Hoy tocaría una reseña referente a la entrega de los Globos de Oro concedidos la pasada noche del domingo, pero por la repentina muerte de David Bowie merece la pena dejar los galardones para más adelante y dedicarle a él la entrada de hoy.
El polifacético artista de origen británico era sobradamente conocido por su música, pero también por su relación con el mundo del arte, la moda, la literatura y especialmente con el cine. Un todo que se conjugó en un mundo propio y que lo alzó convirtiéndolo en una figura de lo más icónica. Además de su participación musical en cintas de importante calado histórico, artístico, social y/o de culto como pueden ser C.R.A.Z.Y. (Jean-Marc Vallée, 2005), El beso de la pantera (Cat People; Paul Schrader, 1982), Dentro del laberinto (Labyrinth; Jim Henson, 1986), Cuándo el viento sopla (When the Wind Blows; Jimmy T. Murakami, 1986) o en varias de las obras de Leos Carax, Bowie también destacó como actor en alguna de ellas o en otras de igual calado como su primera interpretación en un largometraje para la cinta de culto El hombre que cayó a la Tierra (The Man Who Fell to Earth; Nicolas Roeg, 1976), Feliz Navidad, Mr. Lawrence (Senjo no Merry Christmas [Merry Christmas Mr. Lawrence]; Nagisa Oshima, 1983), La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ; Martin Scorsese, 1988), Twin Peaks: fuego camina conmigo (Twin Peaks: Fire Walk with Me; David Lynch, 1992), El truco final (El prestigio) (The Prestige; Christopher Nolan, 2006) o la ópera prima (y seguramente mejor filme) del difunto Tony Scoot: El ansia (The Hunger, 1983), cinta con la que hoy le rindo homenaje.
Miriam es una elegante vampiresa residente en Manhattan. En su lujosa casa vive con su pareja John, y ambos pasan la eternidad disfrutando de las cosas bellas que les ofrece la vida. De repente John envejece a gran velocidad y buscará la ayuda de una especialista llamada Sarah sin mucha esperanza. Inevitablemente Miriam y Sarah sentirán una fuerte atracción entre ellas conduciéndoles a las más profundas tinieblas del deseo.
Adaptación libre de la novela homónima de Whitley Strieber que se suma al cambio de carácter del cine vampírico, dándole un enfoque más contemporáneo siguiendo la estela de novelas también adaptadas a la gran pantalla como Soy leyenda de Richard Mathenson, El misterio de Salem's Lot de Stephen King o Entrevista con el vampiro de Anne Rice. De este modo, El ansia, se convierte en uno de los ejes más importantes para este cambio que no abandona el sabio estilo impulsado por el viejo conde Drácula, si no que lo actualiza.
Tony Scott, hijo del videoclip y la publicidad, dota de un tono esterilizado a su película, algo que le mereció abundantes críticas al marcar su obra como de una estética vacua, pero lejos de ello, es precisamente esa decisión la que convierte su película en una obra interesante, de merecido título de culto. Su arranque da fe de ello.
Bajo la tonada de Bela Lugosi's Dead de Bauhaus, Scott nos ataca con una secuencia inicial que nos pone en sintonía con lo que está por venir, y que con una coreografiada puesta en escena musical nos lo cuenta todo sobre nuestros vampiros protagonistas: Sus deseos, como es su vida, la relación entre ellos y nos adelanta algunos de sus secretos. Pero la música de Bauhaus no está sola, con ella aparece otra que es en esencia la que se encarga de definir a los personajes y su relación, ésta vez es Schubert con su Trio In E-Flat, Op. 100. Música melancólica, trágica en segmentos, como la propia vida de Miriam, y es por eso que son los temas más clásicos los que se encargan de irnos acompañando durante el metraje para añadir fuerza narrativa al guión del filme.
El polifacético artista de origen británico era sobradamente conocido por su música, pero también por su relación con el mundo del arte, la moda, la literatura y especialmente con el cine. Un todo que se conjugó en un mundo propio y que lo alzó convirtiéndolo en una figura de lo más icónica. Además de su participación musical en cintas de importante calado histórico, artístico, social y/o de culto como pueden ser C.R.A.Z.Y. (Jean-Marc Vallée, 2005), El beso de la pantera (Cat People; Paul Schrader, 1982), Dentro del laberinto (Labyrinth; Jim Henson, 1986), Cuándo el viento sopla (When the Wind Blows; Jimmy T. Murakami, 1986) o en varias de las obras de Leos Carax, Bowie también destacó como actor en alguna de ellas o en otras de igual calado como su primera interpretación en un largometraje para la cinta de culto El hombre que cayó a la Tierra (The Man Who Fell to Earth; Nicolas Roeg, 1976), Feliz Navidad, Mr. Lawrence (Senjo no Merry Christmas [Merry Christmas Mr. Lawrence]; Nagisa Oshima, 1983), La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ; Martin Scorsese, 1988), Twin Peaks: fuego camina conmigo (Twin Peaks: Fire Walk with Me; David Lynch, 1992), El truco final (El prestigio) (The Prestige; Christopher Nolan, 2006) o la ópera prima (y seguramente mejor filme) del difunto Tony Scoot: El ansia (The Hunger, 1983), cinta con la que hoy le rindo homenaje.
Miriam es una elegante vampiresa residente en Manhattan. En su lujosa casa vive con su pareja John, y ambos pasan la eternidad disfrutando de las cosas bellas que les ofrece la vida. De repente John envejece a gran velocidad y buscará la ayuda de una especialista llamada Sarah sin mucha esperanza. Inevitablemente Miriam y Sarah sentirán una fuerte atracción entre ellas conduciéndoles a las más profundas tinieblas del deseo.
Adaptación libre de la novela homónima de Whitley Strieber que se suma al cambio de carácter del cine vampírico, dándole un enfoque más contemporáneo siguiendo la estela de novelas también adaptadas a la gran pantalla como Soy leyenda de Richard Mathenson, El misterio de Salem's Lot de Stephen King o Entrevista con el vampiro de Anne Rice. De este modo, El ansia, se convierte en uno de los ejes más importantes para este cambio que no abandona el sabio estilo impulsado por el viejo conde Drácula, si no que lo actualiza.
Tony Scott, hijo del videoclip y la publicidad, dota de un tono esterilizado a su película, algo que le mereció abundantes críticas al marcar su obra como de una estética vacua, pero lejos de ello, es precisamente esa decisión la que convierte su película en una obra interesante, de merecido título de culto. Su arranque da fe de ello.
Bajo la tonada de Bela Lugosi's Dead de Bauhaus, Scott nos ataca con una secuencia inicial que nos pone en sintonía con lo que está por venir, y que con una coreografiada puesta en escena musical nos lo cuenta todo sobre nuestros vampiros protagonistas: Sus deseos, como es su vida, la relación entre ellos y nos adelanta algunos de sus secretos. Pero la música de Bauhaus no está sola, con ella aparece otra que es en esencia la que se encarga de definir a los personajes y su relación, ésta vez es Schubert con su Trio In E-Flat, Op. 100. Música melancólica, trágica en segmentos, como la propia vida de Miriam, y es por eso que son los temas más clásicos los que se encargan de irnos acompañando durante el metraje para añadir fuerza narrativa al guión del filme.
En definitiva, lo que Scott nos enseña es un arranque con un montaje de unos seis minutos brillante, que bajo el prisma de lo experimental y a la vez de lo comercial, nos sorprende y nos hechiza.
Lo mejor sin duda de El Ansia son sus personajes, principalmente Miriam. Interpretada por una siempre estupenda Catherine Deneuve, de corte gélido, belleza incomparable y porte distante. Toda un icono del vampirismo en si misma que incluso ha sido emulada en la quinta temporada de la serie American Horror Story: Hotel (Brad Falchuk, Ryan Murphy, 2011- Actualidad), serie cuyo eje central convierte el filme de Scott en una clara referencia, y a Lady Gaga en una emulación de esa suprema Catherine Deneuve, aunque lejos de alcanzar su grandeza interpretativa -por mucho (e incomprensible) Globo de Oro que quieran darle por esa actuación-. Todo un referente para el cine vampirico posterior, un ente que a pesar de su frío carácter se convierte en un ser polisexual lleno de erotismo, un erotismo siempre presente en la película, algo muy bien heredado del cine anterior. Quién tiene difícil sobresalir es David Bowie, pues lo que más destaca en su papel es el inmenso trabajo de caracterización al que es sometido, brillante, digno de el mayor de los presupuestos, merece realmente un aplauso, pues consigue que lleguemos a pensar que Bowie abandona el papel para cedérselo a un actor totalmente distinto, brillante. Un trío no estaría completo sin un tercero, y es Susan Sarandon la encargada de cerrarlo. Con un papel que no es ni de lejos el mejor de su carrera, Sarandon convence en el que sí es uno de los papeles más comentados, pues el trabajo sin tapujos que ofrece en las escenas más intensas junto a Deneuve es simplemente perfecto.
El transcurso de El Ansia se pasa bajo un ritmo algo irregular, pero que se sustenta con el desarrollo argumental del mismo. La gran apuesta del filme es hablarnos de esa ansiada juventud eterna, la frialdad que rodea a todo lo que puede relacionarse con esa idea y lo trágico de lo que podría llegar a comportar. Scott convierte el ansiado deseo de la inmortalidad en una verdadera maldición. Nos habla del amor prohibido, del imposible, del egoísmo y a última instancia ejerce de cañón sobre la libertad sexual, tan de moda en su década.
El Ansia es en definitiva no solo un interesante ejercicio de estilo, si no también un filme de género que se atreve a traspasar a los temas más profundos, una cinta cuyo título de culto tiene bien merecido y que merece ser reivindicada.
Nada más, a disfrutarla y de paso dedicar un adiós de todo corazón al gran David Bowie.
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TÍTULO ORIGINAL The Hunger AÑO 1983 DURACIÓN 94 min. PAÍS Estados Unidos, Reino Unido IDIOMA Inglés DIRECCIÓN Tony Scott GUIÓN James Costigan, Ivan Davis, Michael Thomas MÚSICA Michael Rubini & Denny Jaeger FOTOGRAFÍA Stephen Goldblatt & Tom Mangravite REPARTO Catherine Deneuve, David Bowie, Susan Sarandon, Cliff De Young, Willem Dafoe, Beth Ehlers, Dan Hedaya, Suzanne Bertish, Bessie Love, Bauhaus PRODUCTORA Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Peerford Ltd.
GÉNERO Terror. Drama. Romance
TEMÁTICA Vampiros. Homosexualidad. Película de culto. LGBTIQ
SINOPSIS
Miriam Blaylock colecciona no sólo arte del Renacimiento y colgantes del
Antiguo Egipto sino, sobre todo, amantes y almas. Moderna y elegante,
Miriam es una vampiro intemporal residente en Manhattan, una mujer
bendecida con la belleza y maldecida con su sed de sangre.
PREMIOS
1984: Saturn Awards: 2 nominaciones: Mejor vestuario, mejor maquilaje
CRÍTICA
- "Visionar una película como 'El ansia' ('The Hunger', Tony Scott, 1983) es como contemplar uno de esos aburridos cuadros en los que la perfección plástica ahoga el alma de la obra, sin que ésta llegue a transmitir absolutamente nada." (Alberto Abuín: Blog de cine)
+ "Por la fascinante perspectiva que aporta al mito. Por las brillantes actuaciones. Por la elegancia de la puesta en escena y una fotografía y montaje que aún ahora sorprenden. Por todo... hay que redescubrir este film y emplazarlo donde se merece: película de culto donde las haya." (Arantxa Acosta: El espectador Imaginario)
- "El film sirve como ejemplo de ese cine de los años ochenta, muy moderno en su día pero que ha envejecido bastante mal. Más allá de la estética y de su desaprovechado reparto de lujo, el film no tiene mayor interés." (Luis Cifer: Las críticas de Luis Cifer)
+ "Nos encontramos ante un título mítico del género, y también ante una de las películas más importantes y hermosas del género vampírico, una interesante vuelta de tuerca a la clásica historia de vampiros chupasangres y que sin duda marcó una época y una forma de concebir este tipo de cine, tanto por su aportación al mito (gracias a la obra de Strieber) como por algunas escenas antológicas que permanecen indelebles en la memoria del aficionado." (Luis Fernando Rodríguez Romero: El gabinete del Doctor Lynch)
+ "Por la fascinante perspectiva que aporta al mito. Por las brillantes actuaciones. Por la elegancia de la puesta en escena y una fotografía y montaje que aún ahora sorprenden. Por todo... hay que redescubrir este film y emplazarlo donde se merece: película de culto donde las haya." (Arantxa Acosta: El espectador Imaginario)
- "El film sirve como ejemplo de ese cine de los años ochenta, muy moderno en su día pero que ha envejecido bastante mal. Más allá de la estética y de su desaprovechado reparto de lujo, el film no tiene mayor interés." (Luis Cifer: Las críticas de Luis Cifer)
+ "Nos encontramos ante un título mítico del género, y también ante una de las películas más importantes y hermosas del género vampírico, una interesante vuelta de tuerca a la clásica historia de vampiros chupasangres y que sin duda marcó una época y una forma de concebir este tipo de cine, tanto por su aportación al mito (gracias a la obra de Strieber) como por algunas escenas antológicas que permanecen indelebles en la memoria del aficionado." (Luis Fernando Rodríguez Romero: El gabinete del Doctor Lynch)
PUNTUACIONES
7,0 | 6,3 | 6,6 | |||
NOTA MEDIA: 6,6 |
TRAILER
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