Muchas veces cuando vamos a preparar una pieza de pescado y la forma que lo vamos a oficiar es sin piel, esta la solemos tirar, pero tenemos que procurar no tirar nada en la cocina y este reciclaje de la piel nos servirá de un excelente snack.
Las pieles del pescado, en este caso de bacalao, las cocemos con la sal al gusto, aunque es preferible que el agua esté un puntito alta de sal. Si queremos darles un sabor extra las podemos cocer con especias al gusto.
Una vez cocidas, las secamos con papel absorbente y las extendemos en una placa de horno, mejor ponerlas sobre silpat o papel de horno.
Le ponemos un peso encima, otra fuente de horno va muy bien y las tenemos en el horno, si el horno tiene función "clima seco", seleccionar y ponerlo a unos 70º C.