La mirábamos mientras se lo pensaba, ni siquiera sospechamos que fuera a dar el salto, y cuando finalmente lo dio, y llegó tan alto y cayó con tantas ganas, no nos quedó más remedio que plantearnos que nosotras íbamos después.
Para Su, que aprende palabras, sueños, viajes y mundos, siempre por delante de sí misma, siempre por delante de las demás personas que la acompañan.