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jueves, 9 de enero de 2025

Literatura infantil, de Alejandro Zambra

 1.

Lo último que había leído de Zambra, autor de sinuoso recorrido en este blog, es la monumental ópera magna Poeta chileno. En la comparativa este libro que igual esta muy lindo y me gustó, sale perdiendo. Por qué comparar, ¿no? Bueno, porque es del mismo autor, de la misma editorial, de la misma colección, y hace un juego parecido con el título. Recién leía la solapa del libro y pensaba qué difícil poner títulos buenos: Zambra lo hace genial. Cuestión que Literatura infantil me gustó y lo disfruté, pero es un poco desparejo. Gonzalo, que igual me lo regaló por nuestro aniversoncio, lo criticaba junto a mí -que lo iba leyendo en la playa de Dunamar- diciendo cosas como que a veces los escritores tienen que cumplir con un contrato, o que a veces juntan textos que tenían escritos (y agregaba no estar criticando con esas observaciones, anoto su objeción). Capaz algo de lo primero hay, de lo segundo no parece, porque si bien el libro es desparejo y disperso -ensayos, cuentos, mezclas de las dos, temas varios- está bien planteado que lo que unifica todo es su nueva paternidad, y su revisitación de la hijitud. O sea, es disperso a propósito. Desparejo en cambio creo que es involuntariamente.

2.

Me gustó más la segunda parte, con los cuentos que son francamente cuentos, que al primera. El de Jennifer Zambra es buenísimo. El de los garabatos también. El ensayo del fútbol es mejor cuando es un cuento.

viernes, 18 de agosto de 2023

Poeta chileno, de Alejandro Zambra

 1.

En este blog tenemos reseñados siete Alejandros: el teatrista argentino Acobino, el prócer psicomágico chileno-mexicano Jodorowsky, el prócer radiofónico de Flores Dolina, el ex bibliotecario judeoargentino Soifer, los historiadores Figerio y Galliano y el chileno que nos convoca, de quien leí más de lo que recordaba. Además, hay un Alessandro, el tano Baricco, un Alexandr, el ruso Soljenitsin,  y un Alexander Search que en realidad es Fernando Pessoa. Pensé que debían saberlo.

2.

Recordaba poco y mal la otra novela de Zambra que leí, Bonsai. Yo era joven y boludo (ahora soy más viejo) y lo bardié, pero releyendo mi propia reseña estoy seguro de que hoy me gustaría. En este caso, Poeta chileno venía con tanta recomendación y tanto hype que no podía fallar, y no falló. ¿Vieron que hay gente que frente al hype antepone el prejuicio? A mí a veces me pasa al revés: si le gusta a tanta gente seguro me gusta a mí también.

3.

La mejor parte es la de Pru

4.

Zambra no se hace tanto el canchero como me habían dicho.

5.

Al final lloré un poquito en el 68 rumbo a Puente Saavedra.

jueves, 12 de agosto de 2021

Fantasía, de Alejandro Zambra

1.
Es un cuento, ni más ni menos, que está publicado solo e ilustrado en una edición bilingüe español-inglés por editorial Metales pesados de Santiago de Chile. Empieza así:

2.
Fue en 1996, cuatro o cinco meses después de la muerte de mi padre. Tal vez es mejor que empiece por esa muerte, por ese final. No lo sé. En ese tiempo mi padre era mi enemigo. Yo tenía veinte años y lo odiaba. Ahora pienso que odiarlo era injusto. Mi padre no merecía ese odio. No sé si merecía amor, pero estoy seguro de que no merecía ese odio.

3.
Muy Casas. Muy Bellatin también en el tono. En una época más adolescente hubiera dicho algo malo de la extensión, pero maduré.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Vagón fumador: Antología de relatos sobre el tabaco, de Mariano Blatt y Damián Ríos (comp.)

1. Hace no tanto tanto tiempo en una galaxia muy muy lejana dije "Yo no leo antologías". Las personas que me rodeaban pensaron que yo estaba haciendo una declaración de principios, por lo que raudo les explique que me limitaba a enunciar un hecho empírico, sin implicancias morales. Entonces Maru me prestó esta antología. El libro me gustó, en promedio resulta un buen libro, porque a pesar de tener garchas como el cuento de Link, tiene cosas como el de Laiseca que levantan el promedio muy alto. Voy a pasar a hablar de cada cuento, mientras sufro un ataque de coreografía.

2.
- "Noventa días" del chileno Zambra: Habla de que deja de fumar. Mediocre por no decir malo.
- "Stainbarguer" de Sol Prieto, una chica que nació en el '85: Me gustó bastante, es medio largo pero eso está bueno, muy minita, emparentable a cosas que escriben amigas mías que pueden ser muy minitas al escribir si así lo desean. Un poco snob con lo del Nacional Buenos Aires.
- "Apagar" de Daniel Durand, el que es poeta. Yo lo conocía de Vieja de agua, un libro re re lindo. Este cuento me gustó también, es de dejar de fumar, pero con un enfoque original; además el tipo la tiene clara al escribir. Un aplomooooo.
- "Suplicantes. Plaza Catalunya" de María Moreno: yyyy, eeeeh, qué sé yo, está bien, no me voló la cabeza y me lo voy a olvidar además.
- "La comadreja bebé" de Inés Acevedo, otra péndex: me gustó menos que'l de la primera péndex, olvidable as well.
- "Mi prima Histeriqueta" de Alberto Laiseca, el más capo de los contemporáneos argentinos (sí, antes pensaba que ese era Fabián Casas pero ya no). Laiseca es un capo, escribe mejor que todos y se la re banca. El cuento es un delirio, como suele suceder, y el asunto del fumar aparece un montón pero por suerte el cuento no se trata de eso. Tiene frases como estas, por poner dos elegidas a vuelo de pterodáctilo:
Se limitaba a mirarla con cara de Stalin más Hitler dividido todo por dos.
Otra:
Después de formar una montañita de basura, con la mano izquierda debía acercar una palita y con la derecha tomar una de sus tetas y usarla como escoba para meter dentro de la mencionada palita todos los deshechos.

- "Los ojos de tu perro", de Mónica Müller, buen nombre para una escritora. Es un lindo cuento: termina antes de lo que hubiera querido, tirándose a menos.
- "Kirchner, una vida", de Daniel Link. Una garcha ambulante. Recomiendo saltearlo. El chistecito es que empieza con Kirchner en un manicomio, hablando de que 'el campo' lo enloqueció, y a la carilla te dice que está hablando del pintor alemán Kirchner y no de Néstor. La sensación es de que vas a leer un texto opositor de humor al estilo el hijo de Tato que escribe en Clarín, y después queda esa sensación de mierda mientras leés un cuento malo en el que estás todo el tiempo tratando de adivinar si las referencias al pie de página son verdaderas y Link es tan boludo que se cree que escribir un cuento como si fuera un ensayo es copado o si por el contrario Link es tan boludo que se cree que puede poner referencias falsas al pie de página como si no hubieran escrito ya Borges y Bolaño. Me inclino por la primera.
- "Para dejar de fumar" de Hebe Ubhart. A ver, no me lo acuerdo. Ah, es otro de grupo de autoayuda para dejar de fumar, como el de Zambra. Este está mejor que el de Zambra pero no es la gran cosa.
- "Química y tabaco" de Elvio E. Gandolfo. No había leído nada de este señor, y me gustó mucho, puesto número dos del ranking. Destácase el hecho de que el autor no fuma, nunca fumó, y con ese eje escribe el cuento.
- "Marlboro Light" de Mario Bellatín. Muy malo. Para mí que fue así: le llegó un mail invitándolo a escribir para la antología, dijo bueno, se sentó y escribió este cuento de un tirón sin planificar nada, lo mandó y se fue a hacer caca.
- La antología concluye con el poema "Tabaquería" de Fernando Pessoa (bajo el seudónimo de Álvaro de Campos), que juega en otra liga totalmente. O sea, es mucho mejor que todo lo demás pero no hay punto de comparación. Es como del mahashá.

3. Todo esto compilado poooooor: Pizzaría Los Hijos de Puta... No mentira, JAJAJAJAJA que chistoso. Mariano Blatt y Damián Ríos (comp.). Hay un prólogo a cargo de ellos que no agrega nada. No me entraron en las etiquetas pero la verdad es que ser compilador no es un graaan merito. Sobre todo no amerita que te adjudiques un lugar similar al de la autoría, en mi humildísima opinión. Por ejemplo, ¿qué hacen en el lomo? En la tapa bueno, en la postada te lo banco, en la cajita con los datos legales obvio, ¿pero en el lomo por qué? Escucho respuestas. (Sí, yo voy a seguir haciendo de cuenta que tengo lectores. Hago un comentario marginal y termino el artículo. Hoy mientras escribo esto es 31 de diciembre y estoy en la casa de mi primo, en la que empecé este blog por aburrimiento hace dos años y ahora miren en lo que se ha convertido, un lugar para el despliegue de mi deseo coleccionista. Feliz año para todos mis queridos lectores reales y para todos los imaginarios también. Y un saludo especial a vos, lector esporádico.)

martes, 26 de octubre de 2010

Bonsái, de Alejandro Zambra

1. Ahora sí nadie lee este blog, a mí no me jodás. Tengo acumuladas un millón de reseñas y a las últimas les presté demasiada atención así que voy a liquidar las siete entradas en lo que lleve esta mañana.

2. Bonsái lo leí porque lo tenía y me dijeron que era una pelotudez, entonces me dio curiosidad. No me pareció una pelotudez, me pareció entretenida (y punto). Es una novela que dura nada, tiene ponele que 70 páginas, y está editada por Anagrama: eso es medio una chantada. Es como ir a una recital y que dure hora diez: una estafa. Pero para obtenerlo en la edición kiosquera no está mal. En cuanto a lo que hay entre tapa y contratapa, se trata de un chico y una chica que leen libros juntos cuando son jóvenes y están enamorados, y después se separan; el muchacho deviene un fracasado, un día un escritor famoso lo entrevista para ser su escriba, el muchacho no queda pero le inventa a alguien que sí y entonces escribe una novela como si se la estuvieran dictando. Zambra (chileno) wanna be Bolaño, but Bolaño ya estuvo aquí y además ya se robó de Borges todo lo que de ese género de cosas encontró, así que Zambra no busques más.