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viernes, 25 de noviembre de 2016

Radio Futura - De un país en llamas (1985)


En el año 1985, justo un año después de La Ley del Desierto, La Ley del Mar, cuyo éxito fue indudable, la banda Radio Futura edita su tercer trabajo titulado "De un país en llamas". Con más confianza y seguridad en los caminos por los que iban y bastante ajenos a las críticas (nunca fueron una banda querida por la crítica, dicho ésto por Santiago Auserón), graban el disco en Londres, bajo la producción de Duncan Bridgeman y Jo Dworniak. Su idea, era la de hacer un trabajo más elaborado y mejorando detalles, y a fe que lo consiguen, ya que para mi es sin duda una joya de álbum, que con el paso del tiempo tiene una vigencia brutal, y donde se mezclan estilos de manera soberbia, y su homogeneidad y originalidad no han sido superadas.
Curiosamente, se trata de un trabajo considerado algo menor por cierto sector de sus seguidores, y quizás me parece un gran error, ya que aquí están varias de las mejores canciones de la banda, y es el caldo de cultivo perfecto para lo que luego harían en La Canción de Juan Perro. Esas influencias de Talking Heads, David Bowie, etc, son canalizadas de manera extraordinaria, pero siempre teniendo un carácter propio y genuino.
La formación era Santiago Auserón a la voz y guitarra, Enrique Sierra guitarra, Luis Auserón al bajo y voces y Solrac Velázquez a la batería. 
La producción, algo barroca, le sienta como un guante a los temas, mientras los músicos aportan sonidos como ecos, golpes metálicos, etc., que le dan un sonido oscuro pero contundente que me parece fuera de serie. Qué bien envejecen los discos buenos como éste.


Empieza el disco No tocarte, con ese riff de guitarra de Enrique brutal, con ese aire punk-rock que en ciertos momentos despachaba la banda y la voz de Santiago en su tono perfecto, mientras esos ruiditos dan una atmósfera inquietante y a la vez de misterio. La ciudad interior, con ese comienzo del bajo, y los golpes metálicos me parecen de otro planeta, buscando nuevas sonoridades más industriales (cierto aire a los Depeche Mode de esa época) e innovando, enorme temazo donde dicen aquello de "tu seguridad depende solo de ti" (la jungla urbana). El Tonto Simón es una visión de la España profunda brutal, del típico tonto del pueblo, quizás uno de los temas más comerciales del álbum, pero es que era una enorme canción, que en vivo alcanzaba grandes cotas. En alas de la mentira vuelve a ese sonido de tono industrial y metálico hasta que entran las voces, con aires chinescos en esas cuerdas que suenan, tema algo experimental que abría nuevos caminos. El Viento de África cerraba la primera cara del vinilo, con esos ritmos caribeños en las percusiones, quedando un tema de tono latino como ellos lo entendían.
En el chino quizás sea mi favorita del disco de siempre, además de ser para mi la canción clave de conexión con el siguiente álbum, musicalmente fusionando pop-rock con funky y ritmos latinos, con ese bajo que ronronea de manera sublime. Las líneas de la mano quizás sea el tema que es mezcla del resto del disco, tiene todo lo que hasta ahora hemos ido comentando, con aire oscuro y algo siniestro (esos The Cure). Otro de mis temas favoritos de siempre es Han caído los dos, musicalmente extraordinaria, donde las guitarras llevan un ritmo bestial y el bajo se acopla de forma genial, y esa letra ahonda en miedos interiores donde están las miserias y demonios de cada uno. Un vaso de agua (Al enemigo) vuelve a los sonidos metálicos e industriales, pero donde hay aporte de vientos y teclados algo disonantes, otra gran experimentación (me recuerdan a Bowie de manera brutal). Cierra el disco La vida en la frontera, otro de mis temas especiales y mágicos de Radio Futura, de esas canciones que marcan una época, con una letra especial, desértica, fronteriza, dentro de un medio tiempo donde uno se relame escuchando la letra de Santiago, con sus cambios y esa parte que dice "La vida en la frontera no espera... es todo lo que debes saber".


Un disco para mi fundamental en la carrera de la banda, de esos que afianzan una trayectoria y te hacen dejar claro que estás por el sitio correcto, oscuro, enigmático (sobre todo en las letras, algunas un poco difíciles) y musicalmente enorme.

Os dejo con No tocarte interpretada en Televisión española en su día, brutal.

miércoles, 22 de abril de 2015

The Waterboys - This is the sea (1985)



Justo un año después de A Pagan Place reseñado el otro día aquí , sale a la venta This is the sea, y si bien el anterior era un golpe en la mesa para decir aquí estamos y esto es lo que somos, en este discazo de 1985 no sólo está la confirmación de lo ya apuntado, sino que estamos ante una joya atemporal. Steve Wickman hizo su debut discográfico con los Waterboys tocando el violín en The Pan Within, y posteriormente se unió a la banda, apareciendo en el vídeo de The whole of the moon. This is the sea también fue el último álbum en el que participó Karl Wallinger, quien dejó el grupo para formar su propia banda, World Party, al parecer porque consideraba que sus talentos para la composición estaban siendo desechados por el prolífico Mike Scott.
Mr. Scott, el compositor principal del álbum y líder de The Waterboys, describió This is the sea como "el disco en el que logré todas mis ambiciones musicales juveniles, la expresión final, completamente realizada del sonido de los primeros Waterboys", y este puede ser un gran resumen de lo que es este disco a modo general. Toda la idea global que tenía Mike de esos primeros años del grupo, explosionan en este disco a un gran nivel.
Es importante narrar la alineación completa, ya que contó con Terry Mann al bajo, Roddy Lorimer a la trompeta y Delahaye al órgano y fue su siguiente escalón en esa búsqueda "de la música capaz de cambiarte espiritualmente y de conectarte con la naturaleza" antes de girar hacia el folk con el notable Fisherman's blues en 1988. 




Una trompeta lejana, brumosa pero palpitante, punteada por los teclados, tiende la mano e inicia el viaje. Don't Bang the Drum nos prepara el camino con la ayuda de una acusada batería y una guitarra escondida, camuflada en la voz enfebrecida de Scott. Es una canción pasadizo, "qué vamos a hacer aquí, qué vamos a soñar". Un inicio espectacular de disco, inolvidable, con ritmo muy destacable, sin duda uno de esos temas que define a una banda. The Whole of the Moon surgió de un reto con su novia sobre la facilidad de crear un éxito musical. El estribillo fue rápido, lo escribió en un sobre del hotel de Nueva York donde se encontraba, pero tardó en acabarla cuatro meses. Influenciada por las lecturas de C. S. Lewis (Las crónicas de Narnia) y George MacDonald, el tema nos empapa con el deseo por lograr lo sublime en base a un piano, teclados y vientos y un coro lamento ante la imposibilidad de alcanzarlo, un tema quizás algo repetitivo pero de los que calan. Spirit sin llegar a los dos minutos, es una canción donde voz y piano sirven para reflejar su anhelo espiritual. The Pan Within está directamente marcada por el esplendoroso violín de Wickham, en un coqueteo con el folk, convirtiendo esta ensoñación mitológica en una de las mejores canciones del álbum, dónde también destaca para mi ese piano del inicio, que luego va arropando el tema que se despliega como majestuoso. Medicine bow es una canción mucho más rockera, comienza con una potente batería que acelera la voz de Scott, dónde el viento y la tormenta de su letra precipitan su música.
Old England es un elegante tema, contenida, sin desparramarse, sin acabar de explotar del todo y es claramente una añoranza del pasado dónde destaca el sólo de saxo. Be my enemy es el tema más desmadrado sin duda, quizás la que menos pega con el resto, pero es un divertimento absoluto, como si estuviésemos en una taberna irlandesa a tope de pintas. Trumpets es una bella y evocadora canción de amor, deliciosa, dónde de nuevo el saxo destaca mezclado con el piano destacable. This is the sea cierra el disco con su imprescindible violín que nos conduce a las aguas tranquilas del ansiado mar, exploran el nebuloso límite entre lo épico y lo intimista, entre el hombre y el espíritu que tanto ama Scott.



 
This is the sea es un álbum de imágenes, donde la música y los textos se alinean perfectamente, para provocar en el oyente una serie de sensaciones de alto contenido onírico. Lugares fabulosos donde se pueda contemplar a nuestros mayores y rememorar sus enseñanzas, sus vidas pasadas, etc... Con el paso de los años sigue muy vigente, de hecho este año es el 30 aniversario y no pasan los años por tan maravilloso álbum.
 
Os dejo con el tema que da título al disco, This is the sea.
 

viernes, 30 de enero de 2015

Dire Straits - Brothers in Arms (1985)


Voy a hablar hoy de quizás uno de los discos que más haya escuchado en mi vida, y porqué no decirlo, uno de los que más me gustan y desde luego al que más cariño tengo. Mi primera cinta de cassette original (de cromo negra, que a día de hoy sigue sonando de lujo, por cierto) fue la de Brothers In Arms de Dire Straits con 10 añitos, eso no se olvida.
Dire Straits es un grupo consolidado en 1985, pero les falta el pelotazo a nivel mundial, y con este álbum, un trabajo de mucha madurez y enorme complejidad lo consiguen. Así, Mark Knopfler, con el paso de los años ha ido asimilando una capacidad de comprensión, a veces sorprendente en un músico relativamente joven, y sobre todo una fina y sutil percepción de los sentimientos y opiniones ajenos, de que todo ha de ser visto siempre desde el mayor número de perspectivas posibles para entenderlo como se debe, para dar una opinión objetiva. Hubo, de hecho, dos o tres temas del disco que levantaron ampollas en la crítica (Money for nothing y The man's too strong, por ejemplo) sobre todo norteamericana. Me refiero a las alusiones de Knopfler a la industria del disco concebido como negocio o al montaje de nuevas modas, el mundo gay y otros tabús como el de los mercenarios militares, que no fueron digeridos con facilidad.
El álbum se graba en los Air Studios de la población de Montserrat, en las Islas del Caribe conocidas como Indias Occidentales, cerca de las Bahamas, y las posteriores mezclas son ya en New York. La nómina de colaboradores es extensa y lustrosa, desde el grupo Steps Ahead, a los saxofonistas Michael y Randy Brecker, el teclista Mike Mainieri, y otros como Toni Levin, Malcom Duncan o el guitarrista Jack Sonni, neoyorkino que se uniría poco después de forma estable a la banda en el lugar de Hal Lindes, para la gira mundial... y como no, el amigo Sting, por aquel entonces muy cotizado artista, líder de los ya separados o casi separados The Police que ya había empezado su carrera en solitario con un gran disco.
Todos y cada uno de los temas del disco son interesantes por un motivo u otro, y es el conjunto del álbum el que se beneficia, a su vez, de la bondad, diversidad temática y unidad interna que las recorre, hasta el punto de crear un todo único, donde pequeños y grandes matices se remiten unos a otros como en un puzzle donde todo encaja, y al mismo tiempo profundo en sus claves más íntimas.
Qué decir de la portada, un homenaje a la guitarra en toda regla, con esa Dobro surcando un cielo... mítica e inolvidable.



El disco empieza con So Far Away de manera ligera, suave, pero con una gran melodía, y esa guitarra de Mark que junto a la batería de Terry Williams van a marcar el tempo del tema de manera magistral, donde Knopfler en una letra sencilla (¿Dónde estás tu cuando se pone el sol? Estás tan lejos de mi...) dice echar de menos a su pareja, porque está lejos de ella, con ese estribillo algo repetitivo, pero sin machaqueo. El tema se convierte en una delicia por la madurez del grupo, que borda estos ritmos sincopados, y lo hace parecer como si fuese nuevo. Money for nothing es la primera canción que genera controversia, y he de apuntar que en las muchas veces que escuché al autor del tema hablar sobre él, dijo que estaba en una tienda de electrodomésticos y vio como dos empleados se quejaban de como tenían que currar, mientras los cantantes de grupos salían en la MTV con chicas guapas y triunfaban ("Deberías haber aprendido a tocar la guitarra, deberías haber aprendido a tocar la batería, golpeando los bongos como un chimpancé, No está haciendo nada, así es como te lo montas, Obtienes dinero tirado y chicas gratis") y es ahí en ese lenguaje crudo, directo y de la calle, donde se molesta a los puritanos, y supuestos preservadores de la ley, la moral y el orden. Por todo ello, llegó a ser censurada en radios... Aparte de que esa polémica, benefició a la popularidad del tema, y su mítico vídeo, es inolvidable el riff de guitarra casi en tono de hard-rock y la voz de Sting que hace toda la introducción hasta el estallido del redoble de la batería y la entrada de la guitarra. Hablamos de un tema de 8 minutos y 23 segundos en el que no sobra ni falta nada, una delicia.
Walk of life es una canción alegre, una mirada al rock and roll pionero que deja claro con la primera estrofa "Aquí viene Johnny cantando viejas pero buenas canciones doradas: "Be-Bop-A-Lula" y "Baby, what I say?" , para luego citar a los zapatos caminantes (¿blue suede shoes?), al poder y la gloria y los blues hablados, a la navaja y el filo, I got a woman... vamos que en 4 minutos y con ritmo precioso Mark da un repaso a la historia de la música popular, chapó.
Your latest trick es bajo mi punto de vista una muy buena canción, con una introducción de saxofón deliciosa, un tanto jazzística (no en vano, es el momento de los hermanos Brecker en el disco con una preciosa melodía) para dar paso a una historia algo turbulenta y tormentosa de seres solitarios y algo alcohólicos en la penumbra de las sombras urbanas, cantautores del Bronx, Harlem o Brooklyn neoyorkino, cuando antaño lo hacía del West End londinense (por aquel entonces Mark ya vivía allí en New York y se nota).
Why worry cierra la primera cara, y es una pieza de porcelana delicada con arpegios de guitarra de Mark deliciosos, un tema frágil y precioso a la vez. Quizás su excesiva duración con un final repetitivo podría haberse acortado.


Y llega la segunda cara, no tan plácida, pero si la más interesante y aguda, donde se compendian y condensan las mejores virtudes del grupo. Con sonido de marimba amplificada y referencias a las músicas étnicas se inicia Ride Across the river, con el que solían comenzar los conciertos de la gira del disco, donde inmediatamente se unen teclados, y esa melodía semi-caribeña (influencia del reggae) donde como no, manda la guitarra y ¡¡¡qué guitarra!!! y una letra fascinante (otra que provocó mucho recelo en su día) que dice "Soy un soldado de la libertad en el ejército del hombre, somos los escogidos, somos los partisanos (...) soy un mercenario, soy un perro de la guerra, y nos importa poco en nombre de quien matamos". Por ello fue acusado de apología de la violencia, de un guerrero que actúa por dinero, estando en la época de presidencia de Ronald Reagan, donde Rambo era un ídolo y el espíritu militar, el negocio de las armas y demás dominaba. Knopfler coje el toro por los cuernos y va al grano. Y para rematar, los arreglos del tema son excelentes, como la trompeta de Randy Brecker gloriosa, que enriquecen y arropan el temazo. Y casi prima hermana de ésta es The Man's too strong, otro recio tema, con una intro que es puro folk, para despachar una letra donde habla de criminales de guerra, torturadores, ladrones de la historia e incineradores de libros... algo así como si describiera a los nazis. Para mi el tema más dylaniano sin duda del disco, con unos guitarrazos míticos que a día de hoy siguen retumbando.
Viene One world, que es otra joya, un blues donde la guitarra puntea constantemente, el bajo de John Illsley tiene una línea maravillosa, y una letra que expresa confesiones algo mundanas pero reales "No encuentro portadas para mis discos, ni cordones para los zapatos, ni consigo realizar presentaciones interesantes en mis Lp's" y alguna más profunda y seria como "No encuentro razones para tus actos, no comparto los razonamientos que utilizas..." y por último una crítica a lo que sale en la TV.
Y cierra el álbum la obra maestra absoluta que da título al disco (por si no fueran pocas las que ya llevamos), bonita y hermosa donde las haya, una de las mejores canciones de la banda para mi gusto. Resume y contiene todos los mosaicos sonoros que influyen a un tipo como Mark Knopfler. La atmósfera es sinfónica (se han hecho varias versiones orquestadas en directo gloriosas, que quedan de lujo) en el principio, que crean el ambiente y la predisposición, y mirando siempre a la música tradicional "Las montañas cubiertas de niebla, son ahora un hogar para mi..." (Referencia clara a The mist covered mountains incluída en Local hero), para luego seguir con el tono de balada clásica que es una delicia compositiva y dónde la guitarra siempre va marcando el paso acompañada del bajo contínuo, además de unos teclados majestuosos (Alan Clark y Guy Fletcher) que alcanzan casi un rollo de órgano de iglesia. En una maravillosa letra se habla del heroísmo, la valentía, el sacrificio, la fidelidad, el confrontamiento vital, la lucha... para acabar con una resolución instrumental memorable y un punteo mítico de guitarra, es como un poema o un cuadro hecho canción (de hecho el vídeo así lo entiende). Me encanta esa parte donde dice "Hay tantos mundos diferentes, tantos soles diferentes, y tenemos sólo un mundo, pero vivimos en mundos distintos"



Estamos ante uno de los discos más vendidos de la historia, cosa que es sólo un dato, pero hablamos de un gran álbum, que tendrá sus defensores y detractores, y que evidentemente por lo escrito, yo me incluyo en el primer grupo y que defenderé a muerte por formar parte de mi vida y de momentos clave de ella.

Os dejo con el tema y vídeo de Brothers in Arms.