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sábado, 31 de diciembre de 2022

El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso

 1.

Qué libro complicado: cuando promediaba la lectura, pensé en crear esta entrada para decir eso. Este fue mi año de lector de Donoso, me volví fan del boomer chileno (ya me ganó el año pasado con la joya infinita que es El lugar sin límites) y después de tres hits infalibles (la mencionada, Este domingo y Coronación) me compré en noviembre, en Mar del Plata, la que muchos consideran su obra maestra. Que es este libro, El obsceno pájaro de la noche. Medio que lo empecé de inmediato, y si bien durante su primer tramo me compró totalmente, en un momento me empezó a perder. Creí que Donoso estaba meando fuera del tarro. Por supuesto perseveré, un poco porque no me gusta abandonar los libros y otro poco porque necesitaba saber qué pasaba, y lo bien que hice, porque ya estoy adentro de nuevo, fan de Donoso como el que más. Me di cuenta que vengo leyendo a Donoso en orden cronológico o casi, así que ya me compré en la plataforma del macrismo virtual, el quinto libro que vendría a ser Tres novelitas burguesas.

2.

El problema con El obsceno pájaro de la noche pasa por dos lados. Por un lado, es un libro de 456 páginas (el doble que cada uno de los anteriores) pero en el que casi todo el tiempo somos víctimas de una catarata de monólogos internos en los que los punto y aparte se hacen desear. Onda El entenado de Saer. Entonces la lectura es densa como dulce de leche, las 456 páginas parecen 1112 (hay momentos de diálogos, pero no son los más) y todo requiere una inversión de tiempo muy abigarrada, que contrasta con lo fácil que se leen los tres libros anteriores, que tienen la liviandad de un folletín. Este es un problema práctico, no estético. Creo que la forma correcta de leer este libro es en largas sentadas de a muchas decenas de páginas por ves, en lo posible de a capítulos enteros, lo que la hace más apropiada para largos viajes en transporte público o para lánguidas tardes de reposera frente al río Salado que para lecturas en el baño (mis preferidas) o en cortos traslados subterráneos a Plaza de Mayo (mis habituales).

3.

El otro problema sí es estético, y es que por momentos decís "No entiendo nada". No porque no se entienda la historia, a pesar de que tiene un millón de capas, sino porque no se entiende la cronología, y ahora que la terminé puedo afirmar que es debido a que está rota, reventada, imposibilitada de defenderse. Las más fuertes incoherencias en la cronología, y sin explicación, son: el Mudito encontrándose con Boy en la comisaría a las 200 páginas, cuando Iris lo echa a la calle -pero después pareciera no haber salido nunca de La Rinconada-; Azula y Emperatriz por Santiago pensando en irse a Suiza y encontrándose con el Mudito hacia el final, cuando en teoría ya habían creado su sanatorio en Suiza; y claro, la parte del sanatorio, cuando el Mudito está o cree estar internado. Muchas cosas están fuera de orden pero al final encajan, y muchas otras no. Sin embargo, no importan, les aviso ahora. Y hay algo que dice Donoso en un texto posterior, que se incluye en mi edición del libro, que le da el derecho a todo: 

"Un universo construido sobre la falsa premisa de la paralógica tiene la clara ventaja de ser autosuficiente. No tiene que rendir homenaje a la realidad, sino que vive por sí mismo y de sí mismo: no tiene que 'funcionar' en relación con cosa alguna, sino sólo de acuerdo a reglas establecidas en el universo postulado de la novela (...) un reconocimiento a la dinámica de lo inconsciente, capaz de producir una coherencia que, me gustaría creerlo, yace más allá -y quizás detrás- del tiempo, fraccionada y reconstruida en un todo".

4.

Contar la trama es un bolonqui y además para qué, pero créanme que es espectacular. Hay de alguna manera tres mundos en la novela, y para mí el mejor lejos es el de la Casa de Ejercicios Espirituales de  la Encarnación de la Chimba (y también para Buñuel, que casi hace la película pero sólo le interesaba esa parte). Lo que sí me parece copado contar acá es cómo llegué a este libro: por un lado, porque vengo leyendo a Donoso y es todo bueno, pero en este caso me interesé en este en particular cuando escuché a Mariana Enríquez charlando con Rebord. Decía la Enríquez que en Latinoamérica tenemos una tradición de escribir terror sobre mitos europeos (lobos, vampiros) y que está poco explorada la mitología de por acá. Que por ejemplo al imbunche lo encontró primero en La cosa del pantano de Moore, cuando es un mito mapuche. Que en literatura latinoamericana sólo lo había visto en El obsceno pájaro de la noche de Donoso. Así que por el imbunche llegué a este libro. Qué miedi.

lunes, 3 de octubre de 2022

Coronación, de José Donoso

1.

La novela de 2022 -por lo menos de los diez primeros meses- es de 1968 y se llama Coronación. Y eso que es el tercer libro que leo de Donoso y no es el que más me gustó de los tres.

2.

Es también el hit de Donoso, el libro más fácil de conseguir en librerías y plataformas usureras de compraventa, en múltiples ediciones. No es su "obra cumbre", porque ese título se le adjudica a otra novela, El obsceno pájaro de la noche, que empecé a leer hace unos días.  Pero sí es quizás el más leído y seguro el más adaptado a cine (en dos películas, una mexicana de 1976 y otra chilena de 2000). 

3.

Donoso es quizás el escritor más interesante con el que me topé en los últimos años, al punto que termino de leer un libro suyo y busco comprarme otro, porque descubrí en este escritor a alguien que me asegura diversión y asombro. Sus tramas son truculentas, melodramáticas, oscuras. Hay buenos y malos, pero los buenos sufren y los malos también. Hay mucha cuestión de clases, algo que tiene seguramente que ver con el origen burgués y chileno de Donoso. Hay relaciones de poder, abuso de poder, sexo, patetismo, pero sobre todo una maestría descomunal en el uso de la focalización, o de la voz narradora, o no sé cómo llamarlo que es muy propia de su época -Donoso es parte, medio de costado, del boom- pero que para mí él hace como nadie. 

4.

Coronación es la historia de una casa señorial, y de los últimos representantes de una familia otrora importante: el jovato y solterón Andrés Ábalos y su nonagenaria abuela Elisa Grey de Ábalos. El personaje de la abuela es como de Dostoievski: postrada y poderosa, medio loca (¿o del todo?) y temible. Y el de Andrés, un poco también, ahora que lo pienso. Pasa de ser un abandonado de la vida, concentrado en hacer nada y vivir de su herencia, a un dechado de nervios por el deseo (¿el amor?) que le genera Estela, la nueva mucama, una adolescente, una campesina, una chola. Hay otro personaje, Mario, un adolescente pobre, con el que la novela se va a ir hasta Valparaíso, siguiendo a su hermano malandra, catalizador de un clímax que no por anunciado desde el título deja de tener una fuerza espectacular. 

5.

Donoso te amo, nos veamo nos besemo.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

Este domingo, de José Donoso

 1.

Qué capo este señor. Este lo leí por lo mucho que me gustó El lugar sin límites, y lo bien que hice. Me dan ganas de decir cosas reaccionarias como que ya nadie escribe así, que con los boomers latinoamericanos estábamos mejor. 

2.

¿Por qué tan capo? Porque hace todo: va del presente al pasado haciéndose el Proust chileno, siguiendo el aroma de unas empanadas, construye personajes femeninos y masculinos y de todas las edades y de todas las clases sociales y todos parecen tener profundidad y dimensiones y personalidad y vida, además te los hace narradores y después cambia el foco y te cambia la imagen del personaje que ya te había presentado, encima le mete sexo, violencia, mentiras y melodrama al mango (como si fuera una novela que se maneja con una consola: el switch del melodrama al mango y no acopla). Y el final es espectacular, cinematográfico (¿pero cómo lo podrías filmar? Capaz Ripstein...) y encima tiene otro final después que es también espectacular, poético, arrasador.

3.

Paso de narrar el argumento, sólo notar las similitudes con El lugar sin límites: la espera de Maya como la espera del Pancho Vega (y entre ellos tienen cosas en común, pero no por eso son el mismo personaje: lejos estoy de decir eso; sin embargo, podríamos pensar que cumplen la misma función en la estructura); el tópico melodramático del amor prohibido; la tematización de la diferencia de clases en Chile (pero esta es una historia urbana, la otra es rural). Un paper ahí (que seguro ya existe). 

4.

Denle el premio. Y regálenme Coronación, que es su novela más conocida y no la tengo.

jueves, 1 de julio de 2021

El lugar sin límites, de José Donoso

 1.

Hay una manga de piojosxs reseñando libros por la internet que dicen que este libro no está tan bueno, que es entretenido pero deja que desear y no sé cuántas giladas por el estilo: ¡¿quiénes son?! (léase con la voz de Moria). La verdad, de cuarta. Este libro es una maravilla, así nomás. Es fácil un 9, por no decir un 10, se sabe que yo soy del 10 fácil pero bueno, las quiero ver a las piojosas esas de la internet usando así la fluidez para pasar de un narrador omnisciente al monólogo interno de la Manuela, y sin solución de continuidad al de la Japonecita, o al del Pancho, sin que sea confuso y con los personajes bien definidos. Eso, en las letras posmo, no se consigue. Hay que remontarse al boom para eso, y bueno, acá está el ejemplo, novela chilena modelo 1966 de amigo chileno de Carlos Fuentes que tiene dos títulos en la hermosa colección CLUB Bruguera que he sabido completar.

2.

Me sorprende encontrar pocas referencias a El lugar sin límites ahora que volvió a estar en el candelero la grandísima novela Tengo miedo torero (que estoy releyendo, pronto reseña) a raíz de su adaptación cinematográfica. Sin la una no sé qué sería de la otra. (Existen las comparaciones igual, acá hay una muy buena y académica: "La construcción de 'la loca' en dos novelas chilenas: El lugar sin límites de José Donoso y Tengo miedo torero de Pedro Lemebel"). Obvio que Lemebel es quien es por mérito propio y con voz propia, pero hay una relación indiscutible en el habla de las dos travestis protagónicas, la Loca del Frente y la Manuela. Y claro que también es distinto quién escribe, Lemebel que nunca estuvo en el clóset, porque los pobres no tienen clóset, tienen ropero, y además a él "siempre se le notó, desde un avión", como dice en Harvard en el documental Lemebel (2019), y Donoso, de quien se supo que era un homosexual reprimido y sufriente a partir de la publicación de las memorias de su hija y de la publicación de su correspondencia. Bien se podría usar esa diferencia como clave para entender los destinos distintos de las dos protagonistas, aunque ambos sean destinos de melodrama.

3.

El lugar sin límites cuenta la historia de la Manuela y su hija, la Japonecita, dueñas y madamas de un burdel de mierda en un pueblo agonizante, la Estación El Olivo, a 40 km de Talca, en la región del Maule. Un pueblo por el que el tren ya no pasa más que una vez por semana, al que le cortaron la luz y que si todavía vive es por gracia del diputado don Alejo Cruz, dueño del fundo El Olivo y de todos los viñedos hasta donde llega la vista. Pancho Vega volvió al pueblo con su camión, después de estar ausente muchos meses. La última vez que estuvo, atacó a la Manuela, y ahora se la tiene jurada. No voy a contar más, sólo decirles que todo se cuece entre estos cuatro personajes, que hay un uso del flashback para sacarse el sombrero y que a pesar de que hay mucha hijayutez, todos los personajes son moralmente ambiguos, o sea que hasta el más forro tiene actos vindicatorios. 

4.

Última cosa: en 1977, El lugar sin límites fue llevada al cine por un joven Arturo Ripstein, quien trabajó en el guión con Manuel Puig, aunque este al final no quiso salir en los créditos. Chile pasa a ser México, la Japonecita pasa de ser horrible y asexuada a ser linda y sexuada, pero por lo demás los cambios son pocos. Es uno de los extrañísimos casos en que se dan estas dos cosas a la vez: la adaptación es fiel al libro, y la película es buenísima. Una cosa no implica la otra: la fidelidad no es un valor en sí mismo (véase Niños del hombre, que adapta tan infielmente a Los hijos de los hombres que Cuarón ni leyó el libro, pero los resultados son mejores que si lo hubiera hecho). Igual, no deja de ser sorprendente cuando coinciden fidelidad al libro con calidad cinematográfica. Este no es un blog de cine, mierda carajo, así que les dejo el análisis fílmico a cargo de ustedes, la película está en youtube pero se consigue en torrents en mejor calidad y Roberto Cobo se come la película.