Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí durante todos estos años.

Puedes encontrarme en www.enniosotanaz.com o enniosotanaz@hotmail.com

¡Un abrazo!

Mostrando entradas con la etiqueta mallorca. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mallorca. Mostrar todas las entradas

FLASH: Atleti-Mallorca

Escribo estas líneas muy cerca del palacio de los Papas en Avignon. En un rato salgo hacia Marsella y esta tarde, cuando el Calderón sea una fiesta, estaré volando de vuelta a casa. Me será por tanto imposible ver el partido y seria absurdo intentar escribir una crónica de algo que no he visto. No lo haré.

El partido deportivamente es intrascendente (para el Atleti, claro) pero me fastidia no estar para ver el recibimiento que la afición ofrecerá a los campeones.

Ya me contarán...

El Show de Caparrós

RCD Mallorca 1 - At. Madrid 1

El mundo del fútbol ha cambiado mucho en los últimos años. Supongo que algo parecido ha ocurrido desde siempre y que ya en los orígenes ocurría pero por mi edad puede que antes no fuese del todo consciente. En los últimos años he visto como han aparecido de forma masiva personajes ajenos a la afición visceral que tradicionalmente venía ligada al deporte rey y que, ajenos de emoción y de cargados de pragmatismo empresarial, se acercan al mundo del balompié exclusivamente seducidos por el olor del vil metal. En esta categoría pueden encontrar a muchos presidentes o hurtadores profesionales que se hacen llamar consejeros delegados pero también a otros personajes mediáticos más cercanos del balón o el césped. También han aparecido para sentarse en los banquillos tipos de inteligencia por encima de la mediocre media que tradicionalmente se asociaba a este universo y que casi de espaldas a las reglas básicas y éticas de este deporte se han dedicado a sacar provecho de una labor eminentemente resultadista. Con diligencia de cirujano y discursos elípticos se desenvuelven por la tangente del reglamento, tuneando las nociones básicas de este deporte para “triunfar”. Caparrós es un buen ejemplo de esta última categoría. Un personaje que fascina a una buena cohorte de profesionales de los medios por realizar una labor que, sinceramente, es muy difícil de justificar más allá del resultado. Detesto esa pelea de gallos artificiales que una vez se inventaron en los medios entre Valdanistas y Clementistas, Bilardistas y Menotistas. Detesto en general y con todas mis fuerzas las simplificaciones baratas que reducen todo a una cuestión de cara o cruz, tanto en el fútbol como en la vida, así que no me encasillen en una categoría tan vulgar. Entiendo perfectamente que hay muchas formas de jugar a este deporte y que prácticamente todas son a priori igual de dignas e interesantes. Depende mucho de los jugadores y las posibilidades reales de cada uno el como disponer los jugadores en el campo y la actitud que tengas frente al balón pero lo que no es negociable es la necesidad de que primen las normas elementales del balompié: tratar de ganar el partido metiendo el balón en la portería contraria. El fútbol de Caparrós es otra cosa en el que eso último es algo secundario. Algo que puede ocurrir por un error del contrario, la lotería o la alineación de los planetas. El fútbol de Caparrós, como un lazarillo sin hambre que delinque por puro deleite, navega por los límites del reglamento y de las posibilidades reales en un campo de juego. Al margen del balón, al margen de la lógica, al margen del espectáculo. Juega con todo eso que él mismo se encargó de bautizar como “otro fútbol” y por supuesto trata de sacar a todo el mundo de su estado natural para llevarlo al drama y la tensión. Lo sé, pero ni que decir tiene que el “fútbol” de Caparrós me repugna hasta más no poder. Tanto que me cuesta llamarlo fútbol. 

El tal Caparrón, por cierto, es uno de los entrenadores favoritos de MA Gil. Blanco y en botella. 

El Atlético de Madrid ha perdido hoy dos puntos en Mallorca y lo ha hecho de la forma más absurda y tras una desafortunada jugada en la única llegada que ha tenido el rival. Muchas otras veces hemos ganado in extremis lo que hoy hemos perdido de forma injusta así que probablemente el balance siga a favor. Dicho esto, el resultado en si no merece mayor lectura tras lo visto en el terreno de juego. Es decir, seguimos teniendo el mismo equipo serio, rocoso, bien plantado, valiente y generoso que ha querido ganar el partido desde el primer minuto hasta el último. 

El conjunto de Simeone salió de la misma manera en la que ya nos tiene acostumbrados desde el inicio de la temporada pero lo cierto es que sin los talentos de Arda y Falcao la realidad del equipo es todavía más evidente. Tácticamente perfecto pero escaso de recursos técnicos para hincar el diente a once tipos acampando en su área. El Atleti fue dueño del balón toda la primera parte pero la clara falta de ese último pase letal, hacía que las ocasiones no llegaran. La primera de hecho llego casi en el minuto 40. Con Raúl García voluntarioso pero incapaz y Adrián totalmente perdido, Koke era el único que ponía algo de criterio en la zona de creación mientras Diego Costa se aburría de irse a la banda y tirar desmarques. Enfrente un Mallorca muy rácano y lamentable cuya única misión parecía consistir en achicar agua, dar el pelotazo y esperar el segundo rechace. La primer parte, bastante aburrida, acabó sin pena ni gloria destacando nada más un gran pase de Koke que Diego Costa muy esquinado remata bien pero para el portero. 

La segunda parte siguió por los mismos derroteros. El Atleti continuaba a ritmo constante mientras los de baleares se encerraban cada vez más, renunciando de forma lamentable a jugar el balón. Un cosa es jugar al contrataque y otra cosa es lo que hace el Mallorca de Caparrós. No confundan. No traten de confundirnos. El Atleti amenazó con un gran remate de Raúl García entrando muy bien desde atrás que pegó en el larguero pero el gol no se hizo esperar y poco después el balón cayó en los pies de Diego Costa para que dentro del área pegue un par de recortes y su poco ortodoxo pase de la muerte llegue, tras rechaces, a los pies de Raúl García otra vez, para que esta vez el navarro abriera el marcador.

Muchos dábamos por ganado el partido entonces y también poco después cuando vimos que el equipo y el Mallorca seguían con la misma actitud sobre el campo. Entonces fue cuando apareció el Show de Caparrós que además tuvo su mejor aliado en el tal Mateu, el colegiado, que completaba así una noche nefasta a incluir dentro de su extensa colección de noches nefastas. Esa forma tan académica de crispar a todos los que están ligados con el partido que se está disputando para llevar la atmósfera a flor de piel y ahí, en el límite, buscar el error que propicie lo que la lógica, el talento, el juicio y el buen hacer no pueden conseguir. Y esta vez funcionó. Al contrario que en las películas aquí ganó el mal. Una jugada alborotada y desquiciada en el área acaba en un mal rechace de Filipe Luis que deja el balón el los pies de Kevin para que bata por bajo a Cortois. Injusticia tremenda que pudo ser incluso más dramática si poco después una falta lazada por Gio hubiese entrado en la portería en lugar de dar al poste. 

Empate a uno que deja mal sabor de boca pero buenas sensaciones. También dos conclusiones: que la opción Caparrós no puede ser NUNCA una opción de proyecto futbolístico a futuro para un equipo con el objetivo de ganar algo y dos que el Atleti sigue siendo un equipo con las mismas señas de identidad y que incluso sin sus mejores jugadores sigue manteniendo la misma ambición, la misma mentalidad, la misma coherencia y la misma forma de entender el fútbol. El Atleti si es un proyecto ilusionante y lícito. Dejémoslo en que el empate ha sido una anécdota y que la esperanza de un gran 2013 sigue intacta.


Adiós

RCD Mallorca 2 - At. Madrid 1

Cuando el Atlético de Madrid comenzó la liga 2011-2012 mis sensaciones no eran nada buenas. Aquí está escrito. El verano infernal que tuvimos que sufrir los atléticos y la plantilla cogida con alfileres y confeccionada en el patrón de la improvisación no dejaba sitio para el optimismo. Especialmente sabiendo que el director de orquesta sería ese farsante con gafas de colores llamado Gregorio Manzano. Pasado el primer puñado de partidos la sensación de inquietud se transformó en pavor. En miedo atroz a perder la categoría. Lo digo sin exagerar. Viendo el cariz de los acontecimientos y el talante del charlatán jienense el que escribe temía por la primera división. El cambio de entrenador fue más un alivio que una inyección de optimismo. Pensé que la hemorragia podía contenerse, era imposible hacerlo peor, pero no confiaba demasiado en el Simeone que yo conocía de Racing de Avellaneda. Pero todo cambió cuando vi lo que el argentino proponía en el campo. Tanto que me emocioné e ilusioné hasta el punto de estar convencido de que jugar la Champions el año que viene era una posibilidad casi segura. Falsa alarma. No lo es. El Atleti hoy ha dicho probablemente adiós a dicha posibilidad y aunque sigo pensando en el Cholo como una opción de futuro (si se crea un equipo decente, una plantillas compensada y se le da poder) el presente es mucho más dramático y desalentador. Adiós a la liga. Adiós a la copa, adiós a la ilusión y no sé si adiós a la idea que uno tenía en la cabeza. Lo que hoy hemos visto en Mallorca es muy difícil de defender y todavía más difícil de justificar. ¿Adiós al futuro? Veremos.

Horroroso. No se me ocurre otro adjetivo para describir la primera parte. Ritual de apareamiento. Danza de guerra. Coreografía bélica. Escenificación del sopor. Alegoría de la destrucción. Elijan lo que quieran. Cualquiera vale para describir 45 minutos de sopor. Caparrós, ese supuesto entrenador del que MA Gil dijo que algún día tendría que estar en el Atlético de Madrid, es un viejo conocido de la liga. Un tipo que a base de renegar del fútbol buscando las líneas tangentes de un deporte que suele jugarse con el balón ha conseguido labrarse una cierta reputación en nuestra liga. Ya sabemos lo que representa y ya sabemos lo que significa jugar contra él. Tremendamente difícil usar el balón con criterio sin recibir una patada y tremendamente difícil tratar de jugar sin que se destruya todo tras el primer atisbo de combinación. Ya lo sabíamos igual que ya sabíamos que un Atlético de Madrid con Gabi-Mario en el eje y sin Diego ni Arda en el campo era imposible de hacer algo digno contra este renacido Mallorca. Gabi-Mario no puede ser el eje de un equipo con aspiraciones (o sin ellas) y este partido no es más que otro buen ejemplo para refrendarlo. Parece que Simeone, en un error imperdonable, pretendía ser hoy más Caparrós que Caparrós y eso, además de ser imposible, debería estar penalizado en el código civil. El Atleti, un equipo con una plantilla corta y desequilibrada, no se puede permitir el lujo de dejar a los jugadores con criterio futbolístico en el banquillo. Arda tiene que jugar siempre por la misma razón que Salvio no debería jugar nunca. A base de pelotazos, patadas, robos, patadones y pérdidas de tiempo se consumió una primera parte lamentable en la que no se vio al Atlético de Madrid al que estábamos acostumbrados. Ni juego, ni intensidad, ni ambición ni carácter. Habrá quien lo achaque al cansancio pero yo no vi muestras de cansancio. Lo que vi fueron muestras de conformismo y de juego especulativo. Mal asunto.

La segunda parte parecía comenzar con los mismo derroteros (los dos entrenadores apostaban por el mismo esquema) pero la suerte, el único elemento que podía modificar el drama, se fue esta vez de lado balear. Un mal tiro de los mallorquines da en el pie de Godín y se mete dentro. 0-1 que dejaba cara de estúpido en la mitad de los que habían jugado a especular durante la primera parte. Los del Atleti. Pero es difícil cambiar el ritmo cuando has estado 45 minutos haciendo el canelo y cuando los que tienen que llevar las riendas del equipo son Gabi, Mario y Salvio. Difícil no, imposible. Los madrileños intentaron estirar un poco las filas pero con tan poca salud, tan poca fe y tan poco criterio que el primer contrataque de los insulares ponían el segundo con un gran gol de Pereira.

Entonces Simeone decidió poner por fin al Atlético de Madrid sobre el campo. Tarde pero significativo. Si el argentino es inteligente, que lo es, tomará buena nota de lo que ha pasado. Con Arda en el campo (y sobre todo sin Mario) el equipo pasó a ser un equipo de fútbol. La pelota pasó a ser parte del juego y la cámara de televisión se centró exclusivamente en el campo del Mallorca. Y llegaron las ocasiones. Y llegó un gol fantasma (creo que no fue) que daba con la expulsión de Ramis y penalti a favor de los madrileños. Penalti que Falcao se encargó de marrar. El colombiano no termina de acabar con ese runrún que dice que su fichaje es el enésimo error de la directiva colchonera y uno, que tiende a querer defenderlo, se queda sin argumentos para defender lo contrario. Eso si, pocos minutos después la duda volvía a torcerse cuando el mismo jugador realizaba un avance en la frontal del área que acababa en una soberbia vaselina sobre el portero rival que daba el 1-2 al marcador. Tremendo golazo de Falcao.

Quedaba tiempo y Simeone, ahora si, era valiente en los cambios poniendo jugadores ofensivos por defensivos. Grata sorpresa fue volver a ver a Fran Mérida en el terreno y encima dejando buenos detalles como el balón que lanzó al palo a los treinta segundos de estar en el campo. Pero no pudo ser. El Atleti lo intentaba con criterio, ahora si, pero enseguida llegaron la precipitación y lo que mejor se le da a los equipos de Caparrós: perder tiempo con artimañas. Mientras el tiempo pasaba el Atleti se consumía y apagaba hasta dejar claro que el partido estaba perdido. Los madrileños no merecían ganar. Los baleares tampoco.

Derrota dolorosa que deja el sueño de la Champions como un sueño prácticamente inalcanzable y que sitúa al equipo en la auténtica realidad en la que siempre se ha movido. La total mediocridad de la mitad de tabla. Una posición acorde con una plantilla corta, desequilibrada y con demasiados rotos. La plantilla que confeccionaron MA Gil y su mamporrero Caminero. La plantilla que termino de desquilibrar y destrozar el inútil de Manzano. La realidad de este equipo no pasa por buscar la Champions sino por tener alguna vez, para variar, una dirección decente y profesional que sea capaz de crear una plantilla que no de vergüenza ni bochorno ajeno.

Kevin Shields - Goodbye

No me importa

At. Madrid 1 - Mallorca 1


“No me importa dónde vamos porque estaré allí y tú también”

Me preguntaban hace un rato si de verdad compensa esto de pasar dos horas bajo el frío y la lluvia aguantando el soporífero sucedáneo de un deporte llamado fútbol que nos tenemos que tragar en el Calderón desde hace décadas y la verdad es que no sabía que contestar. La respuesta obvia es que no, pero sería muy cruel admitirlo con tanta rotundidad y seguir asistiendo al campo. Uno apela a razones sentimentales mientras se agarra a la épica para darle algo de sentido a todo esto pero lo cierto es que cada vez es más difícil y cada vez uno se siente más ridículo. Partidos como el de hoy contra el Mallorca son desde luego la evidencia que da la razón a todos aquellos que ya han decidido abandonar el barco pero lo verdaderamente triste, al menos para mí, es comprobar ahora, mientras estoy escribiendo esto, que antes de empezar el partido ya me daba igual lo que pasase. He perdido la fe y la ilusión y no creo que este “proyecto” de equipo con el señor Manzano al frente puede hacer nada con la dignidad mínima del nombre Atlético de Madrid. He visto esta película tantas veces (una de ellas con el mismo protagonista, por cierto) que ya sé como acaba. Hoy hemos empatado pero podíamos haber ganado o perdido y todo hubiese seguido siendo igual. En cuatro días saldríamos a empatar dónde quiera que fuese y perderíamos. Y volveríamos a perder en casa contra los equipos que están arriba. Y arañaremos puntos fuera con más pena que gloria mientras vamos sacando partidos en casa sin ninguna brillantez. Pelearíamos por las sobras, asistiríamos a la fiesta por la puerta de atrás y sin hacer ruido,... ¿es eso lo que queremos?. Cuando me he sentado en mi carcomido asiento del Calderón era ya consciente de que me daba igual lo que pasase en el campo. No es eso lo que quiero.
Pero lo que no puedo soportar es el aburrimiento. El aburrimiento extremo que me provoca este equipo desde hace décadas y que me hace que se me quiten las ganas de ver fútbol. Lo único que recuerdo de la anterior etapa de Manzano en el Atleti es que era algo soporífero de aguantar y sopor es lo que ofrece el nuevo y prometedor Atleti. La tradicional demagogia del entrenado más demagogo de entre los más demagogos de un demagogo mundo como el del fútbol, Manzano, había ladrado en los micrófonos amigos una alineación que suponía una vuelta a intentar ganar el partido desde el principio jugando la pelota pero eso no era una novedad. Un partido en casa y contra el Mallorca entra dentro de las veces en las que Manzano no entiende que hay que salir al campo a ver que pasa (un valiente el psicólogo de psicólogos). Eso si, el inútil del árbitro (lamentable el trencilla de esta tarde) no permitió demasiado ver como tenía pensado salir el Atleti porque pasado un minuto se inventó un penalti inexistente en el área colchonera. Algún erudito de los muchos que pueblan las redacciones deportivas patrias, de esos que salvo que este el Madrid de por medio siempre se la coge con papel de fumar, dirá que eso es penalti. Bien, eso no es penalti.

Dudo mucho que el Mallorca de ese otro fino estratega y amante del fútbol llamado Caparrós hubiese planteado el partido de otra manera, incluso con empate a cero, pero estando por encima el planteamiento estaba claro: once en al área, patadas a diestro y siniestro y perder tiempo de la forma más desquiciante posible. Ya saben, Caparrós en estado puro. Ese entrenador que tanto gusta a MA GIl y que está deseando traer a terminar de vulgarizar el club. Por el lado del Mallorca estaba claro lo que veríamos. Por el otro también. El Atleti tenía el balón regalado, llegaba con cierta soltura a campo contrario (a pesar que el Mallorca presionaba con cierta diligencia) pero allí aparecía la mano de nuestro entrenador. Es decir, ninguna. Los jugadores se colocaban como supongo que el jienense les había dicho en el vestuario y ahí se quedaban. Ni una idea, ni un mecanismo, ni una chispa. El balón llegaba a Diego o Turán o Tiago y no sabían que hacer con él más allá que desplazarlo en horizontal. Si el balón llegaba a Mario las dudas se disipaban antes y directamente se lo enviaba al contrario. Falcao y Adrián se peleaban con todos arriba pero estaban a tal distancia y su trabajo era tan inútil en esta especie de 4-1-3-2 que se ha sacado Manzano de la manga, que era imposible adentrar en el catenaccio de Caparrós. ¿Daba la sensación de que el equipo tenía entrenado como jugarle a un Mallorca que, ¡oh sorpresa!, estaba encerrado en su área? No. De hecho la sensación era justo la contraria, que no tenía ni idea de que hacer. Las aportaciones del entrenador eran sin embargo más sutiles y profundas como eso de sacar los córners en corto, innovación táctica que sólo sirvió para facilitar el contrataque balear. Esa fue la primera parte: pases de balonmano lentísimos e inútiles alrededor de una defensa cerrada. Un equipo con la idea Caparrós tatuada en la frente y otro sin una sola idea. Falcao consiguió realizar poco antes del descanso un trabado eslalon que lo mete dentro del área dónde es derribado. El propio colombiano se encarga de transformar el empate, que a la postre sería definitivo.

Quedaban 45 minutos para ganar el partido pero podríamos habernos tirado 450 con el mismo resultado. El Mallorca volvió al campo con el mismo guión. Achicar agua y castigar el tobillo de cualquier que prentendiese irse en velocidad o dar un pase con sentido. El resto también. El árbitro mirándose en el espejo. El Atleti mareando el balón sin profundidad, ni velocidad, ni sentido. Decían que el problema del equipo era la falta de acierto pero es muy difícil acertar cuando ni siquiera tienes ocasiones de hacerlo. En Italia no hubo. Hoy tampoco. Manzano terminó de arreglar su desaguisado quitando a Adrián para poner a Salvio en un cambio cobarde, rastrero y sin sentido. Salvio, fuera de sitio, no hizo nada. También saltaron Reyes y Pizzi con el mismo resultado. Apenas un tiro lejano de Reyes y un remate de cabeza de Falcao al final del partido fueron las ocasiones de ese ilusionante equipo que se ha sacado este año de la manga MA Gil.

El Atleti 2011/2012 está ya muerto. Luchará por las posiciones de siempre, con las armas de siempre, las penurias de siempre y las carencias de siempre así que me da igual lo que pase a partir de ahora. No es el equipo que yo quiero y no me despierta ninguna ilusión. Me da igual si ganamos en Bilbao o si perdemos porque no cambiara nada. Esto es una estafa. Un ídolo con pies de barro. Un pollo sin cabeza. Una excusa triste para que otros realicen sus negocios. Una nueva bofetada al muy abofeteado Atlético de Madrid. Mientras no vea algo que me permita levantar la cabeza, todo esto, me da igual. No me importa.

“No me importa el estúpido conocimiento. Ahora soy consciente de lo que es verdad”


Teenage Fanclub - I don’t care
(Songs from Nothern Britain/1997)

Inútil fin de fiesta (RCD Mallorca 2 - At. Madrid 4)



“La verdad siempre permanece al final, cuando ya se ha ido todo el mundo” (Julio Cerón)

Cuando todavía es verano y sortean el calendario de la liga por venir, uno siempre es tan ingenuo de mirar el último partido con la ingenua esperanza de que el Atleti pudiera estar jugándose algo en ese momento. Desgraciadamente en la última década el equipo suele jugarse algo pero también suele ser o un premio menor, casi de pedrea, o directamente un disgusto. Hoy era el primero de los casos y el escenario era el feudo del Mallorca.

Intentaré hacerlo rápido. Primero porque no merece la pena dar mayor valor a algo que no lo tiene y después porque el grado de intensidad con el que he seguido el partido ha sido realmente bajo estando distraído como estaba en otras cosas que se sucedían a la misma hora.

Y el caso es que el partido no ha estado mal y el Atleti tampoco. Frente a un Mallorca que salió en tromba pero tremendamente nervioso los colchoneros tuvieron un papel bastante inteligente al principio a lo cual lamentablemente no estamos acostumbrados. Sin perder la calma, sin dejarse llevar por la efervescencia del rival, tratando de que pasasen los primeros minutos sin grandes complicaciones el Atleti logró en pocos minutos asentarse y robar el balón. Primero para sacarlo en forma vertical hasta un Reyes que hoy jugaba de enganche y que acababa normalmente después en los pies de un Juanfran muy perfilado en su banda y bastante activo. Pero este Atleti sería un equipo del montón si no fuese por ese argentino que hoy tenía una cara rara y que juega en punta. Pasado los diez minutos Agüero cogió el balón en el área y fabricó la primera maravilla de la noche para inaugurar el marcador.

Mientras, el Mallorca se desesperaba el Atleti se crecía sobre todo por mediación de Tiago y Mario Suárez que tomaban el centro del campo y gracias a que tenían el balón. Reyes por su parte se convertía en ese jugador que esta plantilla no tiene y con el que Quique no ha querido jugar en toda la temporada. Así, con placidez y poderío llegaba el segundo gol en los pies de un Juanfran que volvía esta noche a meter más dudas en la afición a la hora de entender por qué Quique lo dejaba siempre en el banquillo.

El partido pintaba bien en el césped según pasaban los minutos y el rival se enfangaba en sus propios nervios pero fuera de la capital balear las cosas se torcían al saberse que Sevilla y Athletic ponían dos goles de por medio en sus respectivos partidos. Los minutos pasaban ya en la segunda parte y el cuadro permanecía igual dentro y fuera del campo así que cuando el Kun hizo el tercero tras un gran pase entre líneas de Reyes daba la sensación de que era mejor poner los ojos en los equipos que se estaban jugando el descenso que en otra cosa.

No fue así, porque pasaron varias cosas, pero como si lo hubiese sido. Los rivales por la Europa League recibieron goles y el Atleti también. Una cierta relajación unida al comprensible ataque de raza de los mallorquines hicieron que el rival recortara distancias significativamente con dos goles de Webo y De Guzmán en apenas diez minutos pero se olvidaban de que por allí estaba el de siempre. El último gol del partido, el último gol de Agüero en la liga y quien sabe si el último gol del Kun con esa camiseta es una auténtica obra de arte. Tanto la picada con la que regatea al portero como el posterior toque casi en la línea de fondo que besa la red. Pero Agüero parecía raro esta noche. Serio y sin celebrar los goles llevaba un traje que no conocemos los que llevamos disfrutando de su juego todos estos años. Malos presagios para uno de los pocos nichos de fútbol que nos quedan en este club. Malos presagios que espero que nunca se confirmen.

El Atleti finaliza una temporada mediocre que ya analizaremos y lo hace entrando en la Europa de los pobre y encima por la puerta de atrás que supone disputar la previa en el mes de Julio. La parte buena de todo esto es que será imposible esa nefasta gira asiática que el pesetero corrupto de MA Gil tenía en mente.

Bye, bye Atleti 2010/2011


PD. Desde aquí un abrazo enorme a mis amigos coruñeses. Lamento mucho ese descenso por ellos. Un abrazo y a volver cuanto antes.

PDD. Por otro lado: ¡¡¡Vámonos rayito, rayito, rayito...!!

Sumisión, experimentos y bromas (At. Madrid 3 - Mallorca 0)




Andaba uno ligeramente espeso y taciturno paseando por el paseo de las Yeserías camino del Vicente Calderón sin saber muy bien que esperar o lo que es peor, que deseaba encontrar dentro del templo colchonero. Derrotado y aburrido por la caída empicada de mi equipo en lo deportivo, en lo social y en lo moral albergaba tímidamente la esperanza de una reacción del subconsciente rojiblanco como tantas y tantas veces ha ocurrido en ese mismo cemento años atrás. No ocurrió. No ocurrió ni de refilón. La grada presentaba un aspecto pobre, triste y desangelado que rimaba perfectamente con una noche fría e igualmente desangelada pero en cuanto los 22 jugadores saltaron al césped y en cuanto empezó a rodar el balón el mítico fondo sur empezó a cantar gritos de ánimo como si la vida les fuese en ello. Más ordenados, coordinados e intensos que nunca la grada no paró de animar un solo instante prácticamente hasta el final del partido. Esos fueron los únicos cánticos que se escucharon. ¿Súbita conciencia de colchonerismo? ¿Interiorización aguda del sentir del aficionado? ¿Consigna de algún ente superior? Sinceramente no lo sé. De hecho me da igual. Como dijo alguien desde la grada “el frente hace su papel. Lo mismo los que tiene que empezar a levantar su culo del asiento son todos los demás”.

En lo deportivo el partido comenzó con el estupor causado por la alineación de Quique. ¿Era un castigo a los malos del Derby: Dominguez, Filipe Luis, Perea, Raúl García, Juanfran,… o simplemente era un ejercicio necesario de rotación en una plantilla exhausta de disputar al máximo nivel las tres competiciones que “disputa”? Sólo una mente iluminada que va más allá del resto de la humanidad es capaz de saberlo. Cuando parece imposible que exista una alineación inédita y sin utilizar en lo que va de temporada aparece el talento del señor Flores para sacarnos de nuestro error. Pero si la alineación era difícil de digerir tardamos todavía más en entender la disposición en el campo. Los jugadores también y de hecho en los primeros minutos el Mallorca estuvo a punto de aguar la noche de felicidad con varias llegadas sucesivas frente a un equipo que no sabía cómo colocarse pero pasados esos minutos de caraja el asunto parecía despejarse. Debe ser esa gripe que acecha el espacio madrileño o el frío o la crisis galopante pero contra todo pronóstico lo que aparecía ante nuestros ojos era una especie de 4-3-3 con tres centrocampista abiertos y dinámicos (Asunçao, Tiago y un tal Elias) y tres delanteros modernos de esos que no ocupan una posición concreta sino que se complementan según las vicisitudes del juego: Forlán, Reyes y Fran Merida. De hecho en muchas ocasiones la separación entre centrocampista y delantero no estaba tan clara. El experimento, desde mi modesto entender, salió estupendamente. El partido se controlo completamente, se dominó el balón y el juego, el equipo parecía mucho más fluido y haciendo cosas de futbolista aparecían jugadores como Fran Merida que algunos empezábamos a dudar que mereciesen la categoría de jugador profesional. El primer gol llegó con un atípico y poco ortodoxo remate de cabeza de Valera y el segundo con un excelente pase de Fran Merida a la espalda de la defensa que remata con profesionalidad Forlán y colocó el 2-0 con el que se llegó al descanso. Sin tirar cohetes ni lanzar las campanas al vuelo las sensaciones fueron buenas y como mucha gente reclamaba (reconozco que yo no era uno de ellos) parece que es un sistema que se adapta mejor a los jugadores que tenemos.

Pero claro, Quique es mucho más listo que todos nosotros y él ve cosas que nosotros no podemos ver. Por eso nada más comenzar la segunda parte quito a Elías del campo para colocar a Juanma y volver a la rutina de siempre que marca el 4-4-2 con doble pivote y dos tipos a la banda. No por Juanma sino por la reordenación de los jugadores en el campo. De esa manera volvíamos a la tristeza, a la espesura, al sopor, a perder el control del partido y a que los mismos jugadores que antes aparecían ahora desapareciesen entre la vulgaridad.

Volveremos en un momento a la segunda parte pero antes me voy a quedar en la figura del tal Elías que ayer debutaba con la elástica colchonera. Romo, torpe, perdido, mal colocado, con aspecto frágil y absolutamente inútil en el campo. El brasileño, que fue sustituido en le descanso para alivio de todos, completo uno de los peores debuts que recuerdo con la camiseta del Atlético de Madrid y teniendo en cuenta que esa misma camiseta la ha vestido: Sosa, Richard Nuñez, Wiki, Magüi, Javi Moreno, Novo,… es decir bastante. Es el primer partido y hay que tener paciencia pero desde ya me parece carísimo y como decía también alguien en la grada, daba grima verlo con el 9 a la espalda.

La segunda parte fue exactamente la versión actual del Atlético de Madrid. Malo malísimo. Si gracia, sin fútbol, sin juego, sin balón,… sin nada. Gracias a que enfrente aparecía un Mallorca perezoso e inofensivo que se movía a la misma velocidad que los zombies de The Walking Dead la cosa no pasó a mayores. No obstante el bueno de De Gea tuvo que emplearse como acostumbra en más de una ocasión demostrando, una vez más, que esos agoreros que lo quieren enterrar tienen tanto tino como sentido del ridículo. El partido transcurrió así hasta el final pero podía no haber sido tan plácido si la jaimitada de todos los partidos hubiese acabado de otra forma. En una salida en línea de la defensa colchonera Antonio López decide quedarse en el área jugando a la lucha greco-romana. Penalty. Penalty que lanza Webbo y que De Gea, otra vez, decide parar. Esta fue la puntilla para un Mallorca timorato e inofensivo que ni con uno más fue capaz de inquietar a su rival. Uno la lectura que saca de todo esto es el paupérrimo nivel de la liga española. El Mallorca estaba inmediatamente detrás de nosotros en la clasificación.

Antes de terminar, eso si, Quique decidió obsequiarnos con otras dos sabias decisiones de entrenador. Primero dejando al equipo sin delanteros en el campo durante muchos minutos por alguna razón que supongo ira de la mano del concepto de valentía del entrenador. Después dejando a un extenuado Reyes en el campo teniendo el jueves la vuelta de la copa y sin Agüero. Eso si, el de utrera consiguió desquitarse de su mala suerte de cara al gol y en las postrimerías del partido culminó una buena jugada de los madrileños subiendo el 3 al marcador y redondeando la noche.

Sumisos en la protesta (veremos que ocurre el jueves pero no soy de los que protestan a los jugadores ni en función de los resultados), con experimentos que cuando salen bien se desechan para volver a la mierda de siempre y soportando bromas pesadas en forma de supuesto jugador sudamericano que cuestan millones de euros probablemente todos ellos de comisión. Eso es el Atleti de nuestros días.

El Atleti de Mallorca




R. Mallorca 4 - At. Madrid 1

Antes de seguir necesito dejarlo claro: no vi el partido de Mallorca. ¿Podría haberlo visto? Si. ¿En otros tiempos no muy lejanos lo hubiese visto? Si. Ahora ya no. La gente que me conoce pensará que es inconcebible lo que estoy diciendo dado mi bagaje de no perderme un partido salvo por razones de causa mayor pero hoy por hoy es exactamente así como lo siento: me aburre este Atlético de Madrid hasta cotas tan elevadas que literalmente ya me da igual si puedo ver los partidos o no. ¿Me inhabilita esto para decir lo que voy a decir? Juzguen ustedes…

En la primera jornada de liga 09/10 dije que este equipo pelearía fundamentalmente por mantenerse en la categoría y a día de hoy parece que mi vaticinio estaba más cerca de la realidad que de ser un demagógico brindis al sol. Lo dije sinceramente porque realmente lo sentía así y así lo sigo sintiendo. El Atleti es el equipo no ya con la plantilla más corta de la liga, como ahora descubren los periodistas paletos que escriben para periódicos paletos, sino que probablemente sea el equipo más descompensado de todo el fútbol profesional europeo como fácilmente se puede comprobar. En cualquier empresa medianamente seria de cualquier parte del mundo los responsables de semejante metedura de pata renunciarían a sus cargos ante la evidencia o al menos depurarían responsabilidades (ya saben, para salvar mi cabeza corto la de mi subordinado) pero en esta casa de putas los que van de traje y dirigen las cuentas encima se atreven a sacar pecho con el bochornoso aplauso además de una significativa parte del respetable.

El Atleti de Mallorca, por triste y cruel que pueda ser, es el Atleti que hemos visto todo el año en la liga salvo un par de excepciones. Pero no sólo en la liga, también es el Atleti que hemos visto en una Champions que hoy nadie recuerda haber jugador pero en la que salimos vapuleados después de hacer un legendario y ofensivo ridículo. También es el Atleti de una Copa del Rey donde salvo en tres partidos contados hemos sido mediocres o directamente humillados (¿alguien recuerda el partido en Huelva?). Pero ojo, también es el equipo de la Europa League, competición extraña en la que todavía no hemos conseguido ganar ni un solo partido. Duele visto así ¿eh?... pues así es como tendríamos que verlo. ¿Tiene sentido juzgar la temporada por el partido contra el Barça o contra el Valencia o contra el Galatasaray (de vuelta) o tiene más sentido hacerlo por todos los demás?

El Atleti de Mallorca es el equipo en el que la estrella es un portero desahuciado en verano por el “arquitecto” deportivo del equipo que lo situó como tercer portero. Es ese equipo sin laterales donde juega un tal Valera que no jugaba ni en los equipos a los que fue cedido (ya entonces cedido por malo) y es indiscutible un Antonio López que no es ni la sombra de lo que fue pero no hay nadie para competir con ellos por el puesto. En el equipo dónde Perea es el cabeza de turco que pone cara a todos los errores pero resulta lamentable que ahora todo el mundo utilice la cara del colombiano para explicar la catástrofe colchonera cuando Perea sigue siendo titular indiscutible en este equipo desde hace casi un lustro con cuatro entrenadores diferentes y después de seis centrales más que han venido después. El último de ellos por cierto un tal Juanito que ayer salió para demostrar (desde el terreno de juego, para variar) el fichaje tan rentable que había sido. Lo mismo habría que mirar a otro sitio diferente que no se llame Perea para poner cara a este desastre.

El Atleti de Mallorca es ese equipo en el que desde hace diez años no juega un solo centrocampista con capacidad no ya de crear juego o fútbol (conceptos desconocidos y despreciados en nuestra dirección deportiva desde que Luis Aragonés no pasa por allí) sino tan siquiera de mover el balón con criterio y velocidad. Un centro del campo poblado sistemáticamente por futbolistas bragados y astifinos que resoplan y percuten mientras dudan con tesón entre devolver al central esa cosa redonda y áspera llamada balón o tratar de ahuevar el mismo con un generoso puntapié que aleje el peligro. ¿Excepciones? Tiago ha llegado con 30 años, cedido en el mercado de invierno y se cuestiona todavía si pagar el traspaso. Ever Banega vino cedido y al parecer no era útil ni tan rentable como Cléber Santana. Motta, para este que escribe lo más parecido a un Expediente X sin explicar, es hoy titular en el Inter de Milan. El resto, los que tuvieron mil y una oportunidades, los que elaboraron (y elaboran) el juego de este equipo son estos: Gabi, Luccin, Zahinos, Colsa, Maniche, Costinha, Cleber Santana, Asunçao y La Perla del Tajonar. Sin comentarios. Aun así todavía hay quien piensa que entre esto que hacemos nosotros y el juego de la selección española no hay nada más ni que pueda existir una infinita gama de matices por el camino en la que encontrar nuestro sitio. Así nos va.

El Atleti de Mallorca es ese equipo que cuando no tiene jugadores puros de banda achaca todos los males de la institución a no tenerlos (¿recuerdan aquel discurso?) pero que cuando los tiene, como es el caso, achaca todos los males de la institución a que los especialistas de banda se queden en ellas sin venir al centro a colaborar (es decir, dejando de ser jugadores de banda) y así se “rompa” el equipo (¿recuerdan aquel discurso?). Sencilla y contundente alegoría que denota la falta de referencia a la hora de entender cómo juega este equipo al fútbol (suponiendo que lo haga de alguna manera y que esa manera siga un esquema trazado) además del estado de total confusión deportiva (también) en la que se encuentra esta institución.

El Atleti de Mallorca es ese equipo en el que los canteranos juegan cuando ya es literalmente imposible que no lo hagan (De Gea debutó con dos porteros lesionados, Domínguez consiguió jugar por descarte natural de todos los demás, Camacho está para perder tiempo, Ibra sale porque no tenemos delanteros reservas ya que antes salía Sinama, Cedric dicen que existe, etc, etc,…) y donde se fichan jugadores que no hacen falta (¿lo que necesitaba esta plantilla en diciembre era otro mediapunta-que-puede-jugar-en-banda?) para que tres meses después siguen sin jugar.

El Atleti de Mallorca es ese equipo que depende ahora del escondido talento (con el que nadie contaba) de un jugador conflictivo que pagó por no jugar en es este equipo, que estaba en venta en verano y que ha resurgido de forma milagrosa gracias a un entrenador que llegó a mitad de temporada.

El Atleti de Mallorca es sobre todo el equipo en el que el talento mayúsculo y generoso de un muchacho llamado Sergio Agüero enmascara una de las peores gestiones deportivas de la historia de una institución que encima no tiene la clase ni el acierto de cuidar, mimar y proteger como Dios manda a ese muchacho y ni a su bendito talento.

El Atleti de Mallorca es el Atleti, por mucho que los árboles de la Copa del Rey no nos dejen ver el bosque de la contundente realidad.

Miseria



At. Madrid 1 - Mallorca 1


“No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria”
(Dante Aliguieri)

Cada día es más difícil escribir sobre el Atleti si pretendes hacerlo desde la perspectiva de un club deportivo que juega al fútbol. Cada vez es más difícil porque cada vez el fútbol es lo menos importante de este club. Es algo así como un recuerdo del pasado, una excusa barata para hacer otras cosas, un espejismo barato de lo que antes acontecía en el Vicente Calderón. Hace un mes, cuando empezaba la temporada, algunos indocumentados y sus voceros oficiales hablaban de un equipo potente que pretendía hacer un “buen papel” en las tres competiciones sin reparar en que el equipo era peor que el del año pasado cuando el del año pasado ya era malo, mal preparado, peor entrenado y mucho peor diseñado. Yo entonces decía que el Atleti no pelearía este año por nada y poco después dije que temía por la permanencia en primera división. Hoy mi temor se ha transformado en pavor.

Porque ya no es una cuestión de entrenador (nunca lo ha sido) ni de jugadores concretos ni de un director deportivo que debería ser procesado por atentado contra la sociedad civil. Estando el verdadero cáncer en la cúpula podrida que hace casi 20 años robó la propiedad del antiguamente glorioso Atlético de Madrid me temo que la metastasis se ha propagado hasta los últimos ganglios que quedaban sanos. El club ha alcanzado unas cotas de miseria que sinceramente no recuerdo antes porque hoy ni siquiera tenemos la mentirosa excusa de la intervención judicial. Hoy no hay excusas que exoneren a nadie de la avinagrada papilla que los colchoneros tenemos que tragar.

¿Que quieren que les diga del partido de hoy? No hay por donde cogerlo. El pelota redomado de Santi Denía tenía un papelón terrible al tener que estar al frente del banquillo durante un único partido en el peor momento posible. Parece que lo lógico, lo que hubiese hecho cualquiera, es pasar el trago de una manera digna y siendo consciente que en dos días no puedes hacer nada, tratando de crear el menor número de problemas posible. La alineación que sacó parecía lógica y creo que probablemente sea la mejor alinenación que se puede sacar hoy en día... salvo en la portería. Debe ser sin embargo que ese banquillo provoca una especie de furor estúpido por hacer ver al mundo lo gran entrenador que es uno y al igual que sus predecesores tuvo que poner su “toque personal” sentando a Asenjo y sacando a De Gea. No tengo nada contra De Gea (más bien todo lo contrario) pero considero una estupidez condenar al banquillo a un portero titular que no había sido ni mucho menos de los peores del equipo sobre todo en un partido con tanta presión como el de hoy. Como el destino es así de caprichoso la estupidez al final salió cara al bueno de Santi Denia.

El equipo salió con algo más de brío que otras veces pero no particularmente acertado en ninguna de las parcelas. El Mallorca parecía estar a la espera de lo que pudiese pasar y eso hizo que el Atleti tomase el dominio del partido con más corazón que cabeza y a pesar del lamentable estado de forma de sus estrellas, que muy probablemente obedezca a una razón más psicológica que física. Hasta el penaly marrado de Forlán que expulsó al primer jugador del Mallorca no había pasado nada. Después tampoco. El descanso llegó con un equipo inoperante y espeso frente a un rival con uno menos. La segunda parte siguió por los mismos derroteros a pesar de que Jurado salió al campo para romper el doble pivote y por esos derroteros se siguió hasta el segundo penalty que dio con el segundo jugador mallorquín expulsado. Esta vez el charrua consiguió marcar (admirable la tozudez del uruguayo a pesar del mal partido que se estaba marcando) pero ese no fue más que el detonante para ver una de las peores versiones del Atleti de entre las peores versiones del Atleti. Contra un equipo con 9 jugadores y lejos de aumentar la ventaja en el marcador el equipo se vino atrás, de desarmó, cedió la pelota, la presión y las ganas. Un Mallorca con 9 manejaba el balón, el ritmo y los tiempos. No llegó muchas veces pero dos cantadas de De Gea cortaron finalmente la digestión de los colchoneros cuando el partido estaba a punto de terminar. El primer canté dio con un poste. El segundo acabó en gol.

Hay que asumir la situación. El equipo es una mierda que no sólo sabe que lo es sino que incluso se cree peor. Con ese panorama debemos olvidarnos definitivamente por ser un equipo de fútbol digno, con jugar bien, con ganar partidos históricos, con sacar pecho por nuestro equipo o con soñar con noches alegres. La única alegría que podemos llevarnos esta año es no descender y con esa mira hay que empezar a trabajar. A partir de ahora empieza a ser lícito la acumulación de mediocentros, los pelotazos, los trotones, las pérdidas de tiempo, el echarse atrás cuando metamos un gol, el dar patadas a diestro y siniestro... ahora si porque ya somos un equipo del montón que lucha por no descender.

Aunque sinceramente, si jugar en primera división es esto, si jugar la Champions es ir a empatar a Anfield o que te humillen en Stamford Bridge. Si jugar en primera división es seguir perdiendo contra el madrid o hacer el ridículo contra cualquiera o luchar por las migas o que te meta el Barça seis goles todos los años... es preferible estar en segunda. De hecho es preferible desaparecer. Los grandes grupos de música suelen acabar su carrera en la cima. Quizás nosotros debimos hacer lo mismo.

Método para aprobar Mecánica

Hace ya unos años este que escribe tuvo la mala suerte de tener que estudiar (y aprobar) una infernal asignatura de entelequias físicas que se llamaba Mecánica. Era tan sumamente aburrida de estudiar que necesitaba alguna ayuda externa para ponerme a ello y no me refiero a estupefacientes. Lo que hacía era ponerme un cinta de música de un artista del que no revelaré su nombre para no herir susceptibilidades, que consistía en una eterna canción instrumental de casi una hora con los peores tópicos de las guitarras eléctricas de los años setenta. Era tan verdaderamente aburrido que prefería concentrarme en la Mecanica para obviar lo que estaba sonando. Hasta el día de hoy, que he sufrido este bochornoso Mallorca-At. Madrid, no se me ocurría una cosa mas soporífera que escuchar aquella cinta. Llamar partido de fútbol al esperpento que se ha visto hoy en el Ono Stadi del Mallorca es fundamentalmente mentira pero además un insulto para este deporte centenario. La intolerable pesadilla que nos han brindado hoy a los humanos estos dos equipo supuestamente profesionales de este deporte justifica todas y cada una de las campañas anti-fútbol que de vez en cuando emprende algún colectivo casposo de pseudo-intelectuales de tres al cuarto. Es difícil pensar en una forma más estúpida y aburrida de perder dos horas de tu vida.

Me preguntaban esta semana mi opinión al respecto de la posibilidad de que el Atleti pudiese pelear por los puestos de Champions y mi sincera respuesta fue que dependía de como respondiese el equipo frente a equipos que rechazaran el balón y frente a los que hubiese que crear fútbol. Si tengo que sacar conclusiones respecto a lo que hemos visto hoy, en la primera ocasión en la que nos enfrentamos a un equipo de estos con Abel, me temo que lo primero que tenemos que hacer es asegurar los cuarenta y tantos puntos que nos dan la permanencia antes de pensar en otra cosa. Este equipo es incapaz de crear fútbol pero eso no es un problema de Abel o de Agüero o de los centrales. Eso es problema de la nefasta dirección deportiva de las últimas décadas y en concretos de las últimas tres temporadas. Durante todo ese tiempo los inútiles en cuya tarjeta de presentación pone que trabajan en dirección deportiva de este equipo han llenado esta institución de jugadores y entrenadores improvisados sin ningún tipo de criterio hasta llegar a la situación actual, que es una extraña macedonia de estrellas, esperpentos, medianías, ex-futbolistas y fantasmas con la que es muy difícil montar un equipo de fútbol. Como decía Michael Robinson hoy durante la transmisión, el Atlético de Madrid es una casa construida por el tejado. El centro del campo del Atlético de Madrid es una especie de broma macabra que los equipos rivales agradecen cada siete días. Gracias a la estupidez congénita del fracasado de García Pitarch y a la incompetencia supina del lugarteniente Aguirre, mantenido artificialmente demasiado tiempo, el centro del campo del equipo es lo que queda de una sucesión interminable de medios centros defensivos de similares características e idéntica incapacidad para crear fútbol. Maniche es un ex-futbolista, Asunçao es un buen medio centro defensivo de esos que cubren espacio y roban balones lo malo es que a la hora de darle el balón al que la sabe jugar se encuentra con que no hay nadie de esas características y al que ve es, por ejemplo a Raúl García, que es como si necesitas un abogado y te mandan al tipo ese que contacta con Raticulín. Raúl García es de los jugadores más sobrevalorados que han pasado por este equipo en los últimos años (y a su vez más malos). La eterna promesa que tiene unas “buenas características” pero que en la práctica se traduce en un cero a la izquierda (cuando no directamente en un paquete). Si esto es lo mejor que hizo Aguirre prefiero no pensar en que es lo peor. Camacho es otro Asunçao pero más bajito, más joven y blanco y Ever Banega es famoso en el mundo por razones ajenas al balón. Esta equipo Comansi es el encargado de crear fútbol en el Atlético de Madrid t claro, así nos va. A esta colección de troncos súmenle los Cleber Santana (hoy repartiendo patadas en el equipo contrario), Costinhas (no sé ni donde está), Gabi (¿en segunda?), Luccin (¿en el banquillo del Racing?) y entenderán lo difícil que es entender a que pretende jugar el Atlético de Madrid. ¿Cuanto hace que no tenemos un centrocampista vistiendo de rojiblanco que no se nos caiga la cara de vergüenza de decirlo?

Pero aparte de la escasa capacidad de este equipo para crear fútbol lo que ha sido verdaderamente lamentable del partido de hoy ha sido la actitud de unos jugadores que a pesar de salir al campo sabiendo que todos los que luchan por lo mismo que nosotros habían ganado han demostrado un compromiso más bien dudoso con el escudo que les paga. Sin ritmo, sin tensión, sin ganas... y sin fútbol. Era descorazonador ver al equipo jugando andando, caminando para recoger el balón por debajo en el marcador o a ese petulante portero que tenemos en la portería tardando tres veranos en poner el balón en marcha. Empiezo a sospechar que en este equipo hay más de un jugador que sólo decide mancharse las manos cuando las cámaras y los periodistas están delante y eso sólo ocurre contra los equipos grandes.

¿El partido? Sinceramente no merece la pena hablar de el. El Mallorca planteó un cerrojazo anti-fútbol típico de Manzano, al que conocemos bien porque estuvo aquí al ser el tipo de estratega que gusta en las oficinas del Calderón, dejando el balón y la iniciativa a un inoperante e indolente Atleti que no sabía que hacer con el. Pasado el minuto 20 un despeje erróneo de Pablo (probablemente junto a Ufjalusi lo menos malo el Atleti) Heitinga que se queda enganchado en la salida del fuera de juego con lo que el balón llega a Aduriz que bate a Leo de Vaselina. Tras el gol el Mallorca se hizo fuerte en su cerrojazo y el Atleti siguió en su cruenta cruzada contra la diversión y la ilusión y lo hizo además a base de imprecisiones, patadones, errores mil, la penosa incapacidad de los pivotes del centro del campo para utilizar esa cosa redonda que rueda por el césped y mucha falta de personalidad. Lo más destacable, y encima negativo, son las lesiones de A. López (aparentemente un tirón) y sobre todo de Heitinga que tras un fuerte choque de cabezas tuvo que ser retirado y trasladado a un hospital para observación.

La segunda parte fue más de lo mismo. Ni los acertados cambios de Abel (Sinama en la banda derecha por Heitinga y Banega por un desdibujado Camacho) sirvieron para nada. La única jugada centrada del equipo en todo el partido acabó con un tremebundo derechazo de Maxi que casi parte el larguero pero eso fue todo. Al final del partido en una contra mal defendida el Mallorca puso el segundo en el marcador que certificaba con unos segundos de antelación la debacle colchonera.

¿Quien se atreve a soñar después de esto?

Frío

“Me he pasado mi vida entera rodeado pero he pasado mi vida entera sólo. Me pregunto porque nunca me pregunto la razón de que las cosas más sencillas sean tan difíciles”

Los espectáculos de cualquier tipo suelen transmitir emociones en aquellos espectadores que asisten a ellos. Ahí está la gracia, el espectador intenta presenciar un escenario que le permita sentir algo diferente a lo que sentiría si no estuviese allí. El espectador puede divertirse, reírse, llorar, emocionarse, deprimirse,.. El fútbol se supone que es también un espectáculo aunque mucha gente que vive de el se empeña sistemáticamente en reducirlo todo a ver el resultado del marcador al final del partido, independientemente de lo que ocurriese durante 90 minutos en un terreno de juego. El atlético de Madrid esta noche, como tantas otras noches últimamente, no me ha transmitido absolutamente nada. Nada de nada. Nada de nada a un incondicional como yo así que me puedo imaginar lo que habrá transmitido a cualquiera que por alguna razón lo haya presenciado. Está noche hacía un frío terrible en el Calderón y ese mismo frío que otras muchas noches apenas notaba porque el atleti lo apagaba con su estela hoy se me ha calado hasta los huesos. Esa es la única sensación que he podido sentir en este irrelevante At. Madrid - Mallorca: frío. Frío en mi cuerpo, frío en mis ojos y frío en mi corazón.

Hay dos tipos de partidos del Atlético de Madrid, aquellos en los que el atleti mete un gol en los primeros minutos y aquellos en los que no. Si ocurre lo segundo el partido se acaba sin más. El balón acaba en el equipo colchonero, no sabe que hacer con el y se choca una y otra vez con el equipo contrario de forma inútil siendo incapaz de remontar nada. El resultado será negativo pero existe la posibilidad de que en esa lucha desesperada y alocada el espectador pueda al menos ver algo parecido al fútbol. Si se da el primer caso, el atleti mete un gol rápidamente, el equipo se echa para atrás y se olvida de intentar jugar al fútbol durante el resto del partido, pase lo que pase. En este caso el aburrimiento es la única posibilidad, ganemos o perdamos, y el partido de hoy es un buen ejemplo de ello.

El equipo salió a jugar con algo más de sentido de lo que acostumbra y plantando la caótica línea de presión algo más arriba de lo que acostumbra también. En esa posición del campo nuestro buenos jugadores pudieron aparecer y se vieron algunas buenas combinaciones entre ellos: Agüero, Forlán, Simao, Maniche,... En una de ellas llegó un balón muy bien servido al Kun que lo recogió al borde del área y que decidió colocar dentro de la red tras una espectacular vaselina marca de la casa. Golazo del Kun. 1-0

“Algo por nada, si. Algo por nada, porque soy mendigo y un tipo que elige. Estoy acusado y soy un acusador pero nada es incondicional...”

El Mallorca es un equipo entrenado por un tipo de la escuela de Aguirre aunque con infinitamente más criterio y bastantes menos recursos en su equipo. Un equipo fabricado para resistir como pueda y salir como pueda al contragolpe. Un sistema aberrante para equipos de presupuesto multimillonaro pero lícito y coherente para equipos con poco presupuesto que no tienen la suerte de tener en sus filas a Agüero, Forlán, Simao, Maniche... Aun así tuvieron la dignidad a partir de ese momento de intentar tener el balón y llegar a la portería contraria pero no podían. El equipo no estaba preparado para eso y no sabían como hacerlo. Me recordaba al Atlético de Madrid durante tantos y tantos partidos. En concreto todos aquellos en los que estamos por debajo en el marcador. Por cierto, en un Mallorca defensivo no se veía por ningún lado a Cleber Santana, el fichaje estrella de Pitarch.

El Atleti jugó bastante cómodo durante unos cuantos minutos tras el gol y una buena jugada de Antonio López por la derecha (un jugador que con un entrenador diligente y un director deportivo que intentase compensar el equipo en lugar de descompensarlo sería mejor de lo que parece) el balón terminó en los pies de Agüero al borde del área pequeña tras un semi fallo de Forlán. Evidentemente un balón así en los pies de semejante protagonista sólo podía acabar en gol. 2-0 en el marcador, un Mallorca muerto y un atleti que iba a más. Un chico sentado cerca de mi que había recibido el abono de un amigo y que no era habitual de la grada grito entusiasmado: “a por la goleada”. Mi compañeros de grada y yo mismo le miramos con una media sonrisa en la cara.

“Admito que el mundo entero está acusado pero sólo me tengo a mi mismo para quejarme”

El Mallorca tiene la suerte de tener un entrenador sentado en su banquillo. Manzano probablemente no sea el entrenador que necesita el Atlético de Madrid pero sin duda es un entrenador y sus equipos están entrenados. Tras la triste imagen de la primera parte y mientras el Atleti salía a lo que quiere Aguirre, que acabe el partido sin que ocurra nada, el Mallorca salió con valentía a hacerse dueño del partido y lo hizo, salió a tener el balón y lo tuvo, salió a jugar y jugó y salió a ganar pero no ganó porque el larguero, la suerte y Leo Franco lo impidieron. El Atleti no existió en toda la segunda parte, apenas apareció, no remató nunca y dio la patética imagen que lo acompaña desde hace ya demasiado tiempo. Algunos dirán que hizo un partido “inteligente” yo digo que hizo el ridículo. Me parece denunciable incorporar la palabra “inteligente” para describir una forma de jugar tan sumamente chabacana.

El Mallorca estrelló el balón en el larguero nada más empezar la segunda parte e intentó llegar al área contraria una y otra vez por activa y por pasiva intentando encontrar un hueco en el autobús de matrícula mejicana que ya estamos acostumbrados a ver aparcado en nuestra portería. Cada vez que robábamos el balón estábamos ahí, en nuestro área, con lo que en lugar de intentar la quimera de llegar en solitario a la portería rival nos dedicábamos a especular con el balón y dejar pasar el tiempo. Y así pasó. Entre frío, bostezos y cabezadas del respetable se consumieron los minutos de supuesto espectáculo futbolístico. Lo más destacable fue un paradón de Leo franco tras un remate mallorquín a tres metros de la línea de gol, lo cual es bastante significativo. Como portero de tradición sudamericana Leo es un buen portero bajo palos. Fuera de ahí las cosas se complican.

Fin del partido. Tres puntos, los atléticos eufóricos de nuevo y completamente recuperados de los varapalos de los últimos días. ¿Quien se acuerda de los 6 goles del Barça, del partido contra el Sevilla o de la enésima humillación del Madrid? ¿Quien cuestiona que no se juegue ni a la taba o que nos ganen todos los equipos grandes? ¿Quien puede estar triste y pesaroso si hemos ganado al Mallorca en tu casa por 2-0?

Unconditional (Sam Endicott)
The Bravery - The Bravery (Island/2005)

Barco a la deriva (Mallorca - At. Madrid)

Decía George Bernard Shaw que cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza siempre dice que cumple con su deber. Aguirre a pesar de la constante decadencia de la identidad de nuestra institución, unos resultados mediocres y el juego más pésimo que se recuerda en el Calderón en más de cien años de historia, lleva año y medio diciendo domingo tras domingo que únicamente cumple con su deber. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

La decadencia de una institución como el atlético de Madrid, bandera en muchas cosas para ingenuos como yo, es tan palpable y evidente que sus actuales dirigentes deberían empezar a dejar de dormir por las noches si quieren a esta institución el 1% de lo que la queremos los idiotas que pagamos el abono y nos dejamos el dinero comprando partidos que atentan no sólo contra el buen gusto sino contra la dignidad de las personas. Nuestro equipo da vergüenza y Miguel Angel Gil Marín es el principal responsable de la situación tan lamentable por la que se arrastra nuestra institución. Después de 11 años sin jugar una final, cosa que no había ocurrido antes, el equipo es una caricatura de esa escuadra señera que aparece en los almanaques, ninguneada por los medios, despreciada por los rivales, ignorada por la jet set del fútbol europeo, plagada de jugadores carísimos que no tienen la personalidad ni el carácter mínimo para jugar en una institución centenaria, con una secretaría técnica torpe, mala y amateur que ni entiende la institución, ni conoce el mercado y que sólo aporta problemas y lastre pesado en forma de jugadores absurdos e inoperantes y sobre todo dirigido deportivamente por uno de los peores entrenadores que se han sentado en ese banquillo, cuya ineptitud y falta de recursos sólo es superada por una estrecha tozudez y soberbia que está provocando úlceras cada vez más grandes en la línea de flotación de un barco a la deriva. Un director deportivo altivo y prepotente que actúa crecido gracias al respaldo que con antipática arrogancia profesa por él, el que dicen ser el mandamás de esta institución.

El partido de hoy es otro ejemplo de lo que nunca debería ser un partido de fútbol y lo que nunca debería ser un partido del atlético de Madrid. Es inútil resumir o matizar nada porque todo, absolutamente todo lo que hizo el atlético de Madrid lo hizo mal. Salto al césped a no hacer nada, como le gusta a Aguirre, mientras el equipo contrario tiene el balón. Así llegaron los mejores minutos del Mallorca que se limitaba a intentar meter un gol, algo estúpido y arriesgado en el código de nuestro simpático mejicano. No fue complicado hacerlo. Manzano, un tipo que al menos es profesional, decidió poner a los mejores jugadores que tenía en su plantilla incluso desafiando a los dioses aztecas que dicen que si sales con un solo mediocentro te crecen pelos en la lengua y se te caen los ojos. Con ojos y la lengua limpia su mediocentro se comió a los dos nuestros (bueno, a uno nuestro y al señor negro que corretea por allí cerca) mientras además se quedaban con la pelota. La enésima cagada de nuestro potero italiano (sólo Aguirre conocerá la explicación de por que Falcón no es titular en este equipo) bastó para quedarnos por detrás en el marcador. Fin del partido. El Mallorca se echó para atrás y nos dio el balón pero como no sabemos que hacer con el nos dedicamos a marearlo sin sentido. Desde ahí hasta el final ni un solo tiro a puerta y ni una sola jugada trenzada. Nada puede resumir mejor la forma de entender el fútbol de Javier Aguirre.

Los periódicos dirán que faltan jugadores, que falta fondo físico, que si Forlán está flojo, que si hay jugadores que no han respondido…. paparruchas. El que de verdad no ha respondido es el entrenador que ha sido incapaz de sacar rendimiento a ni uno sólo de los jugadores que ha tenido en este tiempo. A nadie. TODOS han jugado mejor en su carrera sin Aguirre dirigiéndoles y TODOS valen menos ahora que cuando llegaron por la simple razón que ninguno de ellos ha conseguido jugar en un equipo de fútbol con la camiseta rojiblanca. Si basas tu sistema en que le llegue un melón al Kun desde la troposfera y que se invente un gol de la nada, el día que el balón no llega o que el Kun es un jugador normal no hay nada que hacer. Lo estúpido es pensar que es culpa del Kun. Si obligas al delantero centro a tapar el centro del campo, a distribuir el juego de tu equipo y a correr cientos de kilómetros cerrando huecos no esperes que luego esté fresco de cara al gol. Lo estúpido es pensar que es culpa de Forlán. Si te tiras un verano diciendo que quieres jugar por las bandas, tienes cuatro jugadores de primer nivel para hacerlo y diseñas un sistema en el que los balones llegan arriba de forma vertical y exclusivamente a través de los patadones de los centrales, y no tienes a nadie (porque no quieres) capaz de llevar un balón a la banda, no esperes que los extremos entren mucho en juego. Lo estúpido es pensar que es culpa de ellos.

Hace semanas que me da igual los puntos que saquemos, lo que hagan los rivales y donde jugaremos el año que viene. Me preocupa tanto mi equipo que todo eso me parece baladí y me da igual. Sacrificaría lo que fuese por empezar a construir el año que viene un equipo de verdad, con un entrenador de verdad y un secretario técnico de verdad. Lo que sea. M. A. Gil, García Pitarch y sobre todo Aguirre, por favor dejar el atlético de Madrid y dedicaros a hacer aquello que sepáis hacer. Lo que quiera que sea.