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miércoles, 16 de diciembre de 2015
A la Villaroy, chuletillas de cordero y bocaditos de jamón y queso
Esta preparación da algo de trabajo pero luego este se ve recompensado por el buen resultado que dan en el plato estas chuletillas.
viernes, 11 de enero de 2013
Chuleltillas de cordero rebozadas en bechamel o a la villeroy
Esta preparación es deliciosa y muy práctica para un buffet o comida informal para tomarla de pie, por supuesto que resulta igualmente agradable en una comida formal sentados a la mesa.
El inconveniente de esta preparacion son dos, primero proveerse de chuletillas de cordero de leche y que sean todas de palo y la segunda, dan un poco de trabajo, pero una vez que las hemos realizado las satisfacciones son tantas que merece la pena oficiar este plato.
Aspecto de las chuletillas de cordero.
lunes, 20 de noviembre de 2006
Chuletillas de cordero a la villeroi
Plato que tal vez parezca trabajoso, pero no lo es tanto y los resultados para tomar unas chuletillas como aperitivo o en un buffet y por último como integrantes de una variedad de fritos calientes como entrante.
Las chuletillas tal y como nos vienen de la carnicería. El proceso empieza, limpiando la costilla de grasa y carne.
Si tienen mucha grasa esta se quita y la carne que saldrá en una tira la anudaremos alrededor de la molla de carne. Si la grasa no es mucha, no quitarla, aunque esto va en gustos.
En esta fase las podemos salar, aunque es mejor hacerlo después de fritas.
Freímos las chuletillas, ya que luego cuando las friamos con el rebozo, el calor que alcance el corazón del frito no será suficiente para hacerlas debidamente.
Una vez fritas las ponemos sobre papel absorbente, para quitarles el aceite de la fritura.
Las tapamos también con papel absorbente, con el mismo propósito que el anterior paso. Si no las desengrasaremos un poco, luego la bechamel no se quedaría cubriendo la carne.
Con una bechamel hecha al gusto de cada uno, para este plato, yo le suelo poner un poco de ralladura de nuez moscada y a veces un poco de queso parmesano, esta vez no le he puesto queso.
Una vez bañada la chuletilla en la bechamel, las pasamos a un plato para que se enfríen. Luego las empanamos y las freímos con bastante aceite y que este bien caliente.
Para que los comensales no se manchen las manos, ya que se comen tomándolas del hueso, se les pone unas protecciones hechas con papel blanco.
Detalle de la protección.
Las chuletillas tal y como nos vienen de la carnicería. El proceso empieza, limpiando la costilla de grasa y carne.
Si tienen mucha grasa esta se quita y la carne que saldrá en una tira la anudaremos alrededor de la molla de carne. Si la grasa no es mucha, no quitarla, aunque esto va en gustos.
En esta fase las podemos salar, aunque es mejor hacerlo después de fritas.
Freímos las chuletillas, ya que luego cuando las friamos con el rebozo, el calor que alcance el corazón del frito no será suficiente para hacerlas debidamente.
Una vez fritas las ponemos sobre papel absorbente, para quitarles el aceite de la fritura.
Las tapamos también con papel absorbente, con el mismo propósito que el anterior paso. Si no las desengrasaremos un poco, luego la bechamel no se quedaría cubriendo la carne.
Con una bechamel hecha al gusto de cada uno, para este plato, yo le suelo poner un poco de ralladura de nuez moscada y a veces un poco de queso parmesano, esta vez no le he puesto queso.
Una vez bañada la chuletilla en la bechamel, las pasamos a un plato para que se enfríen. Luego las empanamos y las freímos con bastante aceite y que este bien caliente.
Para que los comensales no se manchen las manos, ya que se comen tomándolas del hueso, se les pone unas protecciones hechas con papel blanco.
Detalle de la protección.
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