La poesia és un arma carregada de futur
Gabriel Celaya
-il. d'Obdulio Fuertes-
El proper 18 de març celebrem el centenari del naixement de
Gabriel Celaya, un dels millors poetes del segle XX . Volem fer-ho des de la modèstia d'aquest raconet amb els seus versos i els de Javier de Bengoechea (escrits per rendir-li un xicotet homenatge) i amb la veu de dos grans catautors: Paco Ibáñez i Joan Manuel Serrat. Us recomanem li doneu una ullada a la la seua web,
Gabriel Celaya, on trobareu molta e interessant informació al voltant de la vida, obra, edicions, homenatges, etc. a més de les activitats que estan realitzant-se al voltant del
seu centenari.
Despedida
(Gabriel Celaya)
Quizás, cuando me muera,
dirán: Era un poeta.
Y el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia.
Quizás tú no recuerdes
quién fui, mas en ti suenen
los anónimos versos que un día puse en ciernes.
Quizás no quede nada
de mí, ni una palabra,
ni una de estas palabras que hoy sueño en el mañana.
Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!
Yo seguiré siguiendo,
yo seguiré muriendo,
seré, no sé bien cómo, parte del gran concierto.
*
Pequeñísimo homenaje a Gabriel Celaya
( Javier de Bengoechea)
Declaro-
me fiel
del claro
Gabriel.
De Amparo,
para el,
disparo
de miel.
Tu lucha,
¿fué bella?
tenaz.
Que hay mucha
estrella
fugaz
Estem segures que la web i les xarxes socials s'ompliran, el proper dia 18 de març, dels seus poemes, dels versos fets cançó, de propostes d'activitats poètiques, de recitals... serà un dia especial per donar veu a la seua poesia, que com bé diu "... és un arma cargada de futuro", versos que podem escoltar amb la veu de Paco Ibáñez).
La poesia es un arma cargada de futuro
(Gabriel Celaya)
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
Y amb la veu de Joan Manuel Serrat:
Hui, al nostre present, necessitem la poesia més que mai!