Hace unos años estas acelga roja, también la hay amarilla (subespecie de Beta Vulgaris) era extraña en los mercados vitorianos, pero se dejaba ver en ocasiones. Algunos pensaban que era simplemente una planta ornamental y la consideraban no apta para su consumo. Esta acelga, por supuesto es totalmente comestible, delicada de sabor y puede embellecer algunas preparaciones por su colorido.
Compré unas acelgas de penca roja, para probar que tal quedan encurtidas, ya que cocidas y en crudo (para ensaladas) ya la conocía.
El encurtido irá en otra entrada con un encurtido de cebolletas de Zalla.