizada con la audiencia para los medios sociales, abiertos y participativos.
No sé si los 200.000 euros que The Guardian ha logrado por ahora con su aplicación para iPhone a 2,75 euros serán de gran ayuda. Pagan el desarrollo, al menos, pero no los contenidos. Pero está claro que el diario y sus responsables piensan en periodismo y tecnología.
Tienen experiencia en la mutualidad periodística, al fin y al cabo el Scott Trust, sus dueños, ya participaba en cierta medida de ese carácter de empresa volcada en el servicio más que el ánimo de lucro, que no desprecia, por otra parte.
Veremos cómo les va el negocio ahora que piensan en deshacerse de sus medios locales, irremediablemente arruinados, y de sus radios. Pero sus ideas responden al grito de su legendario director, CP Scott, "¡Qué oportunidad para un diario!" cuando se apuesta el periodismo de calidad, abrirlo, socializarlo y aprovechar la tecnología para enriquecer el espacio público, la conexión con la audiencia y su participación en un diario al que seguir considerando un referente.
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Friday, July 03, 2009
Ayúdanos a informar, lector
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Gran Bretaña. El mayor escándalo político que se recuerda: los abusos de los diputados con sus gastos y el dinero público. La revelación de The Daily Telegraph ha puesto patas arriba al gobierno, al parlamento más antiguo y a casi toda la clase política. Descubiertos y obligados a la transparencia, el Parlamento de Westminster publica en la web un millón de registros de las rentas y gastos de los diputados.
¿Cómo analizar todo ese material y descubrir a los corruptos y sus abusos? Respuesta del periodismo tradicional: ¡Muchachos, a trabajar! ¡A devorar documentación para ir publicando lo que encontremos! Pueden haber sido las palabras del director del Telegraph, como serían los de tantos responsables periodísticos.
¿Existe otra respuesta? Lectores, ayudadnos, vosotros los conocéis mejor que nadie. Es la opción de The Guardian. El periódico necesitaba recuperar la ventaja que su competidor le había sacado con la exclusiva. Y se apoyó en más de 22.700 usuarios de su web que han analizado ya casi 200.000 páginas de documentos para encontrar irregularidades, errores, malas conductas, etc. Es lo que el diario ha llamado su "experimento de crowsourcing", apoyarse en recursos externos, en los lectores, para con la fuerza y los recursos de la comunidad alcanzar metas muy difíciles de lograr sólo con recursos propios.
No es nuevo en periodismo. Al fin y al cabo todo el trabajo del reportero se basa en preguntar, en hablar con la gente para contar lo que ocurre. Pero cuando los periodistas están cada día más encerrados entre las fuentes habituales y los gabinetes de comunicación, presionados por la presión de la información en tiempo real, el público vuelve a ser parte de la solución. Y en las herramientas tecnológicas se pueden encontrar aliados para facilitar la difusión de información.
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No son los únicos, The New York Times también pide la identificación y las fotos de los represaliados a los iraníes. No era la primera vez, el Times ya había contado con ayuda de sus lectores para revisar el diario del presidente de la Reserva Federal de Nueva York.
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Fue un proyecto de Ushahidi (testimonio en lengua swahili), una web que ha creado una plataforma para recolectar información de los ciudadanos a través de la web, los móviles y el teléfono. Nació de la iniciativa de un grupo de blogueros kenianos encabezados por Ory Okolloh, una abogada y activista preocupada por la limpieza de la política. Ushahidi nació en 2008 para vigilar la violencia post electoral en Kenia y se ha difundido por otros lugares como Congo, Suráfrica o Gaza.
¿Dónde están los que mueven los hilos de los políticos? Los periodistas de la National Public Radio (NPR) norteamericana querían identificar a los lobbies más combativos en la reforma de la sanidad pública norteamericana. ¿Cómo hacerlo? Cuando los senadores arrancaron su trabajo todos estaban en la presentación. Mientras otros fotógrafos de los medios hacían fotos de los senadores, el fotógrafo de NPR las hacía del público. Y pidieron ayuda a los usuarios de la web para identificar a los lobistas más importantes. Ahí están, atentos a sus intereses y localizados por los internautas y los periodistas.
El crowdsourcing no es exclusivo del periodismo. En páginas como Open Innovators se pueden encontrar experiencias de colaboración en empresas, marketing, emprendedores, etc. La idea es aprovechar la inteligencia colectiva para reunir datos e información, hacer eficiente la participación de la audiencia más allá de las reacciones a las noticias y utilizar el criterio social para filtrar la información.
Después de muchos intentos, lo novedoso es que grandes medios han empezado a darse cuenta del poder del público y se atreven a utilizarlo más allá de los comentarios en las webs o de los contenidos ciudadanos en casos de grandes acontecimientos. Los nuevos experimentos de crowdsourcing utilizan herramientas de software libre –cuya filosofía está en sus fundamentos- para crear plataformas y bases de datos donde el criterio social y la participación P2P –peer-to-peer, colega a colega- del público ayude a los periodistas en su nuevo papel de conservadores y procesadores de datos, igual que en lo que se ha dado en llamar la minería de datos.
El periodista y los medios se convierten así en redes sociales con una relación con las fuentes y la audiencia más productiva que en el pasado. Una relación que necesita de filtros, algunos seguirán siendo periodísticos; otros, sociales, compartidos con la inteligencia colectiva que forma la acción de los usuarios, y otros posibles gracias a las herramientas tecnológicas. Todos juntos a trabajar para lograr mejor información.
Para Soitu.es
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Friday, May 29, 2009
Los medios buscan el nuevo negocio digital de la información
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Reunión secreta de editores y ejecutivos de medios en Estados Unidos. La discusión es cómo rentabilizar sus contenidos. Cómo volver a cobrar en internet, pero sobre todo cómo recuperar la tarta publicitaria que hoy se va a buscadores, agregadores y otras webs.
El problema para los medios, y en especial para los diarios, es el cambio en la forma de acceso de los internautas a la información y los contenidos. Primero fueron los buscadores, luego los agregadores, y ahora las redes sociales están conformando un nuevo flujo informativo social donde las recomendaciones entre usuarios y la revalorización del tiempo real y la actualización gracias a la ubicuidad del acceso en dispositivos móviles acentúan la pérdida de control de los medios sobre la distribución de sus contenidos.
Los medios han peleado durante mucho tiempo por mantener el control de los contenidos bajo sus cabeceras y agarrándose al control de la distribución bajo su marca. Pero internet ha destrozado esa capacidad. Navegar a través de enlaces que relacionan información es la esencia de la web. Ahora el criterio social y los contenidos compartidos entre usuarios a través de las redes sociales refuerzan la separación de los contenidos de sus contenedores cuando el átomo de la información ya no es la noticia, sino los algoritmos construidos por la distribución viral y las recomendaciones sociales o construidas con las herramientas y selección de agregadores y buscadores.
Artículo completo en Soitu.es
Monday, April 27, 2009
Twitter y mapas para la gripe porcina
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Y todo sin perder de vista que Twitter también puede ser un propagador demasiado alarmista y mal informado, como recuerda Foreign Policy. El filtrado con fuentes rigurosas es fundamental.
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Donde no mejora demasiado la información es en la administración pública. El Ministerio de Sanidad ha abierto un teléfono de información al ciudadano, el 901 400 100, y ofrece algunos consejos para los viajeros y una guía de preguntas y respuestas frecuentes.
Lo mismo que la Generalitat de Catalunya con otro teléfono, el 902 111 444. El Servicio Galego de Saúde también ofrece una página de información.
La dispersión de las responsabilidades autonómicas obliga a las administraciones a replantearse cómo ofrecer informacion útil y fácilmente accesible a los ciudadanos en la era digital, donde esas páginas no son fácilmente localizadas por los buscadores ni por la mayoría de medios usados habitualmente por los internautas.
Friday, March 13, 2009
El consejo de redacción en directo
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Son algunas de las ideas que el diario Baltimore Sun -el de la serie The Wire para los adictos- implementa en su último esfuerzo de transparencia y apertura: retransmitir por vídeo los consejos de redacción del diario donde se deciden las coberturas del día.
¿Imaginas poder ver la reunión de El País, El Mundo o tu diario local?
En The Baltimore Sun han decidido que las ventajas de la transparencia son mucho mayores que los problemas de dejar entrever a la competencia qué trama el diario y cuáles serán sus apuestas de cada día.
Día a día, a las 3 de la tarde, el lector puede convertise casi en un miembro más de la dirección del diario. Higiene informativa y democrática, sin duda.
The Spokesman Review fue uno de los primeros diarios en hacer más transparentes sus decisiones editoriales a través de blogs o invitando a lectores al consejo de redacción.
En España le seguirían Arsenio Escolar, director de 20 Minutos, y su consejero delegado, José Antonio Martínez Soler.
Desde antes ya Vicent Partal, uno de los pioneros de internet, blogueaba en Vilaweb.
Y así hasta el nuevo videoblog de Pedro J. Ramírez, mucho menos transparente y más autopromocional y dogmático. Cada uno elige su estilo.
No sé si en la decisión del Baltimore Sun habrá pesado las acusaciones de David Simon, creador de The Wire, cuyo retrato del diario en la quinta temporada de la serie no ha gustado nada en la redacción.
Tuesday, March 10, 2009
La publicidad supera al pago en los medios digitales
El vicepresidente para operaciones digitales de The New York Times, Martin A. Nisenholtz, lo tiene claro: hay que seguir investigando posibles modelos de pago por servicios y contenidos, pero la publicidad digital es más rentable para la mayoría de los diarios.
No coincide con las propuestas de sus columnistas, encerrados en una visión propietaria y restringida del negocio de la información. Una vuelta forzada al mercado de la escasez para limitar el acceso de los ciudadanos a la información. Justo lo contrario del mayor logro de la revolución digital. Y además seguramente ilegal por atentar contra la competencia.
En sus primeras respuestas a los lectores en una entrevista digital afirma:
"Nuestros más ambicioso esfuerzo en pago por contenido fue TimesSelect, donde cargamos por acceso a los columnistas del Times. Tuvo mucho éxito y generó más de 200.000 suscripciones anuales y alrededor de 10 millones de dólares de ingresos anuales. Sin embargo, decidimos cerrar TimesSelect tras un cuidadoso análisis que sugirió que los ingresos publicitarios resultado de aumentar el tráfico por ofrecer este contenido gratuito a través de la explosión de blogs y buscadores excederían esos diez millones".Es la ecuación de casi todos los medios con futuro: más acceso y menos restricciones, más audiencia y mercado distribuido.
Porque los medios son un algoritmo donde los servicios y la gestión del contenido a través de nuevos programas y plataformas se puede comercializar más allá de la cabecera.
Por eso las API de medios como NYTimes.com o The Guardian se desarrollan y abren para la reutilización de sus datos y contenidos en nuevas aplicaciones en un mercado distribuido y abierto.
Incluso con desarrollos de pago, que en definitiva son lo que hacen The Wall Street Journal y Financial Times o Bloomberg con sus servicios financieros.
Y, además, se puede experimentar hasta cierto punto con modelos de suscripción como el de Financial Times.
FT.com tiene 100.000 suscriptores que unidos a su más de medio millón de usuarios registrados le permite aumentar sus ingresos por publicidad y pago hasta suponer el 20% de la facturación del diario. Interactive Data, su división de datos financieros, logra más del 60% de los ingresos de Financial Times.
The Guardian ya factura el 15% de sus ingresos de los 30 millones de usuarios únicos de su web y The New York Times logra un 12% de sus ingresos de internet.
Céntimos digitales en España
En Vocento los ingresos digitales con casi el 7% del total, en línea con la estructura del mercado publicitario.En Prisa la baja rentabilización de internet y el peso del audiovisual hace retroceder los ingresos digitales a sólo un 1,8% del total de los ingresos del grupo.
En otros negocios, como las guías, el porcentaje de ingresos digitales llega ya al 16%, como en Páginas Amarillas.
Y es que el problema fundamental de los diarios españoles no es sólo acomodarse a la paulatina pérdida de ingresos publicitarios del papel, sino ganar cuota de facturación en el mercado de internet.
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Los ingresos publicitarios por lector promedio de la prensa española en 2008 fueron de 93,6 euros por lector. Internet consiguió 31,3 euros por usuario único, pero grandes medios como los de Prisa no llegaron al euro por usuario y los diarios digitales de Vocento lograron 1,2 euros por usuario único ese año.
20Minutos.es sólo consiguió 0,4 euros por usuario únicos frente a 12 euros por lector de su edición en papel.
Los euros analógicos siguen siendo céntimos digitales, pero cuando la caída de la publicidad en papel se hace cada vez más grave y sólo aumenta en internet, los diarios deben aprender a comercializar mejor sus webs antes de reducir su audiencia en internet.
Artículo para Soitu.es
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