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Plano, cansado y con diez


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At. Madrid 1 - At. Osasuna 0

Sirva estas primeras líneas para denunciar la solemne estupidez de esto del fútbol los lunes, especialmente cuando se hace a traición y después de que los abonados pagaran su abono, especialmente cuando Madrid y Barça tienen que estar exentos y especialmente cuando el Atleti tiene el jueves un partido importante. ¿Dónde están nuestros dirigentes para defendernos? Cuatro días antes de jugarte la UEFA (o como se diga) y lo tienes que hacer encima con los únicos once jugadores que tienes. Apunten este dato: el Atleti es el equipo español que más partidos ha disputado hasta la fecha (más que Madrid y Barça) pero el que tiene la plantilla más corta. Viva Calamidad y su troupe.

Llegados al último tercio de la liga, el lugar donde Luis Aragonés dejó claro que se deciden las cosas, podemos ya confirmar eso que algunos llevamos diciendo desde el primer partido de liga y es que la versión original del Atlético de Madrid 09/10 es un auténtico fraude. Un fraude plano, torpe y aburrido que pasea con más pena que gloria el escudo que llevan por casualidad en esas camisetas rojiblancas disimulando la vergüenza a la sombra de supuestos éxitos deportivos que necesitarían un análisis mucho más profundo. Este Atleti desequilibrado, mal construido y mediocre es un equipo plano y romo incapaz por completo de crear fútbol en ninguna de sus variedades. Cierto que ahora es un equipo ordenado, lo que es una novedad, pero ¿es eso suficiente bagaje para un equipo con esa camiseta? Alguno todavía pensará que el irrefutable hecho de que los mejores partidos son siempre contra equipos grandes es sólo achacable a eso tan socorrido de la testosterona y la actitud pero yo creo que tiene mucho que ver con el hecho de que enfrentarse a equipos que por su propia naturaleza tienen que abrir las líneas y ser algo más valientes de lo habitual es más fácil y sobre todo es más fácil jugar la fallo del contrario que es lo que hacemos. Síntoma de equipo mediocre eso de hacer buenos partidos sólo con los grandes.

El experimento de esta noche era el de todas las noches sin Tiago y con Raúl García, es decir un equipo colocado medianamente bien en el campo incapaz de hacer nada con el balón y que deja su poder ofensivo a merced de un pelotazo, un rechace, un robo inesperado, un córner,... La mejor ocasión de la primera parte fue así, un córner sacado por Simao y rematando con alguna parte del cuerpo de Antonio López que remató fuera por poco. Nada más.

Quique optó hoy por dar descanso a los tobillos de Reyes poniendo en el campo a Jurado en esa banda donde tantas veces ha pasado desapercibido y el gaditano no podía dejar pasar la ocasión de seguir en esa línea aunque ha estado algo más activo que otras veces pero sin deslumbrar. Tampoco su bajo rendimiento de hoy es achacable a él mismo porque básicamente ha estado en la línea del resto del equipo, ni más ni menos, pero todo el mundo siempre espera algo más de este tipo de jugadores y no de, por ejemplo Varela. Un par de arrancadas por la izquierda con gili-bicicleta que acabaron en tiros desde lejos que no cojían puerta fue lo más notorio de la primera parte.

Entre que el Atleti se recreaba en su planicie, que los interiores (especialmente Jurado) se olvidaban de cerrar y que a Raúl García ni está ni se le espera, los navarros se hicieron (como lo oyen) con el balón y marcaron el ritmo del partido terminando la primera mitad. Cómodos con el pelotazo y el fútbol aguerrido, los de Camacho lo hicieron mejor y sin llegar con claridad salvo en un par de pases cruzados que De Gea solvento con diligencia, la realidad es que dieron más sensación de peligro y se llevaron el humillante éxito de haber tenido más posesión de balón que el contrario.

La segunda parte comenzó con los mismos parámetros de la primera pero llevando un punto más arriba eso que algunos llaman “el otro fútbol” que básicamente consiste en cortar con patadas cualquier atisbo de juego. Quizás Osasuna sea una escuadra ducha en este supuesto arte pero el Atleti no lo es y por eso salió perdiendo en el intercambio de golpes. No había transcurrido el primer cuarto de hora cuando Simao traduce su exceso de empeño en la entrada a destiempo que le ocasiona la segunda amarilla. Incomprensible en un jugador de su experiencia pero es que es incomprensible que un jugador como Simao tenga que pasar las jornadas jugando a esto de dar patadas y pelotazos.

Curiosamente la desventaja numérica no se notó y no lo hizo por varias razones. La primera es que para Osasuna vale todo lo que hemos dicho antes del Atleti... pero en peor. Igual que el Atleti no sabe jugar contra equipos en inferioridad no lo sabe hacer tampoco Osasuna y por la misma razón: porque no saben jugar. Ni contra diez ni contra cinco. Eso de tener que elaborar una jugada desde cero no va con su filosofía y se pierden. Si a eso le unen que enseguida salió Ibra para sustituir a ese sucedáneo malo de Forlán que soportamos esta temporada pues todo se entiende. El Senegalés, sin hacer nada del otro mundo, hacía lo que supone tenía que hacer el uruguayo y por alguna razón no hace. Baja a defender al medio, ayuda a sacar la pelota de espaldas, tira desmarques y ofrece una salida. El canterano es un jugador infinitamente peor que Forlán pero a veces las ganas hacen milagros, en un sentido y en el otro.

Cuando al poco de quedarse con 10 el Osasuna, en su mejor ocasión, lanzó un violento disparo desde fuera del área a la escuadra que hace que de De Gea cometa una parada soberbia, enseguida vimos que todavía quedaba una oportunidad para los madrileños. De hecho, los navarros no supieron en ningún momento hacerse con el control del partido y las ganas de Agüero e Ibra junto a la buena colocación de la defensa compensaban la inutilidad permanente de Raúl García y conseguían mantener el tipo con salidas verticales casi siempre en las botas de Agüero. En una de esas salidas el balón llega a la frontal del área en los pies del argentino pero este ve a Jurado en la esquina del área grande a donde le manda el balón. El gaditano, esta vez si, decidió destapar el tarro de las esencias para regalarnos un soberbio gol con golpeo seco en rosca que pilla a Ricardo adelantado. 1-0 y la fiesta en el Calderón. Faltaban menos de diez minutos.

Poco más. Los cambios, el juego táctico y otro soberbia parada de De Gea hicieron que el partido se acabara y el club atlético de madrid pueda seguir alimentando esa adictiva y periodística utopia de alcanzar las plazas europeas por méritos propios. La lógica indica que no pero en una liga de las estrellas tan estrellada, donde reina la mediocridad y el aburrimiento, todo es posible.

Full Contact


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R. Zaragoza 1 - At. Madrid 1

Debe ser que me estoy haciendo mayor pero me molestan mucho las cosas molestas que aparecen cuando no deben hacerlo. Me molestan mucho los imbéciles que se cuelan en las salidas de la M-30, que supuran los listos que fuman en sitios donde está prohibido y me molestan sobre manera los equipos que tratan de “sacar algo positivo” en un campo de fútbol a través de patadas y desconcertando con violencia al rival. El Zaragoza hoy ha practicado una suerte de bloqueo al fútbol a base de golpes y tarascadas que para mi incluso eclipsa la torrija con la que ha salido el Atlético de Madrid a la Romareda en un partido espeso y plano de los madrileños que frena su trayectoria ascendente.

El inicio del encuentro formó un inesperado pero definitivo cocktail que le sentó francamente mal al equipo madrileño mezclándose en el mismo sitio y a la misma hora la tradicional pájara del Atlético de Madrid a la hora de encarar esos partidos que al parecer no le motivan demasiado a una frágil plantilla, la falta de claridad de otras veces, la falta de tensión de siempre y un Zaragoza pasado de revoluciones, insistente en la presión y constante en la ejecución de una agresividad que entonces todavía se mantenía dentro de los parámetros de la declaración de los derechos humanos. Los primeros cinco minutos fueron literalmente un acoso constante de los aragoneses que como suele ocurrir en estos casos se tradujo en el primer gol de la noche tras un córner que Jarosik remata a la red.

Con el mazazo inicial en la espalda el Atleti trató de quitarse el polvo con el que había salido pero el ambiente estaba mucho más espeso que otras veces. Con Tiago muy marcado y cerrado en la línea de pase los colchoneros trataron de llevar el balón a las bandas y especialmente al hijo pródigo de Reyes pero entonces apareció la violencia zaragozana. La deportiva agresividad con la que el equipo maño había aterrizado en el campo se transformo en violencia gratuita que casi siempre rayaba por el lado de fuera la legalidad y de esa manera se dedicaron a dar patadas con bastante más rigor táctico que furia de forma que consiguieron desarmar el hoy parsimonioso juego de ataque colchonero. Kun, Reyes, Simao, Tiago,… todos los buenos caían en las patadas de los de blanco. Ante la permisividad del colegiado los aragoneses aprovechaban la falta de justicia para robar y armar el contrataque y aunque se crearon algunas llegadas las ocasiones de gol no fueron realmente importantes en toda la primera parte. Eso si, los madrileños no llegaron una sola vez a puerta. Nerviosos atrás y estancados en el centro, arriba las pelotas no llegaban ni con claridad ni sin claridad. Agüero, Simao o Reyes intentaba bajar a la zona de creación pero de forma inútil. Observaran que no he mencionado al bueno de Forlán pero casi mejor no hacerlo. Indolente como acostumbra esta temporada, fallón en la entrega, torpe en el pase y ausente en el juego el uruguayo ha completado una de sus peores primeras partes con esa camiseta. Así que así, con dolor en las espinillas y un panorama sombrío se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó exactamente igual, con un atleti que supuestamente quería ganar pero con una espesura y escasez de ideas impropia de la reciente versión rojiblanca pero quizás todo ello tenía que ver con el combate de Full Contact que proponía un Zaragoza pasado definitivamente de vueltas que repartía patadas y golpes diestro y siniestro como uno recurso para… ¿jugar? Aferrándose a ese gol que campeaba en el marcador los aragoneses se dedicaron a jugar todas sus apuestas en torno a eso que algunos llaman “el otro fútbol” pero que no es más que otro de los muchos sucedáneos que hay para anti-fútbol. Sin querer disculpar el mal juego del Atleti me parece vergonzosa la forma en la que los maños han decidido jugar prácticamente todo el partido. Cualquier cosa mala que les ocurra a equipos de esta catadura sinceramente será bienvenida. Después de que prácticamente cada equipo modesto que juega contra el Atleti nos da una lección de encarar los partidos en torno al balón y al juego ahora aparece este Zaragoza, un equipo histórico, haciendo este tipo de historias. Lamentable. Pero claro, nada de esto sería posible si el señor que imparte justicia, el árbitro, hiciese lo que tiene que hacer.

Con ese panorama poco se vio tampoco en la segunda mitad. El banquillo colchonero decidió esta vez no esperar a que faltasen cinco minutos para mover el banquillo y decidió poner a Jurado por Forlán, cambio que sirvió para ver el enésimo feo gesto del uruguayo marchándose al banquillo andando mientras se perdía el partido, especialmente cuando había hecho un partido atroz. Jurado trató de aportar algo más circulación al balón pero no lo hizo y lo que si que provocó fueron algunas pérdidas de balón que supusieron contraataques del rival. El que si que dejó muy buenas sensaciones fue Salvio que hoy, con más minutos por delante, dejó muestras de lo que puede ser. Muy móvil, comprometido en defensa, buen toque, buen pase, buena pegada a balón parado… espero que goce de más minutos. Desgraciadamente la entrada del argentino coincidió con la lamentable expulsión de Reyes. En un partido en la que el utrerano ha podido recibir veinte patadas fácilmente la mayoría de las cuales impunes, resulta que acaba expulsado por un brazo al aire y el brío del respetable. Si esto es fútbol a mi que me lo expliquen.

El Atleti con diez se fue entonces a la desesperada y en el último tramo Quique prescindió del doble pivote para dar entrada al canterazo Ibra y en qué hora. Cuando el tiempo ya pasaba el minuto 90 un gran pase de Jurado al área pequeña es rematado a gol por un Ibra que entra a por el balón como deben entrar los jugadores que juegan con esa camiseta, con todo. Golazo del chaval que pone un merecido empate (el Zaragoza no hizo nada desde que metió el gol) en un mal partido de los colchoneros.

Estado de ánimo

At. Madrid 3 - Sporting 2


Dijo una vez ese vendedor de humo y artesano del titular llamado Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo y aunque me duela reconocerlo, que me duele, esta vez tenía bastante razón. El mismo estado anímico que otras tantas veces ha servido para perder partidos a última hora o descolgarte de ellos en los momentos clave es lo que ha servido hoy para llevarse los tres puntos en un partido aburrido y donde el Atleti ha dejado ver sus grandezas y fantasías pero sobre todo sus fantasmas y miserias.

Antes de que se me olvide decirlo desde aquí mi felicitación a Manuel Preciado, el entrenador del Sporting, por tener la valentía de apostar por una forma de entender el fútbol tan acorde con la esencia de este deporte. Desde que el equipo asturiano ha vuelto a primera este hombre ha apostado por saltar al campo sin complejos, salir a ganar los partidos y hacerlo teniendo en cuenta el que debería ser el principal protagonista del fútbol: el balón. En contra de la tendencia imperante en el fútbol moderno, esa tradición de entrenadores iluminados que se enfadan cuando en el césped pasan cosas, y desafiando con descaro a esa regla no escrita de que los equipos de bajo presupuesto deben basarlo todo en la fuerza y el músculo el Sporting apuesta siempre por controlar el partido controlando el balón y eso es mérito de su entrenador. Si yo fuese Quique (o Abel o Aguirre, o Manzano, o Ferrando, ...) me daría vergüenza manejar el tercer presupuesto de la liga con el espíritu de un equipo ascensor, especialmente con ejemplos como el de preciado.

Pero el Atleti salió en cualquier caso bastante enchufado al partido lo que ya es un triunfo en estos tiempos que corren y lo hizo además con presión e intensidad acompañado de bastante ritmo. Los asturianos aceptaron el reto sin recular con lo que el partido prometía ser divertido. En seguida llegaron las ocasiones como esa de Forlán que se quedaba sólo delante del portero pero un fuera de juego pitado injustamente impidió el gol del charrua aunque simplemente se retraso unos minutos que fue lo que tardó en volverse a quedar sólo delante del portero en una jugada rara de rechace en la que el más listo de la clase (Agüero) salta para que el balón le llegue claro al Uruguayo. Lamentablemente ahí se acabó el partido para el Atleti durante muchos minutos. Quique, militante de esa corriente de entrenadores que apuestan por dejar el fútbol y el balón como una mera anécdota dentro del juego, es de esos tipos que tiende a “manejar” las circunstancias del partido y eso indica que estando por delante del marcador el equipo tenga que estar anclando en su posición defensiva, especule con el balón y ceda el protagonismo al contrario. Eso es lo que paso. El problema es que con un equipo sin centro del campo y una defensa titubeante como la del Atleti es muy difícil manejar tácticamente nada y ocurrió que el partido se transformó entonces en un tostón en el que el Sporting parecía el equipo de casa y el Atleti el equipo modesto aunque para que Quique se arme de razones para su forma de hacer lo cierto es que los de Gijón tampoco eran capaces de llegar al área y el partido, con todo su centrocampismo estéril, parecía estar controlado. Hasta que llegó al excentricidad de la noche en las botas de nuestro flamante portero titular que gracias a la estupidez congénita de nuestra dirección deportiva al despoblar la portería del Atleti de experiencia y poblarla exclusivamente de talento sin pulir ha conseguido que un tipo de enorme potencial como Asenjo juegue tensionado y con miedo lo que provoca cosas como las de esta noche. El cancerbero salió del área pequeña sin ningún criterio y de forma torpe para tapar una jugada que no tenía que tapar tan lejos lo que provoco un penalty estúpido aunque dudoso (aunque a mi en la grada me pareció clarísimo). El Sporting aprovechó la ocasión para empatar y comenzar así sus mejores minutos del partido hasta el descanso con ocasiones de Carmelo y Camacho y en el que se hizo dueño absoluto de todo frente a un Atleti miedoso, cohibido y cobarde que dejaba el balón y el campo en manos del que lo quisiera.

Pero Quique debió ver otro partido, debía estar contento con lo que veía o no fue capaz de hacer nada en la caseta porque el comienzo de la segunda parte siguió exactamente el mismo guión: un Sporting dominante y lanzado y un Atleti encerrado y encogido aunque como desgraciadamente el fútbol no siempre premia al valiente o al que lo hace bien ocurrió el que un contrataque bien tirado por el Atleti diese con un centro lateral pasado que Forlán dejó de cabeza (dudoso y sale el balón del campo) para que Asunçao hiciese su primer gol desde hace siete años. El equipo asturiano acusó el golpe de forma casi terminal y el partido volvió a tornarse de color. El Atleti se asentó, el Sporting perdió el control de los tiempos y el balón con lo que se entró en una fase bastante cómoda para los madrileños que permitió ver al mejor Reyes desde que viste esta camiseta (de nuevo un partido muy completo) y a esa maravilla patrimonio de la humanidad que se llama Sergio Agüero (magistral esa vaselina característica que dio en el larguero). Pasado el cuarto de hora otra gran jugada del Atleti acaba con un balón suelto en el área asturiana algo escorado a la derecha que el canterano Ibrahima (había salido por un Forlán lesionado en lo que parece ser simplemente un esguince) recoge para inaugurar su cuenta goleadora con este equipo y poner la tranquilidad en la grada. Es muy refrescante y emociona ver a un jugador con tantas ganas de jugar. Tiene un cuerpo imponente y unas buenas hechuras de futbolista y aunque comete errores de inexperto lo compensa con sus ansias por jugar. Bienvenida sea gente así. Y bienvenido a Tiago que en los pocos minutos que estuvo en el campo dejo buena impresión y buenos detalles para ocupar ese ansiado centro del campo. En cualquier caso lo tiene fácil. Estoy convencido de que prácticamente cualquier mediocentro del primera división (excepto Cléber) lo haría mejor que el actual Raúl García que nos ha premiado con otro lamentable encuentro.

Entre jugadas del Kun, regates de Reyes y lujos de Jurado el Sporting intentaba jugar sus bazas a base de velocidad verticalidad y juego de equipo y lo consiguió en las postrimerías del partido con gol de Luis Moran con tiro desde fuera del área tras rechace. Faltaban tres minutos y no se sufrió en exceso pero si sufrimos la injustica de que la siguiente jugada no acabase en gol. El Kun cogió el balón de saque de centro y se regateo a todo el mundo hasta plantarse delante del portero.

Victoria que aparca definitivamente el fantasma del descenso y que destapa la caja de los sueños y la quimera de intentar llegar a ocupar las posiciones de la zona noble de la clasificación. Jugando así lo veo difícil pero ya saben... el fútbol es un estado de ánimo.