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sábado, 25 de julio de 2015

The Sonics - Boom (1966)



Los Sonics de Tacoma, Washington, tuvieron en 1965 una portentosa aparición con Here are the Sonics!, un disco de garage-rock que sería pionero para todos aquellos grupos punks de principios de los 70, aquello era un huracán a base de guitarrazos. En Boom, al año siguiente, y con la misma formación, no hacen sino reafirmar y consolidar lo expuesto en su primera obra magna. Así Larry Parypa a la guitarra, su hermano Andy Parypa al bajo, Gerry Roslie al órgano y rugidos, Rob Lind al saxo y Bob Bennet a la batería, despachan una sucesión de versionacas adaptadas a su estilo y temas propios de una calidad indudable. Hablamos de magníficas tonadas de rock 'n' roll que en sus manos son ejecutados con fogosas versiones garajeras de Bill Haley, Little Richard, Marvin Gaye, Kingsmen, Buddy Johnson, etc...
Roslie escribe iracundos y extraordinarios temas sobre cuentos de cenicientas, demonios que aguardan a chicas malas y mentirosas, ligoteos complicados, o sobre la oscuridad. Teniendo en cuenta que venía de hablarnos de brujas y psicópatas en su primer trabajo, es una lógica evolución en un corto espacio temporal.
Nunca debemos olvidar que en la sociedad americana de los años 60 tan puritana (hasta los Beatles les parecían niños malos), los Sonics eran poco menos que diablos, y a los Dj's les parecían demasiado duros para pincharlos en las emisoras de radio, pero la insistencia de la muchachada acabó por derribar esas reticencias.



Cinderella abre al álbum, una de las composiciones propias de la banda que comienza con la guitarra y su riff, para que entre la voz brutal de Roslie que despacha el temazo con esos teclados incendiarios y esa letra donde busca a una cenicienta. Don't be afraid of the dark es otra composición propia, y aquí los coros están muy presentes en un medio tiempo glorioso (también tenían baladitas). Skinny Minny es una atronadora versión de Bill Haley, donde destacan las guitarras y la fuerza del tema con ese saxo bestial. Let the good times roll es una cover de Leonard Lee que suena de vicio con la maquinaria a mil revoluciones y esas voces que corean. Don't you just know it ahonda en otro medio tiempo donde voz y coros en onda hawaiina casi diría, se van dando la réplica. Jenny Jenny aborda en el mismo tono desatado de la original de Little Richard un rock and roll de libro, al que ellos aportan ese lado garagero salvaje que le va de lujo (vaya sólo de saxo).
He's waitin' iniciaba la segunda cara del vinilo, volvemos a una composición propia de altos vuelos, un temazo de esos que define a una banda, con unos cambios de ritmo brutales sonando además a tema sesentero total. Viene el clásico Louie Louie de Richard Berry que en manos de los de Tacoma es un bombazo, radical, visceral y muy atronadora, para mi la mejor cover hecha del tema. Since I feel for you demuestra que el grupo también tenía un lado romántico, que demostraban con cuentagotas, en concreto en esta versión de la balada de Buddy Johnson con ese teclado precioso. Hitch hike vuelve a la caña, al no parar, a la fiesta de garito con una versión de Marvin Gaye, su manera de transformar un tema soul en garajero. It's allright es la adaptación de un tema de autor desconocido, que con un sólo de guitarra bestial queda más que lucida. Shot down cierra el álbum, otra composición genuina de la banda que es una pasada para cerrar el disco, en su auténtico y genuino estilo.






En definitiva hablamos de un álbum fundamental, no sólo en la carrera del propio grupo, al que a partir de aquí empezaron a meter mano los productores, además de la separación del grpo por miembros que se fueron a Vietnam y Roslei dejó la banda, sino también como precursores de muchas bandas de punk posteriores.

Os dejo con el tema Cinderella.


domingo, 1 de febrero de 2015

The Beach Boys - Pet Sounds (1966)


The Beach Boys, desde mi punto de vista, es una de las formaciones más alucinantes de la historia de la música, uno de los mejores grupos en armonías y voces, de hecho el álbum del que hablo hoy, Pet Sounds, su úndecimo trabajo de estudio (parece increíble que desde 1962 llevaran tantos, pero eran muy productivos) es sin lugar a la duda, uno de los álbumes más influyentes de la historia del pop-rock.
La grabación tuvo lugar durante cuatro meses en los principales estudios de Los Ángeles, los Gold Star Studios, United Western Recorders y Sunset Sound. Y hablamos de un disco que en su trayectoria es un punto de inflexión, y supone un antes y un después, porque todo cambia a partir de este trabajo.
Brian Wilson estaba obsesionado con ponerse al nivel de los Beatles y este sería la respuesta suya desde el otro lado del charco, al Rubber Soul, un disco que para el cabeza huevo de Wilson era insuperable (y no se equivocaba, era y es el mejor disco de pop de la historia). Por contra los Beatles, que seguían con atención todo lo que hacían los chicos de la playa, fliparon con la producción de Pet Sounds, parecida al muro de sonido de Phil Spector, pero aquí hay una clara diferenciación, y es que la mezcla de multitud de sonidos con las voces, daba una profundidad tremenda a los temas.
Lo que diferencia esta obra de otras, son los elementos orquestales y psicodélicos, lo que produjo que por otro lado influyeran a los Beatles para currarse su respuesta sideral en esa onda... nada más y nada menos que Sgt.Peppers... esos ruiditos de timbres de bicicleta, ladridos de perro... Tampoco nos olvidemos del flipamiento de Mr.Wilson en esa época con diferentes sustancias... todo ayudó, ya que él es el mayor compositor del trabajo.


El disco comienza con Wouldn't it be nice, que deja claro que en este disco hay un cambio, tema alegre donde los haya, esta sinfonía de apertura tendrá dos características que serán constantes en todo el disco, es decir, enormes y preciosas armonías vocales y esa reducida orquesta que acompaña cada tema. You still believe in me, es una pura delicia vocal (aquí sólo canta Brian) con ese coro armonizado y sin haber batería, una pandereta lleva el ritmo. That's not me va en la misma onda con un refuerzo vocal destacado, dejando claro que en este grupo es un instrumento más, cosa que pocos grupos han sabido utilizar hasta esos extremos. Don't talk (Put your head on my shoulder) es más lenta y tristona, diría que melancólica con unos arreglos de cuerda que lo convierten casi en pop dulce barroco. I'm waiting for the day cambia el tono, se vuelve festivo, circense con ese órgano agudo y la gran presentación, pero además aquí vuelven los coros angelicales que se habían ido en la anterior canción, es como estar en un jardín de las delicias, cuanta grandeza. Let's go away for awhile es una pieza instrumental, contrapunto adecuado de sonoridades conjuntadas con lo precedido.
Llegamos a una parte del disco que son palabras mayores, dos temas obras maestras en si mismas, Sloop John B, pura delicia pop, con esos timbres míticos, los coros descomunales, los cambios de ritmo y de voces, esto es el olimpo de los dioses. Y por si fuera poco, a continuación, la joya entre las joyas, el repóquer de la baraja, ese God only knows que ya desde el principio con ese inicio orquestal te deja claro que estamos ante algo genial, la entrada de la voz de Carl (¡¡¡como cantaba el hermano!!!), esa manera de cantar... carne de gallina amigos y amigas y esa melodía... PURA PERFECCIÓN POP.
Es difícil seguir con el disco después de este dueto, pero cuidado, no se han acabado las pepitas, así les sucede I know there's is an answer otra maravilla pop, donde Brian se sale a la voz, los detalles que acompañan son gloriosos (ese matasuegras es tremendo) como esa orquesta permanente y los cambios preciosos. Here today (cantada por Mike) es otra pasada, vocalmente dominante y de bonita melodía. I just wasn't made for these times es casi un experimento ya que suena el electro-theremin, instrumento tocado por su inventor, Paul Tanner y percusiones variadas que se unen a la batería de Hal Blaine, gloriosa. Pet Sounds es la canción que da título al disco, instrumental de Brian en plan casi bossanova. Caroline, no es una pieza maravillosa, enorme epílogo que nos va anunciando que queda poco y esto se acaba, baladón entre baladones, donde Brian canta simple y llanamente como un eunuco. Realmente en el vinilo es la última canción, pero en la edición de cd que yo poseo, hay 3 temas extra que son Unreleased backgrounds un ensayo vocal precioso, Hang on to your ego, una tremenda pieza, alegre, saltarina y con la orquesta y el teclado muy presente, y por último Trombone Dixie, otra canción orquestal, casi de banda sonora de pasacalles instrumental que cierra el disco.



El otro día lo comentaba con dos estupendos amigos blogeros (Javier de Gregorio y Gonzalo Aróstegui) a quienes dedico esta entrada, y coincidíamos en que este álbum es tan maravilloso, que a veces no lo escuchas por miedo a rayarlo, estropearlo, es tan delicado, tan estratosférico, tiene tantos detalles que oír (recomiendo su escucha intensa con cascos) que da la impresión... de que el pop más grande se lo repartían entre los Fab Four y estos Chicos de la Playa.
Esta entrada fue escrita por mi para Exile Subterranean Homesick Magazine y ahora reposa en mi espacio.

Os dejo con el vídeo de Wouldn't it be nice.


martes, 3 de junio de 2014

The Beatles - Revolver (1966)


El año 1966, es aquel en el que el rumbo de los Beatles en el estudio cambiará para siempre. Revolver es el séptimo disco y para llegar a él, los 4 de Liverpool han facturado 6 álbumes llenos de rock and roll, enormes versiones y temas suyos excelentes, que digamos están en la denominada primera época, pero que son fundamentales para entender su evolución, acabando dicho tramo con el que posiblemente sea el mejor disco de pop de la historia (incluso con toques ye-yés) el Rubber Soul en 1965. Ya en ese anterior trabajo, George Harrison daba signos de estar poniéndose las botas en el tema de composición (Think for yourself e If I needed someone dan fe de ello) y acercándose lentamente al dúo que dominaba la banda desde sus inicios. Pero es en este disco de 1966, dónde el Beatle tranquilo explota, y lo hace ya a un nivel estratosférico. Es evidente que la línea de Lennon y McCartney sigue ahí arriba, en el olimpo de los dioses, pero a partir de aquí sus temas se diferenciarán mucho entre ambos. Ante todo, este disco denota a unos Beatles psicodélicos, haciendo la mar de experimentos con sonidos raros en el estudio de grabación, desarrollando giros estilísticos que ya serían fundamentales en su propia evolución.
Este no es ya un disco pop sólo, tiene rock ácido, rock psicodélico, hay cuartetos de cuerdas míticos, trompetas fastuosas, y ante todo al mejor grupo de la historia en uno de sus mejores momentos, ya que habían dejado de dar conciertos. Os puedo asegurar que este disco es probablemente el más influyente de los Fab Four, hay muchos temas en este álbum que han servido para montar bandas enteras, no hablo sólo de influencia parcial, sino de bandas o canciones que podrían pasar por réplicas exactas de She said, She Said, Good day sunshine o Got to get you into my life. Los Beatles descubren grabando este disco, que la tecnología les permite doblar voces sin necesidad de grabarlas dos veces. Tampoco ninguno de estos temas fue interpretado en directo.



Abre la joya Taxman, de George, ese rock ácido, con ese riff mítico de guitarra cuya letra y los personajes de Mr.Wilson y Mr.Heat hacían referencia a Harold Wilson y Edward Heath, Primer Ministro británico laborista y el líder conservador en la oposición, respectivamente en aquella época. El tema hacía referencia al abusivo impuesto sobre las rentas que pagaba la gente con grandes ingresos, entre ellos los Beatles, claro está. Eleonor Rigby posee un gran arreglo de cuerdas dirigido por McCartney y llevado a cabo por George Martin, la voz de Paul es devastadoramente hermosa y el tema es pura melodía y lírica MCcartniana. I'm only sleeping es un tema puro Lennon, melancólico a más no poder y con la peculiaridad de que tocaron las notas de la guitarra principal y secundaria él y Harrison en orden inverso, luego revirtieron la cinta y la mezclaron, ese sonido de guitarra invertida daba cierto tono siniestro al tema, además la mezcla de guitarra acústica y eléctrica es gloriosa. Love you to es el segundo tema que aporta George con el sitar y la tabla como instrumentos que mandan en el tema, es el Harrison hindú el que entra en acción, siempre me gustó el tratamiento de esta canción, con sus paradas y cambios de ritmo. Vuelve la melodía y la armonía con Here, there and everywhere, con una demostración vocal de Macca y sus coristas de altos vuelos, tema pop de proporciones gigantescas (no me extraña que los Beach Boys quisieran llegar a esto... a veces lo conseguían). Yellow submarine es el tema que canta Ringo (solía ser uno por disco), pero este fue famosísimo, cuando es de lo más básico y es la típica cantanta para cantar borracho, no pasa de ser un tema simpático sin más, aunque dio para una película y el título de otro disco, y como muchas otras veces Lennon y McCartney la compusieron para el batería. She said She said es también puro Lennon con esas guitarras arremolinadas, esos estribillos tremendos y la manera de cantar que se te cae la baba (inspirada la letra en un viaje de LSD). Good day sunshine es un tema muy juguetón con ese piano constante y saltarín que incluye y Paul que canta de vicio, tema en la onda más popera. And you bird can sign es una canción lennoniana a tope, con grandes cambios de ritmo, guitarras con buenos y acertados punteos y riffs. For no one es una orfebrería pop de Paul acompañada de piano, con Ringo en acertada percusión, y el sólo de vientos eternos que se cuela dos  veces a mitad del tema rematando su fragilidad antológica. En Doctor Robert vuelve a ser el Lennon ácido el que comanda las operaciones, con ese ritmo de puro rockabilly de base, y las guitarras llevando los cambios como un reloj. I want to tell you es el tercer tema que aporta al disco Harrison, otra maravilla de canción, algo oscura y de tono sombrío, pero que en mano de estos chicos tomaba otro cariz. Got to get you into my life es puro soul, descrita por Macca como una "oda al acto de fumar marihuana" con una sección de vientos espectacular (tributo a la música soul de Memphis inspirada por Stax Records) y la voz de Paul que llega a tonos descomunales. Y esta obra maestra no puede acabar sino con esa joya que es Tomorrow never knows, música experimental y psicodélica elevada por los Fab Four al olimpo, tema construido gracias a trucos de estudio sobre un mantra musical básico (uno, dos acordes lo más)... no se puede acabar mejor un discazo, dónde destaca la batería de Ringo.




Voy a hacer un símil ciclista, de igual modo que en los puertos de montaña de el Tour de Francia cuando hay un picacho enorme, se le denomina "Fuera de Categoría", con este álbum pasa exactamente eso, es fuera de serie, está por encima del 10, y si no fuera porque nada es perfecto estaría rozando la perfección. Y pensar que a los americanos en su edición de allí les mutilaron 3 temas... ¡¡¡qué cosas!!!

Este post fue escrito por mi originalmente para Exile SH Magazine y hoy reposa en mi espacio.
Os dejo con el tema Go to get you into my life.

jueves, 16 de junio de 2011

Ep's (III) The Kinks - Dead end street (1966)


Como no podía ser menos en este rincón musical, hacen su entrada con todos los honores, uno de los mejores grupos británicos de la historia, con permiso de The Beatles, por supuesto. Esta banda formada por los hermanos Ray Davies y Dave Davies en 1964 en Muswell Hill, barrio londinense, tuvieron como compinches musicales a Mick Avory a la batería y a Pete Quaife al bajo en la formación de este EP y en prácticamente toda la época dorada del grupo, es decir, los 60.


Las letras de Ray Davies han sido y son (por lo imperecederas y su calidad) de lo mejorcito que ha habido en el mundo del rock, pero aderezado con una voz singular, única y para mi particularmente familiar. En este EP están includidos 4 temas memorables, el primero que da título al mismo Dead and street (Callejón sin salida) tiene una melodía, unos cambios de ritmo tan brillantes, que si a eso le unimos lo bien que la canta Ray, tenemos una obra maestra. La sección de viento que suena al principio es tremenda, además de los coros con el estribillo y su letra puede aplicarse a la situación de muchos jóvenes hoy en día que no tienen donde vivir porque no tienen para pagar la hipoteca y les echan de sus casitas. Esta canción es un single de 1966, no estaba incluida en ningún LP.


Pero no pierdan detalle de los otros 3 temas que componen esta joya de EP. Empezando por Session Man, canción incluida en el álbum Face to face (grandioso), y que está dedicada a Nicky Hopkins, músico de estudio que colabora con la banda como teclista, de 1965 a 1968. Un tema que empieza con teclado especial, como si fuese un clavicordio, y luego una melodía bonita cantada a coro. Big Black Smoke es la cara B de Dead end Street, un tema fantástico que empieza con campanas resonando, para luego introducirnos en una melodía asombrosa y un estribillo muy bueno, una de esas caras B para la historia, además de la voz de Ray que manda en el tema y los coros que le acompañan.


El Ep acaba con un tema que también se incluyó en el LP Face to face, House in the country, un tema quizás más rockero, tanto por la voz, como por el estribillo bastante movido, un tremendo tema para acabar esta joya de Ep, y ese teclado que está por ahí detrás, un tema con muchas de las influencias del grupo del rock and roll de los 50 de Chuck Berry y compañía.


Os dejo con el vídeo de Dead end Street y espero que os guste.