Hoy en día, tras el paso de precedentes tan emblemáticos como Cube (Vincenzo Natali, 1997), e incluso la española El método (Marcelo Piñeyro, 2005), las nuevas cintas que giran entorno a un grupo de personajes atrapados en un lugar sin saber como han llegado ahí y que deben averiguar como escapar sacando lo peor de ellos mismos y pisando a cualquiera que se le ponga por delante, caen en un lastre en el que la originalidad brilla por su ausencia al ser incapaces de encontrar un verdadero punto de brillantez que consiga diferenciarlas del resto. Eso es así. Pero partiendo de lo complicado que es conseguir una nueva cinta que nazca en el seno de este pequeño subgénero, hay que aplaudir que películas como Círculo intenten de algún modo convencer a una audiencia que, si no está cansada de no encontrar nada más en ellas, al menos puedan hacerlo nuevos espectadores.
Cincuenta desconocidos despiertan en una habitación formada en círculo y de la que no pueden moverse, ya que ello les costaría la vida. No saben como ni porqué están ahí, solo que no tienen tiempo de pensar mucho en ello, ya que cada dos minutos uno fallecerá, ya sea por elección propia, por decisión del extraño mecanismo del centro, o por votación democrática del resto. Por este motivo deberán decidir quién debe morir y quién sobrevivir para llegar a un final desconocido.
Como digo, el género está más que obsoleto, cintas como las ya mencionadas, que cautivaron nuestros sentidos cinefilos, ya fueron precedidas por otras con menos suerte, véanse títulos como Exam (Stuart Hazeldine, 2009) o La habitación de Fermat (Luis Piedrahita, Rodrigo Sopeña, 2007) que cayeron en un saco de sinsentido en el que nada salvaba sus pocas gracias. A pesar de ello, se sigue insistiendo, pues es un formato que por lo general presenta pocos problemas presupuestarios y sirve además como una buena carta de presentación para directores noveles. Ejemplo de ello son las más recientes y exitosas películas Coherence (James Ward Byrkit, 2013) o La invitación (The Invitation; Karyn Kusama, 2015), ambas curiosamente premiadas en el Festival de Sitges, y que gracias a unos sólidos guiones de estilo high-concept, consiguen cautivar con facilidad reinventando sus psicológicos entramados, pero una vez más, ofreciendo en esencia lo mismo.
Círculo es una más de ellas, y como no, sus directores Aaron Hann y Mario Miscione, dos nombres nuevos en el campo cinematográfico. De nuevo una ópera prima de género que con recetas antiguas consigue poner en relieve a nuevos realizadores. Pero ojo, no voy a asociar el concepto como algo negativo, pues a pesar de los irremediables déjà vu, no deja de ser una película entretenida y capaz de cautivar por elementos propios.
En este caso, y a pesar de un arranque extremadamente forzado -algo común en estas producciones-, el guión que tanto Hann como Miscione construyen contiene cierto calado social bien trabajado que despierta el interés trasladando ingredientes de actualidad a una antigua receta, lo que da algo de frescura al plato final. Los directores programan sus personajes con tópicos, para trabajarlos y representar en un pequeño escenario, lo mejor y lo peor de todo aquello que representa el ideal de vida americano, -evidentemente, la globalización, hace que esos elementos sean igual de funcionales para la gran mayoría de espectadores occidentales-. De este modo, algo tan manido como un tópico, se moldea para conseguir un efecto más positivo, dónde el juego de rivalidades se convierte en algo secundario, y dónde el cariz social obtiene un papel más relevante y agradecido.
El resultado final es otro thriller psicológico que, como he dicho, nos sonará repetitivo, pero que gracias a un trabajo de base consigue tambalear un poco el sistema planteándonos en que consiste la actual democracia en la que vivimos, o deberíamos vivir, algo que siempre agradeceré en una cinta de género.
Cincuenta desconocidos despiertan en una habitación formada en círculo y de la que no pueden moverse, ya que ello les costaría la vida. No saben como ni porqué están ahí, solo que no tienen tiempo de pensar mucho en ello, ya que cada dos minutos uno fallecerá, ya sea por elección propia, por decisión del extraño mecanismo del centro, o por votación democrática del resto. Por este motivo deberán decidir quién debe morir y quién sobrevivir para llegar a un final desconocido.
Como digo, el género está más que obsoleto, cintas como las ya mencionadas, que cautivaron nuestros sentidos cinefilos, ya fueron precedidas por otras con menos suerte, véanse títulos como Exam (Stuart Hazeldine, 2009) o La habitación de Fermat (Luis Piedrahita, Rodrigo Sopeña, 2007) que cayeron en un saco de sinsentido en el que nada salvaba sus pocas gracias. A pesar de ello, se sigue insistiendo, pues es un formato que por lo general presenta pocos problemas presupuestarios y sirve además como una buena carta de presentación para directores noveles. Ejemplo de ello son las más recientes y exitosas películas Coherence (James Ward Byrkit, 2013) o La invitación (The Invitation; Karyn Kusama, 2015), ambas curiosamente premiadas en el Festival de Sitges, y que gracias a unos sólidos guiones de estilo high-concept, consiguen cautivar con facilidad reinventando sus psicológicos entramados, pero una vez más, ofreciendo en esencia lo mismo.
Círculo es una más de ellas, y como no, sus directores Aaron Hann y Mario Miscione, dos nombres nuevos en el campo cinematográfico. De nuevo una ópera prima de género que con recetas antiguas consigue poner en relieve a nuevos realizadores. Pero ojo, no voy a asociar el concepto como algo negativo, pues a pesar de los irremediables déjà vu, no deja de ser una película entretenida y capaz de cautivar por elementos propios.
En este caso, y a pesar de un arranque extremadamente forzado -algo común en estas producciones-, el guión que tanto Hann como Miscione construyen contiene cierto calado social bien trabajado que despierta el interés trasladando ingredientes de actualidad a una antigua receta, lo que da algo de frescura al plato final. Los directores programan sus personajes con tópicos, para trabajarlos y representar en un pequeño escenario, lo mejor y lo peor de todo aquello que representa el ideal de vida americano, -evidentemente, la globalización, hace que esos elementos sean igual de funcionales para la gran mayoría de espectadores occidentales-. De este modo, algo tan manido como un tópico, se moldea para conseguir un efecto más positivo, dónde el juego de rivalidades se convierte en algo secundario, y dónde el cariz social obtiene un papel más relevante y agradecido.
El resultado final es otro thriller psicológico que, como he dicho, nos sonará repetitivo, pero que gracias a un trabajo de base consigue tambalear un poco el sistema planteándonos en que consiste la actual democracia en la que vivimos, o deberíamos vivir, algo que siempre agradeceré en una cinta de género.
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TÍTULO ORIGINAL Circle AÑO 2015 DURACIÓN 87 min. PAÍS Estados Unidos IDIOMA Inglés, Español DIRECCIÓN Aaron Hann, Mario Miscione GUIÓN Aaron Hann, Mario Miscione MÚSICA Justin Marshall Elias FOTOGRAFÍA Zoran Popovic REPARTO Julie Benz, Michael Nardelli, Carter Jenkins, César García, Kaiwi Lyman, Matt Corboy, Lawrence Kao, Lisa Pelikan, Jordi Vilasuso, Molly Jackson, Allegra Masters, Mercy Malick, Rivka Rivera, Daniel Lench, Sara Sanderson, Zachary James Rukavina, Michael McLafferty, Cameron Cruz, Daniel Yelsky, Bill Lewis, Ashley Key, John Edward Lee, Kurt Long, Jamie Lee Redmon, Muneer Katchi, Rene Heger, David Reivers, Marc Cedric Smith, Jacquelyn Houston, Michael DiBacco, David Saucedo, Aimee McKay, Gloria Sandoval, Howard S. Miller, Shane Spalione, Jay Hawkins, Fay DeWitt, Autumn Federici, Kevin Sheridan, Emilio Rossal, Leandra Terrazzano, Rory Uphold, Marisol Ramirez, Brent Stiefel, Han Nah Kim, Vee Kumari, Coley Speaks, DeMaris Gordon, Nasrin Mohammedi, Floyd Foster Jr. PRODUCTORA Taggart Productions / Votiv Films
GÉNERO Intriga. Thriller. Ciencia ficción
TEMÁTICA Cine independiente USA. Thriller psicológico. Extraterrestres
SINOPSIS
Cincuenta desconocidos se despiertan encarcelados juntos dentro de una cámara misteriosa formando un circulo. En tiempo real, deben identificar a sus captores y decidir cuál de ellos merece sobrevivir, en un juego macabro que nadie sabe cómo puede terminar.
CRÍTICA
= "Habría sido ideal para un corto o incluso un mediometraje. [...] Es un entretenimiento curioso al que merece la pena echar un vistazo. Evidentemente hay cosas que se pueden mejorar, pero ante ésta propuesta humilde poco más le podemos pedir." (Dante Martín: Cineybso)
+ "Circle es un film que transciende su mera fachada fantástica para dejarnos un escalofriante y realista retrato sobre la humanidad. Totalmente recomendable y de obligado visionado." (Emilio Gutiérrez Rodríguez: El primo de Ridley Scott)
+ "Circle es un film que transciende su mera fachada fantástica para dejarnos un escalofriante y realista retrato sobre la humanidad. Totalmente recomendable y de obligado visionado." (Emilio Gutiérrez Rodríguez: El primo de Ridley Scott)
PUNTUACIONES
6,5 | 5,6 | 6,1 | |||
NOTA MEDIA: 6,1 |
TRAILER
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