Ayer se jugó el último partido oficial del Atlético de Madrid en el Estadio Vicente Calderón. Ayer, se consumó la liquidación de la casa de los rojiblancos por parte del Gilismo con el beneplácito y apoyo de la mayoría de la afición. Unos culpables y otros cómplices de seguir destruyendo el club. Una más de 30 años de Gilismo.
Por eso, me niego a escribir nada más del encuentro de ayer pues todo lo ocurrido es de una vergüenza ajena descomunal. Es algo inaudito: te roban, te tiran tu casa y encima muchos son felices y aplauden. Yo no entiendo absolutamente nada.
Nada más que decir que aquí seguiremos luchando por el Atlético de Madrid. Aquí somos aficionados de CLUB, no somos cheerleaders. Existe una gran diferencia entre ambos conceptos. Si bien algunos no lo entenderán jamás ya que su contumaz Gilismo no les permite ver nada más. Como se suele decir: "Así los quiere Gil".
P.D.: Algún día, el Atleti volverá a ser el Atleti, pese a la poca ayuda y apoyo de muchos.
3 comentarios:
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