Después de mucho tiempo sin ir a conciertos a la Sala El Sol, anoche pude disfrutar de un buen concierto (gracias Javier Torreira Briceño alias "javistone") de Jesse Malin, artista de Queens, New York que fuera cantante de D Generation, cuya carrera en solitario es amplia y de mucho nivel, y que venía a presentar su buen disco del año pasado Sad and beautiful world. Se trata de un trovador eléctrico por momentos y urbano por otros, contador de historias (muy dicharachero en la presentación de los temas) y que evidentemente es el caso de músico del underground que se ha convertido en poeta y juglar. Sus serios coqueteos con el country junto a Lucinda Williams en su disco Sunset kids de 2019 también se aprecian en un su show, pero la amalgama de estilos es realmente ecléctica, llegando a hacer incluso versiones de Petty o Ramones. Así tenemos a este poeta que lo mismo te relata sus alrededores, que de pronto te cuenta sus experiencias, todo ello salpicado con rock potente con una banda que suena como un reloj, o con medios tiempos de una factura impecable.
Así pudimos escuchar de ese último álbum temas como The way we used to roll, Backstabbers o Before you go (estas comenzaron el concierto), State of the art, Dance with the system (la más stoniana), Greener pastures o la versión de Tom Petty de Crawling back to you (estas ya en los bises). De su anterior y magnífico Sunset kids sonaron Room 13, Meet me at the end of the world again o Shining down (magnífica), de su gran álbum de 2015 New York before the war cayeron Turn up the mains (maravillosa), Death star y She don't love me now, y ya más antiguas Wendy o Brooklyn de su primer disco The fine art of self destruction, Hotel Columbia del segundo The heat. Ya en los bises sonaría el Do you remember rock 'n' roll radio? de los Ramones y que él versionó en estudio en el álbum On your sleeve de 2008, el If I should fall from Grace with God de The Pogues y también el Rudie can't fail de The Clash de su disco London Calling, en la parte final del concierto normal.
Un concierto de muy buen nivel, divertido, y que me ha hecho reencontrarme con la música en vivo tal y como la disfrutaba antes de la pandemia, pero claro con mascarilla y esas cosas. Malin ya no es aquel tipo punk de sus inicios, la edad todo lo templa, pero en su lugar ha encontrado una mezcla muy interesante, que cuando entra en terrenos más eléctricos no va más allá del sabor a clásico rocker y cuando entra en los medios tiempos se siente muy a gusto. Incluso en las canciones más coreables se llegó a subir a la barra de la sala (el rebelde que lleva dentro no se va todavía) e hizo que la gente disfrutara mucho.
Os dejo con el vídeo del tema Turn up the mains tal y como sonó anoche.
