Un fantasma recorre Oriente Próximo: es el fantasma del cambio democrático. Los poderes que representan las viejas ideas y al Oriente Próximo autoritario han formado una alianza diabólica para deshacerse de este fantasma, pero los vientos del cambio soplan ya por toda la región, y es difícil suponer que van a disiparse en un futuro inmediato.
Durante medio siglo, todo el mundo acusó a los ciudadanos árabes, turcos e iraníes de que no mostraban suficiente interés en conquistar las libertades democráticas ni luchaban verdaderamente para liberarse de sus gobernantes autoritarios. En los últimos tiempos, sin embargo, millones de egipcios, tunecinos, iraníes, yemeníes, sirios y bahreiníes han demostrado que esa acusación no era cierta al llevar a cabo unas movilizaciones cada vez más amplias contra los tiranos. Si los levantamientos en Oriente Próximo culminan con la caída de los regímenes iraní y sirio, sus efectos en la región serán más poderosos que todas las repercusiones que han podido tener las guerras entre árabes e israelíes durante los últimos 60 años.