Hoy hace 46 años nos dejaba Elvis Aaron Presley, el Rey del Rock. Mucho tiempo ha pasado ya, cuatro décadas y pico, desde que el chico de Tupelo nos dejara huérfanos, de todo lo que había significado para muchas generaciones, sus movimientos de caderas, rock en estado puro, su carisma, y su icono, el de un chico guapo y enorme cantante e intérprete, que supo tocar muchos palos y evolucionar, y que, cómo no, fue un fenómeno social que inundaba televisiones y radios de la época. Las peregrinaciones a Graceland se siguen produciendo, el museo donde está enterrado, de miles y miles de fans. Cuando alguien es tan imitado, recordado, venerado, etc., es que algo muy grande hizo, y es evidente que en este caso hablamos de un figura majestuosa, la del icono masculino americano más importante de la música del S. XX.
Quisiera recordar que cuando leí la biografía de Bruce Springsteen, y contaba de manera peculiar cómo la aparición de Elvis en televisión fue todo un acontecimiento en su familia, algo que a él le marcó totalmente, y por otro lado mi amigo y compositor Julio César Sánchez recuerda siempre con atino que en España el régimen dictatorial le vetó en 1956, en sus inicios, tachándole de delincuente (nos robaba los corazones, sí), así su imagen en nuestro país siempre estuvo deteriorada y era ridiculizada.
Elvis no era un compositor refutado, le componían casi todos sus temas (la pareja Leiber/Stoller sobre todo) o hacía versiones de otros, pero su grandeza estaba en la manera en la que los interpretaba, abarcando un ramillete de estilos y una paleta de lo más variada, no sólo rock and roll, sino soul, blues, rancheras, tex-mex, etc. Así la cantidad de números 1 que alcanzó fue increíble, un intérprete sublime. Un tipo al que nunca le escuché irse de tono en una canción, ni siquiera en los ensayos.
A pesar de su triste final, sufrió un infarto agudo de miocardio por el abuso de pastillas que engordaron su figura y condenando su salud, su legado musical es inmenso, porque no dejaba de grabar y trabajar.
Hoy en homenaje os dejo con el Just because de 1956, de su primera época en la Sun Records, canción compuesta por Joe Shelton, Sydney Robin y Bob Shelton originalmente grabada por los Nelstone's Hawaiians (Hubert Nelson & James D. Touchstone) en 1929 y posteriormente grabada por The Shelton Brothers en 1933, pero que en manos de Elvis era otra cosa, obviamente.