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miércoles, 29 de abril de 2015

Grecia nos pide ayuda


mitralias
Me escribe mi buen amigo Giorgos Mitralias, uno de los promotores en Grecia del Espacio de Diálogo y de Acción Común que desembocó en la creación de Syriza y fundador en su día del movimiento de las Marchas Europeas y delForo Social.
Mitralias es un comprometido activista que lleva muchos años dedicado a la lucha política en su país y a escribir libros en los que profundiza sobre el problema de la dichosa deuda. Conozco perfectamente esa sensación agridulce en la que vive mi amigo desde que Syriza ganó las elecciones el pasado 25 de enero. Esa alegría tras la victoria que desde entonces se mezcla sin remedio con la pesadez diaria de tener que plantar cara a esos representantes del resto de países europeos que no parecen muy dispuestos a respetar la voluntad mayoritaria de los griegos.
Me remite Giorgos por correo electrónico un manifiesto para el que pide el apoyo del mayor número de personas posible. Es, de hecho, una llamada de socorro, porque no están dispuestos a dar su brazo a torcer por mucho que en Bruselas y Berlín les aprieten las tuercas. Los apoyan ya personalidades como Naomi Klein, Joseph Stiglitz, Thomas Piketty, Noam Chomsky o Ken Loach; así como dirigentes sindicales, activistas de movimientos sociales, responsables políticos e intelectuales y artistas de renombre.
Lo mejor que se me ocurre para apoyarlo es reproducir aquí su manifiesto y su mail giorgos.mitralias@gmail.com  y que quien lo desee pueda también manifestarle su adhesión personal de una manera directa.
Sobre una traducción de Jorge Riechmann, reproduzco a continuación el Manifiesto:
“LLAMAMIENTO EN APOYO DE LA GRECIA QUE RESISTE Y A LA COMISIÓN DE LA VERDAD SOBRE LA DEUDA PÚBLICA
A los pueblos de Europa y del mundo, a todos los que rechazan las políticas de austeridad y no aceptan pagar una deuda pública que nos ahoga, que fue contraída sin nosotros y contra nosotros.
Quienes firmamos este llamamiento nos situamos junto al pueblo griego que, tras su voto en las elecciones generales del 25 de enero de 2015, es el primer pueblo en Europa –y en el hemisferio Norte- que ha rechazado las políticas de austeridad aplicadas en nombre del pago de una deuda pública contraída por los de arriba, sin el pueblo y contra el pueblo. Al mismo tiempo, consideramos que la creación de la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública, por iniciativa de la Presidenta del Parlamento griego, constituye un acontecimiento histórico de fundamental importancia, no sólo para el pueblo griego sino también para los pueblos de Europa y del mundo entero.
Esta Comisión, compuesta por ciudadanos y ciudadanas voluntarias llegadas de todo el orbe, estimulará sin duda iniciativas semejantes en otros países. Porque el problema de la deuda es una verdadera peste que se abate sobre casi toda Europa,y otros lugares, y también porque son muchos millones de personas las que se plantean muchas preguntas a la vez sobre la deuda:
-¿Qué ha pasado con el dinero de los préstamos, y en qué condiciones se solicitaron estos préstamos? ¿Qué intereses se han pagado ya, bajo qué tipos de interés, qué parte del principal ya se ha devuelto? ¿De qué manera la deuda ha crecido sin que ello beneficie al pueblo? ¿Qué caminos han tomado los capitales?
¿Para qué han servido? ¿Qué parte se ha sustraído, por quién y cómo? Y también:
-¿Quién ha pedido prestado, y en nombre de quién? ¿Quién prestó y cuál fue su papel? ¿De qué manera se ha visto implicado el Estado, quién y cómo tomó las decisiones? ¿Cómo las deudas privadas acabaron convirtiéndose en “públicas”? ¿Quién ha impulsado proyectos inadecuados e inútiles, quién contrató, quién se benefició? ¿Se han cometido delitos –por no decir crímenes- con ese dinero? ¿Por qué no se sustancian responsabilidades civiles, penales y administrativas?
Todas estas preguntas las va a analizar de forma rigurosa la Comisión especial creada por iniciativa de la presidencia del parlamento griego, y cuyo mandato oficial se formula así: “Recopilar todos los datos relacionados con el surgimiento y el aumento desmesurado de la deuda pública y someterlos a minucioso escrutinio científico con el objetivo de definir qué parte que se puede identificar como deuda ilegítima, ilegal, odiosa o no sostenible, y ello tanto durante el período de los Memorandos, entre mayo de 2010 y enero de 2015, como en años anteriores. La Comisión también debe publicar informaciones claras y accesibles para todos los ciudadanos, realizar declaraciones públicas, facilitar la toma de conciencia de la población griega, así como de la comunidad internacional y la opinión pública internacional, y finalmente redactar argumentaciones y demandas relativas la cancelación de la deuda.”
Consideramos que constituye el más elemental de los derechos democráticos plantear estas preguntas y obtener respuestas claras y precisas. Entendemos que rechazar responderlas supone una denegación de democracia y un rechazo de transparencia por parte de los de arriba, que han inventado el “sistema-deuda” y lo utilizan para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres. Aún más grave: creemos que, al monopolizar el derecho a decidir sobre el curso de la sociedad, los de arriba privan a la inmensa mayoría de los ciudadanos no sólo de este derecho, sino sobre todo del de asumir su propio destino.
Por eso, en esta situación de emergencia, dirigimos este urgente llamamiento  a todos los movimientos sociales, a las redes y movimientos ecologistas y feministas, a los sindicatos de trabajadores y a las formaciones políticas que no se reconocen en esta Europa neoliberal, cada vez menos democrática y humanista:
Manifestad vuestra solidaridad con esta Grecia resistente apoyando ahora, de forma activa, a la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública griega y su trabajo de identificación de la parte ilegítima, ilegal, odiosa o no sostenible de tal deuda.
Defended a la Comisión de los ataques con que la acosan quienes, en Grecia y en todo el mundo, están interesados en mantener oculta la verdad sobre el “sistema-deuda”.
Participad activamente en los procesos de auditoría ciudadana de la deuda que se están desarrollando en muchos lugares, en Europa y fuera de ella.
Compartid en red vuestro apoyo y solidaridad, pues sólo así conseguiremos frustrar el plan de los poderosos que quieren asfixiar a la Grecia que lucha contra nuestros enemigos comunes: las políticas de austeridad y la deuda que nos ahoga.
Frente a adversarios experimentados, unidos, bien coordinados, armados con poderes exorbitantes y sobre todo decididos a llevar hasta el final su ofensiva contra todos los que constituimos la aplastante mayoría de nuestras sociedades, no podemos permitirnos el lujo de resistir por separado, cada cual aislado en su rincón.
Unamos nuestras fuerzas en un vasto movimiento de solidaridad con la Grecia resistente, apoyemos a la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública griega, y multipliquemos comisiones semejantes allí donde sea posible”.

Por la transcripción
J.T.

miércoles, 19 de junio de 2013

Obama y el otro muro de Berlín


Obama y su familia llegan la tarde-noche de este martes al aeropuerto de Tegel (Berlín)

La calle Bernauer, una de las más ligadas a la imagen del muro de Berlín, fue de las que sufrieron con más crudeza las consecuencias de la división de la ciudad el 13 de agosto de 1961, 9 días después del nacimiento de Obama

Quizás Kennedy pensaba en los dramas vividos en esa zona cuando visitó Berlín en junio del 63 y dijo entre otras cosas, en el célebre discurso que pronunció allí, que el muro era "una ofensa no solo contra la historia, sino también una ofensa contra la humanidad, separando familias, dividiendo maridos y esposas, hermanos y hermanas y a la gente que quiere vivir unida"

En esa calle, y sobre todo en la confluencia con Brunenstrasse, la línea que separaba la ciudad llegó a pasar literalmente por el interior de algunos edificios, de tal modo que sus habitantes vieron cómo les tapiaban la puerta principal (que quedó en parte occidental) y solo podían acceder a sus viviendas por los patios (parte oriental). Si se asomaban a la ventana estaban de hecho en Berlín Oeste. Así que muchos -unos con mejor suerte que otros- huyeron deslizándose por las fachadas... hasta que sellaron con ladrillos todas las ventanas. 

Finalmente desalojaron las viviendas y las demolieron. Más tarde se crearía una zona de nadie, zona de la muerte con torretas de vigilancia y detectores antihuida. La distancia de esa zona entre los dos muros oscilaba entre los 30 y los 500 metros. Desde que el muro cayó en noviembre del 89 el tiempo se ha ido encargando de diluir muchos vestigios de aquella etapa de la historia de la ciudad. 

En aquel entonces, el Obama que estos días visita Berlín como presidente de los Estados Unidos tenía 28 años, los mismos que el muro. Los jóvenes de todas partes de Europa que habitan ahora la ciudad, que viven y trabajan en ella lejos de sus casas y sus familias, tienen aproximadamente esa edad de media.

Los menores de 30 años que se mueven en 2013 por las calles de Berlín y que la han convertido en un enclave mágico, seductor y lleno de vida, cuentan con muchos lugares en la ciudad que recuerdan lo que sucedió durante los años del muro. Pero hay dos espacios que yo creo fundamentales: uno es el barrio de la calle Bernauer y otro el East Side Gallery de la calle Mühlen (1300 metros lineales de muro superviviente y lleno de graffitis) donde probablemente Obama y su familia, como todo el que visita Berlín, se haga una foto. 

El East Side Gallery es un testimonio palpable de lo que sucedió durante 28 años en Berlín. Una galería de arte al aire libre cuya permanencia, a medida que transcurre el tiempo, adquiere mayor valor. Sería una atrocidad que desapareciera como parece que pretende la especulación inmobiliaria. 

La construcción de una pasarela para conectar con un bloque de apartamentos de lujo llevó en marzo a retirar varias placas del East Side. Tras múltiples protestas, el ayuntamiento ha prometido recolocarlas cuando finalicen las obras. Primer aviso. El boom inmobiliario que experimenta Berlín -ha tardado, pero ha llegado- amenaza también al otro espacio emblemático del muro al que me refería al principio: el de la calle Bernauer. 

Esa zona la conozco mejor. Por ahí he atravesado en bastantes ocasiones las señales que indican en el suelo por dónde discurría el muro. Y cada vez que he rebasado esas señales no he podido evitar un cierto escalofrío. Escalofrío al recordar a los que perdieron la vida justo en esa zona, al imaginarme la estación de metro cerrada, al recorrer la llamada zona de la muerte donde estaban los edificios que demolieron y donde permanecían los descampados... hasta ahora, que esos descampados se están llenando de grúas, de cimientos, de ladrillos... Adiós, Historia; hola, especulación. 

Si el muro significaba el contrapeso que frenaba las ansias depredadoras del capitalismo, su desaparición fue el pistoletazo de salida de las tropelías que han llevado a los "mercados" y a quienes mueven sus hilos a liquidarse el estado del bienestar y fumigar los derechos laborales arrancados por los trabajadores desde que acabó la segunda guerra mundial. Los especuladores inmobiliarios arrasando Berlín son el remate de la faena. 

Obama viene ahora a Berlín y se encuentra con otro muro, el que ha construido la troika con sus políticas de desigualdad. Y tengo para mí que el BCE, la CE y el FMI lo escenifican intentando eliminar, con los especuladores como ariete, cualquier vestigio de la existencia del anterior. 

Si el muro que cayó hace casi 24 años separaba familias, en palabras de Kennedy, y dividía a la gente, el muro económico actual también separa familias, distancia padres e hijos, crea incertidumbres de futuro, promueve innumerables agravios comparativos, empobrece a unos a costa del enriquecimiento de otros... ¿Escucharemos a Obama al menos una frase en la que exprese su disconformidad con las medidas económicas que aplica Europa y que tanto sufrimiento y humillación está causando a los países más pobres?

"La libertad es indivisible. Y cuando un hombre está esclavizado los demás no son libres" dijo también Kennedy en su discurso de Berlín hace 50 años. Pues eso.

J.T.