1.
Todo empezó por una columna del poeta del periodismo político con nombre de prócer Martín Rodríguez en La Política Online. El título era "Menem: Un busto ahí", corría el año 2018 y el ex presidente surcaba una senaduría casi vitalicia en nombre de su provincia y un montón de entradas y salidas de terapias que todavía duraron unos años más. La columna en cuestión proponía, palabras más palabras menos, pensar el menemismo pero corriéndose de la pedagogía del anti-menemismo que fue y creo que todavía es hegemónica, no para reivindicarlo, pero sí por lo menos para entender qué lo sostuvo 10 años en el poder (y por las urnas). La conclusión, sin releer y de memoria, iba por el lado del "derecho al consumo" que el gobierno de Menem instauró sin satisfacer y luego el de Kirchner satisfizo en los años del viento de cola ("Frávega y derechos humanos" en palabras de Rodríguez). Los dos autores/compiladores ya firmaron juntos otro libro, La grieta desnuda: el macrismo y su época, que reseñamos debidamente. Éste se propone lo que su subtítulo indica, pero convocando a otras quince personas para que ensayen su firulete intelectual al respecto. O sea, es un libro de ensayos breves.
2.
Editado por Siglo Veintiuno junto a la revista Panamá, el libro reúne a doce autores y tres autoras, además de los textos de Rodríguez y Touzon que son uno de cada uno (abre Touzon, cierra Rodríguez) más un prólogo de ambos. Los nombres son más o menos los que uno encuentra en Panamá, pero algo que se nota (y destaca en el prólogo) es que no tienen lxs autores la misma ideología, ni la misma óptica sobre Menem y su gobierno y su época. Tampoco tienen todxs la misma edad. Y quizás lo más interesante, se ve que no les bajaron línea de los temas, porque hay de todo: el análisis de Natanson es puntualmente sobre el surgimiento de ANSES y AFIP, por ejemplo, mientras Borovinsky desgrana la teoría de Francis Fukuyama y el supuesto fin de la historia, Lorena Álvarez vincula Buenos Aires No Duerme con CQC y Matías Matarazzo se centra en la escena poética de Bahía Blanca.
3.
Y después lo curioso del asunto es que es un libro-droga (un concepto de este blog), o sea tenía más ganas de leerlo que de scrollear instagram, hasta que lo terminé. Rarísimo en mí, que me pase eso con un libro de ensayos. Se lo adjudico quizás al formato de ensayos cortos: terminás uno y al toque querés ver de qué va el siguiente, y en dos sentadas lees el siguiente y ya entonces estás empezando el tercero en la segunda sentada y así. Buena falopa.
4.
El mejor es el de Semán, que pasa del análisis conceptual a la primera persona y de pronto Menem le habla (volví a leer para atrás, ¿Menem le habla, entendí bien? Sí) y se convierte en personaje.