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domingo, 24 de enero de 2016

Suede - Dog man star (1994)


En el año 1994 la banda británica Suede edita Dog Man Star, el que sería segundo trabajo de un grupo que estando dentro del Britpop, reinante en esos años, y que tenía a Oasis, Blur y Pulp como máximos exponentes, siempre se distinguieron por un toque de calidad y un distanciamento en cuanto a estilo se refiere, ya que Radiohead por ejemplo eran los más diferentes, aunque coetáneos en época.
Su primer disco homónimo, fue un bombazo y tenía éxitos rotundos como So Young, Animal Nitrate o Metal Mickey. La formación se mantenía con Brett Anderson a la voz, Bernard Butler a la guitarra solista (que sería su último disco con el grupo), Simon Gilbert a la batería y Mat Osman al bajo. El trabajo es oscuro, pero de una calidad indudable, además de tener un tono de romanticismo y emotividad bastante palpable. Amado por la crítica y algo denostado por el público, con el paso de los años se convirtió en el disco de culto de Suede. Cualquiera que escuche con decencia este álbum, se dará cuenta de su calidad desbordante, y ese aire clásico y con influencias del Bowie de los 70, que vamos, que uno sepa, no está nada mal.
Por si fuera poco, el grupo denota fortaleza en un disco lleno de distintos capítulos que recuerdan variados estados de ánimo.


Introducing the band inicia el trabajo con esos guitarreos algo farragosos, y con claras influencias del glam-rock de los 70, y donde la voz de Brett destaca claramente. We are the pigs abre la paleta, y partiendo de esa influencia del glam, con una melodía exhuberante consigue un climax superior, un single de tomo y lomo, especialmente evocadora la guitarra de Bernard Butler. Heroine es sin temor a equivocarme una de las obras maestras de Suede, que no sé porqué nadie habla de ella, una joya compositiva, muy en su estilo con ganchos melódicos, estribillo y un empaque de tema maravilloso, tanto cuando tiene cambios de ritmo, como cuando vuelve a la melodía principal. The wild ones cambia de tercio a una balada de tono acústico, pero de una elegancia y belleza memorables, cosa que curiosamente el grupo prodiga poco, pero que es donde Brett hace el cambio a un tono de falsete que le queda de lujo y donde vuelve a destacar la guitarra de Butler. Daddy's speeding es una pieza íntima y acústica, donde voz y piano destacan de forma grande, contrapunto del disco. The power acababa la primera cara del vinilo, con guitarra acústica (me recuerda la melodía a la posterior High and dry de Radiohead, aquí se emparentan ambas bandas), pero estamos ante un tema pop de proporciones bestiales y cantada de lujo por Mr. Anderson.
New generation es otra joya, con mucha carga de guitarra distorsionada, canción directa y enérgica, de esos hits que esta banda ha parido siempre como churros, y encima aquí la voz de Brett es una locura, con diferentes registros y tonos maravillosos. This Hollywood life empieza con saxo para que luego entre la guitarra vigorosa, sucia y glam, tema de textura densa, canción de personalidad indudable, oscuridad glam al poder. The 2 of us es de los temas que le da variedad y grandiosidad al álbum, una balada atormentada que casi te hace llorar, con esa voz susurrante de Brett acompañada del piano. Black or blue es un tema muy melancólico, con notables cambios de ritmo, mientras voz, piano y el tono épico se apoderan de la canción. The asphalt world es sin duda la canción más psicodélica del álbum, seguro que mucha gente descartaría la calidad del disco por canciones como esta, que no llegan a la primera escucha, pero que para mi llegan a la segunda o tercera, de esas piezas que van de menos a más y terminan por explotar en un glorioso increscendo, mientras la guitarra te ha ido dibujando la melodía mientras acompañaba a la voz, glorioso tema. Still life termina el trabajo y vaya manera de hacerlo, tocando la fibra y el sentimiento, emocionando en definitva, otro tema que va de menos a más y que consigue momentos vocales de Brett de alto voltaje y esos adornos de cuarteto de cuerda.


En definitiva un disco imprescindible del grupo, de la década y del Britpop, porque afortunadamente este y otros grupos hacían que la variedad de aquellos años fuese fantástica y no sólo nos ceñíamos a dos grupos, sino que había más y muy buenos.

Os dejo con el vídeo de We are the pigs.

lunes, 2 de febrero de 2015

Weezer - Weezer (Blue Album) (1994)


El 10 de mayo de 2014 se cumplieron 20 años de la edición de la ópera prima de Weezer, el también llamado Blue Album. Un disco producido por Ric Ocasek de The Cars, el disco azul de los americanos fue uno de los mejores debuts (y discos) de los noventa. Un puñado de canciones con garra, mucha melodía y varios clásicos instantáneos.
Hay que entender el contexto de ese año, ya que Kurt Cobain acababa de pegarse un tiro un mes antes y el grunge y la música en general sufrió una pérdida difícil de superar, así que todavía en estado de shock se edita este trabajo que al principio le cuesta (la primera semana apenas vendió 90 copias), pero luego con el boca a boca, el apoyo de Geffen y unos singles demoledores se va aupando en ventas y en un reconocimiento tremendo, tanto en Estados Unidos como fuera. Para mi la clave del disco, y también del éxito que tuvo fue usar la melodía, captar la esencia pop y a través de capas de guitarras afiladas y distorsionadas que tanto se utilizaban esos años. Por otro lado, tenemos al máximo compositor de la banda, Rivers Cuomo, un tipo que era el arquetipo del chico pequeño y atormentado. Por si fuera poco, Spike Jonze se encargó de realizar un par de vídeos de temas del álbum, como Undone-The sweater song y Buddy Holly. Hay gente que los mete en el powerpop así sin más, pero para mi es una banda deudora más de bandas como Pixies y Pavement.


El disco en si comienza con My name is Jonas con unos pequeños acordes (que parecen casi de final de tema y disco) con guitarra acústica para que entren con fuerza las potentes guitarras y la voz junto a la base rítmica y luego desarrollar un estribillo bestial, con un gran ritmo y cambios, lleno de aceleraciones y paradas, revitalizante máximo. No one else es uno de esos temas pop deliciosos que a Rivers Cuomo parece que le salen como churros, con unas guitarras constantes que llevan el ritmo, un estribillo pegadizo y una melodía brillante, y con un sólo de guitarra enorme. The world has turned and left  me here es un tema de relamirse heridas en la letra, con una melodía y un ritmo constante hermoso, y unas voces muy conseguidas tanto la principal como los coros. Y llega una pepita de oro de álbum, Buddy Holly, una joya de puro pop con reminiscencias cincuenteras, deliciosa canción con estribillo, melodía y coros, un hit. Undone-The sweater song es el típico tema experimental que se inicia de forma instrumental sin mucho sentido, hasta que viene la voz de Rivers y el derroche distorsionador de las guitarras que lo cambia radicalmente para mostrarnos otro tipo de joya, mucho más en la onda de los Pixies, un terreno que ellos abrieron de manera particular, con un final de distorsión pura y dura.
Surf wax America inicia la segunda cara, un tema típico de esa época, de expresión de rabiosa juventud, guitarras a tope, estribillo y a darle. Say it ain't so es deliciosa desde su comienzo, con la melodía en plan reposado que se describe en la primera estrofa, para luego cambiar radicalmente y convertirse en furiosa, una estructura que se repite por dos veces y da en el clavo. In the garaje con la intro de la harmónica, deja paso a las guitarras y el desenfreno de estos chavales que estaban que lo bordaban, con un estribillo maravilloso, acabando con un increscendo bestial. Holiday es un tema alegre donde los haya, de preciosa melodía, estribillo pegadizo y muy coreable (suena a tema de fiesta americana de instituto por los cuatro costados). Only in dreams cierra el disco con el inicio del bajo y ese ritmo cadencioso, un tema crepuscular, pero también con final guitarrero para la despedida, el último lamento es un gran final.


En definitiva un disco, que más de veinte años después, sigue sonando de maravilla, 10 temas sobre el instituto, sobre ser un gilipipas, que puedes escuchar de arriba a abajo, de izquierda a derecha con mucho gusto. Un gran disco, sin duda.

Os dejo con el vídeo de Undone-The sweater song.


miércoles, 28 de enero de 2015

Blur - Parklife (1994)


En abril de 2014, se cumplieron 20 años de la edición del tercer álbum de la banda británica Blur, integrada por Damon Albarn a la voz, teclados, moog, vibráfono, etc., Graham Coxon a las guitarras acústicas y eléctricas, clarinete, saxofón y percusión, Dave Rowntree a la batería y percusiones y Alex James al bajo y voz (en el tema Far out). Probablemente sea el disco más accesible del grupo, el más abierto, y dónde hay una tirada de temas más incontestables. Stephen Street repitió a la producción, como en los dos anteriores discos.
No ha de olvidarse algo fundamental, y es que la primera parte de los 90, el grunge es el estilo dominante, y no es hasta la muerte de Kurt Cobain cuando se deja de mirar un poco a Seattle. Precisamente ese descontento generalizado en Gran Bretaña que encontró Blur, lo reutilizó en Parklife como convergencia lírica, musical y estética para que Inglaterra saliese de esa oscuridad, frenara la invasión americana y volviese la tortilla hacia su lado para hacer ver que ellos, los británicos, son la verdadera heredera de una tradición fundamentalmente de rock.


En las letras siguen las influencias de Ray Davies, pero adaptadas a la época (los 90 en este caso) sobre como viven y se comportan los hombres y mujeres normales de su país. Lo más curioso es que este álbum y el primero de Oasis son tomados como los que iniciaron el llamado "Britpop", entendido como fenómeno cultural, que transcendió más allá de los musical, para ser la banda sonora de los cambios que se estaban produciendo en aquel país, ya que después de muchos años de gobierno conservador, le iba a suceder otro menos conservador (por decirlo suavemente), los años de Tony Blair.
Las ironías de Damon en las letras (con clara influencia de los Kinks), apuntaban al achatamiento cultural que sufría su sociedad, y el enemigo americano era el “invasor”, que casualmente amenazaba con discos increíbles, como los de Nirvana o Pearl Jam. Por otro lado no se nos debe olvidar un detalle, nos encontramos ante 4 tipos que son excelsos músicos, que tocan muchos instrumentos y musicalmente muy preparados.


El disco comienza con Girls and boys, para mi un rompepistas sin discusión, un hit, un bombazo, que a día de hoy sigue funcionando en fiestas, pinchadas, guateques y demás, con un ritmo de lo más pegadizo, una línea de bajo excelsa y las guitarras de Coxon arremetiendo, además de un estribillo demoledor. Tracy Jacks tiene momentos de post punk realmente destacables, con el bajo en plan estrella de nuevo y las guitarras como acompañamiento, y una letra que transmite aburrimiento, apatía, los días pasar... (esos coros brutales). End of a century es un manifiesto total y absoluto, de final de un siglo que es quizás el más distinto y a la vez alucinante de todos, menuda letra "Good morning tv. You’re looking so healthy…”; “Sex on the tv. Everybody’s at it “, así eran los 90, muy radicales, luchando por libertades pero sin terminar de rematarse. Parklife, tema que da título al álbum es una burla satírica de Damon, pero siempre acompañado de humor (ese humor británico), y además Coxon aquí está a sus anchas tocando como quiere guitarras, sin olvidarnos de otro estribillo glorioso. Bank Holiday es claramente un tema punk que pega y sacude. Badhead es una canción excelente, de los menos apreciados de la banda y para mi una joya, grandes arreglos, preciosa voz de Albarn y ecos a los Smiths. The Deb Collector es un tema totalmente circense y divertido, un contrapunto perfecto hacia la mitad del álbum. Far out cumple una función muy parecida, esta cantada por Alex James con su galáctica letra.
To the end inicia la segunda parte, pero también cambia el tono, es otra bella y preciosa canción, se trata de un baladón soul con una letra antológica, donde se hace acompañar de Laetita Sadier, cantante de Stereolab y ese estribillo sublime. London loves y Trouble in the message recuperan un aire new-wave, bastante ochentero, con bases, teclados y guitarras en esa onda. De Clover over Dover podemos decir algo parecido a sus dos predecesoras con la inclusión de ese clavicordio glorioso y fantasioso. Magic America se inicia con guitarras rabiosas, que son la base de las críticas en las letras de Damon. Jubilee es muy cañera, estilo punk y letras furiosas, y donde Albarn se mete con la televisión basura. This is a low es otro tema bestial, se trata de un tema perfecto, bajo, melodía, ese sólo de guitarra ¡¡¡oooohhhh, por dios!!! Lot 105 cierra el disco casi de manera testimonial, una sonata instrumental sin más, acelerada en su parte final.



En definitiva un enorme disco de la década de los 90, quizás el mejor de Blur (eso ya para gustos colores) aunque que a día de hoy, aguanta muy bien el paso del tiempo. Pero ante todo hubo un antes y un después, sobre todo para el grupo, después de este disco, ya que se les empezó a tomar muy en cuenta y se les puso en el trono que merecidamente habían obtenido.
Este texto fue realizado por mi para Exile Subterranean Homesick Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el vídeo de To the end.


martes, 23 de agosto de 2011

The Smashing Pumpkins - Pisces Iscariot (1994)



Los Machacadores de Calabazas, traducción literal de The Smashing Pumpkins, es uno de esos grupos difíciles de encasillar, y que no se ajusta a casi ninguna corriente musical. Era la época del apogeo del grunge, y aunque su música tenía similitudes, no estar en Seattle y tener en su música otros estilos, les hizo seguir su propio camino. Procedentes de Chicago, Illinois, a finales de los 80, sacaron su primer disco Gish en 1991, al que continuó su espectacular Siamese Dream en 1993. De los descartes de ambos discos, sus caras B y alguna actuación en directo se compone este tremendo disco.



En esa época el sonido del grupo mezclaba canciones duras y de sonido sucio, guitarras que chirrían, e incluso en algún momento cercano al heavy, con temas lentos de baladas delicadas. Era y será la mejor época del grupo, que a nivel mundial tuvo su explosión con su siguiente disco doble, el Mellon Collie and the Infinite Sadness de 1995. Pero me detengo aquí, en el Pisces Iscariot, del cual me habló en 1994 un amigo de la universidad, al que estaré eternamente agradecido. La banda original que todavía seguía aquí la formaban Billy Corgan a la voz y guitarra, James Iha a la otra guitarra, D'arcy Wretzky al bajo y Jimmy Chamberlin a las baquetas.


El disco comienza con Soothe cara B de Disarm, un tema acústico y con la voz de Billy Corgan dominando. Sigue con Frail and bedazzled, un descarte del Siamese dream, bastante incomprensible, porque es uno de esos temas que definen el estilo de la banda en esa época, guitarras que chirrían, sonido sucio, y la voz de Billy por encima de la base rítmica infernal. Contínua con Plume una cara B de I am one del Gish, tema a medio tiempo con base rítmica de la guitarra que lleva la melodía y punteos solistas tremendos. Whir es otro descarte del Siamese Dream, en este caso algo comprensible, ya que es una canción ligera, de descripción de momentos, y melodía llevadera. Blew away es otra cara B de Disarm, balada casi en tono country al principio, cantada y compuesta por James Iha, donde Billy le hace coros para acabar con un final guitarrero y chirriante. Pissant fué cara B de Cherub Rock y comienza con la sección rítmica a toda pastilla junto con la voz de Billy y las guitarras muy distorsionadas, otro tema definitorio de esta época de la banda. Hello Kitty Kat es cara B de Today y para mi una de las joyas auténticas de este disco, ritmo, melodía y guitarras están a todo trapo, la conjunción es perfecta. Obscured es otra cara B de Today, tema lento, casi acústico con la voz de Billy como dominadora. Landaslide es una versión de Stevie Nicks, la veterana cantante americana que compuso ese tema dentro de Fleetwood Mac en 1975, cara B de Disarm, en tono acústico interpretada con gran acierto por Billy a la voz. Starla es otra cara  de I am one, tema de un increscendo contínuo, que empieza lento con pequeñas reverberaciones, para ir subiendo en intensidad y poderío en las guitarras y en un final distorsionado espectacular, después de 11 minutos. Blue empieza con sonido de bajo tremendo al que se unen batería y guitarras con voz, otra joya, con cambios de ritmo muy buenos y retorno a la melodía original buenísima. Y la mejor versión que yo he oido a este grupo, viene aquí con A girl named Sandoz, que editaran The Animals allá por 1967, verdadera bestialidad, con guitarras chirriantes, sucias, y Billy Corgan que canta de lujo, y la sección rítmica a tope, una apabullante versión que mejora la original interpretada en directo. Dolly Vita también captada en vivo es una balada preciosa. Y el disco termina con Spaced otro descarte del Siamase Dream, y en este caso quizás la única pieza desechable, ya que son desvaríos mezclados con voces. 


Os dejo con el vídeo de Frail and bedazzled interpretada en directo en 1993.


domingo, 2 de enero de 2011

Grupos de un sólo disco (III) BBM - Around the next dream (1994)



Uno de los mejores tríos musicales que han existido, sin duda, fueron Cream, grupo formado en los 60 por Jack Bruce, Ginger Baker y Eric Clapton. De todos es sabido "lo culo de mal asiento" que era Clapton (ha militado en no menos de 6 ó 7 grupos) por lo que llegó un momento en que aquella maravilla se acabó. Pero en el año 1994 en un concierto homenaje coincidieron los dos ex-Cream con Gary Moore, y le dijeron que si quería él hacer de tercer miembro para un nuevo proyecto. Moore, encantado con la idea aceptó. Y de ahí surgió este disco, que en uno sólo se quedó.




El disco, en si, es francamente inapelable. Aborda el rock, con similitudes claras a Cream, el blues (Moore estaba realizando en solitario por aquella época execelentes discos de blues), y el pop rock de los 90, sin más. En las voces se alternan Jack Bruce y Gary Moore, mientras Ginger Baker desparrama toda su sabiduría a la batería. Empieza el álbum con dos canciones muy dignas de la factoría Cream, como Waiting in the wings y City of gold, con un Gary Moore excelso a la guitarra. Where in the world fué el single del disco, una canción preciosa de aires melancólicos y una melodía realmente atrayente. Can't fool the blues y High cost of loving son los momentos de regocijo para Moore, blues ambos de esos que facturaba el irlandés en aquella época uno tras otro. Glory days vuelve a ser una canción que nos recuerda sin duda a Cream, la verdad es que Jack Bruce en el 94 seguía cantando muy bien, porque alterna su voz con la de Moore de manera genial. Why does love es un blues-rock más tranquilo y nostálgico que se convierte en balada. Naked flame es la balada tipo Gary Moore de aquellos años, que queda aquí empastada de manera sublime con sus dos compañeros de viaje. I wonder why es un blues rápido y efectivo donde Moore se sale cantando y a las 6 cuerdas. El final con Wrong side of town es tranquilo y relajado.
El disco suena a Cream claro, eso es evidente, pero por otro lado es otro grupo con Moore, mucho más efectista a la guitarra, y quizás eso, que no desmerece para nada, sea su diferencia más importante, Clapton digamos que es más fino, y Moore era otro estilo.


He de dejar una cosa clara, Cream son insuperables, no sólo porque estaba Eric Clapton, sino porque la etapa que vivieron jóvenes, era su mejor época, pero este disco os aseguro que es una pasada, y no os va a defraudar para nada. Gary Moore está excelente, y la base rítmica de las más míticas del rock a pleno rendimiento.
Aquí les dejo con el vídeo en directo interpretando City of Gold y la mítica I feel free de Cream, de estos tres magníficos músicos, que nunca más se volvieron a unir. Disfruten.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Muertos antes de tiempo (I) Jeff Buckley - Grace (1994)


Os presento a uno de mis músicos preferidos. Mucho se ha dicho sobre él, desde que muriese repentinamente a la edad de 30 años ahogado en el Wolf River, afluente del Mississippi. Era hijo de un cantante, Tim Buckley y Mary Guibert (que se ha encargado de su legado). Nacido en Los Angeles en 1966, casi no conoció a su padre, debido a su pronto fallecimiento (por una sobredosis de heroina) siendo él muy pequeño, además de que sus padres ya estaban separados. Cantaba, en el tono de voz, muy parecido a su padre, pero los estilos eran diferentes. En 1990 se traslada a Nueva York, y allí empieza a tocar en varios locales, como el café Sin-É, un café muy estrecho del Village. Lo importante no era que Buckley fuese hijo de quien era, casi cantaba como su padre y a la vez no cantaba como su padre. Pronto se empezaría a hablar de él. Sacó un EP grabado en el café citado, que dió mucho que hablar en 1993. A partir de ahí decenas de compañías corrieron detrás de él con el contrato en la mano, y firmó por Sony, grabando un año después Grace, su único disco largo en vida.



Su potencial era enorme, se dice que su rango vocal era de al menos cuatro octavas y media. Su estilo de música se define en dos variantes, por un lado le llamaba el rock, un rock desgarrado de la parte este de New York y por otro lado la vena de cantautor, pero no uno al uso, sino que tocaba con la guitarra eléctrica como si fuese una acústica y se acompañaba con ella, con la que producía momentos de una intoxicante profundidad.


En cuanto al disco en si, es una maravilla de principio a fin, una joya, que empieza con una canción que va de menos a más como Mojo Pin con un interesantísimo increscendo, para pasar a la canción que da título al disco, una canción de su época, a medio tiempo. Last goodbye describe muy bien el estilo melancólico de muchas canciones de Buckley en la que canta de manera tremenda (los técnicos dicen que lo borda).
Seguimos con la primera de las tres versiones del disco, Lilac Wine, de James Shelton, donde vuelve a interpretar como los ángeles, saber apreciar un tema lento como éste denota que se tiene buen oído. So real, es otra canción de ese estilo rockero, con cambios de ritmo geniales y demostración vocal de altos vuelos. Y llegamos al momento cumbre para mi del disco, y tiene muchos, pero la versión del Hallelujah de Leonard Cohen, merece un punto y aparte. Esa manera despaciosa de utilizar los silencios, las pausas, ese tono tan personal cargado de sugerencias de su voz (el propio Cohen llegó a decir que no la cantaría más porque era la mejor versión que había oido y superaba a la original, luego cuando se vió obligado a hacer gira porque su agente le dejó casi en la ruina, tuvo que cantarla en sus shows, se le perdona). Love, you should've come over es otra demostración de maestría a la hora de cantar, aparte de una gran canción. Corpus Christie Carol es una versión de una canción de iglesia del siglo XVI terriblemente preciosa, tema que me conmueve de manera indescriptible. El final del disco es abrumador con Eternal Life, la canción más rockera del disco, un clásico en sus directos y Dream Brother la más psicodélica, sin duda, con unos cambios y unas subidas y bajadas antológicas.
El disco recibió en su momento enormes críticas, grandes críticas, pero las ventas no eran buenas. Pero es que este disco hay que escucharlo detenidamente, como se degustan los buenos vinos. Buckley murió como las flores cercenadas a punto de florecer, y por ello nos quedamos apenados y un poco más pobres por su pérdida.

Os dejo con el vídeo de Grace.