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domingo, 27 de marzo de 2011

La funesta, y peligrosa, manía de prohibir

Boxeo. Prohibido informar

Toros. Prohibido retransmitir

 Tabaco y licores. Prohibido hacer publicidad

Internet. Prohibido descargar

Campañas electorales. Prohibido minutar la información con criterio periodístico


¿Cuál será la próxima prohibición?


J.T.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Benedicto, ¿por qué no te callas?


Se ha ganado a pulso que se lo soltemos pero se ha ido de rositas sin escucharlo.

El jefe del Estado Vaticano ha sido mucho más grosero y maleducado que el de Venezuela aquel famoso día, pero en este caso nadie se ha atrevido a pegarle a Ratzinger el corte que se merecía.

Como jefe de Estado que es, el mandamás de la iglesia católica se ha saltado durante la visita a nuestro país las más elementales normas de educación, cortesía y diplomacia que se le suponen a cualquier huésped que se precie.

Nos ha puesto a sus entregados anfitriones a caer de un burro, ha criticado nuestras democráticas y legítimas leyes y, a pesar de todo, tanto políticos como medios de comunicación no han parado de dorarle la píldora.

Nadie se ha atrevido a decirle "por qué no te callas" y además nos hemos gastado una pasta gansa en la, al parecer, inevitable parafernalia que acarrea este tipo de visitas.

Todo para que lo que pase a la historia sea el descarado rapapolvos que se ha permitido soltarnos sin cortarse un pelo: caña a la ley del aborto, estopa al matrimonio entre homosexuales y ni una sola palabra sobre los miles de imputados por pederastia que tiene entre sus huestes.

Una vez más, nos hemos portado como unos auténticos quijotes. Encima de cornudos, apaleados.

J.T.

La foto es de Andrés Ballesteros

domingo, 3 de octubre de 2010

Aquella revista llamada "Triunfo"



La muerte a los 89 años de José Ángel Ezcurra, fundador y director de la revista "Triunfo", me sirve de excusa para dejar constancia aquí de lo que significó aquella publicación para quienes en los setenta vivíamos una primera juventud repleta de sueños.

"Triunfo" forma parte esencial de la memoria sentimental de quienes tuvimos la fortuna de ser universitarios en la última etapa del franquismo. Que eso sucediera en la universidad autónoma de Barcelona, en Bellaterra, era además un estupendo plus añadido. 

Al paisaje de aquella irrepetible etapa pertenecen mis años en Sant Cugat disfrutados junto a los mejores amigos que he tenido nunca, las enriquecedoras clases de literatura de Mainer, Rico, los Blecua, Sergio Beser, los conciertos de Lluis Llach en el campus, las sentadas de Xirinacs a las puertas de la Modelo.... Cuando recuerdo "Triunfo" recuerdo todo aquello. Porque "Triunfo" parecía estar hecha para alimentar nuestro sueños, nuestras ganas de aprender, nuestra urgencia por sentirnos útiles...

Las dos páginas semanales de análisis de política internacional que firmaba Eduardo Haro Tecglen me enseñaron a entender el mundo como todavía lo entiendo hoy. Y además se amparaba en la política internacional para hacernos entender lo que estaba pasando también en nuestro país.

Manuel Vázquez Montalbán, a quien tuve la fortuna de tener también como profesor, destilaba en sus comentarios de "Triunfo", bajo el seudónimo de Sixto Cámara, verdaderas clases magistrales de vida, de política, de cultura...

Y las viñetas de OPS nos zarandeaban como casi cuarenta años después lo hacen las de El Roto en el periódico "El País", porque se trata de la misma persona, Andrés Rábago, capaz de resumir a diario con un solo dibujo las indignaciones de tantos de nosotros.

Rábago continúa  en activo, pero muchos de aquellos maestros ya se han ido. El viernes lo hizo Ezcurra, el patrón del barco, del primer medio de comunicación que naufragó cuando cambiaron los aires. La revista resistió en los quioscos hasta 1982, y el ánimo que la insuflaba me atrevería a decir que no ha desaparecido. Y además existe la posibilidad de consultar sus archivos en digital.

A pesar de la que está cayendo, yo quiero seguir teniendo aquel ánimo: un ánimo de lucha, de inconformismo, de negarse a admitir por cojones que las cosas sean como son y no se le puedan dar más vueltas.

Si consigo que mis hijas mantengan un mínimo porcentaje de esa actitud, me podré dar por satisfecho. El espíritu de "Triunfo" es una manera de entender el mundo. Y eso ni puede ni debe morir con la marcha definitiva de Ezcurra.

J.T

domingo, 20 de junio de 2010

Mi amigo Rafa y la bandera de España

Mi amigo Rafa tiene un bar
Mi amigo Rafa es progresista, de izquierdas y del Sevilla de toda la vida
Desde el triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa de hace dos años entendió mi amigo Rafa, como tantos de sus amigos entre los que me cuento, que por fin la bandera española dejaba de usarse como instrumento de agresión o de división entre ciudadanos de este país y pasaba a significar algo más lúdico, menos estigmatizado que hasta entonces.
Se enarboló la bandera española en muchos lugares de este país durante el verano de 2008 como representación de una alegría colectiva por una victoria de la que estábamos tan sorprendidos como orgullosos.
Muchos creímos entonces, al comprobar que la esgrimían tanto jóvenes como menos jóvenes, que el éxito de la selección estaba contribuyendo a despojar la bandera de connotaciones chuminosas y a marcar un antes y un después en materia de desencuentros por el color de un mero trozo de tela.
Entre los que creyó esto se encontraba mi amigo Rafa
Así que estos días, bajo el televisor de plasma del bar en el que tantas mañanas desayuno, había colocado una bandera española. Una bandera para crear ambiente en la retransmisión de los partidos del mundial de Sudáfrica
La ha tenido que quitar
Mi amigo Rafa ha tenido que quitar la bandera que había puesto junto a la tele en la que disfruta de los partidos para evitarse quebraderos de cabeza
Quebraderos de cabeza de la siguiente guisa:
- Ahí tienes que poner la bandera republicana, le dice uno mientras reclama la tostada con aceite
- Ahí sobra el escudo que lleva. Tienes que colgar la del águila, le espeta otro mientras da cuenta del descafeinado con sacarina de todas las mañanas.
Mi amigo Rafa no quiere perder clientes. No está el horno pa bollos
Mi amigo Rafa no quiere pelearse con los clientes. Con la que está cayendo, no se puede permitir que mengüe la caja diaria.
Así que mi amigo Rafa, progresista, de izquierdas y del Sevilla de toda la vida, ha decidido quitar la bandera que había colgado bajo la tele para evitarse problemas.
Va a ser que lo pensábamos hace dos años igual no era como creíamos
J.T.