Ya están aquí, han desordenado la casa, han tirado todo por todas partes, hay muchos ruidos extraños, respiraciones rápidas. Me escondo tras la puerta con el corazón a punto de salirse, las emociones me embargan.
Mi cuerpo chirría por la falta de costumbre y al llegar la noche no tengo fuerzas ni para irme a dormir.
Mis hijos regresaron de sus vacaciones